Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. 
ISSN: 1138-9788. 
Depósito Legal: B. 21.741-98 
Vol. X, núm. 218 (15), 1 de agosto de 2006 

TRAYECTORIAS HISTÓRICAS DE LOS CICLONES TROPICALES QUE IMPACTARON EL ESTADO DE VERACRUZ DE 1930 AL 2005

Mario Gómez Ramírez
Académico de la Licenciatura en Geografía
 Universidad Veracruzana


Trayectorias históricas de los ciclones tropicales que impactaron el estado de Veracruz de 1930 al 2005 (Resumen)

Las entidades costeras de la República Mexicana principalmente, están expuestas cada temporada al riesgo por los impactos de los ciclones tropicales. En este caso la que corresponde a la vertiente oriental donde se localiza el estado de Veracruz. A través de los siglos la población veracruzana, su economía y el mismo entorno han experimentado los embates desoladores por los desastres que causan los ciclones tropicales y sobre todo cuando se presentan pérdidas de vidas humanas. El origen de procedencia de estos fenómenos de imponente fuerza que arriban a la entidad, se ubican en las aguas marinas cálidas del Atlántico Norte tropical, Mar Caribe y Golfo de México, los cuales describen trayectorias e intensidades diversas. La temática se abordó mediante la reconstrucción y elaboración cartográfica de cada una de las trayectorias ciclónicas que tocaron tierra veracruzana a partir de 1930 al 2005. En este periodo los sucesos históricos-sociales que ocurrieron fueron distintos.

Palabras clave: Ciclón tropical, desastre, impacto, línea de costa, trayectoria y vulnerabilidad.


Historic trajectories of tropical cyclons that hit Veracruz state from 1930 to 2005 (Abstract)

The coastal location of Mexico, are mainly exposed each season to the risk of being affected by the tropical cyclons. In this case the one concerning the east coast of the country of Mexico where the state of Veracruz it's located. Trough the century Veracruz population, it's economy and his own environment have experience the ravaging effects of the natural disasters that are caused by the tropical cyclons and specially when there is loss of human life’s. The origin of this phenomena of outraging strength that hit Veracruz are part of the warm tropical water of the north Atlantic, Caribbean sea and Golf of Mexico, that experience many paths and different intensities. The topic it's based through the analysis and reconstruction of weather maps of each cyclonical paths that touched the coast of Veracruz from 1930 to 2005. In this period of time different historical and social events took place.

Key words: Tropical cyclone, disaster, impacted, coastal line, path, vulnerability.



 

Los ciclones tropicales son fenómenos de carácter oceánico que interaccionan con la capa atmosférica y la magnitud de la fuerza que llegan a generar sus vientos, los hace sumamente de alto riesgo. La población asentada a lo largo de las costas y el espacio insular del territorio nacional, han tenido conocimiento de los embates que causan los ciclones tropicales.

En República Mexicana los grupos prehispánicos de Mesoamérica como totonacas, olmecas y los mayas, entre otros, que habitaron la cuenca oriental del Golfo de México y Mar Caribe tuvieron conocimiento de los fenómenos de imponente fuerza como son los ciclones tropicales. “Es fácil comprender cuán intensas han de ser las emociones que en los seres humanos despierta el huracán. Y cuán atentos han estado siempre a los presagios que lo anuncian, a sus insólitas expresiones, a sus tremebundas furias y a los medios capaces de propiciar las fuerzas sobrenaturales que lo movían”. (Ortiz, 1984, p. 46).

La constante amenaza de dichos fenómenos océano-atmosféricos, los asociaron con la deidad del viento “jurakán”. “ Entre los indios de la cuenca del Caribe, el huracán no era sólo el típico ciclón, sino también la tempestad en general, con todo el séquito de sus estragos. Ciertos indios llaman al huracán el “padre de los vientos” (Ortiz, 1984, p. 62). Estos grupos fueron conocedores de los estragos que causan los ciclones tropicales, los mismos conquistadores españoles en sus travesías por el Atlántico, Caribe y Golfo de México, tuvieron problemas con sus embarcaciones para librar las inclemencias en el medio marino, producto del mal tiempo que originan los sistemas ciclónicos. Algunos barcos no escaparon al fenómeno y sucumbieron.

En la llanura costera veracruzana la pirámide del Tajín emplazada por el pueblo totonaco, la asociaron con la deidad de la lluvia, el trueno y del rayo. Más al sur y sureste otros grupos de las Antillas, también politeístas profesaban culto a la naturaleza. “Los indios antillanos en general, como los demás pueblos de análogo nivel en su cultura, hacían vida muy en contacto con la naturaleza y daban consideración religiosa preferente a los meteoros que más excitaban los estímulos emotivos de toda religión: el temor y la esperanza. Los meteoros que más les amedrentaban, a quienes había que aplacar, y los que más les ofrecían, a los que había que atraer. Entre estos meteoros antillanos que más inspiraban miedo y deseo estaban los aéreos, como las trombas, los tornados y sobre todo el huracán, o sea el jurakán, como pronunciaban los indios” (Ortiz, 1984, p. 40).

La manifestación de la naturaleza tiene su presencia en la sociedad, en el entorno y en un tiempo dado. El género humano a través de la percepción, identifica los cambios en el paisaje natural producto de las fuerzas naturales y por aquellos, que se llevan acabo por sus propias acciones sobre dicho medio. Es decir, la sociedad es capaz de modificar el entorno o transformarlo y entonces denominarlo como paisaje cultural. Estos cambios antrópicos, algunas veces son lentos, pero en ocasiones resultan acelerados, mientras que los que son de carácter natural, en general llegan a registrar modificaciones en el espacio muy rápidos, como ocurre con las erupciones volcánicas, terremotos, tornados, inundaciones, desgajamiento de cerros o de un iceberg, la presencia de un ciclón tropical, entre otros.

