Menú principal
Índice de Scripta Nova
Geo Crítica
Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VIII, núm. 179, 15 de diciembre de 2004

LAS CONDICIONES MATERIALES DE LA VIDA PRIVADA DE LOS INGENIEROS MILITARES EN ESPAÑA DURANTE EL SIGLO XVIII

Martine Galland-Seguela
Doctora en Historia (EHESS de Paris)
martseguela@wanadoo.fr


Las condiciones materiales de la vida privada de los ingenieros militares en España durante el siglo XVIII

En el siglo XVIII, los ingenieros militares españoles formaban el cuerpo técnico y científico del ejército. Este cuerpo fue un ejemplo modélico del reformismo borbónico, elemento moderno y precursor del ejército, apoyo del poder real y de su voluntad centralizadora. Uno de los aspectos innovadores de nuestro estudio consiste en esbozar la vida privada de los miembros de este cuerpo. De esta manera, podemos dibujar la realidad del ingeniero no solamente en el ejército sino también en la sociedad de su tiempo. A través del estudio de las remuneraciones, de los inventarios de bienes y de las bibliotecas de los ingenieros se puede definir su nivel económico, su universo privado y sus centros de interés. Así se demuestra que pertenecían a la clase media cultivada y que participaban en la creación de una nueva elite social: la de los técnicos.

Palabras clave: ingenieros militares, bibliotecas, inventarios de bienes, elite técnica.


The scope of the military engineers’private life in Spain in the 18th century

 In the 18th century, spanish military engineers made up the technical and scientific corps of the army. It is a model of the bourbon reformism, which is a modern and precursory element in the army and of its centralizing will. One of the innovative sight of our study is to sketch out the private life of these men. In this way we can outline the reality of the engineer not only in the army but also in the society of his days. Through the study of these men’s income, of their possessions inventory and of engineers’libraries, we can define the level of wealth, the private field and their centers of interest. Thus, we show that they belong to the middle educated class and that they take part in the creation of a new social elite : those of technicians.
 

Key words : military engineers, libraries, inventory of possessions, elite of technicians.


Nuestro trabajo de investigación nos ha llevado a hacer un estudio prosopográfico y social del cuerpo de ingenieros militares españoles entre 1710 a 1803. Esta institución presenta el interés de ser un cuerpo nuevo, creado por la nueva dinastía llegada al poder en España al principio del siglo XVIII: los Borbones. Naturalmente, los ingenieros militares existían en España antes de 1710, pero no estaban organizados corporativamente. El fundador del cuerpo de ingenieros militares fue Jorge Prosper Verboom, un ingeniero flamenco que sintetizó las practicas francesas, españolas y flamencas que dieron nacimiento al cuerpo español en 1710. El cuerpo destaca como modelo del reformismo borbónico, puesto que corresponde a los criterios de la monarquía para un ejército moderno: militares bien formados, servidores competentes del Estado, que contribuyen con su polivalencia al establecimiento de la política de la realeza, a la centralización del Estado y a la afirmación del despotismo ilustrado. El cuerpo de ingenieros fue una de las claves de la recuperación de España. Por lo tanto, debe ser objeto de los estudios necesarios para comprender el siglo XVIII español. Entender como funcionaba dicho cuerpo, en qué contribuyó a la realización de la política de la monarquía borbónica, ha sido el primer objetivo. El segundo, lo ha constituido el estudio prosopográfico de un corpus de 787 ingenieros, para así poder ofrecer una dimensión suplementaria a su comprensión, lo que permite examinar no solamente la vida profesional de los ingenieros sino también entrar en sus vidas privadas y en sus círculos de relaciones. Gracias a este método, se puede descubrir el lugar que ocupaba este grupo de técnicos bien instruidos y de gran competencia en los progresos del país, y con qué tipo de elite se identificaba. De esta manera, es posible situar el cuerpo de ingenieros en la sociedad, en el mundo militar y mostrar su participación en el desarrollo del país.

Uno de los aspectos innovadores de nuestro estudio>[1] consiste en esbozar la vida privada de estos hombres. No ha sido fácil penetrar en este espacio para la totalidad del corpus; en efecto, las diferentes fuentes de información están en diversos archivos y las lagunas documentales son importantes. Pese a todo, los documentos existentes han permitido, no sólo observar la red de lazos matrimoniales y familiares, sino también visualizar la manera de vivir de esos hombres y sus centros de interés. Nuestra intención es presentar los resultados de las investigaciones sobre la vida de los ingenieros en tres partes. En la primera, el estudio de su situación financiera nos da una idea de sus condiciones de existencia.  En la segunda, el análisis de los inventarios de bienes nos ofrece un esbozo del marco de la vida cotidiana de esos hombres. Para terminar, el examen de sus bibliotecas permite definirlos a través de sus centros de interés.

A)¿Cuáles eran los ingresos de los ingenieros?

Para evaluar sus ingresos, podríamos contentarnos con el estudio de sus ganancias profesionales: sueldos, raciones y gratificaciones ligadas a una misión. Pero hemos querido seguir otras pistas. A partir de algunos testamentos, ha sido posible definir ciertos comportamientos financieros. Gracias a esta fuente documental, hemos podido entrever la existencia de otras posibilidades de aumentar sus rentas, a veces de manera ilegal. Pero sobre este punto no se han encontrado documentos suficientes para determinar si fue un comportamiento muy extendido.

1) Ingresos correspondientes a la función: sueldos y gratificaciones.

Los ingenieros eran militares que tenían por principal ingreso los sueldos relacionados con sus grados o empleos. El siglo XVIII fue un momento de consolidación de las estructuras militares y por lo tanto de fijación por las reglamentaciones múltiples de un sueldo estable. Las remuneraciones del militar estaban compuestas por sueldos pagados en efectivo, raciones saldadas en especie o en dinero y gratificaciones excepcionales. Los primeros sueldos propuestos por Verboom fueron establecidos entre 1710 et 1711>[2]. Eran más elevados que en la artillería>[3] gracias al poder de Verboom, pero también a la gran necesidad de técnicos militares.  En 1724, se fijó la legislación de los sueldos y raciones. La Real orden del 30 de junio de 1739 restringió la atribución de las raciones de los ingenieros sólo a los desplazamientos durante las campañas militares>[4]. Ese mismo año los ingenieros directores perdieron una subvención de 300 reales para pagar un dibujante. Como puede observarse en el cuadro 1, entre 1724 y 1765 los sueldos no aumentaron, salvo para los grados y empleos superiores a ingeniero ordinario. La progresión de las sumas fue de 200 a 500 reales mensuales para los grados superiores a capitán, pero no hubo ningún cambio para los puestos inferiores. Para un ingeniero con el grado de mariscal de campo e ingeniero director, se añadían a su sueldo 400 reales de vellón por mes, dado su elevada posición en la jerarquía militar. El poder, con todo conocimiento de causa, no revisaba el montante de los sueldos, pudiéndose constatar una gran estabilidad en el tiempo. Sondeos hechos en los años 1779 y 1790 muestran que no hubo ninguna modificación.
 
 
Cuadro 1. Evolución de los sueldos y de las raciones de 1724 a 1765.
Empleos y grados (equivalencia de 1756)
1724
sueldos y raciones por mes en reales de vellón
1756 
sueldos por mes únicamente
1765 
sueldos por mes
Ingeniero director / brigadier o coronel
1600    8/8
1900 2100
Ingeniero jefe / coronel o teniente coronel
1300    6/6
1300
1600
Ingeniero segundo/ teniente coronel o capitán
1000    4/6
1000
1200
Ordinario/Capitán
650      2/2
650
650
Extraordinario / Teniente
450       2/2
450
450
Ayudante de ingeniero/subteniente
No existe
300
300
Fuentes: Sueldos y raciones que en el año de 1724 tenía S. M. señalados a los ingenieros. José Antonio Portugués, Tomo VI, pág. 796. Real decreto del 19/10/1756  y Real resolución de 1765, AGS GM 2998.

Los sueldos no eran equivalentes según las armas y esas diferencias irritaban. El ingeniero Felipe Crame hacía esta observación a sus superiores a mediados de 1750 y constataba que los oficiales de caballería desde el grado de capitán recibían un sueldo de 1000 reales mensuales y de 2000 reales cuando llegaban al grado de coronel; los coroneles de infantería tenían también a un sueldo de 2000 reales, mientras que los coroneles de ingenieros no recibían más de 1300 reales>[5] . Más allá de la comparación de los sueldos, hacía ver que los ingenieros en campaña no se beneficiaban jamás de reposo, contrariamente a las otras armas. Tampoco se les retribuía con una gratificación particular, mientras que los oficiales de la tropa que servían excepcionalmente como ingenieros voluntarios durante los sitios, recibían una retribución de 300 reales por mes, además de sus sueldos. Felipe Crame insistía también en los gastos suplementarios ligados al empleo de ingeniero: compra de libros y gastos de desplazamiento para asumir las funciones que les eran atribuidas en tiempo de paz. Para terminar, constataba con amargura las pocas posibilidades de promoción en el escalafón de las funciones militares.

Las quejas de este ingeniero pueden relacionarse con las de las esposas, que hablaban de la precariedad de sus situaciones financieras. A veces se puede pensar que dramatizan para poder hacerse oír. Sin embargo, lo cierto es que las quejas eran numerosas y debían corresponder a la realidad. La fijación de los sueldos no impedía al poder ser consciente de la limitación de los mismos. Por esta razón, el poder estableció para los casamientos reglas de orden social y financieras. El casamiento no era estimulado en el círculo de los grados subalternos por muchas razones, como por ejemplo la preeminencia del servicio sobre la vida privada, o a causa de la precariedad de los sueldos de estos militares, que les imposibilitaba mantener una familia. Esto hace que la dote de la esposa representara una especie de seguro para la pareja, una garantía de su porvenir. Fundar una familia tenía que hacerse con conocimiento de causa; la esposa debía saber administrar una situación financiera y familiar precaria y, eventualmente, bastarse por sí misma. La dote continuaba siendo siempre propiedad de la esposa, que sólo la utilizaba en casos concretos: preparar el ajuar de una hija, o asegurarse su propia vejez en solitario y, más raramente, comprar un bien en común o hacer frente a gastos excepcionales de la pareja>[6]. A veces los esposos se veían obligados, debido a sus desplazamientos, a dejar a una parte de la familia los medios con los que hacer frente a sus necesidades. Por ejemplo, Antonio de Murga>[7], cuando partió hacia Guatemala en 1765, pidió que se dejara a su esposa y a sus hijos (o a su madre, si su mujer falta) 40 pesos de 15 reales de vellón por mes, o sea 600 reales que correspondían a la mitad de su sueldo. Esta costumbre de dejar sumas de dinero no concernía solamente a las esposas. Antonio Leyba>[8], al marchar en 1768 hacia La Habana, pidió que se enviara a su madre Josefa Vizcaigaña, viuda de coronel, 96 pesos por año, o sea 1400 reales. Su madre cobraba una pensión insuficiente del Monte de Piedad. Puede parecernos paradójico que, a pesar de la precariedad de ciertas situaciones, los ingenieros fueran autorizados a dejar de este modo una parte importante de sus sueldos.

Otro problema para los ingenieros era tener un empleador que pagaba a menudo con atraso. A lo largo de todo el siglo XVIII esto ha sido objeto de tensiones y protestas. Así, Miguel Marín Truq estipulaba en su testamento>[9], redactado en 1752, que se le debían 57.839 reales, o sea el sueldo que va del primero de abril de 1739 al 9 de julio de 1746. Este mismo ingeniero señalaba que en 1758 había tenido que pagar él mismo todos los gastos correspondientes a sus diferentes misiones, inclusive la visita de las plazas de los Pirineos>[10]. Espera recibir la suma de 59.401 reales de vellón de salarios impagados. El atraso en el pago de los sueldos obligaba a los ingenieros a contraer deudas>[11]. Es indiscutible que las dificultades financieras de los ingenieros estaban ligadas a sus numerosos desplazamientos y a la compra de material. Estos gastos obligaban a veces a los ingenieros a cometer ciertos excesos. Por ejemplo, en 1737 Marc-Antoine Eydoux>[12] se negó a desplazarse de La Coruña a Tuy, dado que le faltaba el dinero para el viaje. Fue suspendido y arrestado en mayo de 1737 y reintegrado a su cargo un mes y medio más tarde. En agosto de 1739, Juan de Zahoras>[13] se encontraba en la misma situación que Eydoux. Fue suspendido y luego reintegrado con subsidios para hacer frente a sus obligaciones. Algunos ingenieros menos escrupulosos cayeron en la delincuencia>[14] o se otorgaron sumas de dinero destinadas a otros. Francisco Ibáñez>[15] fue acusado en 1733 de robo en las cajas reservadas para la ayuda de las viudas y de malversación de los sueldos de los ingenieros. Según Verboom, utilizó este dinero para gastos superfluos y se dio a la fuga. En su defensa, este ingeniero dijo que se había marchado a Portugal en buscar de dinero para rembolsar su deuda. Después se perdió todo rastro de él en el cuerpo de ingenieros.

Otra remuneración de los ingenieros la constituían las gratificaciones. Eran una ayuda a los militares para misiones particulares. Por ejemplo, un ingeniero en jefe que asumía también la función de comandante de una provincia recibía 300 reales de gratificación, según la Real orden del 22 de marzo de 1751. Esta medida fue suprimida en 1765, quizás porque se deseaba que los puestos de mando en las provincias fuesen atribuidos a los ingenieros directores. Sin embargo, parece que estas gratificaciones subsistían para los ingenieros que asumían los puestos de mando en América o en Canarias. Josef García Martinez de Cáceres, ingeniero segundo y comandante de la plaza de Buenos Aires en 1788, reclamaba una gratificación de 375 reales mensuales. Afirmaba no haber disfrutado nunca de descanso y en cambio tener muchas obligaciones que reducían su sueldo>[16].  Fausto Caballero, ingeniero segundo en 1787, recibía 600 reales por mes a partir de su embarque para poder asumir sus gastos extraordinarios en su puesto de mando en Canarias>[17].

Otra ayuda del Estado eran las raciones de pan, de paja y de cebada, o en dinero. Estas raciones eran importantes ya que permitían la manutención del caballo y, eventualmente, la del criado. En 1739, la ley definía la atribución de pan y cebada únicamente a los ingenieros en campaña militar. En 1768, en el título II de las ordenanzas del cuerpo de ingenieros, se recordó que los sueldos habían sido fijados previamente. Para las raciones de pan, paja y cebada, los casos de distribución son: campañas militares, comisiones extraordinarias (reconocimiento de provincias, de fronteras, de plazas, dirección de canales, de caminos, y levantamiento de planos). Más adelante vemos raciones definidas en dinero, atribuidas a los ingenieros por comisiones particulares>[18]. Felipe Paz pidió en 1799 el pago de sus raciones puesto que tenía que efectuar la visita de las plazas de Tuy, Orense y Santiago. Para ello, tuvo que comprar un caballo, contratar a un joven palafrenero y alojarse en diferentes mesones. Sus gastos (28 reales por día) debían cubrirse mediante la paga de sus gratificaciones. En 1784, las raciones estaban evaluadas en 22 maravedíes por el pan y 22 reales por la fanega de cebada. Estas cifras fueron citadas por Felipe Paz en su petición, en la que también incorpora la compra de una silla de montar. Gratificaciones y raciones fueron suplementos salariales importantes que mejoraron la situación financiera de dichos ingenieros. Pero muchas veces los ingenieros debían adelantar estas sumas.

Los cambios de destino obligaban a pagar muchos gastos de desplazamiento en España. Seguramente, las indemnizaciones estaban previstas para el costo del viaje y la instalación en los nuevos destinos fuera de la Península. Los ingenieros estaban considerados como los otros oficiales. Según la Real Orden del 21 de junio de 1768 y el artículo V del título VIII de las ordenanzas generales del ejército, los oficiales recibían dos pagas para evitar las cesaciones de sueldos y las indemnizaciones para el viaje. Las sumas atribuidas dependían del lugar de salida (puerto de la península o de las Canarias). La esposa y los hijos podían ser beneficiarios de 7 reales por día por cada uno; para el criado son 3 reales por día. Según el artículo III del título VIII de las ordenanzas generales del ejército de 1768, un capitán que sale de la Península para ir a Vera Cruz recibía 4.270 reales, distribuidos de la manera siguiente: 1.000 reales a cuenta de su sueldo, 3.000 reales para el viaje y 270 reales para el criado. A su llegada, el capitán recibía la mitad de su sueldo por día de navegación. Para los ingenieros nombrados en Canarias, se recomendaba tomar un navío de guerra o de correos para el viaje. El ingeniero que no respetaba esta consigna se exponía a no recibir gastos de viaje. Es lo que le ocurrió a Fausto Caballero, que viajó en un barco mercante y pagó de su propio bolsillo 7.500 reales por él y su familia. Su petición no fue tomada en consideración. Es cierto que las indemnizaciones permitían pagar una parte de los gastos, pero no la totalidad. Sobre todo, éstas no cubrían los accidentes de viaje, como el robo de equipaje o el hundimiento del barco con todo el bagaje. Esto significaba para los ingenieros tener que pagar de todas formas una parte de los gastos.

