Menú principal

Índice de Scripta Nova

Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XIV, núm. 321, 20 de abril de 2010
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 

EL POLICENTRISMO EN CASTILLA-LA MANCHA Y SU ANÁLISIS A PARTIR DE LA POBLACIÓN VINCULADA Y EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO

Félix Pillet
Felix.Pillet@uclm.es

Mª del Carmen Cañizares
MCarmen.Canizares@uclm.es

Ángel Raúl Ruiz
AngelRaul.Ruiz@uclm.es

Héctor S. Martínez
HectorS.Martinez@uclm.es

Julio J. Plaza
Julio.Plaza@uclm.es

Jesús F. Santos
JesusF.Santos@uclm.es

Depto. de Geografía y Ordenación del Territorio – Universidad de Castilla-La Mancha

Recibido: 14 de mayo de 2009. Devuelto para revisión: 23 de julio de 2009. Aceptado: 28 de enero de 2010.

El policentrismo en Castilla-La Mancha y su análisis a partir de la población vinculada y el crecimiento demográfico (Resumen)

Para analizar la propuesta de Policentrismo en Castilla-La Mancha, que se contempla en la Estrategia Territorial Europea (ETE), así como sus correspondientes Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) se han tenido en cuenta las experiencias de desarrollo territorial existentes, los flujos que muestran la Población Vinculada presentados por el INE (2001), los crecimientos de población recientes (2001-08), además del análisis de los cambios que se puedan experimentar en los próximos años en la red de infraestructuras, tanto por autovía como por autopista. Dicha propuesta se realiza cuando se está elaborando el Plan de Ordenación del Territorio (POT) Estrategia Territorial de Castilla-La Mancha por parte del gobierno de la Comunidad Autónoma.

Palabras clave: Estrategia Territorial Europea, policentrismo, área funcional urbana, población vinculada, crecimiento demográfico, Castilla-La Mancha.

Polycentrism in Castilla-La Mancha and its analysis from linked population and the demographic growth (Abstract)

Several sources has been taken into account to analyze a polycentric proposal in Castilla-La Mancha (Spanish regional administration) within the terms of European Spatial Strategy (ESS) and the Functional Urban Areas (FUA): current spatial development experiences, linked population flows provided by INE (National Statistics Agency, 2001), recent population growth (2001-08), besides an analysis of the forthcoming changes in transport network, whether motorway or toll roads. This proposal is being devised while a Land Planning Project called Castilla-La Mancha Spatial Strategy is also being carried out by the regional Government

Key words: European Territory Strategy, Polycentrism, functional urban area, linked population, population growth, Castilla-La Mancha.

La estructura urbana de Castilla-La Mancha: el estado de la cuestión

Durante los últimos años se viene afirmado que aunque se ha reorganizado la red urbana española y aumentado su capacidad de vertebración, el sistema urbano español adolece de una escasa jerarquización (Valenzuela y Salom, 2008, p. 49), pues de hecho ya se indicó previamente que el “mapa de las áreas urbanas revela un sistema urbano desequilibrado, escasamente jerarquizado y con dificultades para vertebrar y movilizar el territorio de forma equilibrada” (Troitiño, 2007, p. 28)[1].

En la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, la progresiva concentración de población en sus zonas más dinámicas ha contribuido al desarrollo de sus principales ciudades. Sin embargo, este fenómeno se ha producido de un modo todavía insuficiente para consolidar un conjunto urbano con entidad y poder de atracción en el ámbito regional (García Marchante y Fernández, 1998, p. 492). Cuando se analizaba el crecimiento real anual en las capitales españolas, con porcentajes del último periodo intercensal (1991-2001), entre las cinco primeras ciudades aparecían tres de la región: Albacete (1,4 %), Toledo (1,3 %),  Murcia y Palma de Mallorca (1,2 %), Ciudad Real y Cáceres (1 %). Haciendo una lectura interna con estos mismos porcentajes se observaba, también, el elevadísimo crecimiento en las áreas de contacto entre la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y la comunidad de Madrid, especialmente en  el límite con Guadalajara y Toledo con crecimientos que oscilaban entre el 3 y el 19 por ciento, siendo los casos más llamativos los pertenecientes a municipios semiurbanos como Villanueva de la Torre (Guadalajara) con un 18,5 por ciento y Cobisa (Toledo) con un 14,9 por ciento (Pillet, 2006, p. 173). Estos elevados porcentajes se siguen manteniendo en los crecimientos demográficos recientes (2001-08) en las áreas más próximas a la Comunidad de Madrid, pero como hemos podido comprobar, son dos provincias castellano-manchegas las que presentan el mayor número de municipios con crecimientos que oscilan entre el 3 por ciento y el 23 por ciento. Nos referimos a las provincias de Toledo (60 municipios) y Guadalajara (58 municipios), seguidas de Segovia (33), Cuenca (12) y Ávila con 10 municipios con crecimientos superiores al 3 por ciento en núcleos donde está más presente la influencia madrileña como podemos observar en la Figura 1. Si nos centramos en las provincias de Castilla-La Mancha (Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo), se comprueba que la única que no presenta ningún municipio con un crecimiento superior al 3 por ciento es Albacete, lo que demuestra un destacado estancamiento demográfico durante el presente siglo.

