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Geo Crítica
Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VIII, núm. 172, 1 de septiembre de 2004


Cambios en las tradicionales vías de entrada de los inmigrantes clandestinos a la U.E.

Lucía González  Rodríguez
Universidad de Barcelona
luciag@trivium.gh.ub.es


Nota de la Redacción

Continuamos con este artículo la publicación de las comunicaciones a la sección "Movilidad y migraciones en la construcción europea" del XVIII Congreso de la Asociación de Geógrafos Españoles (Barcelona, 24-27 de septiembre de 2003). Las comunicaciones anteriores se publicaron en los números 157, 158, 159, 160 y 161 de Scripta Nova.


Cambios en las tradicionales vías de entrada de los inmigrantes clandestinos a la U.E. (Resumen)

En los últimos meses, muchos países de la U.E., entre ellos, España, Francia, Italia, Alemania o Austria, han endurecido su política migratoria, incrementando los controles en sus fronteras para impedir la entrada clandestina de inmigrantes. Como consecuencia de este fuerte control, las mafias que trafican ilegalmente con seres humanos, o los inmigrantes por cuenta propia, se ven en la necesidad de buscar nuevas formas para introducirse en el país de destino para no ser descubiertos. Al hablar de tradicionales vías de entrada, se hace referencia a toda una serie de situaciones que se producen con asiduidad en el tiempo. Entre ellas encontramos: las pateras que cruzan el Estrecho de Gibraltar; los barcos que circulan por las costas mediterráneas y atlánticas; los aeropuertos internacionales; o las carreteras europeas. Esta comunicación pretende mostrar, a través de un análisis de los medios de comunicación, cuáles han sido los cambios producidos en el último año.

Palabras clave: Canarias, fronteras, política migratoria, pateras, Estrecho de Gibraltar

Changes in the tradicional ways of entry of the clandestine immigrants to the European Union (Abstract)

Last months, many countries of the European Union - like Spain, France, Italy, Germany or Austria - have stretched the application of their migratory politics. This change in the migratory politics has been implemented by increasing the border controls in order to prevent the clandestine immigrants' entry. Consequently, both mafias that are illegally dealing with persons and immigrants arriving at their own are searching for new ways of entry within countries and not being discovered. Traditional ways of entry are the classical situations among the years and they are: boats (pateras) crossing the Strait of Gibraltar; ships passing along the Mediterranean and the Atlantic coasts; international airports; European roads and motorways. This paper is trying to show, by a media analysis, changes produced last year.

Key words: Canary Islands, borders, migratory politics, boats (pateras), Strait of Gibraltar

La U.E. se ha tenido que enfrentar en estos últimos años a una difícil situación[*]. Mientras que por un lado fomentaba la libre circulación de los habitantes comunitarios dentro de sus fronteras, por otro, se veía obligada a endurecer sus políticas migratorias como consecuencia de un incremento en el número de entradas de inmigrantes clandestinos[1]. Según la OIT, a principios de los años 90, había unos 2,6 millones de extranjeros ilegales en Europa, que han podido incrementarse hasta 3 millones en 1998. La inexistencia de una política común europea en materia de inmigración, provocaba que cada país perteneciente a la U.E. intentara solucionar este problema aplicando criterios individuales. Gran Bretaña incluso llegó a crear un “plan secreto” para poder controlar y proteger las aguas del Mediterráneo Oriental de buques que trafican con seres humanos. Italia aprobó la ley de inmigración Fini-Bossi, en la que se endurecían las condiciones de entrada y permanencia de los inmigrantes en el país. En esta ley, sólo se facilitaba la entrada a aquellos extranjeros que tuvieran previamente un contrato de trabajo, y su estancia se limitaba al tiempo que durara el contrato. Aquellos extranjeros que fueran descubiertos en situación ilegal, serían expulsados inmediatamente del país, acusados de un delito creado específicamente para la ocasión, el de “inmigración clandestina”. Dicha ley se volvía más severa contra la reagrupación familiar, no permitiendo la entrada de los descendientes mayores de edad si no padecían una minusvalía. Alemania por su parte llegó a crear -al igual que Italia- una ley de inmigración, pero que fue anulada pocos meses después por el Tribunal Constitucional alemán. Con dicha ley se pretendía regular la inmigración según las necesidades del mercado laboral y abría la puerta a conceder permisos de residencia a profesionales cualificados. Pero la forma con que se aprobó, hizo que se anulara. Dinamarca, que hasta el momento había sido un país abierto a los ciudadanos de 3os  países, también aprobó una nueva ley que restringía los derechos de los inmigrantes y reducía las ayudas a los refugiados.