El espacio costero tropical, está expuesto a la vulnerabilidad de los fenómenos naturales, algunos aún son impredecibles, mientras que otros, es posible atender su predicción, además de contar con cierto tiempo para alertar a la población y tomar las previsiones necesarias en situaciones de riesgo, como ocurre con los ciclones tropicales.

El impacto de un ciclón tropical causa cambios en el paisaje, entre estos se encuentran los correspondientes a los asentamientos humanos, a las distintas actividades económicas que se desarrollan en cada sitio y lo severo del daño, se acentúa en la transformación que sufre la estructura conformada por la sociedad.

Los ciclones tropicales son fenómenos cíclicos y su intensidad con la que impacta, depende de la fuerza de sus vientos. Asimismo, las repercusiones que genera, se traducen en daños como son las inundaciones por las precipitaciones intensas, vientos violentos, mareas de tormenta de altura considerable, damnificados, entre otras, y que sirven a las personas de parámetro, para catalogar la magnitud del fenómeno. El desastre, es el término más elocuente para designar las tragedias y relevancia que causan los fenómenos naturales como son los que generan los ciclones tropicales.

Los estragos que producen los fenómenos ciclónicos, tienen de entrada un impacto psicológico entre la población  de las zonas o regiones afectadas, ya que quedan gravadas en la memoria de las personas, las repercusiones y daños que se producen sobre el entorno, a las diversas actividades económicas, infraestructura, pero sobre todo resulta más importante y se acentúa, cuando ocurren pérdidas humanas. En estas circunstancias, es posible que llegue a trascender el fenómeno entre la población por varias generaciones. En algunos casos, los desastres resultan mayores, mientras que en otros, son mínimos, pero aún así, tienen lugar cambios espaciales.

Las personas con el transcurso del tiempo, conservan los momentos, sucesos, repercusiones y vivencias que generó el desastre por un ciclón tropical e inclusive en el medio, también llegan a preservarse evidencias. Otras maneras que se emplean para guardar los recuerdos, son las que se plasman a través de los distintos archivos que conforman los medios de comunicación como los escritos, fotografías, filmes, radiofónicos, imágenes de satélite, así como, las personas que emplean la narrativa, entre los que se encuentran los historiadores y los cronistas.

A pesar de que la población más joven no haya tenido la vivencia de los sucesos, las personas de edades mayores las transmiten directamente a los más jóvenes. “Los pobladores y cronistas de las Antillas tuvieron presente el huracán en sus escritos como luego los poetas en sus cantos mayores.” (Ortiz, 1984, p. 46). Gonzalo Fernández de Oviedo fue entre los cronistas de la conquista, el que tuvo mayor interés por los huracanes de las “peculiaridades de las Indias Occidentales”. (Ortiz, 1984, p. 66).

Los individuos en casos de emergencia ante el riesgo de sufrir los embates de los ciclones tropicales, tiende a optar por distintos tipos de reacciones y acciones.

La población que se encuentra en riesgo de ser afectado por la trayectoria de un ciclón tropical, responde inmediatamente con temor, busca poner a salvo su vida y la de sus familiares. Algunos otros pobladores, actúan desesperadamente en no abandonar su lugar de morada y tratan de quedarse a resguardar sus bienes materiales que forman su patrimonio, sobre todo en aquellos espacios que prevalece la marginación.

Reestablecer la dinámica humana, económica regional, infraestructura y del entorno a una situación muy similar o superior a la que ya se contaba, en buen número de casos resulta difícil y costoso. Generalmente, después de un tiempo considerable, es probable llegar a cierto grado de recuperación, pero entre las comunidades del ámbito rural, resulta más complicado lograrla, en comparación con las zonas urbanas. El impulso y los apoyos económicos, en estos casos, se orientan básicamente a reconstruir la infraestructura dañada y sobre todo para la recuperación de ciertos sectores de interés productivo y difícilmente, se atienden las necesidades del grueso de la población afectada.

Los efectos de los ciclones tropicales desde los antiguos grupos prehispánicos y de los mismos conquistadores fueron evidentes y observaron que “al retirarse los huracanes a veces dejaban tras sí enfermedades y epidemias que mataban a pueblos enteros” (Ortiz, 1984, p. 70). También se percataron de los cambios en el espacio al paso del huracán, ya que “no sólo destruía las gentes, los bosques, las casas y los pueblos; en ocasiones alteraba la configuración de las tierras, las agrietaba, las reblandecía y hacia correr como aludes laderas abajo y rompía hacía rodar los peñascos en las montañas” (Ortiz, 1984, p. 84).

El ciclón tropical puede causar daños importantes en cualquiera de sus etapas de desarrollo, ya sea como depresión tropical o en cualquier categoría de huracán. También llega a ocurrir, que se presenten daños severos a pesar de que el ciclón tropical, no entre a tierra, tanto en el espacio continental como insular del territorio nacional. En ocasiones la fuerza del sistema propicia la entrada de bandas de humedad intensas al continente, que pueden generar lluvias e inundaciones, así como, vientos fuertes. Otras veces, existe la posibilidad de que el ciclón tropical interactué con sistemas invernales como son los frentes fríos y también cauce desastres severos.

Es de facto, los daños que generan los tempestuosos ciclones tropicales, pero también debe destacarse su parte positiva. En el caso de México que tiene un déficit de precipitación en una considerable área del norte y centro del territorio, ya que se localiza en la franja de los grandes desiertos. El aporte de humedad proveniente de los ciclones tropicales contribuye a subsanar una parte de la carencia del vital líquido, para las diversas actividades que desarrolla la población que habita las regiones más carentes de agua.

