Menú principal                                                                                                                                 Índice de Scripta Nova
 
Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 94 (59), 1 de agosto de 2001

MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL

Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

¿QUÉ NOS OFENDE DE LOS "MOROS"?
DISCURSOS SOBRE LOS MUSULMANES Y SUS PRÁCTICAS SOCIALES

Yolanda Aixelà Cabré(1)
Museu Etnològic de Barcelona


Palabras clave: inmigrantes / discurso / prácticas sociales / musulmanes

Key-words: immigrants / discourse / social praticies / Muslims


La convivencia con personas de distintos origénes geográficos y culturales procedentes de diversos continentes, como África y Asia, se ha visto acelerada desde los años 70 en Cataluña y en otras regiones del estado. En la actualidad, alguno de los grupos inmigrantes más numerosos profesan la fe musulmana, tales como los colectivos procedentes del Magreb, especialmente, marroquíes y en menor número argelinos(2).

El objetivo de este artículo es analizar aquellos aspectos que colaboran en la homogeneización de un colectivo musulmán con culturas diversas en las sociedades de origen, una vez se establecen en nuevos contextos tras una situación migratoria. La perspectiva central será la de recuperar los estereotipos culturales que muchos de nosotros hemos recreado del "moro"(3) y/o del "musulmán" a través de nuestro imaginario colectivo, para ver cómo trasladamos esas imágenes distorsionadas al verles compartir nuestro propio espacio urbano.

Al margen, quedará el exámen del enfrentamiento histórico entre Islam y Occidente que tomó diversas formas y contenidos según el contexto histórico al que nos refiramos y que participó en la construcción de lo que entendemos como "musulmán"(4), así como las tensas relaciones entre España y Marruecos, las cuales también han colaborado en la construcción histórica del "moro"(5).

Se tratará de estereotipos distorsionados que colaborarán en afirmar la superioridad cultural(6) española/catalana, desde la perspectiva religiosa del catolicismo o desde la del laicismo fundamentado en el texto constitucional. Todos los aspectos mencionados vendrán a consolidar la visión Islam=islamismo o, incluso, Islam=velo=maltrato mujeres.

Prescripciones religiosas

Sobre el rezo

El rezo constitutye uno de los cinco pilares del Islam oficial o escriturario basado en el Corán, e implica la oración cinco veces al día (salat) preferiblemente en la mezquita, y siempre mirando a La Meca. Es especialmente importante cumplir con él los viernes. El seguimiento de la obligación del rezo dentro de las prácticas sociales es bastante elevado en comparación con la continuidad que existen en Europa de las prácticas religiosas, e igual que sucede con por ejemplo con las iglesias, las mezquitas son lugares de oración pero también de consejo, de reunión, de ayuda y acogida.

Sobre el Ramadán

Durante casi un mes al año, los musulmanes deben realizar el Ramadán. Es uno de los cinco pilares de la fé islámica (sawm). Entre sus obligaciones más importantes está la continencia (no comer, no beber y no fumar, desde que sale el sol hasta que se pone), acompañada de la plegaría y la limosna a los menos afortunados. La filosofía del Ramadán es poner en igualdad a todos los creyentes, sean ricos o pobres, y que sufran por igual el hambre y la sed de los desafortunados, para así fomentar la solidaridad comunitaria.

Aspectos socioculturales

Sobre la visibilidad del colectivo a través del vestido

Uno de los aspectos que hace más visible las sociedades musulmanas es el vestido: observamos como buena parte de sus hombres y mujeres visten la jellaba, y que además un sector de esas mismas mujeres combinan a menudo esa prenda con el velo o hiyab. Como M. Kasriel (1989) ya señaló para el caso marroquí, conclusiones extrapolables a otros contextos, en algunas sociedades musulmanas vestido y cultura resultan dos lenguajes superpuestos: el primero resulta la visualización del segundo. En la actualidad, muchos países consiguen dar con él una apariencia de continuidad cultural a una sociedad en transformación que ha sufrido profundos cambios políticos, económicos, jurídicos y sociales.