La mayoría de países de la U.E. creyeron que una forma de reducir el tráfico clandestino de seres humanos, era incrementando las penas, tanto económicas como de cárcel, a los traficantes[2]. Pero no se ha conseguido lo propuesto, puesto que no sólo estos flujos no han disminuido, sino que no han dejado de aumentar como consecuencia de estar manejándose grandes cantidades de dinero entre estas mafias. Otra de las soluciones que proponía era crear una guardia común de frontera exterior, dentro del “Plan de Gestión de Fronteras Exteriores”, para evitar la entrada de inmigrantes ilegales en su territorio, pero no se consiguió en la Cumbre de Sevilla, celebrada en junio del 2002, que  Suecia estuviera a favor de ella, ya que consideraba que la protección de las fronteras pertenecía a las policías nacionales de cada país. También en la Cumbre se propuso crear una unidad común de expertos en fronteras, que estuvieran en contacto para actuar con mayor rapidez frente a la inmigración clandestina.

Una vez que el inmigrante ha entrado en la frontera europea, se hace difícil su expulsión, unas veces porque se desconoce su lugar de procedencia y otras porque no existe ningún convenio de readmisión con su país[3]. Francia y España han empezado de nuevo a organizar vuelos chárter con inmigrantes que entraron clandestinamente en alguno de estos dos países, como una pequeña muestra del endurecimiento de las políticas de inmigración y asilo, pero también como consecuencia de la saturación de las “zonas de espera” (ZAP) que hay en las principales terminales aeroportuarias y marítimas. Sólo en el 2002, casi 20.000 inmigrantes fueron retenidos en las ZAP, de los que 14.000 fueron devueltos a sus países de origen. Los inmigrantes sólo pueden estar 24 días en estas zonas, pasados los cuales, o son devueltos o deben ser trasladados a otro sitio. Francia ya ha organizado otros vuelos con Alemania, y tiene uno previsto de afganos con el Reino Unido.

En los últimos meses, muchos países de la U.E., entre ellos, España, Francia, Italia, Alemania o Austria, han endurecido su política migratoria, incrementando los controles en sus fronteras para impedir la entrada clandestina de inmigrantes. Como consecuencia de este fuerte control, las mafias que trafican ilegalmente con seres humanos, o los inmigrantes por cuenta propia, se ven en la necesidad de buscar nuevas formas para introducirse en el país de destino para no ser descubiertos.

Debido a la importancia que ha adquirido el tema de la entrada clandestina de inmigrantes a través de las fronteras exteriores de la Unión Europea, el objeto de esta aportación es realizar un análisis de esta temática a partir de las noticias aparecidas en los medios de comunicación de prensa (tanto escrita como en su versión digital) a lo largo del año 2002 y parte del 2003.

Las fronteras marítimas: el sueño europeo separado por el mar

El mar es una frontera natural que permite el contacto entre diferentes países. A pesar de las duras condiciones por las que deben pasar muchos inmigrantes que desean cruzar este mar de forma ilegal, el flujo no cesa. Sus medios de transporte pueden ser diversos. Desde  las pateras o las nuevas Zodiacs para trayectos cortos hasta los barcos precarios para destinos algo más largos. Cuando nos preguntamos sobre el por qué de estos flujos de inmigrantes hacia la U.E., enseguida surge la idea de las diferencias socioeconómicas y políticas entre los países de origen y los países de destino. Los lazos históricos también influyen a la hora de tomar la decisión de emigrar. Pero también existe otra circunstancia que favorece esta situación: el propio Mar Mediterráneo. Un mar cerrado, en calma, de aguas templadas y donde las distancias no son extremadamente largas. Algunos países de la UE, como España o Italia, son más vulnerables que el resto debido a su proximidad con el continente africano y a los cientos de kilómetros de costa que proteger de la entrada de inmigrantes ilegales. Con objeto de controlar sus fronteras por el Mediterráneo Occidental, estos dos países junto con R.U., Francia y Portugal, llevaron a cabo la “Operación Ulises” a principios del año 2003. Esta operación consistía en el despliegue de barcos pertenecientes a estos 5 países para vigilar el Estrecho de la inmigración ilegal. Pero el conflicto desatado contra Irak y la escasez de resultados positivos, hizo que los países participantes retiraran sus barcos momentáneamente. Esta operación tenía una segunda fase en Canarias, para controlar el Atlántico sahariano, que se ha quedado pospuesta. Y también se pensó en controlar las fronteras en el mar Báltico y el mar del Norte.