El ciclón tropical es invariable en cuanto al sentido de su movimiento rotatorio que realiza en el hemisferio septentrional, su trayectoria es impredecible y en cualquier instante durante su desarrollo puede describir un recorrido errático, que confunde sí se acerca a la costa o aleja de ella, cuando llega al litoral impacta y desencadena su fuerza e inclusive puede alejarse sin descargar la energía y la transporta a otro paisaje su devastación. En algunas temporadas no arriban a ciertos sitios costeros del país, sin embargo, en otras ocasiones excepcionales golpean más de una vez consecutiva el litoral. En general, cada temporada de ciclones tropicales registra comportamientos distintos, algunos sitios llegan a tener afectación en años consecutivos y otras veces, transcurre el tiempo y no llegan a la planicie costera como se argumenta que “Ni siquiera viene el huracán a cada tierra todos los años. Transcurren muchos sin su presencia y en algunos, pasa varias veces sin compasión (Ortiz, 1984, p. 50).

En la actualidad, se cuenta con mayor avance tecnológico, conocimiento, prácticas de higiene, medicina, comunicaciones, etc., para enfrentar los estragos de los ciclones al desorganizar la vida normal de los habitantes, sin embargo, su fuerza destructiva aún causa daños severos y muertes.
 

Características geográficas

El estado de Veracruz de Ignacio de la Llave colinda al norte con Tamaulipas y el Golfo de México; al este con el Golfo de México, Tabasco y Chiapas; al sur con Chiapas y Oaxaca; al oeste con Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí (véase figura 1). La entidad veracruzana se localiza entre las siguientes coordenadas geográficas: al norte 22°28', al sur 17°09' de latitud norte; al este 93°36' y al oeste 98°39' de longitud oeste. El estado se localiza en la región económica Oriente y representa el 3.7% de la superficie del país.

Figura 1
Localización de la entidad veracruzana


La República Mexicana esta rodeada por dos vertientes, en el oriente se localiza el Océano Atlántico Norte que tiene comunicación, a través de las aguas del Golfo de México y Mar de Las Antillas; en el occidente cubre el Pacífico nor-oriental. Ambas cuencas y los espacios de ultramar, cada temporada están expuestos a un posible embate ciclónico. El estado de Veracruz tiene el riego de vulnerabilidad por el arribo de los ciclones tropicales que se forman en el Océano Atlántico Norte tropical, el Mar Caribe y en el mismo seno del Golfo de México, que en la parte sur de dicha cuenca se localiza la zona ciclogenética nombrada como Sonda de Campeche y es menor la posibilidad de ser alcanzado por el impacto de los ciclones tropicales denominados como Cabo Verde. “En la cuenca tropical de ciclones del Atlántico, que incluye el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México, los huracanes se originan principalmente en el Atlántico norte y en menor grado en el Caribe” (Tomblin, 1979).

Las trayectorias de los ciclones tropicales en el espacio de la entidad veracruzana sin duda, han sido diversas, así como, el lugar de formación, el recorrido por el espacio marino en la parte central del Golfo de México y el arribo por la línea de costa, que se extiende  de aproximadamente en 745 km de longitud < http://mapserver.inegi.gob.mx/geografia/espanol/estados/ver/ubic_geo.cfm?c=442&e=30&CFID=242456&CFTOKEN=48115379>.

Algunos ciclones tropicales llegan a tener mayor recorrido, pero está en función de su lugar de origen y de la descripción de su trayectoria que sigan, puesto que algunos trazan recorridos sumamente erráticos.

El Golfo de México reúne condiciones geográficas muy importantes, prueba de ello es que su plataforma continental es muy amplia en comparación con la del Océano Pacífico mexicano. Las aguas de la vertiente del Golfo por lo general, son cálidas por encontrarse en la zona intertropical, tener la circulación cálida denominada Corriente del Golfo o Jet Stream y la dinámica de la corriente de Lazo, entre otras. En la estación invernal invaden sus aguas las masas de aire frío polar y como consecuencia se generan los fenómenos propios de dicha cuenca conocidos como “nortes”. En ocasiones los sistemas de invierno, llegan a interactuar con las trayectorias de los ciclones tropicales que son propiamente del verano y parte del otoño; ante esta situación, las condiciones por lo común, se vuelven adversas y con riesgo alto para la población asentada en la zona costera. Está situación depende de que tan cercanos, se encuentren los sistemas a línea litoral. “Los ciclones se dan sobre todo en los trópicos porque la principal causa de los mismos es climática” (Ortiz, 1984, p. 41).

La temporada de ciclones tropicales en la vertiente que corresponde al estado de Veracruz, inicia el 1° de junio y culmina el 30 de noviembre, es decir, abarca la finalización de la primavera, el verano, así como, parte del otoño del hemisferio septentrional, aunque los sistemas ciclónicos pueden presentarse en algunas ocasiones, anterior a la temporada y raras veces posterior a ella.

Todas estas posibilidades están en función entre otras, de las condiciones prevalecientes en el medio marino y de la dinámica atmosférica. Entre los requerimientos favorables para detonar un ciclón tropical, se encuentra básicamente la variable de la temperatura superficial del mar, es la fuente energética que alimenta al ciclón tropical.

El ciclón tropical, es un sistema de baja presión de circulación organizada con un centro de aire tibio; además en la formación de la ciclogénesis, es importante considerar la combinación de condiciones propicias del mar, sobre todo la temperatura que mantienen las aguas marinas tropicales superficiales, que requieren como mínimo 27° C e inclusive tienen factibilidad de formarse en aguas ligeramente con menor temperatura, propiamente al norte de la línea del Trópico de Cáncer y se les nombra como ciclones subtropicales.