La precariedad financiera de estos hombres corresponde a la del medio militar, aunque las gratificaciones parezcan superiores en el cuerpo de ingeniería. Las quejas de los ingenieros no se referían solamente a los atrasos de los sueldos sino, a veces, a la obligación de pagar gastos ligados a su función, como desplazamientos, alojamientos, provisiones o instrumentos... Se puede completar estos ejemplos con los que ofrece Horacio Capel>[19].

Frente a esta situación, podemos plantearnos algunas preguntas. ¿Un ingeniero podía o no aumentar sus ingresos en el ámbito civil>[20]? ¿Estos hombres que participaban en muchas obras de construcción y anexos no eran tentados por las importantes sumas de dinero que pasan por sus manos?  ¿Dichos especialistas, requeridos para numerosos trabajos, no eran solicitados por ciertos maestros de obra para que otorgaran diferentes contratos a cambio de algunos subsidios? Estas preguntas nos las ha sugerido la lectura del testamento de Pedro Martín Cermeño. Este ingeniero murió con el grado de teniente general y capitán general de Galicia. Hizo toda su carrera en el cuerpo de ingenieros, como su padre. Se declaró servidor del Rey, pero se vio obligado a precisar un cierto número de puntos concernientes a su fortuna y sus bienes.  Primero, señala que sus diferentes empleos no le permitieron ahorrar; por lo tanto sus bienes provenían de su padre que fue ingeniero general. Luego precisa que no recurrió a malos expedientes para aumentar sus ganancias, en estos términos:

"También declaro no deber ni ser responsable, al Rey mi señor, de cantidad alguna ni por vía de restitución, aunque he manejado muchos caudales de Su Majestad, ni tampoco al público ni particulares  por perjuicios voluntarios en mí, ni por adehalas o aprovechamientos que llaman gages, porque, gracias a Dios no he usado nunca de ellos...”[21].

Estas pocas líneas hacen suponer que algunos han podido sustraer sumas de dinero de los presupuestos a su cargo. O podemos preguntarnos si no existía la práctica del soborno para obtener contratos. Para responder a estas cuestiones sería necesario encontrar datos precisos sobre estos puntos, es decir poder evaluar la fortuna del ingeniero al principio de su carrera y al final. Sin embargo, es un hecho probado que ciertos ingenieros  pudieron extraer ciertas sumas de dinero para realizar inversiones personales, que el estatuto de ingeniero director era un puesto envidiado, que las quejas de estos hombres y de sus esposas pueden corresponder a la actitud relacionada con la costumbre de protestar más que a verdaderas situaciones dramáticas.

2) Rentabilizar las ganancias

Ciertos ingenieros buscaban a veces hacer fructificar sus ganancias o proteger la fortuna que pudieron adquirir. Existen dos maneras para hacerlo : la del hombre emprendedor que se lanza a las inversiones típicas de la época, como las compañías comerciales, o la del ingeniero que busca simplemente proteger el patrimonio adquirido, reproduciendo el esquema de las clases altas tradicionales, mediante la institución del mayorazgo.

Tenemos el ejemplo de Carlos Lemaur, llegado a España en 1750 después de haber negociado su salida de París con Francisco Pignatelli, embajador de España. Le fueron pagados sus gastos de viaje, así como sus deudas en París. A petición del marqués de la Ensenada, se ocupó de los canales en Castilla. De 1750 a 1781, ascendió todos los grados de la jerarquía hasta llegar a ingeniero director. Participó en numerosos trabajos, entre ellos diferentes proyectos y trazados de canales>[22]. En 1776, sirvió de árbitro entre dos grupos de promotores que deseaban obtener una concesión para la excavación del llamado canal de Tortosa. Debió vender sus servicios al Estado como lo había hecho en el momento de su llegada al país. Esto no era nada extraño, ya que España era muy aficionada a la canalofilia y a los técnicos franceses. Estas actividades lo llevaron a frecuentar el mundo de las más altas finanzas. Decidió emprender proyectos financieros para rentabilizar su capital, creando en 1778, con otras personas, la compañía del canal de Andalucía. Esta compañía no encontró la financiación suficiente y fracasó>[23]. Pero las inversiones de este ingeniero no se detuvieron ahí y también invirtieron sus hijos. Los proyectos para el canal de Guadarrama fueron realizados por la familia Lemaur, aunque el padre murió antes del comienzo de los trabajos. Parece que los ingenieros se beneficiaron de acciones del Banco de San Carlos, el promotor. En efecto, en el expediente de su hijo Carlos, también ingeniero, podemos encontrar la división en cuatro partes de 50 acciones del canal de Guadarrama, cada una evaluada en 25000 reales>[24]. Visiblemente, los hijos, como hizo su padre, buscaron participar en el desarrollo económico del país y así obtener beneficios. La situación financiera de Carlos Lemaur (padre) se degradó ligeramente. En 1775 cuando murió intestado, fue enterrado en la parroquia militar de San Martín, en Madrid. Hemos buscado el inventario de sus bienes y su evaluación según los expedientes relativos a su pensión. No hemos encontrado este inventario, pero sí la petición de pensión de la viuda, en la que queda dicho: “inventario y tasación de los pocos muebles que ha dejado”. Además, la viuda, Juana de Lamurere, decía estar en una situación de extrema pobreza, asegurando que no había podido disponer de dinero para pagar los gastos de los funerales de su esposo, aprovechando la misma petición para solicitar que sus dos hijos menores, Félix y Francisco, fueran integrados en el cuerpo de ingenieros. La demanda le fue satisfecha, recibiendo su pensión y entrando sus dos hijos en el cuerpo de ingenieros al que ya pertenecían los dos mayores>[25]. ¿Se encontraba realmente en la más extrema precariedad o necesitaba colocar a sus hijos? Con frecuencia se empleaban en las peticiones las nociones de pobreza y miseria, pero no siempre se correspondían con la realidad.

Volvamos a las inversiones de los ingenieros. François Boizot, francés, ingeniero de puentes y caminos, vino a España para efectuar el reconocimiento del terreno y hacer los planos del canal de Murcia en 1776. Se le dio un empleo de ingeniero militar en 1777. Además, recibió el centésimo de los capitales de la compañía>[26].  Encontramos en ciertos testamentos la mención de fondos gestionados por una compañía comercial o un agente de comercio. Por ejemplo, según su testamento Pedro de Lucuce>[27] invirtió 8.400 reales en la Compañía real o de comercio de Barcelona. Estos fondos le dejaron un beneficio de 5.040 reales o sea el 3 por ciento de interés anual y beneficios también de 140.000 reales de renta sobre los tabacos. Miguel Juárez Sandoval>[28] poseía varias cartas de comercio por 145.800 reales que le dejaban un interés de 7.350 reales por año. Estos dos ingenieros lograron así hacer fructificar sus capitales de manera más rentable que por medio de las compañías de canales que no podían desarrollarse. Por supuesto, estos ingenieros no eran de poca graduación. Pedro Lucuce era uno de los directores más conocidos de la Academia de Matemáticas de Barcelona y terminó su carrera como teniente general. Miguel Juárez Sandoval era brigadier e ingeniero jefe en el momento de su muerte. Agustín de Herrera y Abendano>[29], coronel e ingeniero jefe, declaró poseer ocho acciones del Banco de San Carlos, de las cuales seis le venían de su difunta mujer. Cada acción tenía un valor de 2.000 reales. Agustín de Herrera y Abendano es el último ejemplo de un ingeniero de alto rango que invierte en las empresas financieras de la época. Este hombre poseía también bienes inmuebles heredados de sus padres. Tenía una fortuna basada en diferentes rentas.

Pedro Martín Cermeño eligió otra vía para sus bienes, insistiendo en su testamento sobre la importancia de la conservación de la memoria y el patrimonio familiar. Esta actitud se ve corroborada por su manera de constituir un mayorazgo>[30] para su hijo Santiago. Ese mayorazgo se componía de los bienes siguientes: una casa y un jardín en Melilla con dos sepulturas, herencia de su madre; una casa en Barcelona que viene de su padre, que deja un alquiler de 9.500 reales por año; una finca con una forja cerca de Bergantiños; otra casa y sus dependencias próxima de La Coruña, en un sitio llamado La Braña de Monelos, comprada por él junto con las tierras adyacentes y algunas más de los alrededores. En la Braña de Monelos se hizo construir una capilla para ser enterrado. Este sitio se convirtió el lugar de arraigo de la familia. Sin embargo, se puede constatar la dispersión de los bienes incluidos en el mayorazgo, lo cual es sinónimo de las peregrinaciones de este hombre y de su padre, al ser los dos ingenieros. Esta voluntad de fundar una dinastía los acerca a la actitud de la nobleza a la cual pertenece su mujer, María del Carmen Cisneros y Ulloa, hija del conde de Gimonde. Pedro Martín Cermeño es el símbolo de la ascensión social de una familia, que ganó su posición social al servicio del rey. Por otro, lado señalaba en su testamento: “La [memoria] de mis padres y mis abuelos que al servicio de su Rey y señor y con la espada en la mano adquirieron parte de los bienes que yo poseo”.

Francisco Sabatini, un ingeniero fuera de lo común, construyó su fortuna con inversiones en España y Europa pero también eligió la fundación de mayorazgos para poder dejar a sus hijas una parte de sus bienes. En su testamento>[31], escribió sobre la importancia de ese proceder:

“[...] en cuanto las familias y para que la memoria de las personas ilustres se conserven y se perpetúen, teniendo fondos para alimentarse con la decencia correspondiente a su distinguida calidad y nacimiento... (y a fin) que se conserve y perpetue (mi familia), obtuve de SM reinante, el Rey Carlos IV, real facultad, en veinte y cinco de enero de mil setecientos noventa y uno, para fundar dos mayorazgos...”.

Estos dos mayorazgos fueron atribuidos  a Mariana, primera hija y esposa de Géronimo La Grua, brigadier de caballería, ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de Su Majestad a Génova, y a María Teresa, segunda hija y esposa de Antonio de Zayas, marqués del mismo nombre, comandante de la Orden de Santiago y coronel. Los bienes que componían este mayorazgo estaban basados en los capitales invertidos por Sabatini en Europa>[32]. La suma total de las inversiones llegaba a 437.710 reales. La primera hija obtuvo las tres quintas partes de esta suma y la segunda el resto. A su muerte, Francisco Sabatini era un hombre muy rico y próximo al poder. Su actuación con respecto a sus bienes era al mismo tiempo la de un hombre informado sobre las prácticas financieras de su época, y la de un hombre que quiere dejar un recuerdo de su paso utilizando el tradicional sistema del mayorazgo. Sabatini representa una síntesis de la sociedad de su tiempo. Progresista y vinculado al movimiento de las Luces, pero también deseoso de integrarse en las elites de la nobleza, cuyos criterios utilizaba.

El Rey buscaba servidores fieles como los Martín Cermeño, que le debían todo, “disponibles” a voluntad y por lo tanto sin ningún arraigo local. Pero estos fieles servidores aspiraban a una verdadera ascensión social y al arraigo correspondiente.

B)Los inventarios de bienes como reflejo de las condiciones materiales de vida

Los inventarios de bienes eran levantados en presencia de los ejecutores testamentarios por las autoridades militares. Esta instrucción estaba ligada a la función de la persona que se beneficiaba del fuero militar y permitía poner en manos de la justicia todos los documentos que atañían a las tareas militares.

Estos inventarios de bienes se presentan bajo la forma siguiente: una lista de vestidos, ropa de casa, mobiliario, vajilla, joyas, cantidad y peso de los objetos de plata, pinturas, libros, monedas, dinero y los documentos profesionales. Muy raramente se establecían inventarios de los bienes inmobiliarios poseídos por el difunto>[33]. Es cierto que la mayoría de los ingenieros no pertenecían a la alta nobleza. No poseían bienes inmuebles salvo al término de su carrera. Algunas veces los bienes muebles fueron tasados para ser vendidos en subasta o porque era necesaria una división por herencia. Para efectuar esas evaluaciones, el ejército recurría a especialistas pero no se tasaban todos los bienes citados. No sólo dejaban de lado los bienes inmuebles, sino también otros bienes que no figuran pero que sabemos por otras fuentes que existían.  Por ejemplo, el inventario de bienes de Juan Martín Cermeño conservado en Segovia no menciona la biblioteca del ingeniero. Gracias al testamento de su hijo, sabemos que poseía ciertos libros de valor, como una edición rara llamada Herculaneo sobre los descubrimientos arqueológicos de Herculano, con láminas poco comunes, libro ofrecido por el Rey a Juan Martín Cermeño. Su hijo quería hacerlo imprimir y difundir.

Es necesario señalar que las observaciones hechas sobre los inventarios de bienes no pueden ser más que jalones para un estudio en profundidad, a causa del escaso número de inventarios y, por otro lado, las categorías de los ingenieros concernidos. Sólo poseemos 17 inventarios, de los cuales 6 no están evaluados, sobre los 11 tasados, 6 no engloban la totalidad de los bienes del difunto**. Las 17 personas de las cuales hemos podido esbozar las condiciones de vida, pertenecen todas a categorías sociales diferentes, con un punto en común: el hecho de haber sido ingenieros.
 
Cuadro 2: Presentación de los inventarios de bienes y de sus evaluaciones
Apellidos / fuentes
Grados / empleos /año de muerte
Bienes evaluados en reales
AEDO  ESPINA Clemente
AGMS 9ª A 27
Capitán/ ingeniero ordinario
Caballero de la orden de Santiago
Muere en 1787
Evaluación parcial
97100 reales
AILMER, Ricardo 
AGMS 9ª A 50
Brigadier/ingeniero director
Muere en 1788
Inventario de bienes en Barcelona pero no del lugar de residencia de su familia.  Total : 12810 reales
AMICI Gerónimo
AGMS 9ª A 152
Brigadier/ingeniero director retirado
Muere en 1764
Bienes 4173 reales
Deudas 7757 reales
CUBERO, Cristóbal
AGMS 9ª C 240
Teniente  coronel /ingeniero en segundo, muere en 1755
Pequeño  inventario sin evaluación
HERMOSILLA Y SANDOVAL,Josef 
AGMS 9ª E 35
Capitán / ingeniero ordinario. Director de la Real Academia de San Fernando en Madrid
Muere en 1776
Evaluación parcial de los bienes a 77160 reales.
JUAREZ SANDOVAL, Miguel
AGMS  9ª J 154
Brigadier/ingeniero en jefe
Muere en 1792
Bienes evaluados en 219 955 reales
LOPEZ MERCADER, Fernando 
AGMS 9ª L 81
Capitán / ingeniero ordinario
Muere en  1785
Pocos bienes, ninguna evaluación
LUCUCE, Pedro
AGMS 9ª L 143
Teniente general / director de las academias militares
Muere en 1779
Inventario completo por 261 831 reales
MARIN TRUQ, Miguel
AGMS 9ª M 52
Mariscal de campo/ ingeniero director
Muere en 1764
Bienes evaluados en 47 451 reales de los cuales hay 13 107 reales de sueldos de retraso
MARTIN CERMEÑO, Juan 
AGMS 9ª M 79
Teniente General/ ingeniero general
Muere en 1773
Ninguna evaluación
MARTIN CERMEÑO, Pedro
AGMS 9ª N 43
Capitán general de Galicia / teniente general
Muere en 1790
Bienes parcialmente evaluados en 112 896 reales
NUÑEZ DEL PINO, Manuel
AGMS 9ª N 43
Capitán / ingeniero ordinario retirado, regidor de Almería
Muerte en 1803
Bienes personales e inmobiliarios evaluados a 290 782 reales
PARFONDRI, Diego
AGMS 9ª P 36
Teniente coronel/ ingeniero ordinario retirado
Muere en 1773
Ninguna evaluación
PERELLO, Juan Antonio
AGMS 9ª P 83
Coronel/ ingeniero en segundo
Muerte en 1792
Bienes evaluados a 12 348 reales, definido como pobre
RONCALI, Miguel
AGMS 9ª R 200
Brigadier/ingeniero director
Muere en 1794
Ninguna evaluación
SABATINI, Francisco
AGMS 9ª S1
Teniente general/ inspector general del cuerpo
Muere en 1797
Bienes evaluados : en su casa 242 358 reales; en capitales 2 437 710 reales
SALIQUET Y NEGRETE, Carlos
AGMS 9ª S 30
Teniente coronel / ingeniero en segundo
Muere en 1777
Ninguna evaluación

Este cuadro 2 pone en evidencia la gran diversidad de situaciones. En nuestra lista de ingenieros existen algunos que terminaron su carrera en el cuerpo y otros fuera de él. Los inventarios atañen a personajes de excepción, como Pedro Lucuce, Juan Martín Cermeño o su hijo Pedro, y Francisco Sabatini.