Cambio de rumbo: del Estrecho de Gibraltar a las islas Canarias.

Tradicionalmente, el Estrecho de Gibraltar ha sido el principal punto de entrada a España de las pateras procedentes del continente africano. Sólo los separan 14 km, una distancia sugestiva para los habitantes del Magreb y recientemente para los subsaharianos. La proximidad geográfica ha hecho que un colectivo importante de  marroquíes dirigiera tradicionalmente sus flujos hacia países Mediterráneos como Francia, España o Italia o hacia Bélgica y Holanda (Wanner, 2002). En el cuadro 1 se muestra el destino preferente de los marroquíes que viven en Europa según el Anuario Demográfico del Consejo de Europa. En ella se constata que un 46,5 % de los marroquíes se desplazaron hacia Francia, seguido de lejos por España con un 13,1 % e Italia con un 12,0 %.  En Bélgica y Holanda encontramos casi un 10%. El 91,3 % del total de marroquíes vive en alguno de estos 5 países. La presencia importante de sus compatriotas en estos países hace que la dirección de sus flujos no cambie.

Cuadro 1. Distribución de  nacionales marroquíes en Europa.

País de destino

%

Francia

46,5

España

13,1

Italia

12,0

Bélgica

9,9

Holanda

9,7

Total

91,3
Fuente:  Datos estimados en el Council Of Europe Demographic Yearbook

Si nos fijamos en las cifras del cuadro 2 podemos observar que, el número de detenidos en el periodo 1996-99, oscilaba en torno a los 7.000 al año. En el año 2000, como consecuencia del efecto llamada por el proceso de regularización que se dio en España, el número de detenidos ascendió hasta los casi 17.000, es decir, 10.000 más que años anteriores. En el 2002, descendió algo, situándose alrededor de 14.500. Pero el gran cambio, se produce en el año 2002, deteniéndose a sólo 6.748 inmigrantes que intentaban entrar ilegalmente a nuestras fronteras en patera a través del Estrecho.

Cuadro 2. Inmigrantes detenidos en Pateras (1996-2002)

Año

Canarias

Estrecho de Gibraltar

1996
 

7.741

1997
 

7.348

1998
 

7.031

1999

875

7.178

2000

2.387

16.885

2001

4.112

14.405

2002

9.756

6.748

Fuente: Guardia Civil y Delegación del Gobierno para la Extranjería.

El  por  qué de este descenso tan importante en el 2002, se debe a un conjunto de circunstancias:

En primer lugar, la implantación (en fase experimental), del Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) en Algeciras y Fuerteventura. Es una importante inversión con dos objetivos según Ignacio González[4]: “dificultar la llegada de clandestinos y evitar desgracias mayores”. El sistema consiste en una serie de radares, que permiten captar la presencia de una embarcación de pequeño tamaño a una distancia de 10 km. Pero el escaso tiempo que lleva instalado y la falta de personal, reducen su eficacia. Son muchos los kilómetros de costa andaluza que se deben cubrir, y de momento, el radar se encuentra entre la bahía de Algeciras y Punta Camarinal (Cádiz), hecho que provoca un desvío de las embarcaciones hacia Andalucía Oriental, desembarcando en las playas de Barbate o Conil (Cádiz), Granada y Almería. Se han llegado a interceptar pateras con marroquíes cerca de las islas Chafarinas, una ruta poco usada, pero que los radares les obligan a buscar nuevos lugares desde donde salir de su país.

En segundo lugar, los conflictos internacionales. Los atentados del 11-S hicieron que Marruecos “cerrara el grifo[5], estableciendo mayores controles policiales en sus fronteras por miedo a que se produjeran nuevos actos terroristas. Las puertas del Estrecho de Gibraltar se cerraron entre septiembre del 2001 hasta julio del 2002, pero dejaron abierto el camino hacia Canarias a través del Sahara (el principal punto de concentración de los inmigrantes es el Aaiún), lo que se tradujo en la duplicación del número de detenidos en las islas[6]. Los controles también se intensificaron en Ceuta y Melilla. Pero a partir de septiembre del 2002, Marruecos de nuevo abrió la puerta a las pateras y a pesar de que el mal tiempo empezaba a llegar, el número de salidas aumentó hasta febrero del 2003. Pero los nuevos conflictos internacionales como la Guerra de Irak, provocaron en marzo del mismo año, un descenso del número de pateras detectadas en el Estrecho, pasando de 344 a 263, al establecerse un fuerte control por parte de la Gendarmería Real y la policía marroquí a través de redadas, primero en las tres ciudades del Norte como Tánger, Tetuán y Nador donde se esconden cientos de subsaharianos y marroquíes en pensiones y habitaciones de alquiler, y después en el monte Gurugú (junto a la frontera de Melilla a la espera de pasar la doble valla). A los subsaharianos detenidos en los bosques, les esperaría la deportación a Argelia por la frontera de Uxda. A pesar de estos fuertes controles, las pateras siguieron saliendo desde otros puntos menos vigilados como Alhucemas o Larache.