Los ciclones tropicales se clasifican en función de la magnitud de los vientos sostenidos que genera el sistema en la superficie y se catalogan de acuerdo a su etapa de desarrollo como: depresión tropical, tormenta tropical y huracán. Los huracanes cuando superan los 118 km/h, se clasifican en cinco categorías (véase cuadro 1)

El viento sostenido, es un viento promedio de 1 minuto medido a una altura de 10 metros por encima de la superficie y que el ciclón tropical durante la trayectoria que describe en el espacio al desplazarse, tiene la posibilidad de variar en intensidad. 


Cuadro 1
Clasificación de los ciclones tropicales y categoría de los huracanes con base a la escala Saffir-Simpson
Tipo
Etapa y/o Categoría
Presión en Milibares
mb
Vientos Máximos en Nudos
Vientos máximos en km/h
Marea de Tormenta en m
Depresión Tropical 
Depresión Tropical (D.T) 
< 34 
62 
Tormenta Tropical 
Tormenta Tropical (T.T) 
34 – 63 
63 – 117 
Huracán 
H. 1 
> 980 
64 – 82 
118 – 152 
1.2192 – 1.524 
Huracán 
H. 2 
965 - 980 
83 – 95 
153 – 176 
1.8288 – 2.4384 
Huracán 
H. 3 
945 - 965 
96 – 112 
177 – 208 
2.7432 – 3.6576 
Huracán 
H. 4 
920 - 945 
113 - 135 
209 – 250 
3.9624 – 5.4864 
Huracán 
H. 5 
< 920 
> 135 
> 250 
> 5.4864 
Conformó: Mario Gómez Ramírez
 
Debe destacarse que algunos ciclones tropicales, se forman como producto de los disturbios que generan las ondas tropicales o del este, que viajan desde la costa occidental de África y que pueden evolucionar en las aguas cálidas del Atlántico, Mar Caribe y el Golfo de México, como ocurrió con los ciclones tropicales que impactaron en Veracruz, durante el 2005.

La distribución de la orografía que tiene la planicie costera del Golfo de México en buena parte, es amplia, sobre todo en el norte y conforme se extiende al sur, se reduce. Este espacio fisiográficamente se divide en dos provincias, la primera corresponde a la llanura costera del Golfo Norte, la cual “se extiende por la costa del Golfo desde el río Bravo -en el tramo que va de Reynosa, Tamaulipas, a su desembocadura- hasta la zona de Nautla, Veracruz” (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática). A partir de este punto, continua la segunda provincia que se nombra como llanura costera del Golfo Sur, que “comprende las regiones costeras de los estados de Veracruz y Tabasco” (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática). Al sur de Nautla en las cercanías de Laguna Verde y al norte del puerto de Veracruz las sierras frontales como la de Chiconquiaco penetran muy cerca de la línea litoral y a la altura donde se localiza la Sierra de Los Tuxtlas, el Sistema Volcánico Transversal ingresa al mar con dirección oeste-este. Al pasar estas geoformas volcánicas, nuevamente continúa la planicie costera y se amplia sobre la parte sur del Golfo de México en la interacción con la zona conocida como Sonda de Campeche.

La provincia de la Sierra Madre Oriental, es una importante barrera montañosa que se localiza al poniente y “corre, en sentido paralelo a la costa del Golfo de México desde la frontera norte del país hasta sus límites con el Eje Neovolcánico”. (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática). En la parte de la Sierra Madre Oriental en la zona conocida como la Huasteca veracruzana, habitan un buen número de población indígena.

La distribución de la planicie costera veracruzana, en general no representa un obstáculo para el ingreso de los ciclones tropicales. En cambio, la Sierra Madre Oriental, es una barrera muy importante que contrarresta la fuerza de los ciclones tropicales, cuando invaden el terreno de la entidad.

La trayectoria que describe el fenómeno marino como es el ciclón tropical, asociada a su imponente fuerza que produce, en la actualidad dificulta predecir en tiempo real su comportamiento, a pesar de los avances científicos y tecnológicos existentes.
 

Algunos aspectos históricos de los ciclones tropicales en Veracruz

El estado de Veracruz al localizarse en la vertiente de las aguas cálidas del Golfo de México, en la zona intertropical, lo ubica en el tránsito de los ciclones tropicales, que a través del análisis de la climatología, es posible percatarse y adentrarse en la historia de cada trayectoria.

Conocer en tiempos posteriores los fenómenos ciclónicos que han impactado en la entidad, así como, su intensidad, lugar de origen, transito por el medio marino, sitio de entrada por el litoral, duración, entre otros, son una ayuda en conjunto con los registros documentados, para entender la dinámica espacial y consecuencia de dichos fenómenos en tiempo pretérito.

La historia es un apoyo importante, ya que registra sucesos en los cuales, las consecuencias de los efectos destructivos que los ciclones tropicales han causado en la entidad veracruzana, así como, la forma en que la población nativa actuó para enfrentar las situaciones adversas para salir avante.

Los habitantes del estado de Veracruz en su proceso histórico, a causa de los ciclones tropicales han visto las muertes de pobladores, inundaciones, caída de viviendas, desbordamientos de ríos, precipitaciones torrenciales en ocasiones por varios días, daños a cosechas, a la infraestructura, alteración a los elementos bióticos marinos y continentales, pérdida del patrimonio familiar, rezago y marginación, como los más comunes. “En las costas del Golfo de México y en el Mar Caribe, los huracanes son característicos; y aunque todas sus poblaciones y puertos no sufren cada año tales cataclismos, acaso no hay lugar por esas tierras que no haya sido castigado alguna vez por ellos, y su recuerdo doquiera está presente” (Ortiz, 1984, p. 42).

