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Índice de Scripta Nova

Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VII, núm. 146(143), 1 de agosto de 2003

...Y SIN EMBARGO SE VIVE. DE LA INFRAVIVIENDA A LA VIVIENDA URBANA EN MÉRIDA YUCATÁN MÉXICO

Carmen García Gómez
Angélica Álvarez Quiñones

Universidad Autónoma de Yucatán
, México

...y sin embargo se vive. De la infravivienda a la vivienda urbana en Mérida Yucatán México  (Resumen)

La ciudad de Mérida, capital del Estado de Yucatán, México, participa de las características generales de las ciudades con altos índices de pobreza de Latinoamérica, al mismo tiempo que presenta atributos particulares que configuran una cultura urbana local, como en el caso de la llamada vivienda precaria o infravivienda. Mérida posee una mancha urbana extendida y una tradicional baja densidad tanto poblacional como constructiva; del área habitacional total, un significativo porcentaje lo ocupa la vivienda precaria, que constituye una primera fase del proceso de integración de estas áreas a la cultura urbana.

Además de describir las características generales de la vivienda precaria en Mérida, mostramos cómo la configuración de este tipo de vivienda, paralelamente a su condicionamiento por restricciones materiales, manifiesta un proyecto de consolidación física, aparejado al anhelo, por parte de sus moradores, de compartir aspecto y dinámica social propios de las viviendas de las áreas consolidadas de la ciudad.

Palabras clave: infravivienda, vivienda urbana, Mérida (Yucatán)

... and however it is possible to live there. From the infra-housing to the urban house in Mérida, Yucatán, México (Abstract)

The city of Mérida, State Capital of Yucatan, Mexico, participates in the general characteristics of cities with high poverty index of Latin America, at the same time that displays particular attributes that shape a local urban culture, as in the case of the so called precarious house. Mérida has an extended urban pattern and a traditional low population density as much constructive. On the whole city, the precarious house occupies a significant percentage that constitutes the first stage of the process of integration of these areas to the city. Besides to describe the general characteristics of the precarious house in Mérida, we illustrate how the configuration of this type of house, despite the material restrictions, express a consolidation project and the inhabitants desire to share aspect and social dynamics with the houses of  the consolidated areas of the city.

Key words: infrahousing, urban house, Mérida (Yucatán)

La pobreza no es solo la condición económica caracterizada por la carencia en las necesidades diarias de alimentación, vivienda o vestimenta, sino también la ausencia de oportunidades y capacidades para cambiar tal condición.[1]En la pobreza hay otros elementos frecuentemente ausentes, tales como buena salud y longevidad; educación adecuada; acceso a la tierra; crédito u otros recursos productivos; habilidad para evitar y enfrentar las caídas drásticas de ingreso; familia y comunidades de apoyo; justicia; eliminación de la discriminación, abuso y violencia; y voz en las instituciones.

El municipio de Mérida,  Yucatán, México, es considerado[2] por  el organismo federal que se dedica al mejoramiento social en el país como uno de los municipios con mayor índice de pobreza. La carencia de un sistema de drenaje en la zona urbana es un factor determinante para esta consideración. Más de 1,300 hectáreas son habitadas por personas de escasos recursos con patrones de asentamiento similar y cuyas viviendas presentan condiciones análogas.

Pretendemos mostrar que en esas comunidades pobres existen valores en el uso del espacio, de relaciones familiares y vecinales que permiten a los constructores de su propia vivienda vivir en condiciones generales de escasez y precariedad, haciendo de las unidades domésticas en proceso de consolidación opciones de convivencia y de adaptación al medio.

El ámbito latinoamericano

En Latinoamérica existen diversas realidades geográficas, climatológicas, culturales, étnicas y económicas, pero constituye en sí un territorio con semejanzas,  fundamentalmente en lo que al problema de vivienda pobre se refiere.

Los conjuntos de viviendas marginales, o de bajo costo, presentan una realidad cotidiana y generalizada, que se diferencia básicamente en la denominación que reciben: campallas, mediaguas, ranchos, favelas, pueblos jóvenes, conventillos, villas miseria, arrabales, barbacoas, precaristas, paracaidistas o  pies de casa, que mas que viviendas son soluciones habitacionales o cobijos que abarcan grandes extensiones en las zonas urbanas.

Se estima que en las ciudades de América Latina más de las tres quintas partes  de las viviendas que se construyen al año para abatir el déficit  habitacional, son hechas por el sector informal[3] o no estructurado en una economía sumergida con el autoconstructor anónimo o el cooperativista como protagonista.[4]La consecuencia es el desorden en la estructura actual de las ciudades, que a su vez, es el reflejo de la situación vivida durante los últimos años, crisis económica y el ciclo derivado: inflación, devaluación de la moneda, reducción de inversiones en el sector primario de la economía, incremento en el subempleo, pérdida del poder adquisitivo salarial, crecimiento macroeconómico basado en la especulación de las inversiones etc.,[5] dando lugar a que se produzcan cambios cuantitativos y cualitativos en el empleo, la conformación poblacional, el territorio y la vivienda. Ésta, se determinada por la triada suelo, "vivienda" como objeto y servicios, conformando una unidad espacial, donde cada parte es una variable con distinta dinámica y temporalidad, pero cuya interrelación las hace dependientes para determinar los niveles de bienestar de sus usuarios.

Suelo. Este es el punto de partida y el proceso de obtención del mismo se vuelve un punto crítico en esta cadena de variables, ya que es adquirido sin competitividad por los diferentes grupos o actores sociales. Es el mercado de tierra el que regula la prioridad originando la segregación espacial; el sector que cuenta con más recursos tiende a vivir en las zonas de mayor calidad, en contraposición al sector de bajos ingresos, que se asienta en terrenos no adecuados por su tipo y tenencia, con un carácter expansivo y disperso, carente de los servicios elementales de infraestructura y equipamiento, lo que conlleva a no contar con las condiciones de mínimas de habitabilidad.