Y por último, una nueva vía de salida del continente africano. “La puerta trasera de Europa”: CANARIAS. Por primera vez en el año 2002, Canarias se convirtió en la principal receptora de pateras, dejando atrás al Estrecho. De ser un destino poco frecuentado a finales de los años noventa[7], en el 2002, se llegaron a detener 9.756 inmigrantes que intentaban entrar ilegalmente a sus fronteras en patera. Si analizamos el periodo que va de enero a principios de abril del 2003, se sigue observando la misma tendencia: 1.718 inmigrantes detenidos en Canarias frente a los 1.022 en el Estrecho, destacando que un 50% de estos detenidos son subsaharianos (El País, 09-04-03). El principal destino de las pateras en Canarias es Fuerteventura, la isla más Oriental y cercana a África, y sus visitantes más destacados, los subsaharianos. Los puntos más frecuentados en esta isla son: el Faro de la Entallada y Gran Tarajal en el municipio de Tuineje y los municipios de Pájara, Antigua y Puerto del Rosario. Como consecuencia de su posición, la isla de Fuerteventura se ha visto desbordada en el último año de inmigrantes ilegales, que son retenidos en los centros de internamiento a la espera de ser repatriados. Si este hecho no se produce en 40 días, deben dejarlos en libertad con una orden de expulsión en Canarias o los envían en avión a la Península, que es justo lo que muchos desean[8]. Para intentar subsanar la falta de centros para retener a los inmigrantes, Fuerteventura habilitó un antiguo cuartel de la Legión, frente al aeropuerto con una capacidad de 1.200 plazas y una superficie de 16.000 m2. Otra de las islas que recibe también inmigrantes pero con menor intensidad, es Lanzarote, próxima a Fuerteventura.

Si hacemos un balance global de los detenidos al llegar en patera en el año 2002, vemos que su número es inferior al del año anterior, pasando de 18.517 a 16.504, como consecuencia de lo anteriormente comentado.

En los últimos años, se observa un incremento notable de inmigrantes subsaharianos de muy diversas procedencias[9], que se adentran en un viaje que puede durar meses o incluso años con el objetivo de alcanzar Europa y el deseo de mejorar su nivel de vida. Muchos de ellos, “se ven obligados a buscar un empleo en los países de tránsito” como son “Camerún, Nigeria y Argelia” (Barros, 2002) cuando no tienen dinero suficiente para continuar el viaje. Unas 80.000 personas al año, viajan desde el África subsahariana hacia el Magreb, pero sólo entre 10.000-16.000 logran llegar a Europa (Lahlou, 2002).

El principal problema con que se enfrenta España, es la devolución de estos inmigrantes subsaharianos a sus países de origen, porque a pesar de que existe un convenio con Marruecos desde 1992, donde este país se compromete a readmitir a los ciudadanos de 3os países que entren ilegalmente a España desde su territorio, no cumple con lo pactado.

Otro de los cambios que se percibe, es el incremento de mujeres, sobre todo subsaharianas, que deciden subirse a una patera en busca de mejores condiciones de vida en otro país muy diferente al suyo, y que incluso lo hacen estando embarazadas o con bebés de pocos días o meses[10]. La presencia de menores no acompañados en las pateras que deciden salir de Marruecos porque oyen hablar del sueño europeo y ellos también lo anhelan, parece repetirse en muchos de los casos detectados. En España viven unos 3.500 menores marroquíes, unos en centros o pisos de acogida y otros en la calle. La situación es cada vez más alarmante, por lo que se estableció un acuerdo en febrero del 2003 con Marruecos para devolver a estos menores a sus familias,hecho que suscitó un movimiento de ONG’s en contra.

El paso de Calais y el cierre de Sangatte.

