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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XII, núm. 276, 1 de noviembre de 2008
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


LA MINORÍA COREANA DE CHINA: IDENTIDAD Y ADAPTACIÓN EN UN ESPACIO GEOGRÁFICO FRONTERIZO

Daniel Gomà
Profesor del Master de Estudios de Asia-Pacífico Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona.
Investigador postdoctoral – Weatherhead East Asian Institute – Columbia University (Nueva York – EE.UU.)
dgoma@ub.edu  /  dg2395@columbia.edu

Recibido: 21 de abril de 2008. Aceptado: 3 de julio de 2008

La minoría coreana de China: Identidad y adaptación en un espacio geográfico fronterizo (Resumen)

Este artículo estudia la minoría coreana de China y su integración en el sistema político de la República Popular así como adaptación en un entorno fronterizo de especial relevancia estratégica.

Palabras clave: China, minoría coreana, (chaoxianzu), Corea, frontera, Yanbian.

China’s Korean Minority: Identity and adaptation in a geographic frontier area (Abstract)

This article analyzes China’s Korean minority and its integration into the political system of the People’s Republic. This study includes its adaptation in the context of a frontier area with a special geopolitical importance

Key words: China, Korean minority (chaoxianzu), Korea, border area, Yanbian.

Los coreanos forman una de las cincuenta y seis nacionalidades (minzu) que componen la República Popular China (RPCh). Asimismo, representan una de las cincuenta y cinco minorías nacionales (shaoshu minzu) y tanto en el censo de 1990 como en el de 2000 (los dos últimos que han tenido lugar en China) formaban el undécimo grupo étnico en términos de población, con 1.920.597 y 1.923.842 miembros respectivamente.[1] Estas cifras les convierten en la mayor comunidad coreana fuera de su país de origen, constituyendo el 40% de la diáspora coreana.[2]

Los coreanos de la RPCh, que representan alrededor del 0,2% de la población total del país, reciben el nombre de chaoxianzu en chino y de chosonjok en lengua coreana. Se concentran básicamente en la parte oriental del nordeste de China. De ellos, el 61% se ubica en Jilin, el 23% en Heilongjiang y un 12% en Liaoning, las tres provincias que componen actualmente lo que en día se conoció como la región de Manchuria.[3] El mayor grupo de coreanos se encuentra en la zona de Yanbian, justo al lado de la frontera norcoreana, en la provincia de Jilin, donde desde los años cincuenta existe una Prefectura Autónoma Coreana.

 

Mapa 1. Prefectura Autónoma Coreana de Yanbian.

 

 

Tabla 1
Población coreana en China*

Año

Población

1881

10.000

1894

65.000

1908

323.800

1920

459.400

1932

672.600

1940

1.145.000

1949

529.000

1953

1.120.405

1964

1.339.569

1982

1.766.439

1990

1.920.597

2000

1.923.842

Fuentes: P.G Min, “A Comparison of the Korean Minorities in China and Japan” en International Migration Review, primavera de 1992, vol. 26, nº 1; C. Mackerras, China's Minorities: Integration and Modernization in the Twentieth Century, 1994.

* Las cifras de 1953, 1964, 1982, 1990 y 2000 corresponden a los censos oficiales de la República Popular China

 

Los orígenes de la presencia coreana en territorio chino

Los coreanos son una de las pocas minorías étnicas de la RPCh que proceden de territorios actualmente fuera del dominio chino. A diferencia de otros pueblos como los uighures, los tibetanos y los mongoles que están bajo la tutela de Pekín debido a una expansión territorial china en el pasado, los chaoxianzu son consecuencia de una migración desde la península coreana. En otras palabras, son inmigrantes llegados de manera voluntaria al nordeste de China y no son fruto de una conquista de su territorio por los chinos. Aunque la zona que habitan hoy en día fue hace tiempo un área de influencia política y cultural coreana, desde hace siglos se halla bajo control de China.[4]

La presencia coreana en China es relativamente reciente si la comparamos con el resto de minorías. Aunque la frontera política puede haber variado en diversas épocas, lo cierto es que históricamente los ríos Tumen y Yalu han constituido una frontera natural entre China y la península de Corea y han señalado los límites del mundo cultural coreano, frenando de esta forma durante siglos el establecimiento de comunidades coreanas al oeste de estos ríos. Aunque Corea pasó a estar en la órbita del imperio chino como estado tributario desde la época de la dinastía Ming (1368-1644) hasta finales del siglo XIX, lo cierto es que la llegada de coreanos al este de Manchuria con anterioridad al siglo XIX había sido muy limitada.[5] Aparte de una frontera natural, existía una razón de tipo político que explica esta situación: la llegada al trono imperial de la dinastía manchú de los Qing (1644-1911) en el siglo XVII reforzó el control de Pekín sobre Manchuria y esta región, que abarca todo el nordeste de China hasta los ríos Yalu y Tumen, fue designada a partir de 1677 el “lugar de origen de la nación manchú” y cerrada a toda persona no perteneciente a este grupo étnico. Incluso los Han, la principal etnia de China, tenían prohibido establecerse en la zona. Uno de los motivos principales de esta protección de su tierra natal por parte de los manchúes era asegurarse el monopolio de los productos locales.[6]

La primera gran oleada de coreanos que llegó a China tuvo lugar en la década de 1860. Estos años estuvieron marcados por una serie de desastres naturales que afectaron gravemente a la agricultura del norte de Corea y la hambruna consiguiente obligó a un primer grupo a cruzar el Yalu y establecerse en el este de Manchuria, concretamente en el área de Yanbian. Desde 1865 la política Qing hacia el asentamiento de coreanos se había hecho más tolerante y en 1881 se levantó finalmente la prohibición de establecerse en el este de Jilin. La causa principal de esta decisión radica en el cultivo de tierras hasta entonces sin explotar impulsado por los recién llegados, hecho que fue muy bien recibido en la corte imperial. Construyendo sistemas de irrigación, los coreanos se dedicaban fundamentalmente a desarrollar arrozales en una zona, el norte de China, donde el cultivo del arroz había sido históricamente escaso debido a unas condiciones climáticas más duras que en las zonas meridionales del país. La llegada de coreanos continuó e incluso se incrementó en los primeros años del siglo XX. La debilidad del gobierno Qing tras el aplastamiento de la rebelión boxer (1900), la expansión rusa en la zona, la influencia cada vez mayor de Japón en la península coreana y el sistema económico atrasado y la pobreza de la propia Corea eran argumentos de peso para emigrar al país vecino. En 1911, año de la caída del milenario sistema imperial chino, la población coreana sólo en el área de Yanbian ascendía ya a unas 110.000 personas.[7]

Si los coreanos del nordeste de China pensaban estar a salvo de las ambiciones niponas, estaban muy equivocados. En 1907 los gobiernos japonés y ruso decidieron repartirse sus intereses en Manchuria mediante un acuerdo secreto que impusieron a China. Así, poco tiempo después el norte de Manchuria pasó a manos de San Petersburgo y la zona oriental a Japón. Utilizando el pretexto de “proteger a los coreanos de China”, los japoneses establecieron guarniciones en Yanbian en agosto de 1908 y sólo tras la firma de del Tratado de Jiandao (septiembre de 1909) la zona fue devuelta a Pekín. Sin embargo, la zona siempre estuvo sujeta a presiones por parte de Tokio.[8]