Vivienda. Generalmente en América Latina la vivienda, que es considerada como un  bien duradero destinado a satisfacer las necesidades de  habitación a  largo plazo, se obtiene de  distintas maneras;[6] por un lado existen grupos con ingresos altos que compran o adquieren terrenos y contratan su propio equipo de arquitectos, abogados y constructores para hacerse de casas a su gusto; otro sector con ingresos medios que renta casas terminadas o departamentos construidos por el sector privado o el público y; un último grupo que está excluido del mercado formal (privado) del suelo y de las soluciones públicas, lo que lo obliga a optar por alguna de las siguiente situaciones:

- Vivir con parientes, si tienen espacio y los aceptan,
- Hacinarse en un cuarto,
- Conseguir un terreno, no siempre regularizado, y construir su casa con escasos recursos económicos, mucho esfuerzo físico y con materiales de desecho.

Esto último se realiza de forma obligada e involuntariamente autónoma y a través de este proceso la gente encara la resolución de su problema habitacional, con talento y tenacidad pero sin recursos ni marco institucional suficiente para llegar a soluciones plenamente satisfactorias.[7]

Servicios. En este conjunto se considera no sólo la infraestructura básica: agua potable, sistema seguro para la eliminación de excretas y  electricidad, sino también los satisfactores urbanos como el alumbrado público, banquetas, calles, pavimentos, drenajes pluviales, etc. La dotación de servicios es una obligación para quienes construyen por iniciativa pública o privada la vivienda que participa en el mercado formal; es inexistente para quienes construyen su vivienda en un terreno, precisamente, irregular.

En las zonas urbanas el desarrollo asumido ha generado la ocupación desordenada del suelo generando problemas cada vez más complejos como el aumento extraordinario de demanda para la "capacidad de carga" de la infraestructura y las estructuras urbanas lo que ha provocado grandes desequilibrios urbanos, ambientales, sociales, económicos y políticos que afectan las condiciones de vida de los habitantes llevando a la ciudad a un deterioro físico que se hace más agudo en las zonas de terrenos irregulares.

Las carencias en materia de infraestructura y servicios urbanos son grandes, así como el transporte, el manejo de desechos sólidos y líquidos que provocan la contaminación del aire, el suelo y el agua que aunado a otros tipos de contaminación como la visual, por ruido u olores amenazan la salud y seguridad de los habitantes de las ciudades.

El contexto

Mérida es considerada como la capital regional de la Península de Yucatán, México, además de ser la capital política del Estado de Yucatán, gracias a la situación geográfica y económica que guarda en la región.

Su desarrollo económico se debe al fuerte impulso que se ha dado al sector terciario, apoyado principalmente en la prestación de servicios de administración pública; por contar en su territorio con atractivos turísticos importantes tanto naturales como construidos; por la existencia de escuelas subsidiadas y privadas de alto nivel educativo y con reconocimiento nacional; por la existencia de equipamiento para la salud con instalaciones, equipo y personal de primer nivel; por la calidad y cantidad de vías de comunicación aérea, carretera y férrea con que cuenta; así como por la cobertura en los requerimientos de abasto e intercambio de mercancías.

La ciudad de Mérida fue fundada por Francisco de Montejo, "El Mozo", sobre el asentamiento maya "Tho". La ciudad colonial constituye hoy un Patrimonio Cultural de suma importancia para México. Un evento relevante en la historia de Yucatán y del país fue el auge en la producción, cosecha y transformación del "oro verde": el henequén. Aunque Mérida es actualmente una figura trascendental en el desarrollo peninsular, enfrenta un problema particular de gran importancia: el crecimiento urbano anárquico y desordenado.

El crecimiento de la ciudad de Mérida fue un proceso lento cuyo incremento poblacional se mantuvo prácticamente a ritmo del crecimiento natural hasta la década de 1960 (cuadro 1). A partir de la década de 1970, la tasa de crecimiento anual de la población fue mayor al promedio nacional debido principalmente al impulso que la inversión pública federal proporcionó a la dinámica de la economía regional como  parte de un Proyecto Nacional de Desarrollo.[8]

Cuadro 1
Población Total del Municipio de Mérida por Género 1930-2000[9]
Año
No. total habitantes
Hombres
Porcentaje de hombres
Mujeres
Porcentaje de mujeres
1930
76,127
37,302
49.0
38,825
51.0
1940
97,009
47,825
49.3
49,184
50.7
1950
159,410
75,651
47.5
83,759
52.5
1960
190,642
92,349
48.4
98,293
51.6
1970
241,964
117,128
48.4
124,836
51.6
1980
424,529
203,638
48.0
220,891
52.0
1990
556,819
267,917
48.1
288,902
51.9
1995
649,770
314,703
48.4
335,067
51.6
2000
703,324
337,338
47.9
365,986
52.1

A partir de 1970 las cosas cambian, el gobierno federal hace una fuerte inversión económica en el estado como parte del Proyecto Nacional de Desarrollo para ser congruente con su política "populista".

Aunque estos recursos estaban destinados al campo, Mérida se benefició con las obras públicas realizadas y cambió su estatus de ciudad rural por urbana. Como consecuencia su población aumentó 1.75 veces en una década, pasando de 241,964 a 424,529 habitantes totales de 1970 a 1980.

Actualmente Mérida tiene 703,324 habitantes,[10] es decir, ha aumentado 9.23 veces su población desde 1930 y centraliza al 42.47 por ciento de los habitantes de la entidad. Prácticamente, uno de cada dos yucatecos viven en la capital, demandando tierra, equipamiento, infraestructura y servicios, siendo cada vez más difícil su adquisición, más complejos los procedimientos para la dotación y más largos los trámites de gestión para obtener los satisfactores mínimos.