Su situación en la jerarquía les permitió tener un nivel de vida que se acercaba al de la aristocracia y ocupar funciones cercanas al poder. En consecuencia se veían en la obligación de mantener su rango y el nivel de sus fortunas les permitía formar parte de la elite. Seguían siendo ingenieros, pero su estilo de vida de algunos ya no tenía nada en común con el de sus subalternos.

Cuando un ingeniero se salía de los límites de su función y era nombrado regidor, como Manuel Núñez del Pino, estaba lejos de su vocación primera y de sus diferentes destinos. Había acumulado bienes y arraigado a nivel local. Entre otros ingenieros podemos constatar una fuerte disparidad, por ejemplo entre Miguel Juárez Sandoval, fallecido con el grado de ingeniero jefe, y Gerónimo Amici, ingeniero director retirado, cuyas deudas no puede pagar su sucesión**. Esta diferencia seguramente se puede explicar por su diferente fortuna personal, pero no tenemos pruebas documentales de ello.

Margarita Gil Muñoz>[34]encuentra diferencias importantes entre los niveles de vida de los oficiales de fin de siglo. Tenientes generales como Joaquín Manuel de Villena, marqués del Real Tesoro, cuyos bienes sobrepasan la suma de dos millones de reales, mientras que los de otros, como el marqués de Ceballos, teniente general, llegan solamente a 146.511 reales. Las mismas diferencias han sido constatadas entre los capitanes cuyos inventarios de bienes oscilan entre más de 140.000 reales para algunos y 3.970 para otros. ¿Cómo explicar eso? Algunos viven solamente de sus sueldos y otros poseen bienes familiares. Máximo García Hernández>[35] estudió los patrimonios en Castilla bajo el Antiguo Régimen y constató que en los inventarios de bienes de la nobleza de Valladolid el valor del dinero y los capitales invertidos representan generalmente más del 50 por ciento. Segunda observación: la nobleza se diferencia por un inventario donde la presencia de objetos suntuarios, de un gran número de muebles de recepción, de carrozas y libros es una constante. En los ejemplos que señala nos encontramos con niveles de fortuna equivalentes a los de ciertos ingenieros: el inventario de un marqués como el de Aguila Fuente, don Manuel de Zúñiga, equivale a 104.806 reales y la fortuna de un juez de la Cancillería y del Consejo de Indias, Diego Caraza y Vega, está estimada en 625.184 reales. Por lo tanto, vemos que ciertos ingenieros tienen un nivel y estilo de vida que corresponde a los de las elites. Los indicios de esta pertenencia son numerosos.

En el inventario de Juan Martín Cermeño, el mobiliario es muy numeroso. Comprende armarios, varias camas, mesas y sillas, canapés, espejos. De las paredes, cuelgan pinturas religiosas y estampas>[36], tapicerías y sobre el suelo o en las paredes seis pieles de tigre grandes y dos pequeñas. Este ingeniero podía recibir lujosamente puesto que poseía diversos juegos de vajilla, una de porcelana de China de más de 150 piezas (platos, fuentes y servicios de café...) y otras de loza. La ropa** de la casa estaba a la altura de los posibles numerosos invitados. Para poner la mesa, la vajilla estaba acompañada de un servicio compuesto de 36 cubiertos de plata con sus candelabros. El café o el té eran servidos en un servicio de plata. En la cocina, podía hacer preparar numerosos y variados platos (poseía un conjunto de 18 cacerolas, diferentes asadores, chocolateras y cafetera...) por el cocinero francés Domingo Bux. Un servicio doméstico importante servía al ingeniero general: aparte del cocinero francés (muy de moda en aquel momento), un mayordomo, un ayuda de cámara y varios criados (dos o tres), dos cocheros y dos esclavos. El inventario, al ser incompleto, no permite mencionar ni la biblioteca ni las joyas. El hijo de Juan Martín Cermeño, Pedro, poseía bienes inmobiliarios no inventariados de los cuales ya hemos hablado. Los inventarios de sus bienes impresionan, pese a que fueran menores que los de Francisco Sabatini. Podemos suponer que una parte de estos bienes le venían de su padre. Tenía un servicio doméstico compuesta de un mayordomo (un antiguo ayuda de cámara de su padre), sirvientes, seguramente un cocinero y cocheros. Daba 7.000 reales por mes a su mayordomo para la gestión de los gastos de la casa. En diciembre de 1790 gastó 3.991 reales. Estos gastos eran muy importantes. Poseía por lo menos dos carruajes, una berlina para su mujer y un coche para él, tirado por seis mulas, estimado en 4.000 reales. El inventario de sus vestidos está compuesto por los uniformes relacionados con sus funciones (ingeniero, teniente general) y también por numerosas camisas, medias de seda, abrigos, casacas de terciopelo y muchas otras cosas. Tenía vajilla y platería en cantidad. Su función le obligaba a recibir muy asiduamente con mucho lujo. Poseía también servicios de porcelana de China, loza inglesa y de Talavera, diferentes piezas de cerámica que venían del conde de Aranda, vasos de cristal de Bohemia. El interior de su casa estaba decorado con mobiliario abundante y variado (cómodas, arañas de cristal, camas, muebles de salón, mesas, sillas..., alfombras y una gran cantidad de cuadros). Había pinturas>[37] de tema religioso, pero también de tema mitológico, político, militar (reproducción de cañones, de batallas...) y de familia (retrato de su padre). Guardaba también numerosos planos y mapas como el de Madrid o de Galicia. El amor filial de Pedro lo llevó a recuperar y pagar el busto en mármol de su padre que éste había pedido al escultor Michel>[38]. Era un coleccionista de obras de arte y un hombre de cultura, su biblioteca estaba bien surtida. Encontramos las obras clásicas de su profesión pero también libros sobre los palacios italianos, las excavaciones arqueológicas de Herculano, la pintura inglesa y obras literarias antiguas>[39].  El pasado profesional de Pedro Martín Cermeño se revela no solamente a través de sus lecturas, sino también por la posesión de una cantidad importante de instrumentos de matemáticas y de armas (sables, espadas, pistolas y fusiles). Las joyas no han sido estimadas, pero él hizo donación a su primo de un broche de diamantes de las órdenes militares.

Pedro Martín Cermeño era capitán general, por lo tanto un hombre importante en Galicia. Su familia y su padre fueron personajes muy cercanos al rey. Estos dos hombres fueron ingenieros fuera de lo común, lo mismo que Pedro Lucuce y Francisco Sabatini, cuyos inventarios no retomaremos aquí. Lo que nos interesa ahora es ver si, utilizando los inventarios de los ingenieros que continuaron en la función, podemos reconstituir el modelo de vida de un ingeniero.

El ingeniero Clemente Aedo Espina falleció en 1786 en Barcelona con el grado de capitán e ingeniero ordinario. Poseemos un inventario de sus bienes, que no está evaluado en su totalidad, pero que nos interesa por varias razones. Muestra que este hombre recibía otros ingresos además de su sueldo (podemos suponer que provienen de bienes de familia). Este ingeniero parecía ser un coleccionista de estuches, particularmente de tabaqueras de todo tipo, decoradas a mano y de un gran valor estético. Poseía también una colección de dibujos enmarcados de trajes regionales españoles, así como una vestimenta de gitano en terciopelo. Parece que se interesaba por el repertorio tradicional regional de su país. Los planos de Narbona y Tolosa decoraban las paredes de su casa. Poseía numerosas joyas con diamantes, topacios, perlas, y también siete relojes>[40]. El guardarropa es importante ya que contaba con varios sombreros y pelucas. Su mobiliario no era muy numeroso pues era soltero e inquilino en una casa donde hizo diversos arreglos. Poseía un birlocho de dos caballos. Para mejorar estos coches, tenía una imperial y un resguardo para el cochero. La vajilla no era abundante: algunos cubiertos de plata, platos en porcelana, la cafetera y la chocolatera forman parte del inventario, lo que corresponde a la moda de su época. Para mantener estos coches y su interior empleaba a un criado, un palafrenero y un cochero. Entre sus bienes encontramos uniformes de ingeniero, instrumentos de matemáticas>[41] y una biblioteca científica. La subasta de algunos de sus bienes dejó la suma de 67.100 reales y permitió pagar sus deudas. Entre los compradores, se encontraban algunos ingenieros>[42] que adquirieron los uniformes, los libros e instrumentos de matemáticas a menor costo. A este ingeniero, que tenía diferentes centros de interés y una vida lujosa, podemos oponer el inventario del ingeniero director Miguel Marín Truq, fallecido en Madrid en 1765, casado y con cinco hijos. El mobiliario era numeroso e incluía ciertos elementos de lujo, cuatro piezas de tela teñidas para los muros, arañas de cristal, candelabros y espejos. Algunos cuadros decoraban sus paredes, entre ellos un retrato del rey y cuadros religiosos>[43]. Una colección de objetos de vidrio (animales esencialmente) estaba expuesta en una vitrina. Los libros científicos figuraban también en el inventario. Un coche cerrado de cuatro plazas y un par de mulas fueron valorados en 3.800 reales. Existe también un inventario de la platería; sobre los 34 434 reales de la totalidad de sus bienes, los ropajes de hombre representan el 17,9 por ciento y los de las mujeres más los elementos de decoración en telas y los tapices, suman el 26,9 por ciento. Los libros equivalen al 6,35 por ciento mientras que los coches se estiman en un 7,2 por ciento. Este ingeniero llegó a la cúspide de su carrera. Pese a su pertenencia a la clase media, su calidad de vida reproduce el modelo de la gran nobleza.

Pero si tomamos dos ejemplos de ingeniero jefe, uno Cristóbal Cubero>[44], fallecido en 1755, y el otro Juan Antonio Perello, fallecido en 1792, descubrimos dos mundos totalmente diferentes de los precedentes, e inventarios muy modestos. El de Cubero no ha sido evaluado, pero vemos enseguida el número limitado de sus bienes. Dos cofres contienen sus vestidos y la ropa de casa. Naturalmente, el uniforme de ingeniero y la espada figuran en el inventario. El mobiliario se compone de cinco mesas, seis sillas, cuatro espejos de tamaño mediano y seis banquetas y posee solamente dos cubiertos de plata. Este ingeniero vive en una o dos piezas de alquiler. Deja a su propietario sus bienes para agradecerle su ayuda.

El coronel ingeniero segundo Juan Antonio Perello>[45], su mujer y sus hijos se establecieron en Madrid debido a problemas de salud, donde alquilaron una casa, pese a que Juan Antonio había sido destinado a Orán. Los esposos murieron con algunos días de intervalo. La esposa tuvo tiempo para declararse pobre aunque sus bienes se estimaron en 12.348 reales. ¿Eran los únicos bienes que poseían? En todo caso, el mobiliario fue evaluado en 451 reales, la ropa interior en 1.576 reales, la ropa de mujer y hombre en 2.579 reales, la ropa de cama y de casa en 876 reales. Figuran también los uniformes: el pequeño por 100 reales, el grande por 600 reales. Entre la vajilla, se encontraba porcelana de China y algunas fuentes. El matrimonio poseía también platería y un reloj evaluados en 2.002 reales, unos pocos libros, instrumentos relacionados con su profesión y dos fusiles. El ingeniero trajo algunos planos con él, que seguramente dibujó cuando residía en América: mapas del Orinoco, del Amazonas, planos de las costas de la provincia de Cumaná. Las deudas de la pareja sumaban 4.074 reales; los hijos se repartieron los bienes restantes. Estos ingenieros no hicieron fortuna en su profesión.

Al leer estos inventarios, pese a las diferencias aparecen un cierto número de elementos comunes: la presencia de dos uniformes de ingeniero y de espadas (es lógico), los instrumentos necesarios para el ejercicio de su profesión y libros científicos en cantidades importantes. Al principio de su carrera, el ingeniero es trasladado de puesto en puesto. Tiene poco mobiliario y agrupa en unas pocas maletas sus efectos personales para poder viajar. Entre su ropa, se encuentran los uniformes que tuvo que comprar. El pequeño fue evaluado en 100 reales en los inventarios de bienes, aunque en realidad habían costado 900 reales, y el grande o de gala costaba 1.800 reales>[46] y fue valorado en 750 o 600 reales>[47]. Se comprende la razón por la que ciertos ingenieros aprovechaban las subastas para comprarlos. En el inventario de Miguel Marín Truq, el gran uniforme de mariscal de campo fue valorado en 2.400 reales. La espada de ceremonia con mango de plata que acompañaba el uniforme, tenía un valor de un centenar de reales. La peluca podía representar el toque de elegancia suplementaria y era muy corriente en la época.

Los instrumentos de matemáticas son puntos comunes entre los ingenieros>[48]. Podemos tomar como modelo la lista de instrumentos de Pedro Martín Cermeño, estimada en 2.558 reales: varios grafómetros, un estuche de útiles geométricos (tasado en 1.000 reales) con compás, escuadra, un cuarto de círculo, frascos de tinta china, uno de agua de mar, un tintero portátil, una brújula, una caja de lápices, diferentes reglas de marfil y otras ordinarias, un grabado sobre cobre con diferentes figuras, otra caja de piezas para escuadrar. Para Josef Hermosilla y Sandoval, los instrumentos son menos numerosos y han sido valorados en 432 reales>[49]. Otros instrumentos necesarios para su trabajo pueden agregarse a los precedentes: la lupa, pequeños recipientes para hacer la mezcla de colores, pinceles, un mortero, plumas para escribir, cortaplumas, puntas secas y hojas de papel. Los útiles de trabajo de los ingenieros son comunes con los de otras profesiones, como arquitectos o científicos. Otro elemento común entre estos ingenieros es la necesidad de tener una mula o un caballo para poder desplazarse.

Observamos también que suelen poseer retratos de su soberano, a modo de marca de su pertenencia al cuerpo de los fieles servidores del Estado. Enfermo, Josef Hermosilla y Sandoval llega a la casa de su hermano, en Leganés, y trae consigo un medallón de cobre representando la entrada de Felipe V en Nápoles en 1702, otro con Fernando VI por una cara y en el reverso con un mortero haciendo fuego. Este ingeniero, poseedor de un retrato de Fernando VI, parece haber sido un ferviente admirador de la monarquía. Las pinturas religiosas>[50] abundan en los inventarios de la época. También encontramos a menudo entre los diversos papeles de los ingenieros de alta graduación, cartas y planos realizados por ellos mismos o bajo su dirección para su sucesor>[51] o para las plazas extranjeras, mapas comprados>[52]. Son los verdaderos archivos de su labor>[53]. Solamente en un inventario se encontró correspondencia del ingeniero, pero es evidente que existió en otros>[54], pero ésta no debía interesar a los encargados de hacer el inventario. Para terminar, un punto común a todos los ingenieros era poseer ciertas ordenanzas del ejército, reglamentos y libros básicos sobre las matemáticas y el arte de construir fortalezas. Podemos imaginar fácilmente que todos los estudiantes que pasaron por las academias militares conservaron sus cuadernos de clase y los manuales. Gracias al estudio de las bibliotecas vamos a poder perfilar el tipo de lector que era el ingeniero.

