ENTREGA DEL PREMIO INTERNACIONAL DE GEOCRÍTICA 2003

Horacio Capel
Universidad de Barcelona

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El Premio Internacional de Geocrítica se concede este año al profesor Roberto Lobato Corrêa, uno de los más prestigiosos geógrafos brasileños y del mundo iberoamericano en general. Es un premio que significa un reconocimiento público de su labor, una demostración pública de la admiración que tenemos por su obra y por su magisterio. Pero es también un premio que expresa nuestra valoración de la geografía brasileña en general, una de las escuelas geográficas nacionales más dinámicas, originales y productivas de todo el mundo.

El acta del jurado que concedió el premio señala explícitamente estos dos hechos y considera al profesor Corrêa como uno de los más brillantes y ejemplares maestros de Brasil. El premio se le concede, como consta en la placa diseñada por el pintor Albert Rafols-Casamada, "por su magisterio universitario y su contribución a la geografía urbana y cultural".

En el sitio web de Geocrítica se ha publicado el memorial de méritos que el jurado tuvo presente para concederle el premio, así como el curriculum vitae con la enumeración de sus publicaciones. Una relación que deja atónito al lector y muestra una vida intensamente dedicada a la ciencia.

El premio se concede a la obra científica, pero también al magisterio y a la profunda humanidad del profesor Roberto Lobato. Una vida íntegramente dedicada a la Universidad, a la docencia y a la investigación. Desde el año 1959 el profesor Corrêa ha trabajado incansablemente, primero como investigador del Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística, y luego como profesor universitario, formando a generaciones de geógrafos, al mismo tiempo que él mismo continuaba incansablemente su esfuerzo de investigación y formación.

Su trabajo en el campo de la organización regional de Brasil, de la estructura de las redes de ciudades,  de la organización del espacio interno y de los problemas del desarrollo regional son una referencia de gran importancia en la geografía. Desde la década de 1980 ha dirigido también su atención hacia los sistemas económicos mundiales, la incidencia de los procesos de globalización y los problemas del medio ambiente en las áreas metropolitanas.

 Más recientemente su labor en el campo de la geografía cultural y, en particular, su atención a las relaciones entre espacio y cultura, ha dado una nueva dimensión a su obra y su magisterio. Ante todo, como investigador y como animador de investigaciones La revista Espaço e Cultura, fundada por él, se ha convertido en una referencia inexcusable en el panorama actual de la geografía cultural y de la geografía humana en general, al igual que ha ocurrido con la colección de Geografía Cultural, editada por la Editorial UERJ bajo la dirección del profesor Côrrea, y que ha editado ya una docena de títulos y está contribuyendo a estimular el interés por esta corriente de pensamiento.

El profesor Corrêa no solo hace los libros y los edita, sino que también se encarga personalmente, si es necesario, de su difusión. Una de las imágenes más hermosas e inolvidables del Congreso de la Asociación de Geógrafos Brasileños que se celebró en Joâo Pessoa en julio de 2002 fue, sin duda, la del puesto de libros y revistas que  el grupo de geografía cultural que él dirige, y él mismo, pusieron para la distribución y venta de las publicaciones que ha realizado. Recuerdo con admiración y emoción aquella imagen, que es la prueba de una dedicación vital a la ciencia y a la docencia.

Es para nosotros un motivo de agradecimiento que el profesor Correa haya aceptado el premio y se encuentre hoy aquí en Barcelona. Nos honran mucho estos dos hechos. Sin duda es él quien contribuye a prestigiar un premio que deseamos seguir concediendo cada año para reconocer en los premiados la obra de tantos magníficos profesionales de la investigación y la docencia que hay en nuestros países, para contribuir a difundir su trabajo, para que sirva de ejemplo a los jóvenes, que encontrarán tantos motivos de admiración y enseñanza en ellos.

Queremos también contribuir a afirmar el ámbito cultural iberoamericano, ese espacio cultural en el que podemos entendernos hablando idiomas próximos que no necesitan ser estudiados para dialogar con ellos. Es un potencial inmenso el que tenemos. Más de 500 millones de personas, y comunidades científicas altamente productivas vinculadas a centros de docencia e investigación de gran nivel proporciona una base social que debemos valorar por sus posibilidades inmensas de generación intelectual. Gracias a la lengua, las dos orillas del Atlántico, desde el Pacífico a los Pirineos, y más allá hasta la Península italiana, podemos mantener un diálogo fácil que permita el avance del conocimiento científico y de la cultura en general.

En particular debemos esforzarnos en anudar lazos entre la cultura luso brasileña y la hispanoamericana, siendo conscientes de toda una historia común y unas tradiciones que nos acercan mucho más que nos separan.

Profesor Roberto Lobato Correa: al entregarle este premio queremos que al mismo tiempo le llegue todo esto. Pero sobre todo queremos que sienta el afecto y la admiración que tenemos por usted y por su extraordinaria y magnífica tarea científica e intelectual.

 

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