La dominación de Corea (convertida en colonia de Japón en 1910) y el deseo japonés de apoderarse de toda la región de Manchuria despertaron la conciencia nacional de los coreanos de China, surgiendo así los primeros movimientos de resistencia. Desde comienzos de los años veinte dicha resistencia contra los japoneses tomó la forma de lucha armada. A ello no fue ajena la influencia del marxismo-leninismo como consecuencia de la revolución de octubre de 1917 en Rusia. En Yanbian surgió un movimiento marxista impulsado por coreanos llegados de la naciente Unión Soviética y admiradores del gobierno instaurado en Moscú con el objetivo, entre otros, de supervisar y articular la lucha contra el ejército imperial japonés. A partir de los años treinta y siguiendo el principio del Komintern de “un país, un partido”, los marxistas coreanos de Manchuria se unieron al Partido Comunista Chino (PCCh) y se enfrentaron a Japón, que había ocupado toda Manchuria. En 1937, como consecuencia de la invasión japonesa del resto de China, se creaba el Ejército Unido Antijaponés del Nordeste [de China] (el NEAJUA en sus siglas inglesas), integrado por coreanos y chinos y estrechamente vinculado al PCCh. Del total de 37.000 soldados con los que contaba el NEAJUA en 1937, unos siete mil eran de origen coreano.[9] La actividad de los guerrilleros comunistas acabará siendo eliminada por los japoneses a finales de la década pero los coreanos demostraron un gran valor y sacrificio. La participación coreana en la guerra contra Japón fue enorme si lo analizamos desde el punto de vista de la población total de Manchuria y, aunque no hay cifras concluyentes, el número de muertos pertenecientes a esta comunidad étnica durante la contienda fue elevado.

Entre la anexión de Corea por Tokio (1910) y la ocupación nipona de Manchuria (1931) la población coreana en China se incrementó. Un número considerable se trasladaba anualmente como consecuencia, entre otras, de la política económica colonial de Japón que convirtió a los coreanos en ciudadanos de segunda en su propio país y de la expropiación de tierras a decenas de miles de campesinos. Además, los japoneses animaron a miles de coreanos a instalarse al oeste del Yalu y desarrollar la agricultura en la zona. Lo mismo sucedía con la industria, cuyos orígenes en Yanbian se remontan a esta época. Aunque sólo el 0,9% del total de coreanos chinos formaron parte de la clase obrera, fueron de lejos la más numerosa de todos los grupos étnicos minoritarios del país.[10] Se buscaba aprovechar los recursos de la zona pero a la vez justificar el dominio sobre Manchuria pues los coreanos, cuya patria era una colonia de Tokio, eran sujetos del imperio nipón y, por tanto, estaban bajo la “protección legal y policial” de Japón.[11] De hecho, su estatus legal cambió y se vieron discriminados frente a manchúes y japoneses, si bien estaban por encima de los Han.[12]

Después de 1945 los chaoxianzu tuvieron que hacer frente a un complicado dilema: regresar a su patria de origen (Corea) o quedarse en la adoptiva (China). El control de Corea y de Yanbian por los japoneses desde 1909-1910 hasta 1945 hizo que en la práctica la frontera nacional entre China y Corea no existiera y reforzó sin querer los lazos políticos, económicos y culturales con la madre patria. La Corea liberada del yugo japonés por los soviéticos y los norteamericanos en agosto de 1945 era, pues, una tentación muy grande y alrededor de medio millón (aproximadamente un tercio de los coreanos de China de la época) abandonaron Manchuria para instalarse en la península.[13] Sin embargo, la mayor parte optó por permanecer en China. Entre las razones de esta decisión destacaban el hecho de que ya habían asentado su vida en suelo chino y las dudas que presentaba la situación política en el norte de Corea dominado por los soviéticos. Una parte de los coreanos chinos prefería esperar a ver lo que sucedería finalmente en la península tras una supuesta unificación entre las partes norte y sur.

Los coreanos que permanecieron en territorio chino no tardaron en verse envueltos en la guerra civil que enfrentó al PCCh de Mao Zedong con el Guomindang de Chiang Kai-Shek a partir de 1946. En Manchuria, varios centenares de miles de coreanos se unieron al partido de Mao formando parte del Frente Unido Democrático (organización abierta a partidarios de la izquierda moderada y a nacionalistas opuestos al Guomindang pero bajo control comunista) y una parte incluso ingresó en el Ejército Popular de Liberación (EPL), las fuerzas armadas comunistas.

Este apoyo masivo al PCCh tiene su explicación. Al igual que había pasado en Corea, los coreanos de China se dividieron en dos bandos desde principios de los años veinte. Los nacionalistas buscaban acabar con el dominio colonial nipón en la patria de origen y al comienzo eran mayoritarios. Sin embargo, a medida que avanzaba la década fueron superados en número por los comunistas y prácticamente fueron eliminados de Manchuria, estableciéndose sus líderes principales en Shanghai junto al Guomindang. La causa de esta situación radicaba en la cuestión de la posesión de la tierra. Los nacionalistas chinos jamás llevaron a cabo reforma sustancial alguna en la agricultura pero, además, en Manchuria muchos coreanos se vieron desposeídos de sus tierras como consecuencia de la colonización japonesa de los años treinta.[14] La reivindicación de una revolución agraria y la promesa de una distribución equitativa de la tierra eran demasiado atractivas para la minoría coreana de la zona, mayoritariamente campesina, y el comunismo pasó a ser la ideología hegemónica. De hecho, ya en 1931 había representantes de esta comunidad étnica en los órganos de dirección del PCCh.

No obstante, existía también una gran hostilidad hacia el Guomindang debido a su escasa sensibilidad hacia la diversidad étnica y cultural del país. Los coreanos, por ejemplo, habían sido tratados siempre como emigrantes y en 1925 se les había ordenado dotarse de un permiso de residencia, lo que demostraba que el gobierno de Chiang Kai-Shek no les consideraba todavía ciudadanos de pleno derecho.[15] Asimismo, se decretó una enseñanza exclusivamente en lengua china y el uso corriente de la misma.[16] En cambio, desde principios de los años treinta, el partido comunista había considerado a las gentes originarias de Corea como una minoría nacional de China, lo que garantizaría su legado cultural y toda una serie de derechos (entre ellos el de ciudadanía) tras el triunfo de la revolución. Una prueba de esta política era Yanbian donde en 1948 el 59,3% de los cuadros dirigentes de la región eran coreanos, al igual que el 83,9% de los dirigentes de distrito y el 79,7% de los de pueblo.[17] Los campesinos eran los más fervientes partidarios del PCCh pues estaban ansiosos por beneficiarse de la confiscación de las tierras de grandes y medianos propietarios. No es de extrañar, por tanto, que este dominio comunista en el este de Manchuria hiciera que en esta zona tuviera lugar hacia 1948 una vasta reforma agrícola, similar a la que Mao aplicaría al resto de China después de la instauración de la República Popular un año más tarde.

La ocupación soviética de Yanbian en agosto de 1945 y su entrega al PCCh poco después, sin duda, facilitó la tarea de reclutar a coreanos pero en la práctica era evidente que los comunistas no hubieran tenido muchos problemas en conseguirlo incluso sin la ayuda de Moscú. De hecho, los coreanos fueron un factor decisivo para el triunfo comunista en Manchuria y ello, unido a la lucha contra Japón unos años antes, les hizo ganarse a ojos del PCCh el derecho absoluto a permanecer en China. Del total de 60.000 coreanos que lucharon en las filas del EPL en 1946-1949, un 85% procedían de Yanbian.[18]

La política de la República Popular hacia las minorías étnicas: el caso de los chaoxianzu

Los Han, que representaban según el censo de 2000 el 91,6 % de la población, son el principal grupo étnico de la RPCh y el que tradicionalmente ha gobernado el país desde hace milenios, con la excepción en algunos períodos en que el trono imperial estuvo en manos extranjeras. China ha sido históricamente un país poblado por diferentes etnias y culturas aunque el reconocimiento de sus derechos como ciudadanos del imperio chino fue siempre objeto de discusión por parte de las autoridades de Pekín, así como su clasificación como minoría.[19]

El PCCh abogó en sus comienzos por la defensa de la autodeterminación de las minorías étnicas hasta el punto de animarles a constituirse en estados independientes.[20] Sin embargo, con la llegada de Mao Zedong y de sus partidarios a la dirección del movimiento comunista esta política fue variando y el objetivo principal pasó a ser la defensa de un estado multinacional donde los diferentes grupos étnicos se integrarían y participarían de su desarrollo, siempre bajo la batuta de un gobierno central dirigido por el PCCh.