Al mismo tiempo, esa identificación cultural de las sociedades musulmanas a través del vestido, reforzada desde un discurso de perpetuación de parámetros culturales "tradicionalistas" desarrollado por/desde diversos sectores sociales de estos países, es apropiada por Europa, que la va a utilizar para afirmarse desde parámetros de una supuesta "modernidad" que da más prioridad al individuo, que a la continuidad de una cultura colectiva aparentemente homogeneizadora.

Sobre las mujeres

Las mujeres magrebíes han sido sujetos activos en sus correspondientes países a lo largo de todo el siglo XX. Su participación social ha pasado por su incorporación al mundo laboral, su compromiso en los movimientos sociales y sus aportaciones en la expulsión de los colonizadores durante las luchas coloniales y durante la construcción del Estado independiente.

No obstante, sus actividades no han sido visibles por la extrapolación de la construcción de género a las prácticas sociales en un discurso manipulado tanto desde sus sociedades de origen como desde Europa: en tanto que se le suponían como actividades prioritarias las de madre/esposa, éstas ocultaban su participación en las esferas públicas. Por ejemplo, desde sus sociedades de origen hiyab ha pasado de ser un elemento de preservación del honor familiar, a ser reapropiado en el siglo XX por diversos sectores sociales que desean visualizar ante sí y ante Europa la perpetuación de la sociedad musulmana. La mujer se había instrumentalizado con este fin depositándose sobre ellas una responsablidad injusta: la de ser guardianas de la identidad colectiva.
 

El Islam en la Cataluña actual. "Fantasmas" europeos sobre el "otro" musulmán

Las mezquitas

La sociedad catalana, si bien que mayoritariamente católica, no es excesivamente practicante. Quizás uno de sus temores más enrraizados resida, tal como expresan algunos intelectuales desde una lectura laicista de su entorno socio-cultural, en permitir que una religión tan practicante en sus sociedades de origen como la musulmana se extienda en las sociedades de acogida, ya que destacan que un beneficio de la sociedad del siglo XXI ha sido la de marginar la vertiente religiosa de la esfera social(7).

Sabiendo que en los países musulmanes es habitual oir la llamada al rezo del muezzin desde la mezquita (Alaho al-Akbar!! Alaho al-Akbar!!...), oración que se va reproduciendo en todas las mezquitas de la ciudad, hasta llegar a un desacompasado canto que inunda por escasos minutos toda la ciudad, ¿qué ocurriría si yendo por nuestras ciudades nos invadiese, ya no el repicar de las campanas llamando a misa, sino el canto de los muezines de las mezquitas?. Al margen de ciertas ironías, las mezquitas nos pasan inadvertidas a la mayoría de ciudadanos, ya que sino sabemos positivamente que hay una en un edificio, éstas le pasarán desapercibidas por hallarse ubicadas en pisos, la mayoría de las veces, sin distintivos externos(8).

Se trata de una presencia que sea por el proceso de normalización (o por el de clandestinidad), no destaca en el resto de edificios del contorno, salvo quizás los viernes, momento en que se observa una gran afluencia de personas para asistir al rezo(9).

Al mismo tiempo, se debe destacar el carácter socializador de las mezquitas, no ya como centros de rezo, sino como lugares de consejo, de formación y de acogida, para los nuevos inimgrantes. En contra de esta visión minoritaria, aquellas que califican las mezquitas como centros de consolidación de una identidad supranacional, en este caso, musulmana, razonamiento que llevará a relacionar musulmanes con fanáticos que sólo preteden fermentar la semilla del islamismo en sus nuevos espacios. Incluso algunos "intelectuales" franceses, llegarán a proclamar que las mezquitas en Europa son la venganza a la colonización occidental: "nosotros les colonizamos desde la política y la economía, pero ellos lo harán desde la religión".