Otra frontera conflictiva en la U.E. es el paso de Calais, entre Francia y Reino Unido. Las facilidades que ofrecía el R.U. a los inmigrantes y refugiados para establecerse en el país, hacía que cientos de ellos llegaran a Francia procedentes de la Europa del Este, Afganistán, Kurdistán o Sri Lanka, y estuvieran a la expectativa para cruzar el paso por el Eurotúnel. La mayoría de afganos y kurdos se concentraban en el Centro de Refugiados de Sangatte (Francia), a la espera de esconderse en el Eurostar o incluso de cruzar andando por el túnel y así pedir asilo en el R.U. Pero el endurecimiento de las leyes de inmigración, asilo y nacionalidad en este país, dio lugar al establecimiento de un acuerdo entre ambos países que consistía en cerrar el centro de Sangatte, fomentar el “retorno voluntario” de los afganos (un 40% de los del centro) después de un pacto económico con Afganistán y repartirse a los que se consideraran refugiados políticos, sobre todo kurdos. El desconocimiento del cierre para muchos de los inmigrantes que iban llegando a la ciudad de Calais era tal, que provocó fuertes tensiones entre “las autoridades locales, las organizaciones de defensa de los inmigrantes y los representantes del Estado” con encierros en iglesias francesas pidiendo viajar al R.U.  Con el cierre de Sangatte, se consiguió incrementar los problemas de los inmigrantes que se quedaron “atrapados” en un país que le cerraba las puertas a un destino mejor. (La Vanguardia, 24-05-02, 13-07-02, 27-09-02)

Otras vías de entrada: camiones, contenedores y barcos pesqueros.

La precaria situación económica por la que pasan algunos inmigrantes, les lleva al intento de entrar a Europa por el Estrecho de Gibraltar, colándose en los bajos o remolques de los camiones, o entre la chatarra de una furgoneta, con destino a Algeciras (Cádiz), a veces con el consentimiento de los conductores que ven en éste una forma sacarse un sueldo extra. Esta vía es la que suelen utilizar mucho los niños marroquíes.

Los casos dramáticos se repiten con frecuencia. Si hubiera que destacar algún incidente, se podría hablar del ocurrido en octubre del 2002, de gran impacto para toda la población española, en el que cinco magrebíes se escondieron en el interior de un camión frigorífico procedente de Agadir, y en Algeciras se los encontraron muertos tras cortar el cable que paraba el sistema de refrigeración (La Vanguardia, 10-10-02). También nos encontramos casos de inmigrantes que se esconden en los contenedores de los barcos o contenedores de basura en Ceuta con la intención de colarse en el puerto de Algeciras[11]. En algunas ocasiones, la falta de oxígeno y de condiciones higiénicas, hace que no todos lleguen con vida. Es tal la desesperación a la que llegan algunos, que deciden entrar en Ceuta nadando desde algún punto de Marruecos (20” Barcelona, 24-03-03). Casos curiosos se dan de vez en cuando. Tenemos el de un atleta marroquí que intentó colar a su novia en el maletero de su coche y así poder cruzar en el ferry Ceuta – Algeciras (La Vanguardia, 12-01-03). Y el de un barco ruso que atracó en el puerto de Barcelona, como “Barco Escuela” con alumnos que sobrepasaban la edad normal de hacer un curso. En él viajaban 180 tripulantes rusos, en el que sólo figuraban 49 tripulantes profesionales (La Vanguardia, 03-07-02).

La crisis del sector pesquero en aguas del Estrecho, ha conducido a muchos dueños de pesqueros con base en Andalucía (Barbate, Tarifa, Algeciras y Fuengirola) y Ceuta, a convertir sus barcos en pateras, transportando “atunes” (inmigrantes) en sus bodegas o como tripulantes por unas horas. Este método suelen utilizarlo sólo los marroquíes porque aparte de ser muy costoso económicamente, los subsaharianos por su color negro, destacarían demasiado (La Vanguardia, 20-01-03).

Además de España, existe otra puerta de acceso a Europa, cada vez más utilizada por los traficantes de inmigrantes en el Mediterráneo y es Lampedusa, la isla más meridional de Italia, a unos 100 kilómetros de las costas africanas. Las mayores distancias que deben salvar, hacen necesarias unas mejores embarcaciones para llevar a cabo su fin. La procedencia de estos inmigrantes es muy variada, desde marroquíes y subsaharianos, hasta iraquíes, de Ghana, Costa de Marfil o Liberia. En el año 2002 llegaron más de 10.000 inmigrantes clandestinos a las islas Pelágicas (Italia) y el año anterior fueron detenidos 20.000 emigrantes clandestinos en las costas del sur de Italia. Libia se ha convertido en los últimos años en uno de los puntos de partida de miles de africanos que viajan sin documentación a Europa, principalmente al sur de Italia. El mar Egeo es otra vía que podemos encontrar por el Mediterráneo Oriental, muy utilizada por los turcos de etnia kurda, que llegados a Grecia, intentan alcanzar Italia vía mar Adriático o introduciéndose en camiones clandestinamente.