El aumento de población ha provocado la transformación del territorio. Durante el primer tercio del siglo XX, la ciudad era una mancha urbana encerrada entre el verde de los henequenales que marcaban el límite de su extensión. Los pocos espacios libres que existían eran propiedad ejidal, de manera que, con el crecimiento demográfico la expansión de la ciudad se realizó inevitablemente sobre los ejidos. En un proceso de transformación largo y lento, grandes extensiones de suelo cambiaron su uso agrícola al habitacional.

La tendencia de crecimiento se ha mantenido hasta la fecha, aunque con un ritmo menor ya que el incremento de población durante los periodos de 1980 a 1990, de 1990 a 1995 y 1995 a 2000 han disminuido su tasa, alcanzando valores de 1.31, 1.16 y 1.08 veces respectivamente.

A partir de 1980 la ciudad se desborda, crece anárquica y desordenadamente; existe el abandono de terrenos ejidales y la posterior ocupación de éstos por asentamientos humanos irregulares, como resultado de la demanda de suelo económico para la construcción de vivienda; se inicia la edificación masiva de fraccionamientos para atender a un sector específico de la población;[11] se hace evidente el acaparamiento de terrenos para su posterior especulación; se manifiesta la desarticulación vial y funcional de la ciudad y aparecen grandes espacios vacíos entre zonas pobladas, con la inherente aparición de los fenómenos de irregularidad y precariedad urbanas.

Las políticas de ajuste estructural abrieron paso a una grave contradicción. Mientras más se profundizaba en la desregulación y la descentralización en favor del mercado habitacional controlado por el sector privado, más gente quedaba excluida del mercado y pasaba a engrosar las filas de los autoconstructores o productores "informales"; a incrementar el hacinamiento en las viviendas de sus familiares; o bien; a iniciar el grave problema de la exclusión, es decir, formar parte de los pobladores sin techo.[12]

El resultado de esa expansión territorial es una zona urbana actual con una extensión de 14,649 hectáreas, divida políticamente en ocho distritos y con un total de 450 colonias y fraccionamientos; de ese total 22 colonias están clasificadas como populares y marginadas y 44 como marginadas, lo que significa que el 14.66 por ciento del total de las colonias del área urbana tienen patrones de asentamiento similar y presentan condiciones análogas: procesos de urbanización popular; albergues autoconstruidos con materiales de desperdicio o desecho que sirve como vivienda, con crecimiento por etapas; inicio con infraestructura incipiente y equipamiento escaso; sin vialidades o con el trazo y deshierbe en el terreno natural como calles; sin servicio de urbanos ni equipamiento.

Este tipo de colonias se concentra al sur de la ciudad, donde sus pobladores deben luchar día a día por la producción del espacio urbano habitable y la seguridad jurídica de la tendencia de la tierra. En el sur la vivienda es precaria y "levantada" de manera total o parcial por las propias familias que se va  consolidando en un largo y lento proceso hasta lograr un espacio habitacional digno. En contraposición está el norte de Mérida, la parte de la ciudad con mayor plusvalía por la calidad inmobiliaria, con zonas residenciales de niveles medio y alto, con disponibilidad total de servicios urbanos y equipamiento, donde se cuanta con los mejores avances tecnológicos y de comunicación. Esta polarización territorial genera una diferencia dicotómica: segregación socioespacial extrema.

La infravivienda en Mérida

En este estudio se ha considerado el fenómeno de la infravivienda como inserto en una compleja dinámica externa. Sin embargo, consideramos también que la infravivienda o vivienda precaria en Mérida guarda una complejidad interna como proceso habitacional conformado por fases o subprocesos para ocupar, organizar y acondicionar un espacio hasta hacerlo adecuado para la vida.[13]

Este espacio adecuado es el espacio vivencial,  que engloba un conjunto de elementos que proporcionan el "buen vivir",[14] es decir, es un lugar para hacer las cosas que acostumbramos en la vida cotidiana, que propicie la convivencia con la familia y los vecinos, que ofrezca la posibilidad de realizar un trabajo y el poder disfrutar del tiempo libre en un espacio cómodo. Todos esos elementos juntos conforman los ambientes tradicionales que predominan en las regiones proporcionando identidad y definiendo espacios singulares, generando formas de vida con respeto a los patrones culturales y originando referentes que identifican a una comunidad.

Las particularidades de la pobreza en Mérida con respecto al centro del país, ya que la "precariedad" de esta ciudad dista mucho de los niveles de pobreza existentes en otras latitudes, encuentran su referente tanto en las condiciones específicas de clima extremoso cálido húmedo como en las costumbres locales. Estos referentes configuran los modos de vida locales, que  impregnan la vivienda.

A partir del análisis de los asentamientos precarios de la ciudad de Mérida,[15] ha sido posible observar que existen valores en el uso del espacio y de relaciones, únicos en la vivienda precaria, que en conjunto y a largo plazo, ofrecen a sus moradores opciones de convivencia y de adaptación al medio.[16]

La vivienda precaria o autoproducida en la ciudad de Mérida desde sus inicios tiene una vida intensa y rica donde se expone un abanico de posibilidades de utilización y apropiación de los espacios construidos y abiertos que propician la solidaridad social, la movilización barrial y la circulación de recursos financieros que nos permite comprender "...cómo se produce y reproduce lo urbano a través del quehacer cotidiano"[17]

A través datos obtenidos en campo, es posible deducir ciertos parámetros generales de la vivienda precaria en Mérida, que se agruparon en los rubros Características básicas, Calidad de Vida e Interrelación familiar y vecinal, que se describirán a continuación.

Características básicas

Un terreno tipo de 10.50 x 21.00 m, que alberga el espacio para vivir. Éste se construye con distintos materiales según la fases de construcción-consolidación en que se encuentre, sin embargo, corresponde de manera general a módulo o cuarto tipo de 4.00 m x 4.00 m sin importar el material con que está construido. En este espacio construido no se realizan las actividades de cocinar ni aseo, se utiliza únicamente para estar y dormir. En las viviendas no existen divisiones interiores, entendiendo como esto cualquier muro, mueble, cortina, cartón, etc. que permita la zonificación del espacio para la realización de diversas actividades simultáneas o no, por lo que el espacio en el caso el área habitable funciona como cuarto redondo, al menos, durante la etapa inicial.