El historiador Manuel B. Trens argumenta como desde épocas pasadas, el territorio veracruzano tuvo repercusiones por el impacto de los ciclones tropicales, como ocurrió en el año de 1552, en que al puerto de Veracruz tuvieron que reubicarlo. “En la parte continental, ya instalado el puerto de Veracruz en su tercer asentamiento a orillas del río Huitzilapan, en septiembre de 1552, se tienen noticias del huracán más antiguo, que trajo como consecuencia el abandono de ese lugar para retornar al primero, frente al islote de San Juan de Úlua, a orillas del río Tenoya” (Luna, 1994, p. 24). La narrativa sobre los daños que ocasionó el fenómeno, destaca que “…La noche del viernes 2 de septiembre de1552, comenzó a soplar un fuerte viento del norte, que al amanecer era huracanado, arrancaba de cuajo los árboles y acamaba los sembradíos y sementeras cercanas. Torrenciales aguaceros comenzaron a caer desde la mañana del sábado, creciendo extraordinariamente el nivel del río y derramándose con estrépito y fuerza sobre la ciudad, cuyas plazas y calles se anegaron, muchas casas y bodegas vinieron por tierra y las mercancías fueron llevadas por la corriente, que arrebató pipas de vino, botijuelas de aceite y vinagre, cajas de jabón y otras mercancías más. Las autoridades recorrieron a caballo la población, avisando a los vecinos que pusieran a cobro sus familias y haciendas en los médanos y por la noche anduvieron por barca grande, sacando a quienes habían quedado entre el ruido y los derrumbes, el silbido frenético del viento, el chapoteo de las aguas y lamento de las victimas en espantosa confusión….” (Luna, 1994, p. 24). Entre otros daños que acontecieron, se menciona que en “el islote de San Juan de Úlua, el huracán barrió ocho casas otra la derrumbó, se llevó un mesón con sus ocupantes, destruyó cinco navíos, dos barcos de Tabasco, uno de Yucatán, y las barcas de carga y descarga, dejando sólo seis navíos pero desmantelados. Además, destruyó la albarrada de piedras hecha para defensa de los navíos y dos casas de las atarazanas, usadas en la descarga de las mercaderías.” (Luna, 1994, p. 25).

Después de estos acontecimientos el “concilio celebrado en México pedía al rey en 1555, el traslado a nuevo sitio pues en La Antigua “…Después que el río y avenida destruyó al pueblo y robó un cerro de arena que había a la entrada de el cual defendía al pueblo de las avenidas, está en gran peligro, que por poco que crezca el río entra por el pueblo y tienen la necesidad los vecinos de valerse, no los tome de sobresalto, y las mercaderías se pongan a buen recaudo fuera del pueblo…” (Luna, 1994, p. 25).

En otras crónicas se destaca que el huracán causó daños en la Huasteca según relatos del “comisionado para vigilar los pueblos y desagraviar a los indios de los fatigosos trabajos impuestos por Nuño de Guzmán, y en su carta del 17 de marzo de 1553…Llegué a esta provincia de Pánuco que los naturales padecen tan gran hambre que por no tener maíz comen raíces porque, además de los excesivos tributos que les llevan, sepa Vuestra Alteza que los huracanes de este año, el pasado les ha hecho mucho daño y llevado así sus sembraderas…” (Luna, 1994, p. 25). El hecho llevó a que “Gaspar de Zúñiga y Acevedo Conde de Monterrey, determinó que el 1 de marzo de 1579 diera un plazo de seis días para el traslado de La Antigua a las Ventas de Huitrón, primer sitio de fundación, sin embargo, se vino a cumplir hasta el 19 de junio de 1615 por cédula real de Felipe III.” (Luna, 1994, p. 25)
 

Trayectorias históricas de los ciclones tropicales que impactaron a Veracruz de 1930 a 2005

En el año de 1931 se formaron 3 ciclones tropicales que impactaron al territorio veracruzano. En agosto se formo una tormenta tropical la # 3 y en septiembre 2 huracanes el # 5 y # 6. Este último inició el 8 de septiembre culminó el 16, con categoría de huracán 2 y “provocó inundaciones en la cuenca del Papaloapan” (Luna, 1984, pp. 26-31) (véase figura 1 y cuadro 1).

La costa veracruzana ha experimentado el embate de los ciclones tropicales en forma continua como sucedió en el año de 1933 en que tocaron la costa veracruzana 4 sistemas ciclónicos. En julio y agosto se formaron las tormentas tropicales # 3 y # 10 respectivamente; el 5 de septiembre se gestó el huracán # 14 que finalizó el día 15 y al día siguiente inició el huracán # 15, que tuvo un desarrollo de 9 días. En la temporada de 2005, nuevamente se repitió la historia, después de pasar 75 años, para que la entidad fuera impactada por la misma cantidad de sistemas ciclónicos. En “el año de 1933 se registraron hasta 21 huracanes en la región del Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe” (Ortiz, 1984, p. 50). “Parece que en los siglos anteriores no hubo tantos ciclones en dicha región, pues se tiene noticia de muchos menos; pero no cabe presumir que así fuera, pues la diferencia obedece sin duda a que ahora se conocen todos los ciclones en cualquier área en que se manifiesten y antes no. Antaño no se sabía apenas de más ciclones que los ocurridos en la isla o comarca donde estaba el cronista, historiador o viajero que los experimentaba y luego los refería” (Ortiz, 1984, p. 50).