Las fronteras terrestres: cientos de kilómetros por recorrer

Las oportunidades laborales que ofrece Europa Occidental son el principal factor de atracción para los inmigrantes de una Europa Oriental en crisis desde hace años. El principal cambio que ha experimentado España en este tipo de entradas, hace referencia a la importancia que ha adquirido el colectivo rumano. No se trata del colectivo más numeroso o de mayor peso[12] legalmente en el país, pero es uno de los países europeos que más permisos de residencia ha obtenido en este último año (de 1.386 en diciembre de 1996 a 24.856 en diciembre del 2001 y 38.855 en junio del 2002, con una variación en esos últimos 6 meses del 56,32%) junto con Bulgaria, Ucrania o Ecuador y Colombia, (Balance, 2002).   Para los rumanos esto significó un nuevo destino y una válvula de escape para su país, castigado económicamente desde la caída del comunismo. Rumanía experimentó importantes flujos migratorios a principios de los años 90 hacia Alemania y que hoy se han debilitado. También envió efectivos a Estados Unidos, Canadá,  Italia y Francia (Wanner, 2002). Pero el endurecimiento de las leyes de inmigración y asilo en Francia, Italia y Alemania han hecho que empiecen a cambiar de rumbo sus flujos. En el contingente del 2003 en España, han sido los mejor beneficiados en el número de contratos, pero esto no significa que España esté abierta a todos los rumanos que llegan ilegalmente al país. Reflejo de esto último lo tenemos en el número de repatriaciones de rumanos efectuadas en el 2002. Un total de 18.865 frente a las 1.607 en el 2001, lo que significa que se han multiplicado por más de 10. Estas cifras son el reflejo del Convenio Bilateral de Regulación de Flujos Migratorios firmado en enero del 2002 entre España y Rumanía.

La novedad con la que cuentan los rumanos es que para ingresar en la U.E., desde el 1 de enero del 2002, no necesitan visado. Con el pasaporte en regla, un billete de vuelta, un seguro médico y dinero suficiente, pueden justificar que son turistas[13] (El Periódico, 15-07-02). Este método también lo utilizan polacos, búlgaros, ucranianos o húngaros. La situación favorece a las mafias para introducir como turistas a mujeres rumanas en España con el fin de explotarlas en clubes de alterne. Suele aprovecharse también un acontecimiento importante, como una cumbre, una competición deportiva o un congreso, para entrar en un país con visado turista. En estos casos, las embajadas suelen estar sobre alerta para detectar un posible incremento de solicitudes.

Ningún país de la Europa Central y del Este está a favor de la inmigración ilegal y de las mafias organizadas, por lo que en el Consejo Europeo de Sevilla, se comprometieron a elaborar un programa común de formación de expertos, de intercambiarse datos y de proteger las fronteras (La Vanguardia, 26-07-02).

De forma esporádica, nos encontramos con inmigrantes que desean salir de España, porque en nuestro país no  han conseguido lo que buscaban o tienen unos objetivos marcados y se dirigen hacia otros países de la U.E. como Italia o Francia escondiéndose en los camiones. También utilizan los camiones los kurdos que desean trasladarse de Grecia a Italia, porque creen tener mayores posibilidades de establecerse en las ciudades italianas.

Por otro lado, tenemos los tradicionales puntos fronterizos de Ceuta y Melilla,  enclaves españoles a los que intentan llegar los inmigrantes a través de Marruecos, y que se tuvieron que proteger con una doble valla con sensores por el importante flujo que en ellos se daba. A pesar de esto, no hay día que no intenten colarse los inmigrantes forzando la valla, pero la mayoría son detectados por la policía. Tanto Ceuta como Melilla cuentan con Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que se ven saturados de inmigrantes, a la espera de poder entrar en la Península o de conseguir “los papeles” tan deseados que acrediten su situación legal.

Las fronteras aéreas: la vía más utilizada

Muchos millones de pasajeros al año circulan por los aeropuertos de la U.E., lo que justifica una dificultad para controlar a todo el que entra y sale de ellos. Los aeropuertos siguen siendo los puntos de llegada a Europa más frecuentados por la inmigración ilegal a pesar de que mucha gente cree que sean las pateras. El avión es el medio de transporte más utilizado por aquellos inmigrantes procedentes de lugares más distantes, como América Central y del Sur, países asiáticos o incluso de la Europa del Este. La U.E. frente al notable incremento observado de ecuatorianos que llegaban a Europa, y en especial a España[14], en los últimos meses, acordó exigir visado a este colectivo. 