En Castilla-La Mancha no existe un único núcleo rector capaz de organizar todo el territorio. Tradicionalmente se entendió a la comunidad como una región de paso, ordenada en torno a las cinco capitales provinciales, junto a otras ciudades importantes (Talavera de la Reina y Puertollano) y una extensa subregión central, La Mancha, caracterizada por el equilibrio de sus núcleos más poblados, denominadas tradicionalmente “agrociudades”, además de una periferia regional determinada por la media montaña y fuertes procesos de despoblación. La inexistencia de un lugar central claramente definido ha determinado su consideración como “región acéfala” en la que la influencia ejercida por Madrid sigue siendo determinante. A ello se une la fragilidad estructural de la red urbana interna (Panadero y Pillet, 1999a, p. 326; Cebrián, 2007a, p. 179-180). Esta fragilidad debemos relacionarla con la localización espacial de los núcleos urbanos caracterizada por la dispersión de los asentamientos que conforman la red, distribuidos de forma desigual por todo el territorio y que, para estructurarla internamente, necesitan complementarse con núcleos más pequeños (semiurbanos y rurales), de modo que todo el espacio regional quede cubierto (Cañizares, 1999, p. 78).

 

Figura 1. Crecimiento real anual (2001-2008) por municipios en las provincias de Castilla-La Mancha y otras limítrofes con Madrid.
Fuente: INE 2001 y 2008. Elaboración propia.

 

A este aspecto añadimos las carencias presentadas por la red de comunicaciones, que se concretan en que “el trazado del ferrocarril y la progresiva consolidación de los ejes de comunicación nacionales han marcado y condicionado la dinámica urbana regional” (Cebrián, 2007b, p. 17). No obstante, a la tradicional situación de autovías radiales que partían de Madrid, se han unido nuevas infraestructuras como la A-43, de lenta consolidación, que atravesará España de Valencia a Badajoz recorriendo la llanura manchega entre otros paisajes; además se han creado la CM-42 y la AP-36 y están en proceso de construcción o proyecto algunas otras como la Autovía del IV Centenario o la Autovía Toledo-Ciudad Real-Córdoba cuya función estructurante será fundamental. En este contexto lo más significativo es que, mientras las cinco capitales están comunicadas por autovía con Madrid, la base fundamental de una red regional de autovías entre capitales y los principales núcleos de la red urbana se encuentra en diferentes grados de planificación y ejecución. Debemos esperar, por tanto, a la concreción de los proyectos para poder contar con conexiones de gran capacidad que refuercen las relaciones intrarregionales.

Fruto de estos condicionantes nos encontramos con una red de ciudades poco integrada con graves carencias infraestructurales en la que es claramente evidente el escaso poder de influencia de sus principales núcleos urbanos (Pillet, 2002, p. 19). Los asentamientos considerados estadísticamente como tales (urbanos) son pocos en número aunque concentran un volumen de población cada vez más importante. En 1981 sólo 19 municipios superaban los 10.000 habitantes reuniendo al 39,9 por ciento de la población regional, pasando a ser 23 en 1991 (45,3 % de la población), 28 en 2001 (49,5 %) y 35 en 2008 (53,3 %). Este importante aumento contrasta con la situación demográfica del mundo rural, donde el 76 por ciento de municipios con menos de 2.000 hab. perdió población en el último periodo intercensal  (Santos, 2008, p. 109-121). Esta situación dual ratifica la necesidad de identificar los núcleos rectores del territorio, reales o potenciales, a escala regional y potenciar sus funciones urbanas.