En 1941 el huracán # 4 que inició el 23 de septiembre y culminó el 30, con categoría de huracán 3 y generó inundaciones considerables. “La inundación de septiembre de 1941 fue originada por un huracán de gran recorrido, nacido en el Atlántico el 23 de septiembre cruzó el Caribe entre el 24 y el 27, tocando el extremo fronterizo nordeste de Nicaragua y Honduras y recorriendo la parte norte de este último país durante el día 28, pasando por Guatemala para llegar a Chiapas el 29, saliendo al Golfo de México y tomo rumbo al norte muy próximo a las costas de Coatzacoalcos y Veracruz, para entrar nuevamente a tierra cerca de Tuxpan”. (Luna, 1984, p. 33).

En 1955 fue una temporada crítica en el estado de Veracruz, ya que impactaron 3 huracanes Gladys, Hilda y Janet, los cuales en todos los casos, se desarrollaron en el mes de septiembre, así como, los daños que ocasionaron fueron significativos.

Los tres huracanes causaron desastre en la zona de la Huasteca y por la continuidad en que se generaron “sumaron sus efectos catastróficos, especialmente en cuanto a precipitaciones, ya que es posible que en los diez días de diferencia en que llegaron, dieron un total de lluvia de 2700 mm, que sumado a los escurrimientos normales de los ríos de las zona, dejaron pueblos enteros en la Huasteca Veracruzana y Tamaulipeca, sumergidos totalmente en el agua, con numerosos muertos, que no pudieron cuantificarse, en una tragedia semejante en su aspecto visual a la ocurrida el mes anterior en el valle de Missouri y Mississippi en los Estados Unidos.

La cantidad de precipitación estimada rebasa al total más alto anual en el puerto de Veracruz. Las pérdidas en la agricultura y ganadería fueron enormes. Un portaaviones de la marina de los EE UU, anclado frente a Tampico, se sumo a las tareas de salvamento en el área, siendo el único medio de comunicación debido a la destrucción de carreteras, pistas de aterrizaje, líneas telefónicas y servicio eléctrico, que impedían el suministro de alimentos y medicinas a la región” (Luna, 1984, p. 49).

En el huracán “Diana” en agosto de 1990 siguió una trayectoria por “la cuenca del río Tuxpan y sus lluvias torrenciales afectaron las sierras de Chicontepec y Huayacocotla, desbordándose los ríos Pánuco, Tuxpan, Cazones, Tecolutla y Nautla. Afectó seriamente las poblaciones de Tuxpan, Poza Rica”. (Luna, 1984, p. 70). Además, en todo su recorrido causó “80 muertos y 150 personas desaparecidas” (Luna, 1984, p. 70).

En 1993 el huracán “Gert” entró a la llanura costera de Veracruz “al sur de la Laguna de Tamiahua… Daños cuantiosos se reportaron de inmediato, siendo de árboles arrancados de cuajo, casas de láminas destechadas especialmente en Tuxpan, Naranjos, Cerro Azul y Poza Rica, empezando a desbordarse el río Pánuco” (Luna, 1984, p. 71). La zona de siniestro abarcó a los entidades de “Tamaulipas, norte de Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí… 43 el número de muertos, con 86014 damnificados y miles de hectáreas cubiertas por las aguas con pérdidas agropecuarias enormes” (Luna, 1984, p. 72).

En la temporada 2005 se tuvo una actividad ciclónica intensa en la vertiente del Atlántico y el estado de Veracruz, recibió los daños de cuatro ciclones tropicales. Arribaron a la entidad como tormentas tropicales “Bret”, “Gert” y “José”, los cuales tuvieron su origen en el suroeste del Golfo de México propiamente en la zona ciclogenética denominada como Sonda de Campeche; en cambio, el huracán “Stan” se formo en aguas del Mar de Las Antillas.

Los medios de comunicación escritos, destacaron que Protección Civil reportó daños de “ Bret”, los días 28 y 29 de junio, afectó a 14 municipios del norte del estado; "Gert", los días 23, 24 y 25 de julio, que afectó a cuatro municipios; "José", del 19 al 24 de agosto, que afectó a 26 municipios y el huracán "Stan", que provocó intensas lluvias, vientos e inundaciones, así como desbordamientos de cuerpos de agua y deslaves del 1 al 13 de octubre, que afectaron tres municipios de la sierra de Chicontepec”. <http://orizabaenred.com.mx/cgi-bin/web?b=VERNOTICIA&%7bnum%7d=39365>.

Los ciclones tropicales que han impactado el estado de Veracruz, desde tiempos pretéritos son diversos y las trayectorias que siguieron espacialmente desde su lugar de formación hasta su culminación, también lo fueron. (véase cuadro 2). En buena medida los ciclones tropicales que tocan tierra veracruzana y que nacen el Atlántico Norte tropical y en el Mar Caribe, previamente impactan en su recorrido en otros espacios continentales, entre ellos se encuentra la península de Yucatán y posteriormente entran al Golfo de México donde se incrementa el riesgo para dirigirse a la costa de Veracruz.. En cambio, los ciclones tropicales que nacen el seno del Golfo de México, sí su recorrido lo hacen hacia la costa oriental de la República Mexicana, es muy probable que impacten en la entidad. 