C)Las bibliotecas de los ingenieros

Los libros figuran casi siempre en los inventarios de bienes, pero la identificación de éstos se hace difícil a causa de prácticas deficientes. En efecto, la redacción de los inventarios no codifica todo lo que se refiere a las bibliotecas. Podemos encontrar el título aproximativo de libro, el título y el autor, otro con el título solamente o sólo el autor, el lugar de edición, o al fin, todas las informaciones, incluso el formato y el idioma de la obra. Sin embargo, las informaciones más habitualmente conocidas se refieren al título aproximado y que puede corresponder a dos títulos existentes. Para descifrar las bibliotecas, nos hemos basado en diferentes trabajos. Marie-Hélène García>[55] efectuó en su DEA un trabajo preliminar sobre la forma y los fondos de ciertas bibliotecas de ingenieros, trabajo para cual le habíamos proporcionado los archivos. El doctorado, muy completo, de Manuel Reyes García Hurtado>[56] nos sirvió de manera fundamental para los escritos de los militares. Las obras concernientes a la biblioteca del Real Colegio de Artillería de Segovia>[57], así  como la de Jovellanos o la de Verboom>[58] nos han suministrado también la posibilidad de señalar ciertas obras científicas y militares. Los diccionarios nos han sido indispensables en lo que se refiere a libros extranjeros. Fue posible servirnos también de los datos del programa Nicanto que contiene la integridad de los títulos de la bibliografía de los autores españoles del siglo XVIII de Francisco Aguilar Piñal>[59]. Para concluir, recurrimos a la biblioteca de Francisco Sabatini como fuente de indicios sobre los autores, fechas de edición e idioma. Por lo tanto, es necesario precisar de ahora en adelante que esta biblioteca publicada por Juan Antonio Ruiz Hernando>[60] es la trascripción, sin ningún agregado, del inventario. Por lo que puede haber errores cometidos por el redactor y no corregidos por el transcriptor. Pese a todo, esta biblioteca presenta la importancia de haber pertenecido a un jefe del cuerpo de ingenieros y fue redactada en un gran número de casos con el nombre del autor, el título, el año y el lugar de la edición y la lengua en que el libro está impreso. Sin embargo, si toda esta documentación no permite descifrar cada título, al menos nos ayuda a comprender mejor una gran parte de dichas bibliotecas, transcriptas en anexo>[61]. El inventario de los libros aunque precioso, no es más que un espejo deformante de las lecturas.
 
Cuadro 3: presentación general de las bibliotecas en los inventarios de bienes
Apellidos de ingenieros
Fuentes
Identidad
Número de libros
Manera de hacer el inventario
Aedo Espina, Clemente
AGMS 9ª A27
Español, soltero, capitán de ingenieros, fallecido en 1787 en Barcelona
72
Títulos, algunos autores
Ailmer, Ricardo
AGMS 9ª A 50
Irlandés; viudo con niños, brigadier e ingeniero director, fallecido en 1787 en Madrid
40
Títulos, algunos autores, idiomas algunas veces
Amici, Gerónimo
AGMS 9ª A52
Italiano, vive en concubinato, brigadier ingeniero director, fallecido en 1764 en Zaragoza
17
Títulos poco legibles
Hermosilla y Sandoval, Josef Agustín
AGMS 9ª E 35
Español, director de la Academia de San Fernando, ingeniero al principio, fallecido en 1776 en Leganés
189
Títulos, autores, lugares de ediciones, formatos
Juárez Sandoval, Miguel
AGMS 9ª J54
Español, brigadier, ingeniero en jefe, viudo, fallecido en 1792 en Algeciras
24
Títulos y autores
López Mercader, Fernando
AGMS 9ª L 81
Español, capitán ingeniero ordinario, soltero, fallecido en 1785 en Málaga
8
Títulos aproximativos
Marín Truq, Miguel
AGMS 9ª M52
Francés, casado con hijos, brigadier ingeniero director, fallecido en 1764 en Madrid.
51
Títulos 
Martín Cermeño, Pedro
AGMS 9ª M 86
Español, casado con un hijo, capitán general, fallecido en La Coruña en 1790
637
Títulos, formatos, idiomas algunas veces
Parfondri, Diego José
AGMS 9ª P36
Casado con hijos, teniente coronel, ingeniero en segundo, fallecido en Barcelona en 1773
23
Títulos y algunos autores
Roncali, Miguel
AGMS 9aR200
Italiano, casado con hijos, brigadier ingeniero director, fallecido en Cornellá en 1794.
101
Títulos, idiomas algunas veces
Sabatini, Francisco
AGMS 9ª S 107
Italiano, casado con hijos, inspector general del cuerpo, teniente general, fallecido en 1797 en Madrid
628
Títulos, autores, idiomas, formatos, años de edición y lugar
Saliquet, Carlos
AGMS 9ª S 30
Teniente coronel, ingeniero en segundo, casado con hijos fallecido en 1777 en Barcelona
19
Títulos

Estos inventarios del cuadro 3 provienen de ingenieros que habían llegado al final de su carrera o casi. Sus actividades profesionales cubren los años 1730 a 1790. De este modo, estas bibliotecas nos permiten seguir de cerca a sus lectores durante un largo período. Estos hombres no eran todos de nacionalidad española, lo que presenta indiscutiblemente un cierto interés. Cuando sus medios financieros son importantes, la biblioteca está bien surtida y es variada.

Sobre el aspecto exterior de las bibliotecas resumiremos las líneas generales del trabajo de Marie-Hélène García>[62]. Según el estudio de ciertos inventarios donde figuran los formatos de las obras, aparecen dos rasgos dominantes: la representación importante del formato in-8° e in-4°, tamaños fácilmente transportables y menos onerosos, lo que no impide la presencia de formatos mayores para los libros de mayor calidad (arquitectura, artes, historia, hagiografías y diccionarios...). Algunos inventarios que dan los sitios de edición nos han permitido realizar un cuadro de las diferentes procedencias. Aparte de México, citado algunas veces, los libros fueron editados mayormente en Europa. Entre los ocho países representados, España figura a la cabeza, seguida por Francia en segundo lugar como país editor, y a continuación Bélgica, Holanda e Italia. Los países como Inglaterra, Alemania y Dinamarca tienen una presencia en las ediciones muy limitada. Entre las ciudades editoras más citadas tenemos, para España, Madrid, Barcelona y Valencia; para Francia, Parísy  Lyón; para Bélgica, Amberes y Bruselas; y Ámsterdam para Holanda. En esta última ciudad, las publicaciones pueden ser en francés o inglés. Lo mismo sucede con las ediciones en Londres: el lugar de edición no implica la utilización del idioma del país.

Por lo que se refiere a las lenguas empleadas, el castellano es la más usual y cuando el redactor del inventario encuentra un libro en este idioma no juzga necesario mencionarlo. Pero lo más importante en las bibliotecas de los ingenieros reside en la capacidad de éstos de leer obras en lenguas extranjeras. El francés resulta ser la primera lengua extranjera para dichos ingenieros y la más empleada en Europa en el siglo XVIII para difundir las ciencias y las nuevas ideas en todas las cortes europeas. Sin embargo, es cierto que en España, aparte de en la altas esferas, era raro encontrar personas que hablaran otras lenguas. Pero los libros más importantes en el dominio científico, están escritos en francés y por lo tanto es una necesidad profesional conocer este idioma. Se emplea el italiano a menudo para los libros de arte y arquitectura. Sus competencias lingüísticas hacen del ingeniero un lector fuera de lo común. Para poner al alcance de todos ciertos libros esenciales para el desarrollo del país, la monarquía fomentaba las traducciones. El cuerpo de ingenieros, vistas sus competencias, contribuye a esta tendencia. Así es como las obras necesarias para esta profesión son publicadas en castellano y pueden difundirse rápidamente. No hay que olvidar aquí los esfuerzos de la monarquía española durante la segunda mitad del siglo para favorecer la propagación del saber científico que en este momento se desarrolla en Europa>[63]. Dicho cuerpo contribuye igualmente en la redacción de los manuales científicos. Encontramos también ejemplos diferentes: ingenieros extranjeros que debieron aprender el castellano y el francés además de su lengua materna. En las bibliotecas de estos ingenieros sobresale la presencia de libros en la lengua materna: inglés para Ricardo Ailmer Burgo>[64] o italiano para Francisco Sabatini.

Cuanto más importantes son los inventarios, más libros antiguos en lenguas muertas aparecen, como en latín, a veces en griego y excepcionalmente en hebreo. Esas lecturas nos revelan a hombres marcados por una educación hispanista, como Francisco Sabatini o Josef Agustín Hermosilla y Pedro Martín Cermeño. Esa cualidad de lector no es una excepción en la nobleza culta de la época, forma parte de su educación. El estudio del pasado, unido al de obras recientes, constituye también una de las características del hombre ilustrado del siglo XVIII español.

El contenido de las bibliotecas de los ingenieros revela la orientación profesional de sus lecturas>[65]. Ciertos temas aparecen regularmente: matemáticas, ingeniería militar, artillería, arquitectura y todo lo que concierne a la organización del ejército. Podemos decir que estos son los componentes predominantes en dichas bibliotecas junto con los libros en lenguas extranjeras. Manuel Reyes García Hurtado evoca el hecho de que los escritos militares del siglo XVIII en España proceden de las escuelas francesas, prusianas o inglesas. Los militares españoles comienzan a producir sólo en la segunda mitad del siglo>[66]. En el siglo XIX, según el trabajo de Jesús A. Martínez Martín>[67], el aspecto profesional de las bibliotecas técnicas, con predominio de obras extranjeras, se confirma netamente.

 El análisis de las listas de los libros nos ha permitido comprobar la existencia de lecturas convergentes entre estos hombres. En el dominio de la ingeniería militar, Vauban aparece como el verdadero maestro. Las obras como Traité de l’attaque et de la défense des places fortes son muy difundidas, incluso la adaptación hecha por el abad Du Fay>[68]. La traducción al castellano del tratado de Vauban, realizada por Ignacio Sala en 1743, hace que la obra obtenga un gran éxito entre los ingenieros. Para la obra de John Muller, el éxito es igualmente grande. Su tratado de fortificación escrito en inglés, fue traducido por Miguel Sánchez Taramas en 1769. Belidor es el tercer autor más representado en los inventarios. Este hombre publicó entre 1728 y 1737 dos obras que se convierten en los libros de cabecera de los ingenieros franceses>[69] y españoles: La science des ingénieurs, L’architecture hydraulique ou l’art de conduire, d’élever et de mener les eaux, Dictionnaire portatif des ingénieurs. Entre los autores franceses más leídos por los ingenieros, podemos citar a Leblond, Clairac, Lefebure, y Deidier>[70]. Manesson Mallet contribuye a la formación del ingeniero mostrando las prácticas sobre el terreno en su obra Les travaux de Mars ou l’art de la guerre editado en 1648 en París. Pedro Lucuce, ingeniero español y uno de los profesores de la Academia de Barcelona, hace de sus Principios de fortificación>>[71] otra obra de referencia, sobre todo para los jóvenes reclutas de la Academia. Sebastián Fernández de Medrano figura también en los inventarios por El arquitecto perfecto en el arte militar, Geografía o moderna descripción del Mundo, Elementos geométricos de Euclides. Planos de fortificaciones extranjeras y españolas, que sirven de referencia a sus trabajos, figuran en las bibliotecas de estos hombres. Para los tratados de matemáticas, una vez más se buscan las referencias en el exterior como Belidor, Ozanam, Deidier y Lami. Belidor publicó en 1725 en París su Nouveau cours de mathématiques à l’usage de l’artillerie et de génie. Jacques Ozanam redactó obras de referencia como su Dictionnaire mathématique en 1691, o Recréations mathématiques et physiques en 1694, o también La géométrie pratique. En cuanto al abad Deidier, lo volvemos a encontrar en la edición de 1740 con su Calcul différentiel et le calcul intégral. Se trabajaba también con el libro de Bernardo Lami publicado en París en 1740, Elements de mathématiques ou tratié des magnitudes en général o sus Elements de geométrie. Pero también vemos aparecer a los matemáticos españoles, como Bails que escribió un tratado de matemáticas para el uso de las escuelas de infantería en 1772, o Tosca y su Compendio matemático de 1727. Los escritos de Nicolás Bion>[72] sobre la construcción y los principales usos de instrumentos matemáticos permiten perfeccionar la práctica de dichas materias aplicadas a la ingeniería militar. La artillería, otra disciplina ligada a los trabajos castrenses de los ingenieros, está representada entre otros, por las Memorias de artillería de Surirey de Saint Rémy, L’artillerie raisonnée de Leblond, L’artillerie nouvelle de Dupuy. La mayor parte de las obras citadas permitían a los ingenieros estudiar de una manera teórica su profesión y adquirir también una práctica gracias a la experiencia de otros.

Los ingenieros son también militares y, como tales, encontramos en sus bibliotecas numerosos textos referidos al ejército. Las ordenanzas y reglamentos reales, así como los de los otros países, figuran en buen lugar entre las obras de carácter militar: por ejemplo la colección de textos legislativos sobre el ejército, hecha por Josef Antonio Portugués, o las ordenanzas de 1762 y de 1768, comprendidas las del cuerpo de ingenieros más el reglamento del Monte de Piedad de 1761. De la misma manera, existen referencias del estatuto de los militares en Prusia bajo el reinado de Federico II, que conviene destacar como modelo en ese fin de siglo XVIII. Luego vienen los relatos de militares; el caballero de Folard parece ser un escritor muy apreciado en el mundo castrense español. Sus obras aparecen citadas varias veces: Nouvelles découvertes sur l’art de la guerre, de 1724, donde expone su táctica a partir de ejemplos tomados de las batallas, o su Histoire de Polybe avec commentaires, publicado entre 1727-1730, un estudio excepcional de los principios de la guerra, así como un resumen de sus obras titulado L’esprit du chevalier de Folard publicado en 1761 por Federico II de Prusia, que logra un éxito importante. Las reflexiones militares del Marqués de Santa Cruz o las memorias del Marqués de Feuquières o de Montecuccoli son otros ejemplos de lecturas>[73].

La ingeniería civil está representada por obras como las de Gauthier La construction des chemins et des ponts. Augustin Charles Daviler influyó a los ingenieros con su curso de arquitectura y su diccionario de arquitectura civil e hidráulica. La arquitectura está abundantemente representada en ciertos inventarios como los de Francisco Sabatini, los de Pedro Martín Cermeño o Josef Agustín Hermosilla y Sandoval. Encontramos aquí autores antiguos, modernos y contemporáneos. Vitruvio continúa siendo un autor básico, como Vignola, Serlio o Palladio. Vitruvio dejó una obra de referencia con su De Architectura, redactada durante el imperio de Augusto, y fue objeto de numerosos estudios en el siglo XVII, como el de Claude Perrault>[74]. Vignola es célebre por su Tratado de cinco ordenes de arquitectura, publicado en 1563. Paladio escribió su tratado en 1571, mientras que Serlio había publicado el suyo en 1537. En el inventario de Sabatini es evidente su gran interés por la arquitectura, los edificios italianos, lo que es lógico para este arquitecto militar nacido en Italia. Perrault, Blondel, Frézier, Benavente, Bails>[75] son autores conocido por Sabatini, que se interesaba por la arquitectura civil.

En las bibliotecas más importantes vemos que el interés principal de los ingenieros los llevaba hacia los libros científicos (física, química, botánica), de arte, historia y geografía. Las ciencias aparecen>[76] con las obras de La Hire, Copin, Pluche, Derdieu, Lope. Se ve una cierta atracción por el arte de la antigüedad y las excavaciones arqueológicas, los palacios italianos y la pintura inglesa. En las estanterías de la biblioteca de Sabatini y de Pedro Martín Cermeño, encontramos obras sobre Herculano valoradas en 3.000 reales, precio muy elevado. El recurso a los libros greco-romanos les permitía acercarse a la historia antigua, con Julio César, Polibio, Flavio Josefo, Tito Livio, Jenofonte o Salustio>[77]. Otros períodos históricos interesaban también a estos técnicos, como la historia de España, en primer lugar, y la de Méjico o la de otros países europeos, como Francia, Suecia, Irlanda o la de Prusia>[78]. Los ingenieros contribuyeron a la cartografía de las tierras bajo el dominio de la corona española. Por lo tanto, es normal que se interesen por una disciplina dejada un poco de lado a comienzos del siglo XVIII en España, la geografía. Sebastián Fernández de Medrano es una primera referencia con su Breve descripción del mundo, publicada en 1688. La otra referencia es el Diccionario de geografía de Echard, traducido del inglés al castellano en 1730.