A partir de 1949, con el triunfo comunista en la guerra civil, el nuevo régimen de la RPCh tuvo que hacer frente a la situación de gobernar un estado de quinientos millones de habitantes y poblado por gentes de diferente origen étnico y cultural. A diferencia del Guomindang, el PCCh mostró mucho interés en extender el reconocimiento de minoría étnica a más pueblos del país. Además, aceptó que pueblos que no eran diferentes étnicamente unos de otros pudieran ser clasificados como minorías. Para salvar el escollo de la etnia se recurrió a la designación de shaoshu minzu (“minoría nacional”) aunque en principio el factor étnico sería el elemento principal a la hora de designar a una comunidad como grupo diferente del resto de la población.[21]

Para incluir a las minorías nacionales, las nuevas autoridades de Pekín optaron por la noción de China como “estado multinacional unitario” (tongyi duominzu guojia), lo que le diferenciaba claramente de la URSS, que era un estado compuesto por una unión de repúblicas. En otras palabras, la RPCh sería una república con muchas nacionalidades. El número de nacionalidades incluiría a los Han, el principal grupo étnico, así como a las minorías nacionales, cuyo número iría en aumento entre 1953 y 1982.[22] Los coreanos, por ejemplo, fueron designados oficialmente como “ciudadanos chinos de nacionalidad coreana” (chaoxianzu). El concepto de “estado multinacional unitario” incluía dos aspectos básicos: las minorías nacionales disfrutarían de un grado de autonomía pero debían permanecer en el estado chino, estando la secesión prohibida bajo cualquier circunstancia. La autonomía significaba que las minorías tendrían derecho a un cierto control político en sus zonas de hábitat con miembros de dicha nacionalidad ocupando puestos de relevancia en la administración local. Asimismo, tendrían derecho a utilizar su propia lengua y a preservar sus costumbres y tradiciones, siempre y cuando no entrasen en conflicto con los intereses de la RPCh. Un ejemplo de esta política más tolerante fue la Ley del Matrimonio de 1950 que autorizaba a los miembros de las minorías el derecho a casarse dos años antes de la edad preceptiva que en el caso de los Han, esto es, a los veinte en los varones y a los dieciocho en las mujeres.[23]

Para garantizar esta participación de las minorías en la administración del Estado, el régimen comunista estableció mediante las Regulaciones sobre la Autonomía de las Zonas Minoritarias del 22 de febrero de 1952 una serie de zonas autónomas en aquellas áreas donde las minorías se concentraban en amplios grupos. A finales del siglo XX se habían creado un total de cinco regiones autónomas (zizhiqu)[24] que tienen la misma categoría que las provincias (21 en total), treinta prefecturas autónomas (zizhizhou) y 124 distritos (o condados) autónomos (zizhixian). Esta política del PCCh escondía en realidad dos objetivos: controlar a las minorías pero a la vez ganarse su apoyo e integrarlas en la RPCh.

Las minorías más directamente afectadas por la represión de los japoneses (esto, es, coreanos, mongoles y manchúes) fueron las primeras en ser objeto de la protección del PCCh a partir de 1949. Así, los coreanos fueron la primera minoría en verse dotada de un territorio autónomo. El 3 de septiembre de 1952 se creaba la Región Autónoma Coreana de Yanbian, la cual, tras la entrada en vigor de la Constitución de 1954, se convirtió en abril de 1955 en la Prefectura Autónoma Coreana de Yanbian (Yanbian Chaoxianzu zizhizhou). Con capital en la ciudad de Yanji, se compone de seis municipalidades (Yangji, Longjing, Helong, Tumen, Dunhua[25] y Hunchun) y de dos distritos (Antu y Wangqing). Yanbian ocupa una superficie de 42.670 km2 y en 2000 (fecha del último censo en China) residían en ella 2.184.000 personas, divididas básicamente en coreanos y Han. En los años siguientes a la fundación de esta prefectura se incrementará el número de zonas coreanas con autogobierno mediante la creación de varias decenas de distritos autónomos y un centenar de pueblos autónomos, todos ellos en el nordeste de China (Liaoning, Jilin y Heilongjiang) y en Mongolia Interior. Entre ellos sobresale el distrito autónomo coreano de Changbai, también en la provincia de Jilin y creado en septiembre de 1958, que es después de Yanbian el territorio que alberga al mayor número de miembros de esta comunidad.[26]

 

Mapa 2. La Prefectura Coreana de Yanbian. División administrativa.

 

Las causas de esta decisión se deben en primer lugar a que el PCCh veía con mejores ojos a este grupo étnico que al resto. Los coreanos habían luchado valientemente contra los japoneses durante la guerra, sufriendo grandes pérdidas, pero además habían demostrado su apoyo al partido de Mao durante el conflicto contra el Guomindang, mostrando así su fidelidad al PCCh. Por otro lado, eran simpatizantes del régimen de Kim Il Sung y su sensibilidad hacia la RPDC les hizo tomar parte en la guerra de 1950-1953 sirviendo en el ejército norcoreano o en el ejército de los Voluntarios del Pueblo Chino, es decir, en las fuerzas chinas que lucharon contra norteamericanos y el ejército de Naciones Unidas en Corea. Por otro lado, los chaoxianzu se habían adaptado mejor que otras etnias a la nueva realidad política de China y habían aceptado sin reservas al nuevo régimen de Pekín.

La consecuencia es que se convirtieron rápidamente en la minoría nacional con el mayor índice de desarrollo, especialmente en el ámbito educativo donde incluso superaban a los Han. Este hecho no era nada nuevo porque desde hacía tiempo la tasa de alfabetización entre los coreanos había ido en aumento. Desde 1906 se había implantado en Yanbian un sistema educativo de tipo moderno cuyos centros sustituyeron en poco tiempo a las escuelas tradicionales (de enseñanza confuciana) y se convirtieron en las décadas siguientes en referentes de nuevas actividades e ideas progresistas. En 1949 existían sólo en Yanbian 647 escuelas primarias y 31 de enseñanza secundaria, con un total de 130.000 y 14.000 estudiantes respectivamente.[27] En abril de ese mismo año se fundaba en Yanji la Universidad Popular China del Nordeste que en los años cincuenta pasaría a denominarse Universidad de Yanbian, convertida desde esta época en el centro universitario más importante y mejor preparado de todos cuantos se encuentran en zonas autónomas.

La autonomía permitió a la minoría coreana disfrutar de sus características propias ejerciendo a la vez un cierto nivel de autogobierno en el marco del estado chino. Entre los dirigentes de Yanbian figuraban siempre en primer lugar los coreanos aunque también había Han. La política de Pekín en esta época otorgaba a los chaoxianzu una representación más que superior si lo analizamos desde el punto de vista demográfico. Así, la proporción de cuadros coreanos en Yanbian era superior a la población de dicho origen étnico: en 1952 había en la prefectura autónoma un 78% de cuadros coreanos frente a una población coreana del 74% mientras que en 1962, pese a representar únicamente el 50,4% de la población, la proporción de cuadros coreanos era del 54%.[28]

Aunque el número de Han aumentó considerablemente desde principios de la década de los cincuenta, los coreanos de Yanbian continuaron disfrutando de un autogobierno que aseguraba sus costumbres y su forma de vida. En general, ésta fue una época de prosperidad y desarrollo para los chaoxianzu e incluso su número creció en términos generales gracias al mayor número de nacimientos y a la llegada de miles de personas procedentes de la vecina Corea del Norte. Un buen número se había marchado de Manchuria después de la Segunda Guerra Mundial y ahora regresaban frustrados de una dura experiencia bajo la dominación soviética del norte de la península y sobre todo como consecuencia de la guerra de 1950-1953.