Por último, debemos destacar algunas voces que se oponen a la construcción de mezquitas por el hecho de que, entre otras razones, en sus países de origen no existe la posibilidad de practicar otras religiones, como la católica, aspecto probado por la carencia de iglesias donde practicar la fe católica. En contra de esta visión, poner de manifiesto que todas las grandes ciudades del Magreb tienen iglesias e incluso alguna catedral. En parte, esta extensa presencia de centros de oración no musulmanes, se debe a que durante la larga ocupación colonial los europeos se construyeron centros de oración para purgar sus escasísimos pecados.

El Ramadán

En segundo lugar, debemos hablar del Ramadán. Algunos de los musulmanes que viven en nuestro país, intentan guardar el ayuno y cumplir con este precepto. Para ayudarles, la propia legislación española en el Convenio con la Comisión Islámica recogió la posibilidad de que los musulmanes que quisieran pudieran acogerse a una especie de reducción horaria(10).

Por otro lado, está la vertiente lúdica del Ramadán en su último día: varios años, la plaça del Escorxador de Barcelona ha sido lugar de encuentro de diversos musulmanes que con un rezo multitudinario, ponían fin al Ramadán (aid as-Saghir). Se trata de un fin de "fiesta", que en este caso pasa por la ocupación de un espacio público, similar al que ocurre con otras manifestaciones religiosas como procesiones, romerías. No obstante, la ocupación del espacio urbano por este colectivo, no deja de ser interpretada como una apropiación que no les corresponde porque no se trata de la religión compartida por "todos" que es la católica.

Mujeres y velos

El vestido que utilizan algunos magrebíes, sobre todo las mujeres, no sólo sorprende, sino molesta, cuando no ofende. Para nosotros, y probablemente para ellos también, es una manifestación publica de que su incorporación a su nueva residencia se hace conforme a una manera de pensar acorde con unos presupuestos culturales que les son propios y que son los del Islam. En el caso de las mujeres, la situación se acentúa porque además nos ofende que algunas de ellas vistan un velo que pone de manifiesto lo que para muchos es el símbolo máximo de su subordinación a los hombres y en ulterior caso a la religión islámica: vemos que esa "pobre" mujer musulmana tambíen está oprimida cuando se establece en Europa.

Llegados a este punto nos preguntamos si nos interesa saber (o si estamos preparados) que muchas mujeres lo visten por decisión propia y que no es sólo símbolo de encierro sino también de liberación, dado que con su uso consiguen introducirse en el espacio público con el acuerdo familiar.

¿De qué visibilidad y reconocimiento social hablamos desde Europa cuando abordamos el tema de la mujer? Parece que se trata de una visión estereotipada, construida desde lo colectivo, desde lo homogeneizante, que se aleja de lo individual y se construye sobre ya antiguos estereotipos sociales: el de la mujer subordinada al hombre, maltratada, sujeta a un matrimonio poligínico, encerrada en el hogar y obligada a vestir el velo por los hombres de su familia.

Ese escaso reconocimiento de las mujeres marroquíes en Europa se repite en Marruecos y en Argelia, dónde su propia condición social se vincula directamente a lo islámico. Sobre todo, es invisible la mujer que trabaja tanto en economía formal como informal, la que mantiene a la familia, la que ejerce sus derechos... mientras se visibiliza a la mujer magrebí que mantiene ciertas apariencias sobre la perpetuación de la identidad musulmana y un supuesto sistema patriarcal. Las mujeres son las guardianas de la identidad colectiva y como tales deben intentar parecer que la sociedad aún no ha cambiado. Su reconocimiento es el de perpetuadoras de la identidad musulmana. ¿Cuándo importará que las mujeres se hayan incorporado al mundo laboral o se hará visible su participación en los movimientos sociales?

Conclusiones

El desencuentro histórico con el Magreb y las imágenes distorsionadas que tenemos del "otro" musulmán, son factores que favorecen la perpetuación de ciertos estereotipos sociales negativos que encuentran su eco en el espacio urbano, público y privado.

La homogeneización a la que se somete la diversidad magrebí imposibilita una aproximación a una realidad cotidiana cercana a la nuestra en otros períodos históricos, situación que probablemente no cambiará en la medida en que se continúe construyendo la otredad sólo desde el Islam (factor que para muchos de nosotros influirá, incluso, en el supuesto sometimiento de las mujeres magrebíes a los hombres).