En los inventarios de bienes más importantes, siempre está representada la literatura. Hay que distinguir dos categorías: los diccionarios y gramáticas clasificadas en esta rúbrica, presentes en numerosos inventarios, y las novelas, libros de poesía o piezas de teatro. Los diccionarios, como las gramáticas, eran para esos hombres, muchas veces extranjeros o que debían leer libros en otras lenguas, auxiliares de primer orden. El diccionario de Sobrino así como su gramática castellana y francesa son muy comunes. La presencia de otras gramáticas francesas, italianas, inglesas o castellanas es la manifestación de las necesidades de estos hombres confrontados al uso de diversas lenguas. Los gustos literarios eran muy eclécticos. Las obras de la antigüedad como las de Homero, los fabulistas Esopo y Fedro o Aristófanes están bien representadas en todas las bibliotecas de los humanistas de ese tiempo, para los cuales estas obras están en la base de su educación. Pero el interés de los ingenieros los lleva a la lectura de autores más contemporáneos. Notamos cierta preferencia por los títulos españoles y franceses, Les aventures de Télémaque” de Fenelon aparece como un best-seller, así como el Quijote de Cervantes. Quevedo, con su teatro, y Saavedra Fajardo sedujeron a los ingenieros, al igual que Molière, Racine, Boileau y La Fontaine. Montesquieu tampoco era olvidado, lo que muestra una cierta apertura hacia las nuevas ideas, comprendida la educación, con el tratado de educación de las jóvenes de Marie Leprince de Beaumont, llamado Magasin des enfants, publicado en 1757.

La religión no es un tema muy representado en sus lecturas. Los libros fundamentales, como los Evangelios y la Biblia, son los más comunes. En ciertas bibliotecas, por ejemplo las de Francisco Sabatini, la de Pedro Martín Cermeño o Miguel Roncali, el número de obras religiosas aumenta y se diversifica: comentarios sobre los concilios como el de Trento, más frecuentemente las vidas de santos, libros de mística, como el de Kempis  Imitación de Cristo, etc.

Hemos efectuado aquí un rápido recorrido por las bibliotecas de los ingenieros. Los inventarios establecidos en el anexo aportan más precisión sobre cada una de ellas y dan una dimensión más realista de su diversidad. Sin embargo, es necesario retener algunos grandes rasgos generales: en primer lugar, el predominio del aspecto profesional de las lecturas; después, la presencia de numerosos libros en lenguas extranjeras, lo que revela la necesidad para los ingenieros de ser competentes en materia lingüística, pero también muestra la importancia y calidad de las producciones técnicas exteriores; y, finalmente, la obligación para dichos hombres de estar en contacto con los progresos de su tiempo. La gran variedad de ciertos inventarios nos define al ingeniero como preocupado por su cultura humanista, un hombre curioso, a la imagen de los Ilustrados, a los que quiere pertenecer. El ingeniero es un técnico obligado a instruirse constantemente para estar a la altura de su labor. Cuanto más se eleva en la jerarquía, más se incorpora a una cierta elite intelectual.

El nivel de vida de los ingenieros, gracias a sus diferentes situaciones financieras y testamentarias, no es más que un aspecto de la reconstitución de su cotidianidad para darles vida en tanto que hombres de su tiempo. Todo esto nos permitió constatar la variedad de casos existentes; el ingeniero está, como todos los militares de la época, mal pagado y con retraso. Vive con una cierta precariedad financiera debida, entre otras cosas, a los múltiples gastos y desplazamientos que efectúa, precariedad que lo lleva en ocasiones al endeudamiento. Entre los integrantes del cuerpo se dibujan perfiles muy diferentes, no solamente por los niveles de fortuna sino también por los inventarios de bienes. Las diferencias se revelan importantes entre el ingeniero modesto o el que dispone de fortuna. Cuando el primero muere, sus bienes se resumen al contenido de uno o varios baúles, a un mobiliario reducido, unos pocos libros y ningún patrimonio inmobiliario. El segundo tipo de ingeniero tiene un nivel de vida cercano al de la aristocracia, con bienes inmobiliarios, servidumbre, cantidad de muebles, inversiones financieras y una biblioteca impresionante donde se mezclan títulos extranjeros, científicos y literarios. Sin embargo, más allá de estos extremos, vemos aparecer elementos comunes a todos ellos: la posesión de uniformes reglamentarios, de instrumentos relacionados con su profesión y libros de carácter científico. Este estudio nos ha permitido conocer mejor al ingeniero en su medio de vida y definirlo con respecto a la sociedad de su tiempo. El ingeniero no aparece como perteneciente a las elites ricas de la época sino que se mueve más bien en el universo de la clase media, y tiene como característica distintiva el ser un hombre cultivado y de prog un nuevo tipo de elite: la de los técnicos.

Notas

 
[1] Este artículo fue elaborado a partir de un capítulo de mi tesis sobre los ingenieros militares españoles de 1710 a 1803. Traducido con Carlos y Tania Estebán.
[2] AGS GM 2998 Sueldos de ingeniero jefe con mando de brigada y grado de teniente coronel 130 escudos por mes, 6 raciones de pan y de cebada; para un ingeniero segundo con grado de capitán: 100 escudos y 4 raciones; para el ingeniero tercero y teniente: 65 escudos y 2 raciones.
[3] Los sueldos de artilleros en 1709: coronel 75 escudos por mes, teniente coronel 40, capitán 30, teniente 20. Sueldos de ingenieros en 1710, coronel y director 130, teniente coronel y jefe 100, capitán y segundo 65, ordinario y teniente 50. Sueldos de infantería en 1718: coronel 110, teniente coronel 80, capitán 55, teniente 38, subteniente 30.Cifras establecidas por Horacio CAPEL, en De Palas a Minerva..., 1988, página 300.
[4] PORTUGUES, José Antonio, Colección de las ordenanzas reales del ejército, 1764, tomo VI, pág. 799.
[5] AGS GM 2998 El documento escrito por Felipe Crame no lleva fecha. Podemos suponer que fue escrito antes de 1762, año de su muerte. También podemos conocer mejor el periodo como el más cercano a 1756, puesto que hace referencia a los cuerpos de artilleros e ingenieros. La reclamación de Felipe Crame puede haber sido retomada por Maximiliano de la Croix, puesto que en 1764 éste consideraba como sueldos de coroneles directores 220 escudos, de los cuales 40 eran de gratificación, para los coroneles jefe 200 escudos de los cuales 20 de gratificación. Parecería que estos dos hombres no fueron escuchados por el poder. Un escudo vale diez reales de vellón.
[6] AGMS 9a M 52 Miguel Marín Truq utilizó la dote de su primera mujer, 20000 reales, para hacer frente a la educación de sus cuatro hijos. Lo subraya en su testamento.
[7] AGI 1906 Antonio de Murga fue teniente coronel y ingeniero segundo. Destinado a Guatemala en 1765, sale de Cádiz en 1766. Su mujer Joaquina Sotelo y sus hijos se quedan a vivir en Ceuta. Él vuelve a España en 1772.
[8] AGI 1905 Antonio Leyba, teniente e ingeniero extraordinario, manco, es un protegido del Conde de Ricla, se marchó a La Habana. Su madre vivía en Cataluña.
[9] AGMS 9 a M 52
[11] AGI 1906 Juan Amador Courten fue destinado a la provincia de Caracas en 1735. Mientras trabajaba en el proyecto de fortificaciones del Castillo de San Felipe de Puerto Cabello sufrió la afrenta de ver a su mujer, su hijo y su cuñado Vicente Ignacio González encarcelados por deudas y todos sus bienes embargados en su ausencia.
[12] AGS GM 3237 Marc-Antoine Eydoux, ingeniero extraordinario, fue suspendido en 1735. Después de 1740, no queda rastro de él.
[13] AGS GM 3236 Juan de Zahoras fue ingeniero extraordinario. Suspendido en agosto de 1739, se reintegró de nuevo a su puesto en octubre de 1739. Su viaje está tomado a cargo.
[14] AGS GM 2991 Nicolás Constantini, ingeniero ordinario, noble de origen siciliano, fue asesinado por el ingeniero Leclerc en 1723. Leclerc había prestado dinero a Constantini, que había firmado un reconocimiento de deuda. Una noche, este hombre fue a la casa de Leclerc para tratar de robar el papel firmado. Los dos hombres se pelearon y Constantini murió. El superior de Leclerc, D’Harcourt, dice que Constantini había tratado ya de asesinar a sus acreedores y cometido todo tipo de actos cobardes.
[15] AGS GM 3239 Francisco Ibáñez era en ese momento ingeniero segundo. Tenemos pocas informaciones sobre él, aparte de su mala conducta.
[16] AGS GM 3806 Josef Martínez Cáceres, ingeniero segundo, destinado en 1798 a Buenos Aires, donde se queda por lo menos hasta el año 1802, define lo que reduce su sueldo: “correspondencia con los ingenieros destinados a Montevideo y con las patrullas encargadas del relevo de la demarcación de límites sino también en el abastecimiento de papel, colores, cuyos para la formación de planos de que este archivo se hallara absolutamente desprovisto”.
[17] AGS GM 3002.
[18] Referencias en el capítulo 24 de la instrucción de cuenta y razón en los ajustes de provisión del ejército del 20 de febrero de 1786, al título II de las ordenanzas de ingenieros de 1768 sobre sueldos, raciones y existencia.
[19] CAPEL Horacio y otros, op. cit., páginas 298-304.
[20] Los ingenieros en América fueron algunas veces solicitados para hacer planos de casas privadas de familias ricas. Las investigaciones de Ramón Gutiérrez dan algunos ejemplos de esta actitud.
[21] AGMS 9a M86
[22] AGS GM 3076 Relación de los servicios y méritos del teniente coronel de ingenieros Don Carlos Lemaur.
[23] ZYLBERBERG Michel, Une si douce domination. Les milieux d’affaires français et l’Espagne vers 1780-1808., París, 1993, páginas 98,180-181.
[24] AGMS Exp personal L 577 Carlos Lemaur y Lamuraire.
[25] AGMS Pensiones 1186/9/1786.
[26] ZYLBERBERG Michel, op. cit., página 179.
[27] AGMS 9a L 143.
[28] AGMS 9a J 54.
[29] AHPM 24836
[30] AGMS 9a M 86 Testamento de 1787. Pedro Martín Cermeño murió en 1790 en La Coruña.
[31] AGMS 9a S1. RUIZ HERNANDO Antonio, “ La testamentaria de Francisco Sabatini », Francisco Sabatini, 1721-1797, La arquitectura como metáfora del poder, Madrid, 1993, páginas 91-114.
[32] Los capitales fueron invertidos en Madrid (acciones en la compañía de la Buena Fe de artífices y plateros), en Viena (Banco de la Casa del ayuntamiento), en París (en las rentas del Rey de Francia), en Venecia (Casa de la Moneda y depósito viejo del proveedor de oro y de la plata), en Nápoles, (Gavela de un grano y en el banco del Popolo). Estas inversiones van a ser menos interesantes a causa de las guerras revolucionarias.
[33]  Hemos encontrado rastros de bienes en algunos inventarios, como el de Agustín y Abendano, que había heredado en la provincia de Toledo (Polán) una casa y un terreno plantado con 600 olivos y 7000 cepas de viña, que producen 17000 reales por año. AHPM 24836. Francisco Rodríguez Cardoso poseía varios bienes en Montevideo: cuatro casas y, en la proximidad de esta ciudad,  un huerto y casa, un  yeguada  y otros rebaños. Estos bienes fueron valorados por el mismo ingeniero en 30.000 pesos o sea 450.000 reales. Fundó una capilla para su hijo en su propiedad, con un costo  de 2.500 pesos o sea 27.500 reales. AGMS Pensiones 1184/1/1785.
[34] GIL MUÑOZ Margarita, Perfil humano de la oficialidad en el contexto de la Ilustración, Madrid, 1995, pág. 140-173.
[35] GARCIA HERNANDEZ Máximo, Herencia y patrimonio familiar en la Castilla del Antiguo Régimen (1650-1834), Valladolid.
[36]AGMS 9a M 79, pinturas y estampas: 6 laminas de Brilli, 6 pinturas de Matías de Torres, 20 otras pinturas, dos papeles de China cuadrados, un retrato de San Pedro, uno de Santa Rosa, un descendimiento de la cruz, otra tela de San Sebastián, una de San Bruno y otras dos pequeñas.
[37]AGMS 9aM86, 4 cuadros sobre cobre de batallas 1.200 reales, tres retratos de su padre 1.600 reales, uno del marques de la Mina 80 reales, seis pinturas sobre el tema de los dioses de la antigüedad, 300 reales, un retrato de Carlos III, 40 reales, la Adoración de los Magos, 260 reales, un cuadro de San Pedro, 200 reales, la diosa Ceres coronada de flores, San Bruno, algunos paisajes, varios cuadros pintados sobre caoba representando unos cañones, una pintura ecuestre de su majestad, así como otras pinturas por un total de 11.065 reales.
[38] Los hermanos Michel eran escultores de los Reyes de España y dirigieron la Academia de San Fernando. Roberto (1720-1786) era el escultor de Fernando VI y Carlos III, Pedro (1728-1809) el de Carlos IV No sabemos cuál de los dos hizo este busto. En todo caso, su valor era de 1.000 pesos.
[39] Inventario de la biblioteca en el anexo.
[40] AGMS 9a A 27 dos relojes de repetición de oro y diamantes, otro de oro con un retrato y piedras blancas, otros tres relojes de oro, varias cadenas de reloj de oro están inventariadas.
[41] AGMS 9a A 27, once portalápices, una escuadra, un lápiz de metal que sirve de trazador, un pentómetro de plata, una caja de compases, un frasco de tinta de China, 3 lápices de marfil, uno de acero, once de madera y pequeñas paletas de madera para los colores.
[42] Antonio Saliquet compró un gran uniforme por 380 reales. Agustín Bueno y otros compraron libros científicos pero también diccionarios, o libros religiosos. Tomás Buzunariz compró instrumentos de matemáticas.
[43] AGMS9a M52 Tres retratos de un valor de 300 reales, un retrato del rey de 150 reales y un gran cuadro de la Virgen y del niño Jesús de 24 reales y cuatro láminas. Si miramos el inventario de Josef Hermosilla y Sandoval podemos encontrar pinturas religiosas (la Santa Trinidad, Moisés y el pueblo de Israel, Nuestra Señora de Granada, cuadros representando a San Joaquín, Santa Ana, San José ), retratos del Rey y paisajes. Estas pinturas representan la suma de 600 reales, o sea el 5,6 por ciento de sus bienes. Hemos hallado también una cierta cantidad de objetos religiosos: una cruz de bronce, una medalla del bienaventurado Rojas, un rosario de Jerusalén con su cruz, una medalla de Nuestra Señora de Guadalupe.
[44] AGMS  9a C240
[45] AGSM 9a P 83
[46]Estudio Histórico del cuerpo de ingenieros, paginas 591-598.
[47] AGMS 9a E 35 Josef Hermosilla y Sandoval
[48] BLANCHARD Anne, Les ingénieurs du Roi de Louis XIV à Louis XVI, Etude du corps des fortifications. Montpellier, 1979, páginas 313-314. Cita los instrumentos de los ingenieros franceses. El estuche de matemáticas contiene un compás, un compás de proporciones, un porta-lápices, pie real o medio fabricados en diferentes metales según la fortuna del ingeniero. También utilizaban compases más voluminosos con puntas de acero, reglas de cobre o de madera, plantillas de cobre con formas geométricas diversas. Tenían elementos para trabajar el color: tinta china, carmín, cortaplumas y raspadores, tijeras y diferentes materiales de pintura. Sobre el terreno utilizaban diferentes instrumentos de topografía.
[49] AGMS 9a E 35 un estuche de geometría 200 reales, un cuarto de círculo de metal 100 reales, cuatro compases 100 reales.
[50] AGSM 9a R 200 Miguel de Roncali era sin duda un hombre de mucha fe y aficionado a las pinturas. Poseía un relicario, varios cuadros de santos. Hay 14 retratos de mujeres y 42 bodegones.
[51] Miguel de Roncali tenía planos de España, América, las Costas de África.
[52] AGSM 9a R 200 Miguel de Roncali poseía mapas de costas de África, fuertes de España. AGMS 9a A 27 Clemente Aedo y Espina se encontraba en posesión de planos de la s ciudades de Narbona y Tolosa.
[53] Era frecuente que los ingenieros se llevasen estos documentos pero podemos suponer que eran copias de los originales. Por otro lado, si los inventarios se hacían por personal militar acompañados de un ingeniero era para evitar que estos documentos profesionales terminen integrados en la herencia.
[54] AGMS 9a M 86 En el inventario de Pedro Martín Cermeño existen diferentes cajas de archivos donde él conservó sus papeles personales, la contabilidad y su correspondencia (mensajes de felicitaciones por su casamiento y otras misivas…)
[55] GARCIA Marie-Hélène, Les bibliothèques de militaires espagnols au XVIIIe siécle, octubre 1999, Bordeaux, DEA dirección Jean –Marc Buigues.
[56] GARCIA HURTADO Manuel Reyes, El ejército y la literatura histórica española en el siglo XVIII (1700-1808), Santiago de Compostela, septiembre 2000, dirección Ofelia Rey Castelao.
[57] GARCIA HOURCADE Juan Luis, VALLES GARRIDO José Manuel, Catalogo de la biblioteca del real colegio de artillería de Segovia, Segovia, 1989.
HERRERO FERNANDEZ QUESADA María Dolores, Catálogo de la biblioteca del real colegio de Artillería de Segovia, Segovia, 1992.
[58] AGUILAR PIÑAL Francisco, La biblioteca de Jovellanos 1778, CSIC, Madrid, 1984.
MUÑOZ CORBALAN Juan Miguel, "La biblioteca del ingeniero general Jorge Próspero Verboom", Academia, 1995, 80, páginas 343-362.
[59] AGUILAR PIÑAL Francisco, Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII, Madrid, 1981-1995, 8 volúmenes.
[60]  RUIZ HERNANDO Juan Antonio, "La testamentaria de Francisco Sabatini ", Francisco Sabatini (1727-1797), catálogo de la exposición de octubre-diciembre 1993, Madrid, 1993, páginas 91-115.
[61] Para clasificar la biblioteca en anexo, no hemos retomado la clasificación de Francisco Furet en su estudio de la librería del reino de Francia. Quisimos realizar una clasificación más cercana de la temática de las obras.
[62] GARCIA Marie-Hélène estudió los inventarios de Pedro Martín Cermeño y de Josef Agustín Hermosilla y Sandoval sobre este punto. Los otros inventarios que le hemos confiado son los de Miguel Marín Truq, Clemente Aedo Espina, Gerónimo Amici, Ricardo Ailmer Burgo y Diego Parfondri.
[63] GARCIA HURTADO Manuel Reyes, op. cit., páginas 185-197. La creación de la efémera Real Sociedad de Matemáticas en Madrid (1757-1760) da a los ingenieros la función de redactar tratados científicos que tengan en cuenta los progresos de la época. Fue un fracaso debido, entre otras causas, a la intervención de Ricardo Wall. La creación de la Academia de Ávila (1774-1779) bajo la dirección del Conde de O’Reilly reúne a excelentes oficiales encargados de hacer las compilaciones de las obras que se publicaban en Europa y de crear nuevos libros sobre el arte militar en los otros países europeos. Así se ofrecía a los militares españoles un mejor conocimiento de los otros ejércitos. Esta experiencia acabó sin dejar ninguna publicación.
[64] En el inventario de Ricardo Ailmer Burgo, encontramos la clasificación por lenguas de los títulos: 23 en francés, 10 en inglés, 7 en castellano. Aquí nos hallamos en presencia de un hombre de habla inglesa, impregnado de la ciencia francesa y trabajando como ingeniero en España.
[65] Proporción de los libros profesionales / otros en los pequeños inventarios: inventario de Diego Parfondri 12/23; Clemente Aedo Espina 40/72; Miguel Juáez y Sandoval 16/24; Carlos Saliquet 14/19; Ricardo Ailmer 16/40.
[66] GARCIA HURTADO Manuel Reyes, op. cit., páginas 268-270.
[67] MARTINEZ MARTIN Jesús A, Lectura y lectores en el Madrid del siglo XIX, Madrid, páginas 110-114. El porcentaje de libros técnicos en la biblioteca de los arquitectos e ingenieros es muy importante. El autor encontró bibliotecas como la del ingeniero de minas José Ezquerra donde no figura ningún libro de filosofía, de religión o de literatura. Uno de cada dos libros de materia científica está escrito en una lengua extranjera, el francés y el italiano son dominantes.
[68] DU FAY abad, Manière de fortifier selon la méthode de Monsieur de Vauban, 1691.
[69] BLANCHARD Anne, op. cit., páginas 316-318 estudió de las bibliotecas de los ingenieros del Rey.
[70] LEBLOND, Abbad, Elemens de fortification, Paris 1763. Elemens de la guerre des sièges contenant l’artillerie, l’attaque et la défense des places, Paris 1743. Traité de la défense des places, Paris, 1763. Dictionnaire portatif de l’ingénieur. Paris, 1755. CLAIRAC Louis Andre de La Mamye de, L’ingénieur de campagne ou traité de la fortification passagère, Paris 1749. LEFEBURE, Œuvres complètes, L’art d’attaquer et de défendre les places, essai sur les mines. Maastricht, 1778. DEIDIER, Abbad, Le parfait ingénieur françois ou la fortification offensive et défensive contenant la construction, l’attaque et la défense des places régulières et irrégulières selon les méthodes de Monsieur Vauban et des plus habiles auteurs de l’Europe qui ont écrit sur cette science, Paris, 1742.
[71] LUCUCE Pedro, Principios de fortificación que contienen las definiciones de los términos principales de las obras de plaza y de campaña con una idea de la conducta regularmente observada en el ataque y defensa de las fortalezas dispuestos para la instrucción de la juventud militar. Barcelona, 1772.
[72] BION Nicolas, Traité de la construction et des principaux usages de la construction des instruments de mathématiques, Paris 1725. Primera edición, 1705.
[73] NAVIA OSSORIO Álvaro, Marqués de SANTA CRUZ, Reflexiones militares, Paris 1730. Marquis de FEUQUIERES, Mémoires de M. le marquis de Feuquières, Teniente general de los ejércitos del rey, contiene sus máximas sobre la guerra y la aplicación de los ejemplos a las máximas, París 1731. MONTECUCCOLI, Memorias, Hambourg, 1740.
[74] Claude Perrault escribió en 1673 Les dix livres d’architecture de Vitruve  y en 1683 L’ordonnance des cinq espèces de colonnes.
[75] BLONDEL Jean-François, Cours d’architecture, París, 1788. BENAVENTE Miguel, Elementos de arquitectura civil, Madrid, 1763. FREZIER Amédée-François, La théorie et la pratique de la coupe des pierres et des bois pour la construction des routes et autres parties des bâtiments civils et militaires ou traité de stéreotomie à l’usage de l’architecture, París, 1768. BAILS Benito, Arquitectura civil, Madrid, 1783.
[76] DERDIEU, Mesure des solides, París, 1740. DERDIEU, La mécanique générale, París 1771. LA HIRE, Traité de mécanique. COPIN, Elementos de ciencias. PLUCHE Abbad, Le spectacle de la nature ou entretiens sur les particularités de l’Histoire Naturelle. La Haye, 1743-1753, L’histoire du ciel, París, 1739. La primera obra citada corresponde a una enciclopedia destinada a la juventud en 8 tomos. El segundo es un estudio de las diferentes religiones y sistemas del mundo. LOPE Tadeo, es al comienzo de su carrera un ingeniero militar y bifurca luego hacia la ingeniería cosmográfica. Pero es sobre todo su saber científico lo que lo lleva a enseñar al seminario de nobles de Madrid. Este hombre está en la vanguardia del saber. Tradujo los Elements de physique théorique et expérimentale  de Sigaud de Laffond en 1787-1789. En 1792 hizo un resumen de las experiencias de Sigaud de Laffond sobre los fenómenos eléctricos y entre 1793-1795 tradujo las  Leçons d’Histoire Naturelle et de chimie  de Fourcroy.
[77] César está presente con los comentarios sobre las guerras gálicas. Flavio Josefo, historiador hebrero, fue célebre por su descripción de las guerras judías contra Roma, o por sus Antigüedades judaicas. Tito Livio y Salustio abordaron la historia de Roma. Jenofonte contribuyó al mito de Ciro el Grande con la Ciropedia.
[78] Juan de Mariana es el más representado de los autores debido a su historia de España, publicada en 1669. En la historia universal, tenemos a Jacques Béningne Bossuet y Claude François Xavier Millot que son citados varias veces. Silvester O’Halloran retrató la historia de Irlanda que interesa a Ricardo Ailmer Burgo ingeniero originario de ese país. El Marqués de Quincy permite seguir el reinado de Louis XIV y el libro de Voltaire, el de Carlos XII de Suecia. En estas lecturas se nota un interés por los dos reinados citados más arriba o el de Federico II de Prusia.
 