Esta situación, sin embargo, empezó a torcerse a partir de mediados de la década. La política china tendió progresivamente a buscar la asimilación de las diferentes etnias a la civilización china y su integración plena en la RPCh. Esta política, que es claramente heredera del famoso concepto chino del sinocentrismo (donde la cultura china irradia desde el centro hacia el exterior para civilizar a las culturas “bárbaras”), fue especialmente fuerte entre la segunda mitad de la década de los cincuenta y finales de los setenta.

La radicalización de la política de Mao y el PCCh con la campaña antiderechista de 1957 tuvo un primer impacto negativo en Yanbian. El objetivo de esta campaña, que vino seguida inmediatamente por otra denominada de Rectificación (zhengfeng yundong), era acabar con aquellas personas que ocupaban un lugar destacado en la sociedad y cuya influencia podía ser nefasta para la lucha revolucionaria del pueblo. Los objetivos eran claramente los intelectuales y los profesores de universidad y en Yanbian se procedió a purgas de docentes y escritores, sobre todo aquellos que habían criticado un supuesto chovinismo Han. Se trataba en realidad de una aplicación a escala local de lo que ya sucedía en el resto de China contra aquellas personas, intelectuales en su mayoría, que habían denunciado los aspectos oscuros del régimen en una campaña diseñada por el propio Mao y conocida como las “Cien Flores” y cuyas críticas fueron abortadas por el gobierno de forma brutal. Por otro lado, los efectos del Gran Salto Adelante también llegaron hasta Yanbian a partir del verano de 1958. Las cooperativas agrícolas fueron reorganizadas y agrupadas en comunas populares. Así, las 925 cooperativas existentes fueron integradas en un total de 78 comunas a finales de ese verano.[29]

Estas campañas fueron seguidas inmediatamente por otra similar que se desarrolló entre 1958 y 1960. Dirigida en este caso contra el “nacionalismo local”, tenía un carácter “antinacionalidades” pues afectaba exclusivamente a las minorías oficiales del país (minzu zhengfeng yundong) y su objetivo era acabar con toda resistencia por parte de los diferentes grupos nacionales (a excepción de los Han), asegurando así la preeminencia del comunismo sobre cualquier identidad o cuestión relacionada con las nacionalidades.

Pese a su fidelidad al régimen, los coreanos no fueron ninguna excepción. Se les acusó de intentos de carácter nacionalista por solicitar en el pasado una región autónoma en Yanbian. En realidad, el PCCh había estudiado poco después de la instauración de la RPCh la posibilidad de dotar a esta comunidad de dicha autonomía y parece que incluso se la prometió.[30] Asimismo, se les acusó de perseguir sus propios intereses sin tener en cuenta a las demás nacionalidades, de negarse a estudiar el chino y de crear conceptos nuevos como “madre patria” (cuando se referían a Corea), “primera patria” (Corea), “patria proletaria” (China).[31] La comunidad coreana se vio entonces obligada a demostrar su adhesión a la RPCh mediante la utilización constante de la lengua china en detrimento del coreano, cuyo uso fue disminuyendo, especialmente en la administración local. En materia educativa se impuso una enseñanza bilingüe china-coreana en todas las escuelas de la zona. La influencia de la cultura Han se incrementó mediante un nacionalismo impulsado desde el Estado, circunstancia que perduraría durante dos décadas. Una muestra de este nacionalismo estatal será la política de desplazamiento de población Han hacia los territorios autónomos. En el caso de Yanbian, la minoría coreana, que representaba el 74% del total de la población de la prefectura autónoma en 1952, diez años más tarde sólo alcanzaba el 50,4%.[32]

Si las diferentes campañas de los años cincuenta y comienzos de los sesenta habían sido duras, no lo fue menos lo que sucedió después. El estallido de la Revolución Cultural en 1966 llevó a China al caos y la violencia durante los tres años siguientes. Los Guardias Rojos, jóvenes seguidores del pensamiento de Mao, se presentaron en las zonas autónomas destruyendo todo a su paso. Según los maoístas más radicales, la autonomía política de las minorías dañaba el proceso de construcción nacional y socialista de China y todas ellas debían aceptar a partir de ahora la supremacía cultural de los Han.

Yanbian no escapó a esta ola de violencia. Al principio, se concentró en los ambientes universitarios y consistió en lanzar acusaciones contra los altos cargos de la Universidad de Yanbian. La mayoría de los Guardias Rojos de la prefectura autónoma eran chinos, muy influenciados por lo que sucedía en otras partes del país. El objetivo de sus ataques era acabar con la presencia cultural coreana en cualquier institución pública. A pesar de la resistencia del gobierno local, las acciones de los Guardias Rojos venían avaladas por Pekín y no tardaron en extenderse a las fábricas, escuelas e instituciones. La situación no tardó en degenerar en enfrentamientos entre los mismos Guardias Rojos y en la aparición de facciones rivales. En marzo de 1967 la guarnición del EPL acantonada en Yanji declaró la ley marcial y puso fin temporalmente a la violencia en la prefectura. La situación volvió a estallar con más fuerza a mediados de 1967. Hasta entonces, la acción destructiva de los Guardias Rojos había sido limitada pero, a medida que avanzaba la Revolución Cultural en todo el país, éstos se vieron ayudados por cuadros maoístas procedentes de la capital y empezaron las sesiones de acusación e interrogatorio de los dirigentes locales del PCCh y de todos aquellos que tuvieran algún tipo de autoridad en Yanbian. La colaboración del ejército, cuyo principal mando Lin Biao era un firme partidario de Mao, resultó fundamental para que durante más de un año las persecuciones fueran constantes, así como los apaleamientos, asesinatos y suicidios.

En sus ataques hacia la minoría coreana, los Guardias Rojos también se dedicaron a denunciar a Kim Il Sung y a promover alborotos en la frontera con Corea del Norte. Ésta fue cerrada a cal y canto y se prohibió el tránsito de personas entre los dos países entre 1968 y 1969. Este nacionalismo chino desembocó rápidamente en la persecución de símbolos como la lengua, las fiestas, la literatura y el uso de nombres coreanos.[33] Las consecuencias de esta violencia serían trágicas. Sólo en Yanbian murieron durante esta época 4000 personas, más de 5000 resultaron heridas y varias decenas de miles fueron encarceladas.[34]

La Revolución Cultural se desarrolló de manera diferente en Yanbian en comparación con el resto de China. Aquí, cuatro factores tuvieron un peso significativo para que las acciones de los Guardias Rojos tomaran otros derroteros: la cuestión de la nacionalidad, la implicación de elementos extranjeros (las relaciones con Corea del Norte), la fuerte cohesión de la comunidad coreana y la destitución y persecución de dirigentes coreanos. Además, Yanbian se diferenció de zonas como Xinjiang y Tíbet en lo que se refiere a la persecución religiosa pues aunque los chaoxianzu eran confucianistas, budistas y en menor medida cristianos, no se caracterizaban por su práctica religiosa. Aparte de los daños físicos y morales, la consecuencia más importante de la Revolución Cultural fue la expulsión de cuadros de origen coreano de la administración. Todos los cargos de responsabilidad (gobierno local, seguridad pública, etc.) pasaron a estar en manos exclusivamente de los Han y la lengua china pasó a ser la única autorizada en la enseñanza y la vida pública. En la práctica, Yanbian dejó de ser una zona autónoma y esta situación se prolongaría hasta mediados de los años ochenta.