Las viviendas carecen de áreas específicas de guardado, de manera que se recurre a la utilización de mobiliario como repisas, refrigerador, tambos, recipientes de plástico, cajas de cartón, bolsas, cubetas, el horno de la estufa, guacales, sabucanes, roperos, mesas, canastas, ollas y latas. Las viviendas tienen espacio al frente y al fondo del solar.

Calidad de vida

La calidad de vida está vinculada a una serie de factores que involucran indudablemente a las anteriores variables.[18] Además, integran este rubro factores de importancia fundamental ya que afectan las condiciones de salud e integridad de los pobladores.

En el 19.62 por ciento de los hogares, se practica la defecación al aire libre y el aseo personal se realiza en el patio o en el interior del cuarto construido, es decir, se carece tanto del cuarto de aseo como de las instalaciones de drenaje para el desalojo de aguas negras. Vale la pena señalar que el suelo de la Península es de dura roca caliza, lo que dificulta la construcción de drenaje colectivo, por lo que se ha recurrido como sistema de drenaje a la construcción de una fosa séptica con pozo de absorción por cada predio, representando un alto coste. La aspiración general es tener un baño completo, con área de ducha yagua caliente, lavabo, wc. y agua corriente, integrado a la casa.

Laacción de cocinar se realiza en el exterior o en un espacio techado adjunto al cuarto construido llamado koben o cocina. El 62.15 por ciento lo hace con fogón de leña. La tendencia manifiesta es contar con un lugar específico, incorporado a la casa, para guisar con cocina convencional y gas butano aunque se desprenda calor.

La protección al calor durante el día y la noche es de manera distinta. En el día se abren puertas y ventanas buscando el cruce del flujo de aire para ventilar; un bajo porcentaje opta por regar el exterior de tierra con agua para refrescar el ambiente debido a que no se cuenta con agua corriente. Sólo en la noche, el 51.02 por ciento de la población, que cuenta con suministro de energía eléctrica, se refresca a través de ventiladores mecánicos.

Interrelación familiar y vecinal

El hecho de vivir en un sitio determinado permite no sólo ocupar un lugar en el territorio, sino que nos brinda la posibilidad, como individuos y como familias, de constituir y formar una colectividad, de "...ser recipiente de la distintividad y (...) preservar la cultura, ser un depositario de valores y tradiciones, un actor de sus habilidades y un experto en el lenguaje e idioma de tal manera que se [nos] reconoce como miembros de una comunidad...",[19] que nos identifica y da la oportunidad de organización para la recreación, gestión y convivencia.

En los asentamientos precarios de Mérida, los vecinos conviven con sus vecinos entre 2 y 4 días a la semana siendo el lugar de reunión el frente de los terrenos. Dado a que la gente se conoce y mantiene una relación cordial, el 86.76 por ciento manifiesta que puede colaborar en la responsabilidad del mantenimiento a espacios públicos comunes, en caso de que les fueran dotados, pero no están dispuestos a compartir los espacios de la vivienda.

La relación familiar y vecinal no sólo se da en la convivencia diaria, otra manifestación importante es en las festividades. Pues se reúnen para compartir los eventos familiares importantes.

La vivienda en estas colonias es un lugar en el cual existen otras funciones distintas a las cotidianas de uso y reproducción de la fuerza de trabajo, es también "...el lugar a partir del cual se organizará la familia y sus principales actividades de consumo",[20]  es el espacio en el que se interrelacionan la vida social, es decir, el comportamiento habitual y las actividades productivas en el interior o exterior del alojamiento mismo.

Aunque el uso predominante es habitacional, se realizan actividades productivas complementarias en el 18.18 por ciento. De esas viviendas con uso mixto la actividad que más se practica es de costura y confección de ropa, el lavado de ropa ajena, el urdido de hamacas y la reparación de calzado. En las viviendas de uso habitacional exclusivo, el 39.96 por ciento manifiesta su interés para desarrollar algún tipo de empleo domiciliario.

La infravivienda en pos de la vivienda urbana: un caso particular

A partir de los rasgos generales de infravivienda descritos con anterioridad, nos interesa ahora detenernos en el aspecto físico de las viviendas para mostrar que, al construir desde la pobreza, subyace entre los pobladores el proyecto de una vida integrada a la ciudad, una vida urbana. La casa y su distribución aparecen así, como una manifestación de la particular cultura urbana entre los pobladores pobres de la ciudad de Mérida.

Como hemos mencionado, el proceso común que siguen los habitantes de los asentamientos que analizamos tiene dos pasos generales: primero, construir un cuarto de carácter provisional, generalmente con láminas de cartón; y como segundo paso, edificar un cuarto o habitación única de carácter permanente. La descripción que a continuación presentamos está basada en la observación y análisis de uno de los 66 asentamientos precarios de la ciudad (Ampliación Pedregales de Lindavista).

Paso 1: Cuarto Provisional de Cartón

El cuarto de cartón y otros materiales como la lámina de zinc, madera de desperdicio, lonas, etc., se asocia generalmente con condiciones de vida precaria. La fragilidad de la estructura puede relacionarse con el régimen de propiedad incierto del terreno que ocupa cada familia en la etapa inicial del proceso de adquisición de la vivienda.