 
Siglas
 
AGMS: Archivo General Militar de Segovia
AGS: Archivo General de Simancas
GM: Guerra Moderna
AHPM: Archivo histórico de los protocolos de Madrid.
 
Bibliografía
 
AGUILAR PIÑAL, F.. La biblioteca de Jovellanos [1778]. Madrid: CSIC, 1984.
AGUILAR PIÑAL, F. Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII. Madrid: CSIC, 1981-1995.
BLANCHARD, A., Les ingénieurs du Roi, de Louis XIV à Louis XVI. Etude du corps des fortifications. Montpellier: Université de Montpellier, Centre d’Histoire militaire, 1979.
CAPEL, H., Galland-Seguela, Martine, Les ingénieurs militaires espagnols de 1710 à 1803: étude prosopographique et sociale d’un corps d’élite. Biblio 3W, Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales, Universidad de Barcelona, vol. VIII, n° 471, 5 de noviembre de 2003.

CAPEL, H., GARCIA, L., MONCADA, J. O., y otros. Los ingenieros militares en España siglo XVIII, Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1983.

CAPEL, H., SANCHEZ, J. E., MONCADA, O. De Palas a Minerva. La formación científica y la estructura institucional de los ingenieros militares en el siglo XVIII. Barcelona / Madrid: CSIC, Serbal, 1988.

GALLAND-SEGUELA, M. Les ingénieurs militaires espagnols de 1710 à 1803: étude prospographique et sociale d’un corps d’élite. Tesis para la obtención del grado de doctor del EHESS, bajo la dirección de Bernard Vincent, París, 27 de septiembre de 2003.

GARCIA, M. H. Les bibliothèques de militaires espagnols au XVIIIe siècle. Bordeaux: DEA bajo la dirección de Jean-Marc Buigues, 1999.

GARCIA HERNANDEZ, M. Herencia y patrimonio familiar en la Castilla del Antiguo Régimen (1650-1834). Valladolid: Universidad de Valladolid, 1995.

GARCIA HOURCADE, J. L., VALLES GARRIDO, J. M. Catálogo de la biblioteca del real colegio de artillería de Segovia. Segovia: Academia de Artillería de Segovia, 1989.

GARCIA HURTADO, M. R, El ejército y la literatura histórica española en el siglo XVIII (1700-1808). Santiago de Compostela: tesis doctoral bajo la dirección de Ofelia Rey Castelao, 2000.

GIL MUÑOZ, M. Perfil humano de la oficialidad en el contexto de la Ilustración. Madrid: Ministerio de defensa, 1995.

HERRERO FERNANDEZ QUESADA, M. D. Catálogo de la biblioteca del real colegio de Artillería de Segovia. Segovia: Academia de Artillería de Segovia, 1992.

MARTINEZ MARTIN, J. A. Lectura y lectores en el Madrid del siglo XIX. Madrid: CSIC, 1992.

MUÑOZ CORBALAN, J. M. La biblioteca del ingeniero general Jorge Próspero Verboom. Academia, 1995, 80, p. 343-362.

PORTUGUES, J. A. Colección de las ordenanzas reales del ejército. Madrid: Imprenta Real, 1764.

RUIZ HERNANDO, J. A. La Testamentaria de Francisco Sabatini. In Francisco Sabatini, 1721-1797. La arquitectura como metáfora del poder. Madrid: Electa, 1993, p.91-114.

ZYLBERBERG, M. Une si douce domination. Les milieux d’affaires et l’Espagne vers 1780-1808. Paris: Histoire économique et financière de la France, 1993.


ANEXO.- ALGUNAS BIBLIOTECAS DE INGENIEROS EN INVENTARIOS DE BIENES.

En estas listas, la trascripción de los autores o títulos de libros está hecha en francés. Cuando no se encontró el verdadero título, pusimos el título del inventario con la ortografía del redactor de la época.
 
 
 
Biblioteca de Ricardo Ailmer Burgo
AGMS 9a A 50
Fallecido en Barcelona en 1788; brigadier y ingeniero director
Autores  Títulos
Duque de Arcos 
Representación contra el voto de Santiago
Muller Juan (traducido del inglés al español por Miguel Taramas)
Tratado de fortificación
 
Ordenanzas militares
Sañez Reguart Juan (en castellano)
Cartas críticas de Constantini
Copin Miguel
Elementos de ciencias
 
Tratado de paz entre el rey nuestro señor  y el rey de Gran Bretaña
 
Nuevo método para los ajustes de provisión del ejército
Belidor
Cours de mathématiques
Belidor
Arquiitectura hidráulica
Chevalier de Clairac
Ingénieur de campagne
Vauban
Manière de fortifier
De Rouge
Le parfait aide de camp
Gautier
Traité des ponts
Folard
L’esprit du chevalier Folard
De La Hire
Traité de mécanique
Belidor
La science de l’ingénieur
Lamy Bernard ( RP)
Les éléments de géométrie
Gautier
Traité des chemins
Le maître de Sacy
Histoire de la Bible
Pere d’Orleans
Histoire de révolutions en Angleterre
L’abbé Ladvocat 
Dictionnaire historique
Bossuet
Discours sur l’histoire universelle
Lemaître de Claville Carles François
Traité du vrai mérite de l’homme considéré dans tous les âges
Cesar
Commentaires
Desmeunier
Voyages de  Bridone
Live d’Epinay Madame de la
Les conversations d’Emilie
Madame Le prince de Beaumont
Magasin des enfants
Sejournant
Dictionnaire espagnol 
 
Ménage des champs
Granville lord de
Peinture de l’Angleterre
O’Halloran  Silvester
Introduction to the study of the history and antiquities of Ireland
O’Halloran Silvester
A general history of Ireland
 
The Life and Reign of Queen Anne
 
Universal etimological english dictionary
Swift Jonathan
Remarks on the life and writings 
 
A new account of the cast indies
 
History of the life and reign of the Czar Peter  the great
 
History of Francis Eugene Prince of Savoy
Juvenal
Les satyres de Persius
 
Entertainments for lents

 
Biblioteca de Clemente Aedo Espina
Caballero de la orden de Santiago, capitán ingeniero
Fallecido el 09/01/1787 en Barcelona
Alba y Viamont, Diego de
El perfecto capitán
Amstrong, José (traducido del inglés por Lasierra y Navarro José Antonio)
Historia de Menorca
Bélidor
Curso de matemáticas
Bélidor
Diccionario del ingeniero
Bélidor
Ciencia de ingenieros
Bing (traducido del francés  por Antonio Rato)
Testamento político del Almirante Bing
Biourt
Elementos de matemáticas
Bossuet
Historia universal
Buffon
Elementos de historia
Cervantes
Don Quichotte
Chantreau, Pedro Nicolás
Tratado de ortografía  francesa
Dacier, Andrés
Vida de los hombres ilustres de Plutarco
Daviler
Curso de arquitectura
Echard
Diccionario geográfico
Feuquières
Memorias
Folard
Nuevos descubrimientos sobre la guerra 
Folard
Espíritu militar
Fontaine
Virgilio en francés
Gautier
Tratados de puentes y caminos 
La Martinière
Diccionario de cirugía
Lacroix
Geografía 
Leblond
Ataque y defensa de plazas por el maestro
Leblond
Artillería racionada 
Legislación
Ordenanzas de ingenieros
Legislación
Reglamento del Montepío Militar
Lemaître de Claville, Charles François
Tratado del verdadero mérito
Lucuce
Principios de fortificación
Lucuce
Medidas militares
Martino, Nicolás
Geometría práctica
Montecuculi
Memorias
Muller
Tratado de  Muller
Polybe
Historia 
Puisegur
Arte de la Guerra
Racine, Louis
La Religión
Rollin
Historia romana
Sala
Defensas de plazas de Vauban
Sánchez Taramas, Miguel de 
Tratado de fortificación
Sansouci
El Filósofo
Sanz Raimundo
Diccionario militar
Saxe, Herman de 
Rêveries de saxe
Sobrino
Diccionario francés-español
Vosgieu
Diccionario geográfico
Ward
Proyecto económico
 