Los coreanos chinos y las reformas de los años 80 y 90

Con la llegada al poder de Deng Xiaoping en 1978 la situación de los chaoxianzu empezó a cambiar y a mejorar. La política pragmática y conciliadora de la nueva cúpula dirigente china también afectó a las minorías nacionales. Para reducir tensiones y conflictos internos y restaurar la paz y la cooperación en las zonas de nacionalidades, Deng reconoció las legítimas aspiraciones de las mismas, siempre y cuando no amenazaran los intereses primordiales de la RPCh. Se buscó hacer olvidar las humillaciones y las injusticias de la Revolución Cultural, que fueron denunciadas por el Estado, y animar a las minorías a participar en el proceso de reformas que se estaba llevando a cabo. Los medios para lograr estos objetivos serían a partir de ahora la persuasión y la cooperación y no la coacción y el castigo.

Así, se procedió a desmontar la política llevada a cabo por Pekín en las últimas dos décadas y sustituirla por una más acorde con la realidad de los nuevos tiempos. La nueva Constitución adoptada en 1982 tuvo mucho interés en definir claramente a China como un “estado multinacional unitario” y en reconocer los derechos de las minorías tanto en el aspecto político como en el cultural. Considerando la política de asimilación como contraproducente y poco efectiva, se procedió a incrementar el grado de autonomía local y a reforzar el sentimiento de identidad étnica y/o cultural de las diferentes minorías sin que ello fuera en perjuicio de los intereses nacionales. Por ejemplo, se restableció la autonomía en aquellas zonas que habían sido privadas de ella en el pasado y se rehabilitó a cuadros purgados en los años cincuenta, sesenta y setenta. En mayo de 1984 el gobierno chino aprobó la Ley sobre la Autonomía de las Áreas de Nacionalidades que extendía y reforzaba la autonomía recogida en la Constitución de 1982, reconociendo la libertad religiosa y la prohibición del Estado y de cualquier individuo de obligar a un ciudadano chino a renunciar o a practicar una religión. A partir de ahora, estaría prohibido discriminar a una persona sobre la base de una creencia religiosa.

En Yanbian la autonomía se restableció oficialmente en 1985 mediante la promulgación de un reglamento que legislaba sobre la autonomía de la prefectura (Yanbian Chaoxianzu zizhizou zhi tiaoli) aunque desde 1978 el Estado había procedido a un acercamiento a los coreanos mediante la autorización de organizaciones como la Asociación China de Historia Coreana, la de Literatura Coreana, la de Lengua Coreana, etc. Desde 1979 se toleraron las escuelas de educación en coreano y se autorizó el regreso a la enseñanza de los profesores purgados durante la Revolución Cultural. La relajación política permitió a los chaoxianzu sacar provecho de esta situación. Adaptándose a los cambios políticos, económicos y sociales, combinaron éstos con la preservación de su identidad cultural. El propio Deng Xiaping visitó Yanbian en 1983, donde animó a sus habitantes a trabajar por el desarrollo de la prefectura autónoma, y un año más tarde hizo lo propio el secretario general del PCCh Hu Yaobang.[35]

Políticamente, desde 1985 el gobierno de Yanbian ha sido dirigido por un coreano que ejerce las funciones de jefe administrativo, asistido por dos vicejefes, uno Han y otro coreano. El dominio político coreano en Yanbian es notorio: por ejemplo, a finales de los ochenta los chaoxianzu controlaban once de los quince departamentos del gobierno y representaban el 70% de los diputados de la Asamblea Popular de la prefectura.[36] Incluso el secretario local del PCCh era un coreano. En Jilin, el gobierno provincial cuenta desde hace décadas con influyentes miembros de esta comunidad entre sus principales dirigentes. El EPL tampoco es ajeno a esta situación y muchos de los altos mandos de las tropas estacionadas en la zona de Yanbian también son de origen coreano.

El gobierno autónomo tiene su propio presupuesto y puede decretar impuestos. Asimismo, goza de un amplio margen de decisión en temas educativos y culturales. El 22 de abril de 1985 el Octavo Congreso Popular de Yanbian adoptó una serie de regulaciones que dotaban a la prefectura autónoma de una mayor autonomía en temas de ecología, desplazamiento de población y sanidad urbana.[37] La política seguida por Pekín recogía aspectos de comienzos de los cincuenta como permitir un mayor poder de los coreanos pese a ser minoría en la zona. Así, en Yanbian, de un total de 2.038.454 habitantes que tenía en el año 1990, sólo el 40,3% (821.497 personas) era de origen coreano pero mantenía un grado de poder mucho más elevado, ocupando el 51,2% de los cargos políticos locales y más del 50% de los de juez. Además, más de la mitad de los mandos policiales y de los agentes eran coreanos.[38] Y esta política perdura en la actualidad.

Durante el período de Deng (1978-1997) los coreanos fueron alcanzando puestos de mayor responsabilidad, especialmente en el ámbito nacional. Algunos chaoxianzu llegaron a ser viceministros y la Asamblea Nacional Popular (parlamento chino) tenía una veintena de representantes de esta minoría a finales de los años ochenta. Asimismo, desde esta época, al menos un coreano ha figurado siempre entre el centenar de personas que componen la parte superior de la cúpula dirigente china. En 1988 se produjo otro hecho histórico: a pesar de que los coreanos son un grupo muy reducido en las fuerzas armadas (2358 sobre un total de efectivos de 3.199.100 en el año 1990),[39] un miembro de esta minoría nacional alcanzó el grado de general del EPL.[40] Ello demuestra que pese a representar sólo el 0,2% de la población total del país, los chaoxianzu han logrado tomar parte activa en el proceso de desarrollo político, económico, cultural y social de China y adaptarse a una realidad cambiante sin perder su posición e incluso beneficiándose de los cambios.

La enseñanza en coreano fue restablecida a comienzos de los años ochenta, así como el uso de esta lengua en actividades públicas. Los coreanos, bilingües en su mayor parte, hablan su lengua materna de manera habitual en el ámbito personal, educativo y cultural. Desde 1978 han ido en aumento los festivales de cultura coreana en Yanbian. Ello se ha visto favorecido sin duda por el buen nivel de las escuelas coreanas. Éstas acogen a la mayoría de niños de esta minoría nacional y, aunque su educación es en coreano, también se enseña la lengua y la literatura china. Un ejemplo de este buen nivel educativo es el hecho de que en 1998 el 96,8% de los niños de Yanbian habían completado la enseñanza obligatoria, que en China es de nueve años.[41] Ello les convierte en la nacionalidad con la tasa más elevada de población alfabetizada. Si exceptuamos a un pequeño grupo de gente anciana en las zonas rurales, todos los chaoxianzu mayores de quince años saben leer y escribir tanto el chino como el coreano.

En el ámbito universitario sucede lo mismo. Yanbian, donde en 1989 estudiaban casi 3000 alumnos con un porcentaje de coreanos del 70%, es una de las universidades de mayor prestigio del nordeste de China y su enseñanza es bilingüe aunque el chino es la lengua de uso preferente.[42] No obstante, el uso del coreano ha ido en aumento desde 1982 e incluso los exámenes de acceso a la universidad se pueden hacer en este idioma. Pekín aplicó también un sistema de discriminación positiva que incluía becas, ayudas para gastos personales, etc. y que también otorgaba ciertos privilegios a las minorías nacionales en los criterios de acceso a la universidad aunque en el caso coreano se demostró innecesario pues los estudiantes de esta nacionalidad suelen superar generalmente el nivel del resto de minorías y de buena parte de los Han desde los años ochenta.