Se ha observado que las familias dejan de vivir en locales "provisionales" cuando el terreno y la regularización del asentamiento les es asegurada de alguna forma: cuando se obtiene el título de propiedad u otro documento oficial que da a las familias cierta seguridad de permanencia en el terreno o bien cuando el proceso mismo ofrece cierta seguridad a los habitantes. Mientras tanto, éstos pueden vivir o "sobrevivir" en aquél tipo de local con condiciones poco confortables. Las condiciones ambientales en estos cuartos son adversas, especialmente debido al clima caluroso y húmedo. Los habitantes, sin embargo, pueden adaptarse y aceptar la vida en el cuarto de cartón debido a la importancia que este hecho representa en el proceso de obtener una vivienda. Rapopport ha sugerido al respecto que en casos como éste, ciertos efectos psicológicos y socioculturales pueden influir con mayor fuerza en la evaluación-elección de la calidad ambiental de un lugar para vivir, que los estrictamente físico y medioambientales.[21]

El cuarto de cartón se ubica generalmente cerca de la entrada del terreno, por lo que el espacio libre de construcción que queda hacia la parte trasera del mismo es mayor que la que queda al frente. Las viviendas se sitúan muy cerca del paramento de la calle, pero en ningún caso alineadas directamente al mismo. Hay un espacio de transición necesario entre la casa y la calle. El frente es el espacio de presentación de la vivienda, mientras en el fondo se realizan actividades de mayor intimidad. En muchos casos los habitantes ponen un esmero diferenciado en el aspecto del frente y del fondo; para el primero, por ejemplo, emplean plantas de ornato y lo mantienen más limpio.

La considerable cantidad de terreno que queda hacia el fondo es generalmente una zona donde se siembran árboles frutales y el principal uso que le atribuyen los habitantes es el lavado y tendido de la ropa limpia. Cercano al cuarto de cartón y siempre en la parte trasera del terreno, el espacio destinado para lavar la ropa es generalmente un tinglado o techo habilitado con el mismo material que el cuarto, ya sea lámina de zinc o cartón, en el que se coloca una batea o lavadero y uno o dos tambos de agua.

El fondo del terreno es también el lugar donde los habitantes delimitan desde el principio un espacio para defecar, lejano al cuarto y al lavadero. El w.c. no es un espacio prioritario en la primera fase de ocupación del predio. Es común que pasen varios años antes de que en los predios exista la instalación completa de un baño. Un pequeño cubículo de lámina sin techar basta para resguardar un foso o simplemente el espacio destinado para la defecación directa sobre el terreno en la mayor parte de las viviendas. Algunas familias crían animales, pero en pocos casos éstos circulan libremente por el patio, al contrario, generalmente están resguardados en corrales construidos con materiales de desperdicio como madera, lámina y malla de alambre. Otros animales domésticos como perros y gatos deambulan libremente entre el frente y el fondo del terreno.

La construcción de los cuartos es sencilla; constan generalmente de una estructura erguida con maderos de mala calidad (obtenidos del mismo terreno o de terrenos cercanos) pero suficiente para soportar muros de lámina de cartón que delimitan un espacio rectangular y un techo de este mismo material o de lámina de zinc. Las uniones de las láminas son remaches hechos con clavos y tapones de botellas de plástico o corcholatas. El suelo en estos cuartos es inicialmente un apisonado de tierra.

El funcionamiento del cuarto es múltiple; en su interior ocurren actividades de diversa índole entre las que destacan dos funciones generales básicas. Durante la noche los ocupantes descansan en hamacas que se tienden de un lado a otro del cuarto soportadas en los elementos estructurales, mientras de día, el cuarto se transforma en un espacio libre para actividades como el juego de los niños y la elaboración de sus tareas escolares, así como la ingestión de alimentos y la reunión familiar. En este sentido, el uso tradicional de la hamaca constituye una ventaja en el uso multifuncional de la vivienda precaria característica en México y América Latina.

El cuarto de cartón conserva la función de "casa" durante un periodo de entre tres a cinco años, hasta que la familia que la ocupa cuenta con cierta seguridad respecto a la propiedad del terreno y con los recursos suficientes para iniciar la construcción de una habitación de materiales permanentes. El cambio de un cuarto de cartón a uno de material permanente, generalmente a base de block de concreto, tiene qué ver también con un comportamiento colectivo: el hecho de que los vecinos cambien de un cuarto a otro provoca la decisión de los demás para cambiar también de un tipo de cuarto al otro.

El que los predios conserven solamente un cuarto de cartón, en asentamientos donde la mayoría ha construido cuartos permanente,  puede atribuirse a varias razones: a) son lotes que nunca fueron ocupados por familias para residir en ellos, es decir, una vez concluido el periodo de aseguramiento del terreno, éstos permanecen vacíos y sus dueños los visitan con cierta regularidad, no están habitados; b) las condiciones socioeconómicas de las familias no les permite modificar su vivienda.

Aunque existen excepciones, en general los cuartos de cartón cuentan con ventanas muy pequeñas que se ubican en la parte alta de los muros y con una o dos puertas al frente y al fondo. Los habitantes explican que no pueden construir ventanas más grandes porque por ahí puede meterse algún extraño y robar sus pertenencias. Así, el tamaño reducido de las ventanas o su inexistencia responde, además de a las posibilidades constructivas del material, a cuestiones de seguridad en la vivienda. Este hecho agudiza las altas temperaturas que el cartón brinda al interior.

Relacionado también con el grado de seguridad que el cuarto de cartón proporciona a sus habitantes, se encuentra la cantidad y tipo de pertenencias y objetos de uso que las familias poseen. Pocos son los aparatos electrodomésticos que pueden observarse al interior de un cuarto de cartón, en el que generalmente se incluye el mínimo mobiliario para resguardar la ropa de sus ocupantes y los enseres de la cocina. Desde luego, la ausencia de objetos de valor en las viviendas consideradas como precarias está relacionada con el bajo poder adquisitivo de las familias que en ellas habitan. A partir de los testimonios de los habitantes,  aquí destacamos la relación de esta ausencia con la inseguridad que las familias sienten con respecto a sus cuartos de cartón. La delimitación en la mayoría de los predios es, actualmente, a través de "albarradas": barreras físicas de piedra apilada sin aglutinantes o morteros. Estas barreras son bardas de altura baja (un metro aprox.) que permite la visibilidad de las casas hacia la calle y hacia los predios contiguos.