Probablemente, nuestra mitificación del Islam como agente homogeneizador, potenciada también por algunos países del Magreb desde la independencia colonial, puede acabar distorsionando aún más unas relaciones de por sí complejas en las sociedades urbanas, al amparo de un rancio etnocentrismo, en algunos casos, nacionalista, fundamentado en una supuesta superioridad occidental, elucubrada tanto desde el catolicismo como desde el laicismo.
 

Notas:

1. Este texto se articula dentro del marco científico del Grupo de Investigación Consolidado "Multiculturalismo y género", equipo dirigido por la catedrática de Historia Conteporánea de la Universidad de Barcelona, Mary Nash.

2. Como muestra de la importancia magrebí dentro de los porcentajes de estadísticas inmigrantes, presentamos la siguiente tabla de elaboración propia sobre la población magrebí en Barcelona, que se ha elaborado a través de los datos extraidos del Departamento de Estadística del Ajuntament de Barcelona, obtenidos por el Museu Etnològic de Barcelona.
 

Año
Marroquíes
Argelinos
Total extranjeros
1996
3.191
219
29.354 (1’9% població total)
2001
7.165
855
74.019 (4’9% població total)

3. Etmológicamente, "moro" procedía de maurus y hacía referencia al habitante de Mauritania. En la actualidad se aplica a la comunidad norteafricana y musulmana en general.

4. Para ello remitimos a la obligada lectura de textos existentes que ahondan largamente y con suma complejidad entre las complejas relaciones existentes entre el Islam y Occidente, tales como Djaït (1990), así como la próxima publicación sobre el tema de Eloy Martin Corrales en Ed. Bellaterra, dónde se pone de manifiesto cómo, por ejemplo durante la Guerra Civil, para los repúblicanos se esmeraba en mostrar al moro como el salvaje y cruel, mientras que para los franquistas eran tan fieles que Franco había constituido su Guardia Mora.

5. Se debe destacar el trabajo de J.LL Mateo (1997:25), donde recoge una anécdota muy útil para el desarrollo e implicaciones de este texto. Narra cómo al entrar las tropas franquistas en la Barcelona de 1939, los camiones iban provistos de unos altavoces que repetían sin cesar el llamamiento al rezo musulman Alá es grande. Mateo añade "puesto que los camiones iban vacíos, parece que la pretensión de aquella maniobra era asustar a la población: se aprovechaba el tópico del temor a una invasión musulmana y la crueldad atribuida a las tropas de mercenarios marroquíes".

6. E. Said (1991).

7. M. Kilani (2000).

8. J. Moreras (1999).

9. Otra cuestión es que buena parte no está acondicionada para albergar a tantos feligreses y que además no tienen las mínimas condiciones de seguridad para que ante una desgracia, hubiera como mínimo una salida de incendios.

10. En sociedades de origen, en Ramadán las empresas procuran o hacer horario intensivo o practicar una reducción horaria para asegurarse el rendimiento de sus trabajadores.

Bibliografía

AIXELÀ, Yolanda, Mujeres en Marruecos. Un análisis desde el parentesco y el género. Barcelona: Bellaterra, 2000.

DJAIT, Hichem: Europa y el Islam. Madrid: al-Qibla Libertarias, 1990.

KILANI, Modher: L’invention de l’autre. Essais sur le discours anthropologique. París: Editions Payot Laussanne, 2000 (1994).

MATEO DIESTE, Josep Lluís: El "moro" entre los primitivos. El caso del protectorado español en Marruecos. Barcelona: Fundació La Caixa, 1997.

MORERAS, Jordi: Musulmanes en Barcelona. Espacios y dinámicas comunitarias. Barcelona: CIDOB edicions, 1999.

SAID, Edwuard: Orientalisme. Vic: Eumo, 1991 (1978).
 

© Copyright: Yolanda Aixelà Cabré, 2001
© Copyright: Scripta Nova, 2001



Volver al principio de la página

Menú principal