Cuadro 2
Año Fecha Nombre Etapa y/o Categoría Localización de Origen Espacio Marino de Origen Lugar de impacto en el Litoral de Veracruz
  Inicio Término Ciclón Tropical Máxima Latitud

Norte

Longitud

Oeste

Atlántico Norte Mar Caribe Golfo de México  
1931 10/08/1931 18/08/1931 Tormenta
Tropical 3
Tormenta Tropical 14.3° 58.5°   X   Centro
1931 5/09/1931 12/09/1931 Huracán # 5 Huracán 3 12.5° 55.5°   X   Norte
1931 8/09/1931 16/09/1931 Huracán # 6 Huracán 2 17.2° 52.8° X     Centro-Sur
1932 25/09/1932 03/10/1932 Huracán # 7 Huracán 3 16.3° 56.3° X     Centro
1933 14/07/1933 20/07/1933 Tormenta Tropical # 3
Sin Nombre
Tormenta Tropical 17.5° 59.8° X     Norte
1933 26/08/1933 29/08/1933 Tormenta
Tropical # 10
Sin Nombre
Tormenta Tropical 18.6° 93.8°     X Norte
1933 10/09/1933 15/09/1933 Huracán # 14
Sin Nombre
Huracán 1 16.0° 87.6°   X   Norte
1933 16/09/1933 25/09/1933 Huracán # 15
Sin Nombre
Huracán 2 11.0° 54.7° X     Norte
1934 26/08/1934 1/09/1934 Huracán # 5
Sin Nombre
Huracán 1 27.2° 88.0°     X Norte
1935 30/08/1935 1/09/1935 Tormenta Tropical # 3
Sin Nombre
Tormenta Tropical 22.0° 87.5°     X Centro-Sur
1936 28/08/1936 30/08/1936 Huracán # 10
Sin Nombre
Huracán 1 18.3° 86.3°   X   Norte
1941 23/09/1941 30/09/1941 Huracán # 4
Sin Nombre
Huracán 3 14.0° 59.3° X     Centro
1944 16/08/1944 24/08/1944 Huracán # 4
Sin Nombre
Huracán 3 12.3° 57.0° X     Norte
1944 19/09/1944 22/09/1944 Huracán # 8
Sin Nombre
Huracán 1 19.3° 83.8°   X   Sur
1946 25/08/1946 26/08/1946 Tormenta Tropical # 3
Sin Nombre
Tormenta Tropical 20.5° 93.2°     X Norte
1949 20/09/1949 26/09/1949 Huracán # 8
Sin Nombre
Huracán 2 26.0° 92.0°     X Centro-Sur
1950 8/10/1950 10/10/1950 Huracán Item Huracán 2 20.8° 90.6°     X Centro-Sur
1951 12/08/1951 23/08/1951 Huracán Charlie Huracán 4 12.2° 45.7° X     Norte
1951 20/091951 21/09/1951 Tormenta Tropical George Tormenta Tropical 19.8° 93.0°     X Norte
1954 11/09/1954 12/09/1954 Huracán Florence Huracán 1 20.9° 94.7°     X Centro-Norte
1955 4/09/1955 6/09/1955 Huracán Gladys Huracán 1 20.6° 94.1°     X Norte
1955 10/09/1955 20/09/1955 Huracán Hilda Huracán 3 16.8° 61.3° X     Norte
1955 21/09/1955 30/09/1955 Huracán Janet Huracán 5 13.2° 54.3° X     Centro-Norte
1956 25/07/1956 27/07/1956 Huracán Anna Huracán 1 20.6° 92.7°     X Norte
1956 10/09/1956 12/09/1956 Tormenta Tropical Dora Tormenta Tropical 20.5° 91.1°     X Norte
1961 13/06/1961 15/06/1961 Depresión Tropical Depresión Tropical 19.03° 93.7     X Centro-Sur
1961 27/07/1961 31/07/1961 Depresión Tropical Depresión Tropical 19.9° 93.0°     X Norte
1966 20/09/1966 22/09//1966 Tormenta Tropical Hallie Tormenta Tropical 21.5° 95.4°     X Centro
1967 1/10/1966 4/10//1966 Huracán Fern Huracán 1 20.3° 93.0°     X Norte
1978 5/08/1978 8/08/1978 Tormenta Tropical Bess Tormenta Tropical 25.3° 90.4°     X Norte
1980 20/09/1980 26/09/1980 Tormenta Tropical Hermine Tormenta Tropical 14.6° 77.2°   X   Sur
1988 11/06/1988 17/06/1988 Depresión Tropical Depresión Tropical 18.4° 85.7°     X Norte
1988 31/08/1988 8/09/1988 Huracán Debby Huracán 1 20.1° 91.0°     X Norte
1990 4/08/1990 9/08/1990 Huracán Diana Huracán 2 13.2° 79.5°   X   Norte
1993 14/09/1993 21/09//1993 Huracán Gert Huracán 2 10.6° 80.7°   X   Norte
1994 29/08/1994 31/08/1994 Depresión Tropical # 5 Depresión Tropical 20.7° 93.5°     X Norte
1995 5/08/1995 7/08//1995 Depresión Tropical # 6 Depresión Tropical 20.3° 95.3°     X Norte
1996 19/08/1996 24/08//1996 Huracán Dolly Huracán 1 17.3° 80.2°   X   Norte
1999 2/07/1999 3/07//1999 Depresión Tropical 2 Depresión Tropical 20.6° 97.0°     X Norte
2005 28/06/2005 30/06/2005 Tormenta Tropical Bret Tormenta Tropical 19.9° 95.7°     X Norte
2005 23/07/2005 25/07/2005 Tormenta Tropical Gert Tormenta Tropical 19.4° 93.2°     X Norte
2005 22/08/2005 23/08/2005 Tormenta Tropical José Tormenta Tropical 19.5° 95.0°     X Centro
2005 1/10/2005 5/10/2005 Huracán Stan Huracán 1 19.3° 85.8°   X   Sur
Fuente: NOAA, Unysis y Luna.
Formó y elaboró: Mario Gómez Ramírez.

En el estudio de la geografía de los riesgos “en el mundo da cuenta de que el origen de los fenómenos naturales que finalmente desembocan en desastres presenta una localización indiferenciada, lo cual refuerza la idea de que el desastre deriva de condiciones socieconómicas y de la capacidad financiera y de infraestructura que se dispone para enfrentarlos. En tal caso la magnitud real de los desastres está asociado a condiciones de pobreza” (Delgadillo, 22-23).