Son por tanto, ciudades medias y pequeñas a escala nacional, que actúan como áreas de soporte de la actividad en el territorio, accesibles a través de los sistemas de comunicación y que, en los últimos años, “han acentuado su función de lugares centrales suministradores de servicios y constituyen los principales polos de atracción de la población castellano-manchega localizada en su entorno inmediato” (Panadero, García y Cañizares, 1999, p. 1.172). Para algunos autores (Méndez, et. al., 2006, p. 91) aunque no existe un verdadero sistema urbano integrado, algunas ciudades intermedias presentan indicadores de crecimiento económico, bienestar, sostenibilidad, participación e incorporación a la sociedad del conocimiento, superiores a lo esperable en términos de tamaño, accesibilidad a grandes centros de actividad o especialización económica. Una consecuencia inmediata es que parte del crecimiento de estas ciudades se debe a su capacidad de relación exterior, debido a las mejoras recientes en el nivel de accesibilidad, la creciente y cada vez más modernizada oferta comercial, la incorporación de nuevas funciones administrativas y educativas, y la revalorización del patrimonio histórico asociada al turismo (Cebrián, 2007c, p. 227).

Para solucionar las carencias detectadas y paliar los desequilibrios existentes se demandan políticas de ordenación del territorio eficientes, que permitan superar las dificultades derivadas de la “falta de integración” (Cebrián y Cebrián, 2000, p. 46), así como incidir en la mejora del sistema de comunicaciones y de las normas legislativas en materia territorial, en una región en la que, salvo las provincias, “no existe una delimitación oficial y única de los territorios” (Pillet, 2008, p. 53). Ante esta realidad, que se repite en otras comunidades autónomas españolas, hacen falta nuevas propuestas flexibles que organicen funcionalmente el territorio y que hagan viable su aplicación.

El Policentrismo y su aplicación en Castilla-La Mancha

La política de cohesión territorial que se desprende de la Estrategia Territorial Europea (ETE) y que está supervisando u orientando el Observatorio en Red para la Ordenación del Territorio (ESPON) desde 2003, propone para solucionar el desequilibrio territorial y urbano en los Estados de la Unión Europea llevar a cabo un desarrollo equilibrado, armonioso, sostenible y policéntrico; un policentrismo que es más que la morfología de los sistemas urbanos, es decir, una estructura territorial descentralizada (Faludi, 2005). La propuesta de la ETE tiene su origen en la comarcalización funcional de los años sesenta; así como los estudios sobre áreas comerciales y de influencia socioeconómica (Pillet, 1980). Por conectar la ETE con la tradición (región funcional), esta propuesta europea fue muy bien acogida por la geografía pues posibilita el desarrollo de una “nueva geografía regional flexible” (Farinós, 2001) e incluso se aportaron soluciones para aplicar la nueva retícula (Gómez Mendoza, 2001).

La ETE está fomentando un desarrollo territorial basado en un policentrismo, en redes de ciudades y en las relaciones urbano-rurales, con el objetivo de lograr la cohesión territorial, es decir la apuesta política por los territorios frente a los sectores. Desde esta visión, el policentrismo se convierte en un concepto emblemático capaz de unir distintos aspectos: el desarrollo territorial, la ordenación del territorio y la planificación territorial, todo ello en el marco de la planificación estratégica (Davoudi, et, al, 2009). El policentrismo se articulará, desde abajo, a partir de centros urbanos de más de 15.000 habitantes dotados de distintos equipamientos capaces de atraer población y en segundo lugar, cada centro podrá organizar una FUA (Funtional Urban Area) o Área Funcional Urbana que deberá sumar cada una de ellas más de 50.000 habitantes (Aalbu, 2004, p. 169-170).

Nos detendremos en primer lugar en el análisis de los centros urbanos protagonistas de dicho policentrismo, así como de su capacidad de ejercer influencia en su territorio colindante, para pasar, en el capítulo siguiente, a analizar la situación de las FUAs, pero siempre y en ambos casos, centrando nuestra atención en la aplicación de la ETE en regiones desigualmente urbanizadas.