Tanto el cuarto construido con cartón, sus accesorios en el exterior del terreno, como las pertenencias de sus habitantes son de carácter provisional.

Las plantas colocadas al frente del cuarto de cartón, por ejemplo, se siembran en macetas que pueden cambiarse de lugar en un momento dado. Los árboles frutales y plantas que, en general se siembran en el fondo del terreno, constituyen posiblemente el único conjunto de elementos fijos de la vivienda en su etapa de cuarto de cartón provisional (figuras 1, 2 y 3).
Figura 1

 
Figura 2
Figura 3


 Paso 2. Cuarto Permanente de Block: Hacia la Vivienda Urbana

La diferencia entre un cuarto de cartón y uno de muros de block con techo de vigueta y bovedilla o incluso de lámina de zinc, es mucho más que un cambio de materiales perecederos a permanentes. El cuarto de block denota una nueva condición de vida para la familia que la habita y es, además de un logro familiar, la representación física de un status de seguridad de permanencia, propiedad y progreso económico. Sin embargo, el carácter "consolidado" o permanente de una vivienda implica generalmente un proceso de varios años.

En algunos asentamientos, los cuartos de cartón coexisten con cuartos de block en el mismo predio. Esta coexistencia corresponde a la etapa intermedia del proceso de cambio. Algunos habitantes reubican el original cuarto de cartón para construir en el mismo lugar el de block; otros construyeron el cuarto de cartón previendo la ubicación de la construcción de block, de manera que el cuarto de cartón no es removido de su sitio original. Cuando en el lote existe ya un cuarto de block, el cuarto de cartón se convierte por lo general en un espacio auxiliar como: área cocina, que se separa así de la habitación o queda contigua; lugar para el almacenamiento; o incluso el cuarto de aseo.

El proceso transitorio en el que los cuartos iniciales de cartón se van sustituyendo por construcciones de materiales permanentes es una etapa en la que las decisiones de las familias respecto a la configuración estética de sus viviendas se manifiestan de manera más evidente (figuras 4, 5 y 6).

 
   
Figura 4
Figura 5
Figura 6

Si bien las condiciones económicas son un factor determinante para la construcción de espacios de carácter permanente, el momento de inicio corresponde también a diversas condiciones de relación y cohesión de las familias. La señora María Soila Tuyub, por ejemplo, asocia el momento en que iniciaron la construcción del cuarto de block con su primer embarazo. La espera de su primera hija fue el motivo impulsor de la construcción de un nuevo espacio para "poder recibirla". En este, como en otros casos, un cambio en la composición familiar fue un determinante provocador de cambio en el espacio construido de la vivienda.

La ubicación predominante de los cuartos de block en el terreno es cerca del frente pero no alineados al paramento de la calle. En promedio, las casas se ubican entre tres y cinco metros separadas del paramento. Por una parte siguiendo la norma de construcción de la entidad y, por otra, aprovechando el frente para darle "vista" a la casa. Es de uso generalizado que la construcción no abarque todo el ancho del predio, sino que se encuentre centrada, de manera que quedan uno o dos pasillos laterales que conectan el frente con el fondo. José René Pantoja explica que "no se sabe quién le va a tocar a uno de vecino y si va a hacer ruido o va a tapar todo el terreno, por eso es mejor dejar un espacio entre casa y casa". Isabel Matey dice que "cuando él [su marido] toma con sus amigos aquí afuera, pueden pasar sin molestar hacia atrás [al baño], además sirve para que dejen el gas". Guadalupe Náhuatl por su parte, opina que con los pasillos los niños pueden jugar y correr alrededor de la casa sin que molesten adentro. Los pasillos laterales permiten además la colocación de ventanas que favorezcan la iluminación y ventilación del cuarto. La relación frente-fondo cambia poco respecto a la etapa de cuarto de cartón.

Muy pocas familias prevén la entrada de un automóvil al frente de su propiedad y han designado así un espacio para ello. Sin embargo, la mayoría de las casas se han sembrado en el terreno sin dejar la posibilidad de un espacio para automóvil. El garage no es una expectativa generalizada, al menos, no manifiesta durante la etapa de proceso de consolidación. La gran expectativa en cambio, es la construcción de "un solo tirón", como le llaman cotidianamente, que de inmediato resuelva las necesidades de habitación permanente.

A partir de un solo cuarto las viviendas evolucionan con el tiempo y los recursos suficientes hacia espacios más complejos. Mientras en el primer momento de ocupación de los terrenos en cuartos de cartón la meta a alcanzar es la construcción de un cuarto único de muros de block, cuando éste se convierte en una realidad, las expectativas cambian; entonces es posible pensar en una futura multiplicación de espacios para realizar actividades distintas en cada uno.

El cuarto de aseo no es una prioridad al momento de construir el cuarto de block. La construcción de un baño es costosa e implica mucho esfuerzo físico, tomando en cuenta que, a falta de una red de drenaje municipal, las familias deben construir una fosa conocida como "sumidero" para conseguir un sistema individual de drenaje. Algunas familias como la de Irene Espadas, construyen el cuarto del baño e incluso colocan los muebles pero no los usan, ya que la conexión de agua ha de esperar por tiempo indefinido.

Una vez que los muros y el techo, ya sea de lámina o de vigueta y bovedilla, del cuarto de block están construidos, la fachada se convierte en una prioridad dentro del proceso de construcción. Las viviendas más "adelantadas" cuentan con un acabado en el muro de la fachada principal, incluso, con pintura.

Antes de que el cuarto de muros de block, el tirón, se multiplique, constituye el espacio más importante de la vivienda. Física y mentalmente, es el lugar que representa la seguridad de la familia. A partir de su construcción, aparecen ciertas evidencias de ésta seguridad.