En la Cumbre de Sevilla, uno de los objetivos discutidos fue la creación de una red de oficiales de enlace de inmigración en aeropuertos internacionales de los Estados Miembros, así como en 3os Estados. Como muestra de la necesidad de crear esta red y así poder controlar mejor los aeropuertos, se realizaron varias operaciones temporales y puntuales, quedando patente la magnitud del problema. Son las denominadas “Risk Immigration Operation” u Operación RIO y RIO II. En la primera realizada, se detectaron en un mes 5.000 inmigrantes en situación irregular en 25 aeropuertos. En la segunda, RIO II, efectuada en 24 aeródromos de la U.E. y 4 países[15] aspirantes a entrar en la U.E., se detectaron 4.597 inmigrantes irregulares: 455 chinos, 314 ecuatorianos, 303 angoleños, 187 brasileños, 140 nigerianos, 135 senegaleses, 125 rumanos, 117 argelinos, 107 de Zimbabwe y 102 rusos. Sus destinos principales eran: París, Madrid, Milán, Dublín y Londres. Amsterdam es una vía de entrada para ecuatorianos y chinos. La situación ha sido denunciada como grave al observarse que algunas líneas aéreas permiten que sus pasajeros viajen sin visado o documento de viaje requerido por el país de destino.

A los aeropuertos europeos, llegan grupos de inmigrantes demandantes de asilo político, que salen de su país sin documentación, con la intención de quedarse en aquel país de la U.E. que le ofrezca la ayuda solicitada[16]. Según las N.U., en Europa hay unos 4,4 millones de personas en situación de asilo, de las cuales 2 millones son refugiados, medio millón están a la espera de una decisión, otro medio millón son  desplazados por el interior de su país que reciben asistencia y protección de las N.U. y algo más de 1 millón se encuentran en otro tipo de situación (Wanner, 2002). Cada vez es mayor el número de inmigrantes que deciden recurrir a la petición de asilo y así poder conseguir los papeles para establecerse en un país europeo.

Las mafias cada vez lo tienen más difícil para introducir a los inmigrantes de forma clandestina debido a los controles existentes y al conocimiento de muchos métodos de entrada por los guardias de frontera.  Una de las formas detectada, usada por las mafias rusas, era la práctica de un “turismo laboral”, trayendo a inmigrantes rusas con visado de turistas en avión de Moscú a Barcelona para trabajar. O la utilizada por unos bolivianos y argentinos, que a través de una agencia de viajes ficticia introducían en España a bolivianos residentes en Argentina. Una de las más originales es la de los “inmigrantes de cuello blanco”, que por 3.000 euros son introducidos por las mafias en España los días de más tráfico de pasajeros, para cruzar desapercibidos haciéndolos pasar por ejecutivos.

Conclusiones

El control de las fronteras exteriores frente a la inmigración ilegal debe ser un objetivo común a todos los países que forman parte de la U.E. No se trata de realizar actuaciones particulares, sino que debe existir una coordinación entre los países comunitarios, para poder crear una única política migratoria. Los nuevos sistemas de control por radar implantados en España y la saturación de algunos puntos tradicionales de salida clandestina de inmigrantes, han dado lugar a la búsqueda de nuevas rutas. Una de estas rutas y la más importante actualmente es Canarias. Las llamadas islas “afortunadas” están recibiendo toda la inmigración que deja de llegar por el Estrecho de Gibraltar, sin estar preparados ni contar con los medios suficientes para solucionar este grave problema.  

Es difícil calcular el número de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en un país. Sólo se pueden hacer estimaciones. Según Salt, una forma de calcular la población ilegal en un país, es a través del número de regularizaciones efectuadas. Los países mediterráneos lo llevan haciendo desde las últimas dos décadas y los datos alcanzan valores de 1,45 millones de regularizados desde los años 80, de los cuales 1,12 millones son desde 1996 (Salt, 2001).

Aunque muchos inmigrantes no suelen llegar a su destino final deseado porque son devueltos a sus países, esto no les impide que lo vuelvan a intentar en más de una ocasión mientras que haya mafias[17] que les ayuden a cruzar las fronteras de forma ilegal. Pero peor es el caso de aquellos que intentan llegar al continente europeo y mueren en el camino[18]. Un fuerte control en los puntos fronterizos no es suficiente, debe ir acompañado de mayores inversiones en el país de origen y así ofrecer a sus habitantes la posibilidad de quedarse en su país y poder disfrutar de un nivel de vida suficiente para no tener que emigrar.