Fuentes y método para la aplicación del policentrismo en regiones escasamente urbanizadas: Castilla-La Mancha

En el artículo titulado “Fuentes para la aplicación de la Estrategia Territorial Europea en Castilla-La Mancha” (Pillet et al., 2007) se planteaban las escasas experiencias de desarrollo territorial en la región: comarcalización geográfica, mancomunidades y territorios LEADER-PRODER,  y tras su estudio se venía a poner en evidencia la ausencia de núcleos urbanos de más de 15 mil habitantes en diversos territorios y lugares de la región, mientras que en otros espacios se multiplicaban, ante esta situación pareció conveniente hablar de centros, con más de 15.000 habitantes y subcentros, cuando no superaban dicha población. En segundo lugar, y como advierte la ETE,  como dichos centros, y en nuestro caso, subcentros no sólo se deben distinguir por el número de habitantes sino sobre todo por la función ejercida, la accesibilidad y la capacidad de organizar flujos a su alrededor, fue necesario tener en cuenta aquellos núcleos de población que reunieran los siguientes equipamientos, capaces de atraer población: Centros de enseñanza secundaria, Juzgados, Centros hospitalarios, Oficina comarcal agraria, Delegaciones de la administración, Centros comerciales, etc. Y ya por  último, se debía tener en cuenta información estadística que permitiera conocer los movimientos o flujos de población de unos municipios a otros, de entre los más recientes, y una vez excluida la información aportada por las “Relaciones Interterritoriales” extraídas de la Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales (EIEL) facilitadas por las Diputaciones provinciales y que ya han dejado de confeccionar desde 2000; la fuente que pareció la más idónea fue la información referente a la “Población Vinculada” ofrecida por el INE (2001) dado su método de trabajo como la periodicidad, ya que permite poder ser analizada cada diez años.

Consideramos que ésta última es la más completa pues cuantifica la relación de movilidad de personas de un núcleo a otro debida a tres motivos: trabajo, estudios y segunda vivienda. Esta fuente se conoce también como la “movilidad obligada” de la población, puesto que supone establecer relaciones entre dos núcleos diferentes con la consecuente necesidad de traslado habitual o frecuente. Las componentes “laboral” y “estudios” son las más evidentes dentro del concepto de movilidad obligada con una frecuencia recurrente, mientras que la “segunda vivienda” puede ser considerada bajo otras interpretaciones. No olvidamos que también existen otros estudios que han utilizado esta fuente de forma parcial, a partir del análisis de los flujos de movilidad por razón de trabajo para la delimitación de mercados locales (Salom et al., 1996; Casado, 2000; Castañer et al., 2001). Sin embargo, nuestra perspectiva puede considerarse menos sociolaboral y más territorial por estar orientada hacia la delimitación de flujos o áreas de influencia urbana. Prima pues, en este trabajo, la interpretación global de la fuente y aunque se ha aplicado a cada uno de los tipos de vinculación (trabajo, estudios y segunda vivienda), incluso cartográficamente, ha parecido oportuno presentar los primeros resultados de manera sintética tras aplicar unos criterios y ponderaciones que se explican seguidamente.

Partiendo de la sistematización de los datos disponibles, se han incorporado a una base de datos georreferenciada y se ha operado con ellos a través de un software SIG (Sistema de Información Geográfica) para expresar gráficamente los orígenes y destinos de la población con la finalidad de detectar los principales nodos de atracción de flujos. Se ha trabajado con la fuente completa, es decir, con las tres componentes integradas (trabajo, estudios y segunda residencia), manteniendo a su vez la estructura desagregada de la información con el fin de no perder toda la capacidad interpretativa que pueden ofrecernos los datos. La base resultante nos permite relacionar cada flujo de movilidad obligada con alguno de los centros y subcentros funcionales identificados, resaltando la importancia de las vinculaciones interprovinciales y la generación de unas áreas de influencia iniciales a tener en cuenta en las sucesivas fases de análisis.

Una vez establecidos los flujos de población, a partir de la obtención de una base de datos homogénea y configurada adecuadamente en el software, se ha querido tener en cuenta el crecimiento real anual por municipios para el período comprendido entre el último censo (2001) y el último padrón (2008) con la finalidad de no perder de vista las zonas más dinámicas y las que presentan mayor retroceso demográfico. De esta forma, nos encontramos ahora en disposición de delimitar y, posteriormente, caracterizar y estudiar la estructura policéntrica de relaciones funcionales en el conjunto de la región. Los criterios empleados fueron, por orden de aplicación, los siguientes:

Cabe señalar finalmente que la aplicación de estos criterios en cada uno de los municipios de Castilla-La Mancha ha permitido asociarlos funcionalmente con uno de rango superior (centro o subcentro), lo cual ha posibilitado definir áreas de influencia organizadas en torno a los necesarios núcleos rectores.