Aplicación de la matemática a la táctica
 
Atlas grande
 
Bible
 
Diccionario de los descubrimientos a la rustica 
 
Dictamen de un militar sobre Folard
 
El viajero francés
 
Ensayo de fortificación 
 
Ensayo de táctica
 
Memorias de matemáticas y física
 
Oficio de la semana santa
 
Principios fundamentales de la construcción de las plazas a la rustica
 
Sinónimos franceses
 
Tratado de aritmética
 
Tratado de geometría
 
Vida de Alfonso Blas de Hirias

 
Biblioteca de MIGUEL DE RONCALI
Brigadier e ingeniero director, AGMS 9a R 200, Conde de Roncali
Fallecido en Santa María de Cornellá, cercana a Barcelona, en 1794
Almeida
El hombre feliz
 
Bélidor
La science de l’ingénieur dans la conduite des travaux de fortification et d’architecture civile
Paris 1729-1739-1754
Français
Bélidor
Architecture hidraulique ou l’art de conduire, d’élever et de mener les eaux
Paris 1737
Français
Bélidor
Dictionnaire portatif de l’ingénieur
1755
Français
Bélidor
Cours de mathématiques
 
Bélidor 
Le bombardier françois ou nouvelle méthode de jetter les bombes avec précision
Amsterdam 1734
Français
Bielfeld
Instructions
 
Bitainvieu
L’art universel des fortifications françoises, holandoises, italiennes et espagnoles
 
Borda Jean Charles de 
Tables de sinus tangentes et secantes
 
Bossuet 
Historia universal
 
Chempis o Kempis
Imitación del Cristo
 
Corachan
Aritmética
 
Cugnot
Fortifications de campagne
 
Déidier, abbé
Le parfait ingénieur françois ou la fortification offensive et défensive contenant la constrution, l’attaque et la défense des places régulières et irrégulières selon les méthodes de monsieur de Vauban et des plus habiles auteurs de l’Europe qui ont écrit sur cette science
Paris 1742
Français
Desormeaux 
Abrégé chronologique de l’Histoire de l’Espagne
 
Dupuy
L’artillerie nouvelle 
1771
Echard
Diccionario geográfico
 
Fenelon
Aventuras de Telémaco
 
Fernández de Medrano Sebastián
Breve descripción del mundo
 
Fernández de Medrano Sebastián
Elementos de Euclides
 
Gauthier
Traité des ponts
Paris 1728
Français
Gauthier
Traité de la construction des chemins
Paris 1765
Français
Guerrero de Torres, Centurión  (trad . de Leblond)
Ciencia de militares
Cádiz 1757
Iriarte
Obras
 
Isla José, Francisco de 
Aventuras de Gil Blas de Santillana 
 
Junco y Pimentel, Manuel (traducido de la obra en chino)
Economía o regla de la vida humana
 
L’abbé Du Fay
Manière de fortifier selon la méthode de monsieur de Vauban
Paris 1718
Français
L’abbé Millot
Histoire universelle
 
Leblond
Elemens de fortificación
 
Leblond
L’artillerie raisonnée
Paris 1776
Français
Leblond
Elemens de tactique 
Paris 1758
Leblond 
Défense des places
 
Leblond
Traité de l’attaque des places
 
Legislación
Ordenanza e instrucción para la enseñanza de las matemáticas
 
 
Ordenanzas de 1762
 
 
Ordenanzas de instrucción
 
López de Ayala, Antonio
El sacrosanto y ecuménico concilio de Trento 
 
Lucuce, Pedro
Principios de fortificación
 
Madame Le prince de Beaumont
Almacén de niños
 
Manesson, Mallet
Les travaux de Mars
 
Martínez Gómez Gayoso, Benito
Gramática castellana
 
Montesquieu
Œuvres en 6 tomes
 
Navia Álvaro, Marqués de Santa Cruz
Reflexiones militares
Paris 1730-Turin1742
Castellano
Ozanam, Jacques
Recréations mathématiques et physiques
 
Palafox
Cartas
 
Portugués
Colección general de las  ordenanzas militares
Madrid 1764
Robbe
Nuevo método para aprender la geografía
 
Rollin
Historia de las artes
 
Saint Rémy Surirey
Mémoires d’artillerie, où il est traité des mortiers, pétards, arquebuses a croc, mousquets, carcases, granades, etc. De la fonte des pièces, de la fabrication du salpêtre et de la poudre, des ponts, des mines, des charettes et chariots; des chevaux et generalement de tout ce qui dépend de l’artillerie, tan par mer que par terre.
Amsterdam 1702
Textos religiosos
Concilii tridentini 
 
 
Ritual carmelitano
 
Trad. Anónima en francés
Instrucción militar cristiana
 
Vauban
Traité de l’attaque et de la défense des places 
 
Vázquez Girón
Atlas elemental
 
Vignole
Traité  des cinq ordres d’architecture
1563
 
Academia domestica
 
 
Acto de accesion
 
 
Advertencias para la medida y calculo de los montes o excavación en terrenos irregulares
 
 
Afectos y conversaciones de una alma a dios
 
 
Almacén tesoro de protección
 
 
Ayuda militar
 
 
Camino del cielo
 
 
Ciencia de corte
 
 
Conversaciones familiares
 
 
De la Historia del norte
 
 
Desengaño al publico
 
 
Destrucción y conservación de los expositos
 
 
Diario de la guerra de Portugal
 
 
Diccionario de la lengua castellana
 
 
Doctrina cristiana
 
 
Dos libros de oraciones
 
 
El curso de matemáticas
 
 
El libro de la infancia
 
 
Epitome de la eloquencia española
 
 
Exercicios de la divina pastora
 
 
Finezas de Jesús
 
 
Geografía
 
 
Geografía con planos
 
 
Geografía de los niños
 
 
Gramática de la lengua francesa
 
 
Histoire de François 1er
 
 
Il Re pastore
 
 
Informe de la imperial cuidad de Toledo
 
 
Instrucción de Federico segundo rey de Prusia
 
 
Itinerario español
 
 
Juguete de la Niñez
 
 
La campaña de Manfredonia
 
 
La trigonométrie rectiligne sphérique
 
 
Lecciones de comercio
 
 
Meditación de la divina pastora
 
 
Método nuevo de aritmética
 
 
Perdida de España
 
 
Preservación de las viruelas
 
 
Reducción de monedas
 
 
Reglas de la buena crianza
 
 
Relaciones modernas
 
 
Remarques sur la langue française
 
 
Semanas santas
 
 
Vida de la Virgen Nuestra Señora
 
 
Vida de Santa Ana
 

 
Biblioteca de Pedro Martín Cermeño
Cote AGMS 9a M 86
Nacido en Melilla en 1722. Fallecido en La Coruña en octubre de 1790
Autores
Títulos
Abbé Deniná
Oración Apologética a favor de España y su mérito 
Agnesi
Institucioni analitichi
Agustín, Antonio
Armas y linajes de España
Agustín, Antonio
Medallas
Alba y Viamont, Diego de 
El perfecto capitán
Alonso de Arce, José
Dificultades vencidas y curso natural en que se dan reglas especulativas y prácticas para la limpieza y aseo de las calles
Alos y de Rius, Antonio, marques de 
Carta, instrucciones y relación de servicios del gentilhombre Marques de Alos
Álvarez de la fuente ,José
Diario histórico
Álvarez de la Fuente, José
Sucesión pontificia
Anson
Viaje
Argensola
Anales de Aragón
Argote
Nobiliario de Andalucía
Aristote
La Poétique
Arroyo (José, Fray)
Confesiones de San Agustín
Artiaga (Francisco Antonio)
Eloquencia Española
Aviles 
Advertencia al príncipe
Baquero (Francisco de Paula)
Disertación Apologética 
Barattiere
Arquitectura
Barbadiño RP
Verdadero método de estudiar
Bareti, Josef
Gramática Española e inglesa
Belidor
Arquitectura hidráulica
Belidor
Ciencia de ingenieros
Belidor
Diccionario Portátil para los ingenieros
Bélidor
Curso matemático
Berni y Catala,  José
Índice de las leyes  de las siete partidas del rey Alfonso el sabio (copiado por Gregorio López de Tovar en 1576)
Berni y Catala (Juan Baptista)
Filosofía Racional
Blondel
Tratado de fortificación
Bocanegra y Jibaja, Francisco Alejandro
Juicio del mundo y carta pastoral 
Bocanegra y Jibaja, Francisco Alejandro
Sermones 
Bombelles
Advertencias para el Servicio diario de la infantería
Bombelles, Conde de 
Evoluciones para la infantería
Boncuore, Orlando
El vellón de oro conquistado
Bonier
Arte militar
Bosch Centellas y Cardona
Guirnalda mística formada en el año
Botero
Razón de Estado
Brancache
Preceptos militares
Brancacho Lelio (Traducido del italiano por Ildefonso Scavino)
Cargos y preceptos militares
Bravo Lorente
Tratado de escuadrones
Bru de Ramon (Juan Baptista)
Colección de Láminas que representa los Animales y Monstruos del Real gabinete
Buffon
Historia Natural 
Burillo (Pedro)
Descripción del R. de Portugal
Carcales
Historia de Murcia
Carcamo, Miguel
La conducta del sabio en los varios estados de la vida
Casant 
Escuela de fortificación
Casatillo de (M)
Señales de la Escuadra
Castellet
Instituciones físicas
Castiotto
De fortificación
Castro y Ascarraga, Pedro
Construcción y Compás de proporción
Caus
Fuerzas movientes
Cerda, Tomas
Curso matemático
Cervantes
Don Quichotte
Cervantes
Don Quijote
Cervantes
Novelas
Cervantes
Persiles y Sigismunda
Cervantes
Galatea dos tomos, y otro del viage al Parnaso
César
Comentarios 
Cicerón
Œuvres
Cicerón
La Ley Agraria
Collado 
De artillería
Coloma, Eugenio
Obras
Colon de Larreategui (Félix)
Juzgado Militar
Comas
Questiones dialecticas
Corachan
Aritmética
Corbera
Cataluña ilustrada
Cornide de Folgueira y Saaved (José)
De los Peces y otras Producciones de la Costa  de Galicia
Coronelli
Ciudades, fortalezas y puertos principales de Europa
Dalmares
Disertación histórica
Daviler
Arquitectura civil
De Foe, Daniel
Robinson Crusoe
Deleyre, Alexandre
Le genie de Montesquieu
Delfino
Anglais
Diembrecht, Gerardo 
Gobernador de Bellaguardia
Dogen
Arquitectura de fortificación
Domec Agustín Antonio (Père)
Disertación sobre las excelentes virtudes de la magnesia blanca o leche de tierra
Dormer
Anales de Aragón
Duc de Cardona 
Geometría militar
Escario, Pascual
Fomento para la hilaza al torno en la ciudad de Orense
Esguilius, Martín
Regla militar
Esopo
Fábulas
Estenhard
Destreza de armas
Estrada 
Población de España
Estrada, Famiano
Guerra de Flandes
Faicholate
Calepino de las siete lenguas
Fajardo 
Resumen historial de los tratados de paz…
Fajardo
República Literaria
Fajardo
República Literaria
Fay Abbe de 
Método de fortificar las plazas según el mariscal de Vauban
Feijoo 
Teatro crítico
Fenelon
Aventuras de Telémaco
Fernández de Medrano
Breve tratado del Ataque y defensa de una Plaza en verso
Fernández de Medrano, Sebastián 
Varias obras : arquitectura, el perfecto bombardero, elementos de Euclides, geografía
Fernando
Distribución de los premios de la Academia 
Ferrer Bartolomé
El curioso arquitecto
Feuquières, Marquis de 
Memorias militares
Flechier Esprit
Historia del cardenal de Cisneros
Flores 
Medallas de España
Flores  de Setien y Huidobro, Enrique
Clave Historial
Flores de Setien y Huidobro, Enrique
España sagrada y completa 
Fombert, Carlos Antonio
De arquitectura moderna
Fontanan
De arquitectura
Franchi
Unión del Portugal a Castilla
Frère, Josef
Obras
Frolich
Arquitectura militar
Fuente
Mística
Gandara
Armas y triunfos de Galicia
Gandara
Triunfos de las armas de Galicia
García de la Huerta (Vicente)
Tratado del  Gobierno de los Príncipes por San tomas
García de Paredes, Diego
Relación breve de su tiempo
Garibay
Historia de España
Garma, Xavier
Teatro universal
Gautier, Jean-François
Tratado de caminos puentes y calzadas duplicado
Gioco
Ejercicio militar
Girava
Cosmografía y geografía
Gómez
Primero, segundo y tercer titulo, leyes de toros y las varias
Goudard, Ange 
Intereses de la Francia mal entendidos
Goyeneche (Fransisco Javier)
Comercio de Olanda
Gracian
Obras
Grenville, William
Pinturas de Inglaterra
Grivilio
La libra
Guerea (Ignacio)
Los Libros de los Reyes
Guevara
Menosprecio de corte
Guglielmini, Dominico
Tratado físico matemático
Guischardit, Carlos
Memorias militares
Gulón
Ataque y defensa de plazas
Gumilla, José 
El Orinoco ilustrado
Gutiérrez de los Ríos y 
El Hombre practico diversos varios dupl.
Henríquez de Villegas
Tratado de fortificación
Herbella
Hechos prácticos de la real audiencia de Galicia
Herigon
Curso matemático
Herigon
Tablas de tangentes y secantes
Herraiz, Antonio
Los cuatro místicos ríos del paraíso de la iglesia  de Cartagena
Herrera
Agricultura general
Homère
Obras grecolatinas
Hornero, Calixto
Retórica de Granada
Huerta y Vega (Francisco Javier Manu)
Anales de Galicia
Huerta y Vega, Francisco Javier Manuel
Anales de Galicia
Hugo Herman, padre jesuita
Sitio de Pozeda
Ibáñez
Disertaciones ecclesiasticas
Isla,  Padre José Francisco
Compendio de la historia de España
Isla (José Francisco de)
Cartas de Juan de la Encina y Finiquito de varias y enredadas …
Isla (José Francisco de)
Aventuras de Gil Blas de Santillana
Isla Francisco José
La juventud triunfante
Isla, Padre de
Colección de Papeles Críticos Apologéticos por en 2 tomos en 1
Jiménez
Honra militar
Jiménez (Francisco)
Hechos de los Apóstoles
Jiménez (Francisco)
Epístolas de San Pablo
Juan, Jorge 
Exámenes marítimos
Junco y Pimentel (Manuel)
Economía de la Vida Humana
Justin
Historia Universal
Kresa
Elementos de Euclides
La Fontaine
Noticias y cuentos
Lacroix, Nicolás
Diccionario geográfico moderno
Ladvocat, Abbé
Diccionario histórico universal
Laguna, Alejandro
Explicación de la bula de la Santa Cruzada
Lami
Matemáticas
Lampillas, Francisco Javier Abbad 
Ensayo histórico apologético de la Literatura española traducido del italiano por doña Josefa Amar y Borbón.
Lanveina
Comentarios políticos
Laripa
Corona real del Pirineo
Laugier de Tassy
Historia de Argel
Le Tasse
Nueva Jerusalén
Lechuga, Cristóbal
Obras
Lecoque, Madeleine
Servicio ordinario de la caballería
Legislación
Ordenanza de manejo de arma
 