A diferencia del cuarto de cartón, uno de los principales atributos del cuarto construido de muros de block es la colocación de una puerta firme de madera, lámina o herrería que cuente con cerradura. Se construyen en él ventanas grandes por las que puede pasar la luz y el aire. Las ventanas se colocan en la mayoría de las casas al frente, al fondo y también en los costados. La decisión sobre el número y la dimensión de las ventanas es variada y se asocia también a las posibilidades económicas de las familias. En algunos casos, los vanos de las ventanas se cubren con block cuatrapeado, sin cementante,  en espera de los recursos suficientes para la compra de la ventana. Primero se colocan las ventanas de la fachada y poco a poco las demás.

La gente en estos asentamientos prefiere invertir en la puerta y el acceso a su vivienda que en el techo. Esto se atribuye a la preocupación por el aspecto de seguridad que la puerta logra a primera vista como no lo hace la techumbre.

Los objetos que se colocan en el interior del cuarto de block están mucho más seguros que en el cuarto de cartón. Aparatos electrodomésticos como la televisión y el mueble para colocarla aparecen entonces como elementos imprescindibles de la vivienda. Algunas casas con cuarto de block cuentan con ventiladores de piso o de techo, con cuadros y fotografías en los muros, sillones, tocadores, espejos y roperos. Los accesorios del interior de la vivienda van configurando un carácter más sólido, como el de la construcción misma.

El aspecto de las casas va adquiriendo paulatinamente semejanza con las construidas en otros sectores de la ciudad. Si bien las casas de un mismo asentamiento comparten rasgos generales, cada una de ellas es única. Todas se conforman por un solo cuarto rectangular, pero cada una es el producto de las decisiones particulares de cada habitante respecto a la forma de las ventanas, puertas y  techumbre, el acabado y el color de la fachada, las plantas y las barreras físicas (figura 7, 8 y 9).

 
   
Figura 7
Figura 8
Figura 9

 

La delimitación física de los predios se va transformando proporcionalmente a la transformación de las viviendas de cartón a block. Ya sea de manera simultánea o consecutiva, las familias que construyen cuarto(s) de block construyen también bardas del mismo material para delimitar su terreno. Estas son ahora barreras físicas altas que disminuyen la visibilidad de las casas entre sí sobre todo hacia los laterales de los terrenos. Al frente las barreras no se construyen muy altas sino a base de muretes que se preparan para colocar alguna herrería o celosía. En algunos casos las bardas al frente se construyen de la misma altura de las laterales pero con un diseño que permite la visibilidad entre la calle y la casa o bien, con espacios para colocar rejas de herrería

La forma de establecer barreras físicas entre los predios a través de la construcción de bardas se relaciona con la ubicación del espacio construido respecto al terreno y su relación frente-fondo. Ambos mecanismos son formas de establecer controles sobre el acceso a la vivienda de propios y extraños, confirmando que

" ... el edificio no es solo un filtro a la luz, aire, etc., sino que es un instrumento sociocultural de comunicación, a través del cual se filtra información social, dejando o no el paso de la interacción de personas y grupos. Estos filtros van desde la total transparencia, hasta la opacidad completa".[22]

El fondo del terreno conserva generalmente los árboles frutales originales y tanto su distribución como su función no cambian con la construcción del cuarto de block. El frente en cambio es modificado cualitativamente. Las plantas de ornato por ejemplo, antes de carácter móvil, se plantan de acuerdo a la nueva disposición de la casa.

Es importante destacar aquí que no solamente el espacio construido adquiere un carácter consolidado sino que también lo adquieren los demás componentes de la vivienda. Los objetos de uso, las barreras físicas y las plantas de ornato, que en la etapa anterior guardaban un carácter móvil, se transforman en elementos fijos de la vivienda consolidada.

El anhelo de pertenecer a la ciudad, de ser urbano, no solo se manifiesta a través del aspecto físico de las fachadas, sino en la relación de la casa respecto a la calle. Con el material sobrante de la construcción permanente, algunas familias improvisan una acera al frente de su terreno "mientras llega la calle" (ver figura 10).[23]

 
Figura 10

 

Si bien el cambio en los materiales de la casa  representa una transformación de un carácter provisional a uno permanente a través de un cambio físico importante, su ubicación y distribución en el terreno varía muy poco. Esta distribución tiene correspondencia con un patrón de asentamiento tradicional yucateco.

Sin mención hasta ahora, la vivienda tradicional de la región constituye un referente convencional básico para la vivienda que analizamos. Conocida como "Casa Maya", constituye la base por la que se entiende culturalmente la vida en un espacio único y multifuncional. Así, la solución económica de un cuarto único en la vivienda pobre autoproducida coincide con una tradición cultural.

Un recurso empleado en la Casa Maya para combatir el calor extremo en esta región de México es la ubicación de dos accesos, uno frente al otro que dividen la habitación en dos y permiten la entrada y salida del aire para ventilarla. Esta disposición de accesos se repite en la vivienda autoproducida y, aunque pierde su ubicación central, conserva su papel conector entre frente y fondo.

El cuarto de cartón es el primer intento de vivienda, es de carácter provisional. El cuarto de block es la segunda iteración. Cuando coexisten, el primero cambia de función y la vivienda en general de forma. Existe en el proceso de proyecto una doble forma de transformación paulatina. La primera de las formas, que es en sí un proyecto, constituye al mismo tiempo el esbozo del proyecto mayor, el cuarto de block.

Reflexiones finales

Al pasar de los años, las colonias populares y precarias se convierten en zonas consolidadas con integración social entre sus habitantes, con espacios apropiados, con una vida intensa y rica, y en algunos casos con una mejor articulación urbana que otros sectores de la ciudad. De esas ventajas se pueden resaltar las siguientes:

1.      El terreno promedio es 220.50 m2, es decir 1.47 veces más grande que el terreno mínimo reglamentario en el municipio que es  de 160 m2 de superficie.

2.      Las viviendas autoproducidas son más grandes y cómodas que las que el mercado inmobiliario o el Estado ofrecen por el mismo costo.