Si exceptuamos los momentos más sombríos del período maoísta, el PCCh ha seguido tradicionalmente una política de gran tolerancia y de especial consideración hacia los coreanos si lo comparamos con otras minorías nacionales. Las autoridades saben que los chaoxianzu, como el resto de nacionalidades, han tenido siempre un cierto recelo hacia el dominio Han pero valoran también que, a diferencia de los uighures o los tibetanos, nunca han considerado la posibilidad de la secesión. Yanbian es la única de las treinta prefecturas autónomas de China que se encuentra en el nordeste del país e incluso los manchúes, minoría étnica con una población cinco veces superior a la coreana, no ha conseguido tener una zona autónoma de características similares. No existe en Yanbian un antagonismo Han-coreanos y los matrimonios mixtos son más frecuentes que en el caso de otras etnias.

No es extraño, por tanto, que las autoridades chinas tengan en gran consideración a los chaoxianzu. Así, por ejemplo, a diferencia de otras zonas autónomas donde el desarrollo fue posterior y en muchos casos más lento, Pekín animó desde buen comienzo a los coreanos de Yanbian a participar en las reformas que estaban teniendo lugar en el país. El objetivo era doble. Por un lado, integrar a los chaoxianzu en la nueva estrategia china hacia Corea con el fin de facilitar un acercamiento entre los dos estados de la península. Por otro, lograr la estabilidad en la zona fronteriza favoreciendo el desarrollo económico en Yanbian e integrando definitivamente a la minoría coreana en la política del gobierno, en resumen, en el Estado chino.

El desarrollo económico ha permitido reforzar el sentimiento de pertenencia a China por parte de los chaoxianzu. Los beneficios en Yanbian han sido notables pues la prefectura autónoma experimentó entre mediados de los años ochenta y de los noventa un crecimiento económico sin precedentes. En la industria, por ejemplo, el desarrollo fue notable y en 1986 existían ya 1200 empresas de este sector en Yanbian con un crecimiento anual de la producción del 18%.[43] El Estado contribuía mediante grandes inversiones y promoviendo iniciativas locales con el fin de impulsar la apertura económica.

Entre los objetivos estaba lograr inversiones extranjeras y en primer lugar de Corea del Sur. Jugando con la proximidad cultural entre los chaoxianzu y los empresarios del sur de la península coreana, se buscó animar a estos últimos a invertir en el nordeste de China y favorecer así un acercamiento con Pekín y también entre Seúl y Pyongyang. Para ello, en otras iniciativas, se creó el proyecto de Rajin-Sonbong con el objetivo de impulsar sobre todo el desarrollo económico a un lado y otro de la frontera entre China y Corea del Norte. Con este fin se estableció en marzo de 1992 en Hunchun una zona de cooperación económica fronteriza (banjing jingji hezuoqu).[44] Este desarrollo económico de Yanbian tuvo su época de esplendor entre 1991 y 1994.

A partir de 1995, sin embargo, la economía de Yanbian sufrió una ralentización y dejó de ser la prefectura autónoma más desarrollada de China. Las causas son varias pero responden tanto a aspectos económicos como políticos. En primer lugar, la falta de infraestructuras y de una red de transportes, que ha hecho poco operativo un mayor impulso económico en la zona. Por otro lado, la falta de cooperación de Corea del Norte en determinados momentos del proyecto de Rajin-Sonbong y las crisis nucleares de 1994  y posteriores han ahuyentado a los inversores extranjeros, que prefieren invertir en zonas más seguras de China. La ampliación de las zonas económicas capitalistas en China ha hecho que Yanbian deje de ser un centro de referencia pero mantiene todavía hoy un peso considerable en el escenario económico y político del nordeste chino.

Los coreanos de China hoy y la relevancia geoesgratégica de Yanbian en las relaciones sino-coreanas

Los coreanos son, sin duda alguna, la comunidad que mejor se ha adaptado a las reformas emprendidas por el gobierno chino a partir de finales de los años 70. Yanbian es una zona de crecimiento económico desde finales de los ochenta y ha alcanzado un grado de desarrollo que supera en ocasiones a zonas Han, lo que le diferencia de nuevo de otros grupos minoritarios pues no hay que olvidar que el 80% de las zonas más pobres del país corresponden a territorios habitados por minorías nacionales.[45]

Todas estas circunstancias, unidas a su nulo deseo de separarse de China y su lealtad al PCCh, hacen que los coreanos estén tranquilos y éste es uno de los legados de Deng Xiaoping a las siguientes generaciones de líderes comunistas chinos. Yanbian estará a salvo de los problemas políticos que sacudirán al Tíbet a finales de los ochenta, a Mongolia Interior a comienzos de los noventa, Xinjiang a mediados de esa década y Tíbet más recientemente en el año 2008. Además, su elevado nivel de vida y su tasa de educación les convierten en una de las minorías nacionales más respetadas del país. Encuestas llevadas a cabo entre los Han señalan que los coreanos forman la comunidad más admirada después de los uighures y los chinos de ultramar.[46] Por ello, no es extraño que sean considerados por las autoridades chinas como un modelo para el resto de minorías nacionales.

Sin embargo, la intranquilidad con respecto a los coreanos no ha desaparecido entre los dirigentes chinos, especialmente en los últimos años. Aunque durante la época de Mao Zedong y Deng Xiaoping los coreanos no suponían una gran preocupación, desde el final de la Guerra Fría existe una cierta inquietud en Pekín en torno a los chaoxianzu debido a la posibilidad de súbitos cambios políticos en la península coreana. Las autoridades chinas siempre han sido conscientes de que la mayoría de minorías nacionales viven en los márgenes del país, en áreas fronterizas en algunos casos muy sensibles. Para el PCCh el problema principal es determinar el grado de identidad y simpatía de los chaoxianzu hacia su madre patria, Corea. No hay que olvidar que los coreanos han sido históricamente, junto con los mongoles, la única minoría de China que está representada en el exterior por un país étnicamente igual.[47] Y es evidente que la proximidad física con su tierra natal ha contribuido a preservar y desarrollar su identidad pero a la vez puede suponer una amenaza a la autoridad de Pekín en la zona.

Y esta percepción de Pekín es visible sobre todo en el caso de Yanbian. Considerada el referente político y cultural de los chaoxianzu, la prefectura autónoma es una zona de gran importancia estratégica para Pekín pues comparte 523 kilómetros de frontera con Corea del Norte y 223 con Rusia (hasta 1991 la Unión Soviética). A la rivalidad con Moscú (herencia de la disputa sino-soviética) se suma el tradicional recelo chino hacia Corea del Norte, aliado que había demostrado con frecuencia su falta de compromiso con Pekín. El régimen de Pyongyang ha intentado siempre presentarse como defensor de los intereses de los coreanos en el extranjero, sobre todo en la antigua URSS, Japón y China. En este último caso, hace años se les animaba a volver a la madre patria y se les concedía automáticamente la ciudadanía norcoreana.[48]

Aunque en Yanbian los coreanos representaban en 2000 el 38,5% del total de sus habitantes por un 58,5% de Han,[49] no es menos cierto que las unidades administrativas de Yanbian próximas a la frontera con Corea del Norte tienen una proporción mayor de coreanos que aquellas más alejadas, donde los Han son mayoría. La inquietud china se incrementó a partir de 1991 ante el temor de una posible reunificación de la península de Corea (tras la desaparición de la URSS aumentaron las posibilidades de una caída del régimen comunista de Corea del Norte) y las repercusiones que ello pudiera tener entre los chaoxianzu, en especial en aquellos que residen en Yanbian.