Las desigualdades sociales existentes en el territorio nacional, en particular el que presenta el espacio veracruzano, así como la falta de planeación, la toma de decisiones gubernamentales frecuentemente inadecuadas y la inequitativa distribución de los recursos naturales, entre otros, influyen en la pobreza social y por lo consiguiente, en que cada temporada de ciclones tropicales los riesgos entre la población estén latentes. El riesgo se incrementa en la medida que el número poblacional se incrementa, ya que las necesidades también lo demandan.

Es necesario, tomar en cuenta la gama de eventos ciclónicos que ya golpearon al estado de Veracruz, para prevenir riesgos mayores en situaciones inmediatas, puesto el riesgo y vulnerabilidad estatal por estos fenómenos marinos, es evidente.
 

Metodología

Se recurrió a la obtención de bases de datos de cada uno de los ciclones tropicales que se formaron en el periodo 1930 a 2005 en fuentes como la de Luna Bauza, NOAA, Secretaría de Programación y Presupuesto y Unysis. Posteriormente, se mapeo cada sistema y descartaron aquellos que no tocaron el terreno veracruzano.

Construcción y diseño de la cartografía de cada ciclón tropical en función de la intensidad de sus vientos máximos registrados durante su trayectoria, a través del empleo de los sistemas de ArcView y Surfer, así como el análisis sobre su comportamiento espacial.

Mediante los registros, se elaboraron distintas gráficas y cuadros que concentran la información.

Se consultó material bibliográfico, cartográfico, imágenes de satélite, así como, en Internet.
 

Resultados

Los ciclones tropicales que han impactado el entorno de Veracruz durante el periodo de 1930 al 2005 fueron 43 en total; de los cuales el 13.95 por ciento se desarrollaron como depresiones tropicales el 30.23 por ciento correspondieron a tormentas tropicales y el 55.81 por ciento a huracanes .

Los fenómenos ciclónicos que alcanzaron la categoría 1 fueron el 45.83 por ciento los que la intensidad de sus vientos fueron del orden 2, cubrieron el 25 por ciento los de nivel 3 tuvieron el 20.83 por ciento y los que alcanzaron las categorías 4 y 5 solamente fueron el 4.16 por ciento para cada una respectivamente.

Los ciclones tropicales que se formaron en aguas del Atlántico Norte fueron el 20.93%, en el Mar Caribe el 23.25 por ciento y en la cuenca del Golfo de México el 55.81 por ciento. Con relación al lugar de impacto se destaca que el 65.11 por ciento entró a tierra por la parte norte del litoral veracruzano, el 11.62 por ciento por la parte central, el 16.27 por ciento arribaron por el centro-sur y el 6.97 por ciento únicamente ingresaron por el sur.

El estado de Veracruz durante el mes de septiembre tuvo el mayor ingreso de ciclones tropicales con el 39.53 por ciento en agosto el 34.88 por ciento en julio arriban el 11.62 por ciento pero en junio y octubre solamente el 6.97 por ciento tocan tierra respectivamente.

En 48 años los ciclones tropicales no ingresaron al estado de Veracruz. Las depresiones tropicales se acentuaron en la década de 1990, aunque en 1961 se presentaron 2 en forma consecutiva en los meses de junio y julio. Asimismo, los años que tuvieron mayores impactos sobre la entidad fueron 1931, 1933, 1955 y 2005 (véase figura 2).

Figura 2
Distribución de ciclones tropicales que impactaron el Estado de Veracruz (1930-2005)



Conclusiones

Los ciclones tropicales que han llegado a tierra veracruzana por la vertiente oriental, se formaron tanto en el Atlántico Norte, Mar Caribe y Golfo de México con 43 sistemas en total.

El Golfo de México resulta el espacio marino donde se formaron 24 sistemas ciclónicos que impactaron a Veracruz en el periodo en cuestión.

El norte de la entidad veracruzana, es el espacio más dañado por los ciclones tropicales al alcanzar 28 impactos; en cambio, por el centro y centro-sur entraron a tierra 12 y solamente 3 por la parte sur.

Los huracanes que ingresaron a Veracruz en mayor número, alcanzaron la categoría 1.

Todos los ciclones tropicales cuando se disipan, pasan a ser históricos puesto que se generaron en un espacio específico del medio marino, a pesar de no impactar en la parte continental o desarrollar una trayectoria extensa.

Es común encontrar, la poca importancia que se les otorga a las depresiones tropicales, inclusive no es común, contar con cartografía por parte de las fuentes disponibles, sobre todo las de carácter externo. Sin embargo, resultan sumamente importantes, puesto que se tienen antecedentes de los daños que llegan a producir, cuando impactan sobre el litoral.

Debe de tomarse en consideración que algunos ciclones tropicales causaron severos daños a la entidad veracruzana por sus efectos, pero que nunca tocaron la llanura costera.

Durante 48 años el estado de Veracruz, no tuvo problemas por el ingreso de ciclones tropicales.

Los estudios sobre climatología de trayectorias de ciclones tropicales, son un apoyo para la planeación espacial que contribuyen a prevenir los riesgos por dichos fenómenos a los cuales esta expuesta la población y el entorno de Veracruz.


Figura 3
Trayectorias de huracanes, 1930-2005

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© Copyright Scripta Nova, 2006
 

Ficha bibliográfica:

 
GÓMEZ RAMÍREZ, M. Trayectorias históricas de los ciclones tropicales que impactaron el estado de Veracruz de 1930 al 2005.  Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales.  Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2006, vol. X, núm. 218 (15). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-15.htm> [ISSN: 1138-9788]