3.      La vivienda ofrece una solución productiva pues con facilidad se puede ocupar espacio para el trabajo en casa y hasta ofrecer segundas viviendas a los miembros de la familia.

4.      Mantienen el esquema de vivienda tradicional, esa vieja manera de vivir en Yucatán, en un solar zonificado por las actividades que se realizan en él... la convivencia, vecinal al frente; el descanso, en la propia casa; la preparación de alimentos y hecho mismo de comer, en el koben o cocina;  las relaciones familiares, el aseo y  las tareas de autoproducción animal y vegetal, en la parte posterior del terreno.

Este conjunto de acciones no es simplemente la interrelación de espacios ni la ejecución de actividades, sino que es el resultado de una serie de factores sociales y culturales, es el sitio físico donde la familia crece y se organiza la vida cotidiana. Es la expresión de valores reconocidos por la comunidad que responde directamente a las necesidades del entorno físico, cultural y económico.

La pobreza es, efectivamente, más que una condición de carencia en las necesidades diarias de alimentación, vivienda y vestimenta. En la pobreza se limitan las oportunidades de cambiar tal condición, pero no se suprimen.

Aunque limitados, los autoconstructores se enfrentan a numerosas decisiones respecto a la forma y distribución de su vivienda. La transformación de la colonia a nivel general de precaria a consolidada es posible debido a que las decisiones individuales configuran y se ven configuradas por una decisión colectiva. Las decisiones de los demás marcan de alguna manera las decisiones propias respecto a qué pasos seguir en el proceso de mejoramiento de la vivienda y cuándo hacerlo.

Pero en lo particular, al interior de cada vivienda, y por tanto de cada familia, opera un conjunto de fuerzas endógenas: el ideal de vivienda que cada familia (o jefe de familia) desea; la moda arquitectónica urbana; las influencias de los medios de comunicación; la originalidad de cada constructor - jefe de familia, que generalmente esta en relación con el deseo de sobresalir; la limitación que esta originalidad- competencia tiene dentro de los cauces de lo aceptado al interior de estas colonias; así como condicionantes mínimas y azarosas, provocan que la forma de la vivienda no sea única, sino variable, dentro de los márgenes de la regularidad que las fuerzas exógenas permiten.

La infravivienda no es un hecho estático sino un evento dinámico, una parte del proceso de transformación hacia la vivienda urbana. La diversidad de opciones y decisiones que los pobladores enfrentan durante este proceso, muestran que el espacio físico es la manifestación de una forma de entender la vida, en este caso la vida urbana, de un grupo humano que ha convergido en espacio y tiempo y que logra que el espacio pobre en Mérida, sin embargo, se viva.
 

Notas

[1] Tomado de Sen. 2000.

[2] SEDESOL: Secretaría de Desarrollo Social, organismo federal que se dedica al mejoramiento social y el combate a la pobreza en el país.

[3] Constituido por trabajadores que reciben un salario mínimo o menos, sin prestaciones sociales, quienes trabajan por su cuenta o no son asalariados, aquellos que laboran en microempresas o son dueños de ellas, quienes trabajan a domicilio y los que no reciben ingreso fijo. (González. 1998, p.44)

[4] Salas. 1991, p.22

[5] Estrada, 2000:1

[6] Según exponen Gilbert y Ward. 1987

[7] Pelli. 1999, p. 14 y 15

[8] Reyes, 1994.

[9]Fuente: Para 1930 - 1940: INEGI, Indicadores Sociodemográficos (1930-1998), Pág. 23  Para 1950 - 1995: INEGI,
Cuaderno Estadístico Municipal, Mérida Estado de Yucatán, Edición 1997, Pág. 7  Para 2000: INEGI, Resultados Preliminares del Censo de Población y Vivienda 2000, www.inegi.com  Elaboró: M en Arq. Carmen García Gómez, Facultad de Arquitectura, UPI, UADY, agosto/2000

[10] INEGI. 2000, p. 358

[11] Bolio. 1992 y Zetina. 1998.

[12] Casa. 2000, p.14

[13] Expresiones basadas en Haramoto. 1983.

[14] Romero. 2001.

[15] Proyecto: La autoproducción de vivienda en las colonias marginales de Mérida: determinación de factores de desarrollo  y establecimiento de índices de consolidación a través de una metodología de medición, SISIERRA 990304.

[16] Para analizar estos aspectos nos referimos a los resultados de una encuesta que estuvo dirigida a definir los patrones de uso, las condiciones de riesgo y el grado de habitabilidad en las colonias marginadas de la ciudad.

[17] Lindón. 2000, p.28

[18]Calidad de vida es un conjunto de satisfactores que se integran  para que un individuo o un grupo de individuos viva y se desarrolle, articulando una serie de características: biológicas, sociales, económicas, culturales, ideológicas y psíquicas. Así mismo se podrá considerar que la vivienda ofrece calidad de vida a los habitantes cuando cumpla con los requerimientos básicos de abrigo e higiene, que sea segura y duradera, que cuente con espacios definidos para poder realizar actividades simultáneas sin interferir con otros usuarios, que cumpla con los requerimientos mínimos de protección contra las condiciones extremas del clima en la región, que respete los modos de vida regional y los usos tradicionales del espacio (García, 1997: 7)

[19] Cohen.1982, p. 9 citado en Safa. 2001, p. 156

[20] Topalov. 1979, p. 96 citado en Bazan. 1991, p.83

[21] Rapoport. 1977

[22] Rappoport. 1997, p. 264.

[23] Los pobladores saben que algún día el gobierno realizará la pavimentación de la calle, integrando finalmente sus viviendas a la ciudad.

 

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Ficha bibliográfica:
GARCÍA, C., ÁLVAREZ, A.
...y sin embargo se vive. De la infravivienda a la vivienda urbana en Mérida Yucatán México. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2003, vol. VII, núm. 146(143). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(143).htm> [ISSN: 1138-9788]

 
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