Esta circunstancia es objeto de un análisis serio en Pekín porque una Corea unificada políticamente y atractiva económicamente puede ser un imán para aquellos coreanos que residan en China y pueda alentar aspiraciones secesionistas en Yanbian con el objetivo de formar una “Gran Korea”.[50] Sin olvidar que la frontera común sigue estando en litigio y, pese a no representar hoy día un motivo de discordia, puede resultar en un futuro un elemento de enfrentamiento entre la península coreana unificada y China.

La respuesta del gobierno central ha sido la introducción desde los años noventa de una campaña basada en los tres principios que rigen desde entonces las relaciones entre los Han y las minorías (sanguan jiaoyu) y que busca ante todo recordar el peso de la unión de las nacionalidades en el desarrollo de la RPCh.[51] El sanguan jiaoyu es un movimiento de educación organizado por las autoridades centrales y locales que surge cuando la unidad entre las diferentes nacionalidades está amenazada o porque hay tensiones entre los Han y las minorías o porque estas últimas se apartan de las directrices del gobierno. El término es de difícil traducción porque su definición exacta es un tanto vaga. Sanguan significa los “tres guan”, término este ultimo que se puede traducir como idea o concepto que rige las relaciones entre las minorías y los Han. Los tres conceptos son zhuguoguan (zhu significando “residir” y guo “país”, señalando que las nacionalidades viven en un país que es China), minzuguan (las nacionalidades de China se benefician del Estado multinacional y gozan de ciertos privilegios en materia política, económica y social) y lishiguan (lishi significa “historia” y recuerda a las nacionalidades que históricamente han formado parte de China y han contribuido a edificar el Estado multinacional en el que viven). En la práctica, se trata de una campaña que tiene por objetivo transmitir a las minorías nacionales que el Estado y el país (esto es, China) son más importantes que la nacionalidad y, si ésta última es respetada, aquellas no deben situarse jamás por encima del Estado. En el caso de Yanbian esta campaña tiene lugar cada mes de septiembre con motivo de las conmemoraciones anuales por la fundación de la prefectura autónoma.

China ha seguido también muy de cerca el acercamiento de los chaoxianzu a Corea del Sur desde los años 80. Ello favoreció en la práctica un mayor contacto entre Pekín y Seúl que culminaría con el reconocimiento diplomático de ambos países en 1992. Los surcoreanos fueron autorizados a visitar Yanbian a partir de 1989 y las relaciones entre chinos de origen coreano y Seúl se intensificaron durante los noventa con la llegada de nuevas modas procedentes del sur de Corea como la música o la forma de vestir.

Probablemente, el legado más importante que ha dejado Deng en las relaciones exteriores de la minoría coreana ha sido el cambio en la percepción que ésta tenía de la situación política en Corea. Hasta los años setenta, los chaoxianzu eran firmes partidarios de Corea del Norte, nación que consideraban como un modelo político y social. Esta situación cambió a lo largo de la década de los ochenta en favor de Corea del Sur. Las reformas impulsadas por el Estado chino trajeron un grado de libertad y de desarrollo desconocidos hasta entonces. El conocimiento de la realidad en la península coreana supuso un impacto importante y los chaoxianzu pasaron a tener una visión más positiva de Corea del Sur y el progreso económico de este país que, añadido al éxito de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, se convirtió en un ejemplo a seguir. Desde 1992 los surcoreanos fueron autorizados a visitar las zonas autónomas coreanas y ello favoreció el acercamiento entre aquellos y sus hermanos de China. Desde entonces, los lazos entre los chaoxianzu y Corea del Norte se han fundamentado casi exclusivamente en las relaciones de parentesco a un lado y otro de la frontera.

Pero esta situación ha traído también nuevas preocupaciones para el régimen comunista chino. Aunque Yanbian ha conocido fases de importante desarrollo económico, también se ha visto afectado por varias crisis, especialmente desde mediados de los noventa. Si nos fijamos en las cifras de los dos últimos censos veremos que la población coreana de China sólo se ha incrementado en poco más de tres mil personas. Una cifra claramente irrisoria. Ello no es debido a un descenso de la natalidad entre esta minoría[52] sino al hecho de que una parte considerable de la juventud chaoxianzu se ha marchado a trabajar al extranjero, en su inmensa mayoría a Corea del Sur. Al vivir en el sur de la península coreana, los chaoxianzu disfrutan de unas libertades que carecen en China y se muestran muy críticos con el régimen de Corea del Norte, aliado de China. Ello hace que Pekín recele de las chaoxianzu que regresan por temor a que expandan ideas contrarias a los ideales del partido o que compliquen la ya de por sí compleja relación con Pyongyang.

La otra preocupación china ha sido la influencia que podría tener en el seno de la comunidad coreana una creencia religiosa que afectara a la autoridad política de Pekín. A diferencia de uighures y tibetanos, la religión jamás jugó papel relevante alguno entre los chaoxianzu. El budismo, combinado con elementos confucianistas, había sido la principal creencia pero la política hostil hacia la religión desempeñada por el Estado entre 1949 y 1976 y la escasa práctica de los propios coreanos había llevado a un declive absoluto de la fe de Buda. Estudios llevados a cabo entre 1986 y 1990 demostraron que el budismo se había prácticamente extinguido en el seno de dicho grupo étnico.[53] Sin embargo, el régimen chino siempre temió la influencia del cristianismo, tanto protestante como católico, que es seguido por la mayoría de coreanos y también por una parte de los Han de la región. Perseguida durante la Revolución Cultural, la práctica de esta religión fue autorizada de nuevo en 1981.

Desde mediados de los noventa la preocupación se centró concretamente en el catolicismo, en auge entre los chaoxianzu. Con el fin de evitar influencias extranjeras, Pekín siempre promovió en el cuerpo sacerdotal católico de China la adhesión a la iglesia católica nacional e independiente pues siempre ha rechazado la tutela del Vaticano sobre los católicos del país. El caso de Yanbian no es una excepción. La casi totalidad de los sacerdotes coreanos no mantiene relaciones con Roma ni tampoco con la jerarquía católica de Corea del Sur.[54] Las autoridades chinas también recelan de la actividad misionera y humanitaria de los surcoreanos, en auge desde 1992, porque esconde un intento de difundir el cristianismo entre los chaoxianzu.

Pese a todo, los coreanos de China se han adaptado muy bien a su país de acogida y han contribuido a la estabilidad del mismo. Participaron en la fundación de la RPCh, sufrieron como el resto del país los horrores del maoísmo y abrazaron con decisión las reformas económicas de finales de los setenta. Como comunidad,  los chaoxianzu han experimentado cambios muy importantes desde 1978. Son, por ejemplo, la minoría con la mayor renta per cápita y una de las pocas que disfrutan de un gran respeto por parte de las autoridades comunistas. Yanbian es un ejemplo de sistema de autogobierno para toda China. En la práctica, la minoría coreana ha sabido combinar su adaptación a los cambios políticos, económicos y sociales del país y la preservación de su identidad cultural. Yanbian sería el centro de referencia de la identidad cultural coreana para todas aquellas personas que forman parte de esta minoría nacional en China. Evidentemente, la influencia china se ha acrecentado pero el orgullo de ser coreano y la facilidad para adaptarse a una realidad cambiante ha reforzado su herencia coreana como una forma de protección psicológica ante dichos cambios. Así, los coreanos de China no se han occidentalizado ni modernizado como sus hermanos de Corea del Sur. Tal vez el hecho de vivir en suelo extranjero y rodeados de otros grupos étnicos más fuertes (Han, manchúes) les haga también ser conscientes de los riesgos de perder sus tradiciones y costumbres, en resumen, de perder su identidad coreana.

 

Notas

[1] Zhongguo renkou tongji nianjian [Anuario estadístico de la población de China], p. 56-57. Zhongguo tongji nianjian [Anuario estadístico de China], p. 43.

[2] Min, p. 6.