Ordenanzas de contratación de Bilbao
 
Ordenanzas de correos marítimos
 
Ordenanzas de la audiencia de Galicia
 
Ordenanzas de la real audiencia de Cataluña
 
Ordenanzas de los ingenieros de la Marina
 
Ordenanzas de Madrid
 
Ordenanzas del hospicio de la ciudad de Oviedo
 
Ordenanzas militares
 
Ordenanzas militares 
 
Ordenanzas para la infantería del rey
 
Recopilación de leyes
 
Reglamento de los ingenieros para contribuir al alivio de sus viudas y huérfanas
 
Reglamento para la caja de viudas del cuerpo de ingenieros
Lerragois (traducido por Antonio Pagan)
Costumbres de los romanos
Loguilba, Juan de 
Meditaciones de Jesus Christi
López, Isidro
Correspondencia de Cicerón
Lorenzo de San Nicolás
Arte y uso de arquitectura
Loschi
Compendio histórico
Lovo, Gerardo
Obras 
Lucuce
Curso matemático de la real y militar academia de Barcelona
Lucuce, Pedro
Advertencias para la medida  y calculo  de los desmontes o excavaciones en terrenos irregulares
Lucuce, Pedro
Medidas militares
Luis de Granada
Alimento Espiritual 
Malahavehar, Juan Ignacio de 
Vida del cardenal Cisneros
Mañer(Salvador José)
Ortografía Castellana
Manesson, Mallet
Los trabajos de Marte
Marán y Mendoza (Joaquín)
Historia de la Milicia Española 
Mariana
Historia de España
Mariotte
De estática
Martell
Anales del mundo
Martín Escoiquiz (Juan)
Parecer s. el manejo del Arma
Martines Pingarron, Manuel
Origen y ciencia de las medallas
Masden
Historia critica de España y de la cultura española en todo genero
Maupin, 
Arte de hacer el vino, traducido del francés por Antonio Sañez Reguart
Mayans Siscar (Gregorio)
Ortografía de la Lengua Castellana
Mediana
Obras
Medina, Bárbara
Examen de fortificación
Mendoza
Guerras de Granada
Mengs, Rafael Antonio
Obras
Merino Jesucristo (Andrés) Cizeron
Oraciones Selectas
Mesa
Joranda de Africa
Mina, Marques de la 
Maximas para la guerra
Molière
Obras
Monroe, Donald, 
Ensayo de conservar la salud de los soldados en campaña, traducido del inglés por Rafael Ellerker y Manuel Fernández Barea
Montecuculi
Memoria y arte de la guerra
Montemar, Duque de 
Avisos militares
Montemar, Duque de 
Avisos militares
Moradel
Compendio de los Preludios del Arte Militar
Morales
Viaje por orden de SM el rey Felipe II a los reynos de León, Galicia , principado de Asturias
Moreno de Vargas, Bernabé
Nobleza de España
Moreno de Vargas, Bernabé
Nobleza de España
Moya 
De aritmética
Moya, Antonio
Rasgo heroico Declaración de las empresas, armas y blasones
Muller
Tratado de fortificación 
Muñoz
Discurso político
Mut
Arquitectura militar
Navarro Mas y Marquet (José Alberto)
Memorial sobre los vinos
Nebrija, Antonio
Obras
Necker
Compte-rendu au Roy
Necker
Las Obras
Nicolás, Antonio
Censura de historias fabulosas
Oliver 
Método de viajar
Olmo
Descripción del orbe
Orguiri (José)
Curiosidades de la Naturaleza s. el fomento de la Agricultura y Jardinería
Ortega
Jerarquia ecclesiástica militar en España
Ortega
Bula Militar
Ortega
Numerazo de quatro Esquadrones
Ovide 
Metamorfosis
Ovide
Obras 
Oya y Ozores, Francisco
Leyes penales  de la milicia
Ozanam, Jacques
Tablas de las tangentes y secantes
Padilla y Arcos
Curso de la academia de guardias de corps
Palacios
Pharmaceutica chimica galenica
Pasqual
Disert. Dogmática en Francés sobre la Comunión
Patricio
De reyno
Pérez
Secretario y consejero
Pinciano
Philosophia antigua
Piquer
Física Moderna
Piquer
Lógica moderna
Pluche, Abbé
Espectáculo de la naturaleza 
Polo, Jacinto
Obras
Ponz, Antonio
Viage fuera de España
Ponz, Antonio
Viages de España
Ponz y Piquer (Antonio)
Comentarios de la Pintura
Portocarrero
Teatro monárquico de España
Portugués
Recopilación de las ordenanzas militares
Portugués (José Antonio)
Ordenanza Militares y falta el tomo Sexto
Portugués, Josef Antonio
Colección de las ordenanzas militares 
Prosperi, Félix
De fortificación
Puga y Rojas, Tomás
Compendio militar
Puysegur
Arte de guerra
Puységur Jacques François de Chastenet, marquis de 
L’art de la guerre par principes et par règles
Quevedo
Obras
Quevedo de (Fransisco)
Obras escogidas 
Quincy, Marqués de 
El arte de la guerra
Quinte, Curce
Histoire d’Alexandre
Quinte, Curce
Obras
Rameli, Agustín 
De maquinas
Ramírez
Séneca 
Renato, Vegecio
Instituciones militares 
Revolledo 
Selva sagrada
Revolledo
Selvas dánicas
Reynaud
De Algebra
Ricardo
Paralelo del cardenal de Richelieu y del cardenal Mazarin
Richelieu
Testamento político
Ripperda
Historia
Rivera
Milicia merceneria
Rocaberti, José
Lagrimas amantes de Barcelona
Rodrigo de Tovar (José)
Historia del Príncipe Eugenio
Rodríguez Mohedano
Historia literaria
Rojas
Teórica y practica de fortificación
Rosi
Edificios romanos
Rosi
Estudio de arquitectura
Saavedra
Empresas 
Saiz Manuel, Cecilio
Elocuencia castellana y latina o explicación castellana de la elocuencia latina
Sala
Calepino
Sala, Ignacio de 
Inphisicam aristotelis
Salazar
Monarquía de España 
Salazar
Promptuaris Moral
Salustio
Histoires 
San Felipe, Marques  de 
Comentarios de la guerra de España
Sánchez Taramas, Miguel de
Laminas de la traducción del tratado de fortificación
Sánchez Taramas, Miguel de
Traduction des travaux de John Muller
Santa Cruz, Marques de
Rapsodia económica y política monarquia
Santa Cruz, Marques de 
Reflexiones militares
Santa Cruz, Marques de
Reflexiones militares
Sanz ( Raimundo)
Diccionario Militar
Sanz (Raimundo)
Diccionario Militar
Sanz Raimundo
Principios militares en que se explican las operaciones de la guerra subterránea
Sarmiento
De caminos
Sarmiento
Demostración al teatro critico
Sarmiento
Obras póstumas
Sarmiento  de Gamboa
Descubrimiento del estrecho de Magallanes
Sastre y Puig (Juan)
Reflexiones Apologéticas de las calenturas 
Sayas 
Anales de Aragón
Sayas
Anales de Aragón
Sentmanat
Carta pastoral por los capellanes del ejército
Serlio
Architecture civil
Serna 
Diccionario geográfico
Serna, Juan de la 
Diccionario de geografía
Sobrino
Diccionario
Solis
Historia de Méjico
Solis
Parecer 
Somoza de Monsoriu, Francisco
Estorbos i remedios de la riqueza de Galicia
Sotomayor Cisneros y Sarmiento
Modo de hacer incombustibles los edificios
Sousa
Epitome de historias portuguesas
Sueiro
Anales de Flandes
Tabares, Diego de
Defensa sobre la rendición de la Habana
Tacite
Histoire
Teti
De fortificación
Textos religiosos
Sacrosanti Concili
 
El Santo Concilio
 
Los Santos Evangelios
 
Apocalipsis de San Juan
 
El Catecismo del Concilio
 
Vida del Beato Boris
 
Misa de la Virgen
 
Libros de Séneca
 
Libro de Ester
 
Libro de Judit
 
Libro de Tobías
Tobio
Empresas militares
Tofiño de San Miguel (Vicente)
Derrotero de la Costa de España
Torrella
De Observación
Tosca
Curso matemático y de física
Trelles Villademoros, José Manuel
Asturias ilustrada
Trincado, Manuel
Compendio Histórico de los soberanos  de Europa
Ufiano
Tratado de artillería
Uría y Orueta, Leonardo traductor
Historia de Carlos XII rey de Suecia
Uztariz
De comercio y Marina
Valladares
Examen de ingenieros
Valladares de Sotomayor (Antonio)
Valladares : Semanario Erudito
Valladares de Sotomayor (Antonio)
Vida interior del Rey  Felipe Segundo
Valladares de Sotomayor (Antonio)
Defensa critica de la Inquisición por Macanás, dos tomas
Valle
Desempeño del patrimonio real
Vargas
Nobleza de España
Vauban
Ataque y defensa de plazas
Vauban
Attaque et défense des places
Vauban, traducido por Ignacio Sala
Ataque y defensa de plazas
Vázquez, Antonio
El capuchino escocés
Velbeder (Carlos de )
Cathecismo Histórico
Venegas
Noticias de la California
Vertejo Pablo, traductor
Historia poética para inteligencia de los poetas y autores antiguos
Vignole
De arquitectura
Villafañe
Especulario dramático
Villaseñor
Theatro americano
Ville
Tratado de la defensa de las plazas
Villegas, Henrique de 
Academia de fortificación 
Virgile
Obras
Virgile
Obras
Virgile
Enéide
Vitruve
Arquitectura
Viturbio
Arquitectura
Vizcaíno Pérez (Vicente)
Dirección de Alcaldes
Vosgieu
Diccionario geográfico portátil
Ward
Proyecto económico
Wilquelmo
De fortificación
Wolf,o Christiano
Elementos de matemática 
Xenophon o Jenofonte
Viaje de Ciros
Zaragoza, Josef
Instrumentos de matemáticas 
Zavala y Auñon, Miguel de 
De comercio
Zavaleta
Obras
Zurita
Anales de Aragón
 
Abundancia general
 
Agricultura del prior
 
Ajustado sobre la agricultura
 
Anales de Cataluña
 
Anteojo Aristotélico
 
Antigüedades de Alcántara
 
Apología del instituto de los jesuitas
 
Aranceles reales
 
Armas de la nobleza de Portugal 
 
Arquitectura moderna
 
Arte de hacer los ríos navegables
 
Arte de navegar
 
Asturias ilustrada
 
Atlas meridional
 
Blasón o genealogía de  los Gálvez
 
Canal de Languedoc
 
Cedula real del consulado de la Coruña
 
Cedulas reales del comercio de Cataluña
 
Censura de las historias fabulosas
 
Comercio libre de España e Indias
 
Consejos sobre el comercio y navegación de la Gran Bretaña
 
Constitución de la congregación de nuestra señora de los Dolores de la ciudad de la Coruña
 
Constituciones de Cataluña
 
Constituciones de Cataluña
 
Cornelio Nepote
 
Crónica de los moros de España
 
Crónica del Rey Don Fernando quarto
 
Crónica del rey don Pedro
 
Definiciones de la orden de Alcántara
 
Descripción de las fiestas de Paris con motivo del casamiento del duque de Parma
 
Descripción del Escorial
 
Descripción del reino de Galicia
 
Después de Dios la primera obligación
 
Diccionario de la lengua castellana
 
Dignidades de Castilla y León
 
Discurso militar
 
Discurso militar sobre la vara castellana y tuesa francesa 
 
Discurso sobre la conquista del Portugal
 
Divina y Humana milicia
 
Dolencias de la critica
 
El arte de la caballería francesa
 
El cocinero real
 
El gobernador cristiano
 
El gran capitán
 
El Herculaneo
 
El palacio de Caserta
 
El porque de todas las cosas
 
Emblemas de Alfziati
 
Ensayo de la electricidad de los cuerpos
 
Ensayo de manejo de armas por figuras
 
Escuela de Palas
 
Escuela de príncipes y caballería
 
Estatutos de la real academia de San Fernando
 
Estatutos de la religión de Malta
 
Estatutos de la universidad de Cervera
 
Estudio de arquitectura
 
Estudio de arquitectura
 
Experiencia de la platina
 
Expulsión de jesuitas
 
Felicidad de España
 
Fiestas de los gremios de Barcelona al arribo del Rey
 
Física natural
 
Genealogía del nuevo reino de Granada
 
Guerra de Granada
 
Guerras de Francia
 
Guía  de las postas
 
Guía de pecadores
 
Historia de Felipe rey  de Macedonia
 
Historia de la ciudad de Manresa
 
Historia de los reyes de las dos sicilias
 
Historia de Mérida
 
Historia de Prusia
 
Historia de Seude
 
Historia del duque Federico
 
Historia del emperador Carlos quinto
 
Historia del general de Saxe
 
Historia del gran capitán
 
Historia del rey Felipe IV
 
Historia sagrada
 
Ideas de Apolo
 
Iluminación de Turín
 
Instrucción de la lengua griega
 
Instrucción del Rey de Prusia
 
Instrucción militar de Prusia
 
Instrucción para la cavallería
 
Jubileo compostelano
 
Justo Lipsio
 
La richesse des vignobles
 
Libro de Marco Aurelio emperador
 
Manejo real
 
Manuale Hebraïcum
 
Mapa de la América meridional
 
Método fácil para entender la historia de Francia
 
Método geográfico de varios países
 
Monarquía hebrea
 
Noticia geográfica del reino y caminos de Portugal
 
Noticias para la historia del reynado de Felipe quarto
 
Observaciones sobre la antigüedad del Herculaneo
 
Ordenaciones del reyno de Mallorca
 
Ordenaciones y cavalleria de Santiago
 
Palacios de Roma
 
Palinodia de los Turcos
 
Paralelos de príncipes
 
Philosophia de doña Oliva
 
Plazas del estado de Milán
 
Practica de celebrar cortes en Cataluña
 
Practica manual de la artillería
 
Presentación de los jesuitas al obispo Cárdenas y colección general del reino jesuítico
 
Principios de la lengua francesa
 
Proceso de la perdida de la Havana
 
Real academia de Barcelona
 
Reflexiones sobre la superficie del cono inclinado
 
Reflexiones sobre la superficie del cono inclinado ordenadas por la real academia militar de Barcelona
 
Refranes glosados
 
Relación penegerica de Alcántara
 
Relaciones genealógicas del marques de Rocifal
 
Respuesta vestida a una carta descalzada
 
Respuestas del almirante
 
Resúmenes de las fortificaciones de la costa de Francia
 
Servicio de las tropas ligeras en campaña
 
Sistema de plazas
 
Sistema físico medico político de la peste
 
Sitio de Cathaluña 1697
 
Sobre los presidios de África
 
Suceso acontecido en la ciudad de Zaragoza el día seis de abril 1766
 
Suma de todas las leyes de estos reinos
 
Teatro del mundo o atlas
 
Templos de Roma
 
Thesauro de cartas
 
Thesauro filosofía moral
 
Thesauro Hispano Latinus
 
Traité du vray mérite de l ‘homme
 
Tratado de cultura de las tierras
 
Tratado de la conservación y seguridad de los estados
 
Tratado de levas
 
Tratado de relojes
 
Tratado teórico práctico de las heridas de armas de fuego
 
Tratado de la dirección de ríos 
 
Unión de Portugal a Castilla
 
Vida de nuestra Señora
 
Belarmino
 
Estoque de la Guerra
 
Arte de Cocina en Portugués
 
Trilogía Latina
 
Valerio Maxims
 
Rebelión de Nápoles
 
Lagrimas de S. Pedro
 
Yntereses de Ynglaterra
 
Historia de Sagunto en verso
 
Campaña de Portugal
 
Selva Poética
 
Felicidad de España
 
Phisica Moderna
 
Manuscrito de noticias antiguas
 
Discurso a la apertura de la Escuela Practica de Artillería en el colegio de Segovia
 
Costumbres de los Israelitas y de los Christianos
 
S. Geronimo en Romanze
 
Ydea y proceder de Francia
 
Ejercicio del canon y Mortero
 
Atlas Abreviado
 
Vida del Príncipe Carlos de España manuscrito
 
Abenturas en Franzes
 
Cargo de los Governadores de Plazas
 
Disertacion curiosa s. la vida de Abelard
 
Yndustria Popular
 
Politique Danois
 
Revoluciones de Portugal
 
Oráculo Manual y Arte de Prudencia
 
Guía de los Caminos de España
 
Atlas Marítimo
 
Guía de la Grandeza de la Corte de España
 
Suma y Compendio de todas las chronicas del Mundo
 
Llave del  Cielo
 
Casi et avenimenti pari de ella confesione
 
Oficio de nrâ S. triplicado
 
Arte de Cocina
 
Libro de Cuentas
 
Marcial Epigramas
 
Carta Esférica y de la costa de España en el Mediterráneo
 
Descripción de las Yslas Filipinas y Baleares Yden
 
Controversias del Comercio de Cádiz y Sevilla
 
Memorial de Sevilla 
 
Nuevo Diccionario Histórico en Francés
 
Gramática 
 
Cartas Físico Mathematicas
 
Cartas de Clemente decimosexto
 
Veleya Paterculo
 
Proverbios de Salomón
 
Baronía de los Príncipes de León
 
Real Cedula y Constitución del Hospital del  Ferrol
 
Censo Español
 
Escalan Ynoculacion
 
Historia de la Elegancia
 
El porque de las ... 
 
Libro de Mapas que comprenden el Sitio de Aranjuez
 
Laminas de Trages de España

© Copyright MartineGalland-Seguela, 2004
© Copyright Scripta Nova, 2004

Ficha bibliográfica:

GALLAND-SEGUELA, M. Las condiciones materiales de la vida privada de los ingenieros militares en España durante el siglo XVIII. Geo Crítica / Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de diciembre de 2004, vol. VIII, núm. 179. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-179.htm> [ISSN: 1138-9788]


 
Índice de Scripta Nova