Notas

[*] Esta comunicación ha sido realizada en el marco de una investigación más amplia sobre Desequilibrios territoriales, mercados de trabajo y áreas marginales en Cataluña, dirigido por la Dra. Roser Majoral, financiado con el proyecto BSO2001-3095, de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CYCIT), y con el Grup de Recerca d'Anàlisi Territorial i Desenvolupament Regional, dirigido por la Dra. Roser Majoral, financiado con el proyecto  2001SGR-00016, del Ajut de Suport a la Recerca dels Grups Consolidats del III Pla de Recerca 2001/2004 de la Generalitat de Catalunya.

[1] EUROPOL estima que, cada año, alrededor de 500.000 migrantes ingresan de forma irregular en la U.E.

[2] Italia determinó en su nueva ley, que las penas para los traficantes de seres humanos serían de 12 años de cárcel y una multa de 15.000 euros por inmigrante. Si el tráfico fuera con menores y con fines sexuales, las penas aumentaban a 15 años y 25.000 euros por inmigrante.

[3] En el caso de España, se han creado convenios bilaterales en materia de readmisión con 15 países, la mayoría de ellos europeos y el resto africanos: Francia, Portugal, Italia, Suiza, Polonia, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Bulgaria, Marruecos, Argelia, Nigeria y Guinea-Bissau.

[4] Ignacio González, secretario de Estado para la Extranjería y la Inmigración.

[5] Expresión utilizada en el artículo publicado por La Vanguardia el 16-06-02 cuyo título era: “Testigos de un éxodo que nadie quiso ver”.

[6] De 4.112 detenidos en pateras en el 2001 a 9.756 en el 2002 (La Vanguardia, 04-01-03).

[7] En 1999, fueron detenidos 875 inmigrantes ilegales en patera en las costas de Canarias en un total de 75 embarcaciones (Pumares, 2002).

[8] En el 2002, fueron “derivados” a la Península desde las islas 5.473 africanos (El País, 28-01-03).

[9] Malí, Nigeria, Ghana, Gambia o Guinea son algunas de las procedencias de los inmigrantes subsaharianos con destino la U.E.

[10] Desde los años 90, ha aumentado la proporción de mujeres en los flujos por reagrupación familiar y por el contrario se  observa un descenso de los flujos laborales en general en Europa entre 1996-98 (Wanner, 2002).

[11] La Guardia Civil organizó la Operación “Pegasus” para descubrir vías de entrada de clandestinos revisando contenedores que pudieran ocultar personas o dobles fondos de camiones.

[12] Sólo representa el 3% de los extranjeros con tarjeta o permiso de residencia en el 2002 (Balance, 2002)

[13] Este método lo han utilizado otros países como Ecuador, República Dominicana, Cuba o Colombia, a los que la U.E. decidió exigir visado.

[14] España ha visto en los últimos meses cómo el colectivo de ecuatorianos se incrementaba considerablemente, pasando a ser el segundo colectivo más numeroso con permiso de residencia después de los marroquíes (Balance, 2002).

[15] Polonia, Hungría, Bulgaria, Letonia.

[16] En mayo del 2002, un grupo de inmigrantes de Angola y República del Congo llegaron al aeropuerto de Barajas (Madrid), con la intención de solicitar asilo político (El Periódico, 08-05-02).

[17] Cada año 4 millones de seres humanos son víctimas de las mafias, de los cuales prácticamente la mitad son mujeres y niños (Salt, 2001).

[18] La ONG marroquí Amigos y Familiares de Víctimas de la Inmigración Clandestina (AFVIC) ha realizado un estudio según el cual se han contabilizado 3.286 cadáveres recuperados en el Estrecho, tanto en la costa marroquí como en la española, entre 1997-2001. Calcula que unas 10.000 personas han podido morir en el intento de cruzar a Europa. Este cálculo se basa en la media de personas que transporta una patera y los testimonios recopilados entre los familiares de desaparecidos.

 

Bibliografía

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Ficha bibliográfica:
GONZÁLEZ, L.
Cambios en las tradicionales vías de entrada de los inmigrantes clandestinos a la U.E. Geo Crítica / Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de septiembre de 2004, vol. VIII, núm. 172. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-172.htm> [ISSN: 1138-9788]

 
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