[3] El 4% restante se encontraba en Mongolia Interior, Pekín y un grupo muy reducido en Xinjiang. Estos datos siguen siendo válidos en la actualidad ya que no se han apreciado movimientos sustanciales de población en el seno de la comunidad coreana en los últimos veinticinco años en lo que a su distribución por el territorio chino se refiere.

[4] Las fronteras actuales corresponden aproximadamente al período de la dinastía mongol de los Yuan (1279-1368) aunque hubo ligeros cambios en siglos posteriores. Sin embargo, durante la época del reino de Koguryo (siglos V-VIII) el poder coreano se extendía a Manchuria y la región de la actual Vladivostok y su sucesor, el reino de Parhae (siglos VIII-X), dominaba Manchuria y la península de Liaodong.

[5] El sistema tributario definía las relaciones entre China y sus vecinos en tiempos de los emperadores Ming y Qing aunque ya existía en tiempos anteriores a estas dinastías. Mediante dicho sistema, los chinos ejercían un control sobre sus vecinos con el fin de asegurarse unos recursos económicos pero también políticos. Los reyes de los estados sometidos enviaban tributos al emperador chino, riquezas que incrementaban el poder de este último. A cambio, China aseguraba la protección de sus vecinos en caso de agresión exterior y por lo general no se implicaba en los asuntos políticos internos de los estados tributarios salvo que su autoridad se viera amenazada. En la práctica, los reyes locales tenían una libertad casi absoluta a nivel interno pero no controlaban la política exterior.

Corea, al igual que otros vecinos de China, recibió una fuerte influencia cultural y social de esta última pero, a diferencia de las otras naciones, Corea mantuvo una especial relación con China. En tiempos de los emperadores, Pekín consideraba al reino coreano como su hermano pequeño, inferior a China pero superior al resto de estados tributarios. Así, Corea formaba parte del Tian xia (“todo lo que hay bajo el cielo es China”) y estaba considerada el modelo de estado tributario (fan shu) por excelencia, sobre todo a partir de la última dinastía imperial, los Qing (1644-1911), momento en que este sistema se consolidó definitivamente. La relación entre el imperio chino y el reino coreano se explicaba mediante el término chino she da (“servir al grande”), esto es, el pequeño país (Corea) que sirve al grande (China). Corea dejó de ser un estado tributario de China después de la derrota china en la guerra sinojaponesa de 1894-1895.

[6] La provincia de Jilin, donde hoy se concentra la mayor parte de los ciudadanos chinos de ascendencia coreana, era además una de las reservas de caza favoritas de la corte imperial manchú.

[7] Zabrovskaia, p. 75.

[8] Piao, p. 57. Conviene señalar que Jiandao es el nombre chino con el que pasó a denominarse Yanbian en esta época. En japonés era conocido como Kando.

[9] Mackerras, 1994,  p. 100.

[10] Ibid., p. 115

[11] Lee, 1989, p. 506.

[12] Lee, 1986, p. 27. Aunque no fueron muchos, algunos coreanos ocuparon puestos de relevancia en el gobierno títere de Pu Yi y varios miles sirvieron en las filas del ejército imperial manchú.

[13] Lee, 1989, p. 508. En su mayoría se trataba de miembros de la resistencia contra Japón y de sus familias.

[14] Young, p. 316-318.

[15] Olivier, p. 128.

[16] Lee, 2001 (b), p. 360-361.

[17] Piao, p. 73.

[18] Mackerras, 1994, p. 100.

[19] En 1911 el primer presidente de la República de China, Sun Yat-Sen, consideraba que en el país sólo había cinco grupos étnicos: los Han, los manchúes, los tibetanos, los Hui y los mongoles. Los han son lo llamamos popularmente chinos.

[20] Huang, p. 19.

[21] Los Hui, por ejemplo, son una minoría nacional pero no una etnia aparte porque son Han. La única diferencia con éstos es que los Hui son musulmanes.

[22] En el censo de 1953 se reconoció a un total de cuarenta y una, en el de 1964 se añadieron otras doce y finalmente en 1982 se incluyó a otras dos, estableciéndose el número de minorías nacionales definitivamente en cincuenta y cinco.

[23] Sautman, p. 88.

[24] Se trata de la región autónoma del Tíbet, la región autónoma uighur de Xinjiang, la región autónoma de Mongolia Interior, la región autónoma Hui de Ningxia y la región autónoma Zhuang de Guangxi. En total, el 63,7% del territorio de China son zonas autónomas.

[25] La municipalidad de Dunhua pasó a formar parte de la Prefectura Autónoma Coreana de Yanbian en octubre de 1958.

[26] Changbai concentra en la actualidad al 16% de los coreanos de China.

[27] Mackerras, 1995, p. 47.

[28] C. Mackerras, op. cit., 1994, p. 147.

[29] Lee, 1986, p. 79.

[30] Lee, 2001 (a), p. 10.

[31] Ibid., p. 10-11.

[32] Mackerras, 1994, p. 147.

[33] J. Lee, 2001 (a), p. 19. La idea de las autoridades de Pekín era que el uso de lenguas “étnicas” suponía una degeneración cultural y, en el caso de Yanbian, se incrementó la ayuda a las escuelas Han con el objetivo de que el coreano desapareciera como idioma de la zona en un plazo de entre 10 y 15 años.

[34] C.-J. Lee, op. cit., 1986, p. 89.

[35] Colin, p. 7.

[36] Min, p. 7-8.

[37] Jin, p. 33.

[38] C. Mackerras, 1994, p. 148 y 157-158.

[39] Ibid., p. 256-257.

[40] Renmin Ribao, [El Diario del Pueblo], 15 de septiembre de 1988. Se trata del general Cho Nam Oi (cuyo nombre chino es Zhao Nanqi), originario de Yanchi, capital de Yanbian, y que fue director de la Academia Militar de las Ciencias del ejército chino a comienzos de los noventa, así como miembro del XIII Comité Central del PCCh (1987-1992).

[41] Mackerras, 2003, p. 129.

[42] Lee, 1989, p. 515.

[43] Cui, p. 86.

[44] S. Colin, op. cit., p. 8.

[45] B. Sautman, op. cit., p. 87.

[46] Fong y Spickard, p. 38.

[47] En el mismo caso podríamos incluir también desde 1991 (debido a la desaparición de la URSS y al nacimiento de repúblicas independientes en el Asia Central ex soviética) a las minorías kazaja, kirguiza, tayika y uzbeca pero su número total es relativamente bajo y todas ellas se concentran en Xinjiang, donde los grupos étnicos mayoritarios son los uighures y los Han.

[48] Olivier, p. 135. Un número importante emigró en 1962-1964, época en que las relaciones entre Pekín y Pyongyang eran cordiales. Más tarde fueron autorizados a regresar pero en China se les obligó a renunciar a su ciudadanía norcoreana.

[49] Yanbian tongji nianjian [Anuario estadístico de Yanbian], p. 67-68 y 73.

[50] D. Gomà, p. 878.

[51] Colin, p. 4-5 y 18.

[52] A diferencia de los Han que están estrechamente sometidos a la política del hijo único desde 1979, los coreanos, como el resto de las minorías, se benefician de una política menos restrictiva y están autorizados a tener dos hijos en el caso de las parejas urbanas y tres en las campesinas, habiendo aceptado relativamente bien el control de la natalidad

[53] Mackerras, 1995, p. 118.

[54] Ibid., p. 118.

 

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© Copyright Daniel Gomà, 2008.
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Ficha bibliográfica:
GOMÀ, D. La minoría coreana de China: Identidad y adaptación en un espacio geográfico fronterizo. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de noviembre de 2008, vol. XII, núm. 276<http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-276.htm>. [ISSN: 1138-9788].


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