El mapa del policentrismo en Castilla-La Mancha

Si tenemos en cuenta todos los aspectos que hemos venido relatando y los aplicamos a Castilla-La Mancha podremos obtener como resultado un primer mapa de centros y subcentros donde se observan todos los flujos que se establecen a partir de las relaciones derivadas de la Población Vinculada (2001), quedando muy evidente la localización de los municipios con mayor número de población, así como la intensidad de los flujos, y por el contrario, y especialmente en la periferia, su mayor debilidad (Figura 2).

Para analizar, con más detalle el mapa resultante del policentrismo tendremos en cuenta tres aspectos: la diferencia demográfica entre centros y subcentros (2008), la mayor o menor intensidad de los flujos, en función de la Población Vinculada, respecto a un centro (2001) y en tercer lugar, el crecimiento real anual durante los últimos años (2001-08).

Como podemos observar, existen un total de 19 municipios que superan en el último padrón de 2008 los 15.000 habitantes, aunque su desigual localización ofrece como primer resultado su ausencia en la periferia regional, circunstancia que nos ha obligado a tener en cuenta, además, a doce municipios cuya población oscila entre los 15.000 y los 3.000 habitantes, todos ellos con equipamientos que favorecen los flujos de población, aunque en menor medida (Cuadro 1). Como en otros casos, ciudades medias y pequeños centros urbanos cumplen una función de cabeceras comarcales adquiriendo un evidente protagonismo como núcleos potencialmente reequilibradores (Méndez, Melero y Calatrava, 2008, p. 639),  aunque en este caso desde la escala regional.

 

Figura 2. Centros y subcentros en Castilla-La Mancha y relaciones derivadas de la Población Vinculada (2008).
Fuente: INE 2001 y 2008. Elaboración propia.

 

Nos centraremos en primer lugar en los que superan el umbral establecido, centros urbanos con más de 15.000 habitantes, entre los cuales se sitúa a la cabeza a Albacete como núcleo más poblado (166.909 hab.), ocupando el extremo suroriental y siendo el único que supera ampliamente los cien mil habitantes. Le siguen, con más de cincuenta mil habitantes, Talavera de la Reina, Guadalajara, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Puertollano. A ellos añadimos una serie de núcleos como Tomelloso, Alcázar de San Juan, Valdepeñas, Azuqueca de Henares, Hellín, Villarrobledo, Almansa e Illescas, éste último es el único de ellos que en 2001 no registraba aún los 15.000, a ellos se suman Manzanares, Daimiel, La Solana y La Roda. 

 

Cuadro 1.
Municipios con más de 15.000 habitantes y otros con
influencia territorial en Castilla-La Mancha

Municipios con
más de 15.000 hab.

Población
2001

Población
2008

Tasa de Crecimiento
Anual % (2001-08)

Albacete

148.934

166.909

1,63

Talavera de la Reina

75.369

87.763

2,17

Guadalajara

68.248

81.221

2,48

Toledo

68.382

80.810

2,38

Ciudad Real

63.251

72.208

1,89

Cuenca

46.341

54.600

2,34

Puertollano

48.086

51.305

0,93

Tomelloso

30.654

37.532

2,88

Hellín

27.553

31.054

1,71

Azuqueca de Henares

20.673

30.794

5,62

Alcázar de San Juan

26.403

30.408

2,01

Valdepeñas

26.269

30.255

2,01

Villarrobledo

22.725

26.311

2,09

Almansa

23.531

25.591

1,2

Illescas

11.948

19.167

6,63

Manzanares

17.917

19.027

0,86

Daimiel

17.095

18.389

0,52

La Solana

15.047

16.392

0,52

La Roda

13.959

16.034

0,61

Menos de 15.000 hab.
     

Tarancón

11.786

14.962

3,39

Torrijos

10.281

12.674

2,98

Sonseca

10.018

11.178

1,56

Quintanar de la Orden

9.779

11.067

1,77

Ocaña

6.441

8.835

4,48

San Clemente

6.346

7.058

1,52

Almadén

6.830

6.288

-1,18

Motilla del Palancar

5.102

5.983

2,27

Villanueva de los Infantes

5.735

5.854

0,29

Sigüenza

4.724

5.013

0,85

Casas-Ibañez

4.162

4.674

1,66

Molina de Aragón

3.314

3.667

1,44

Fuente: INE. 2001 y 2008. Elaboración propia.

 

Si nos detenemos ahora en el crecimiento real anual durante el período 2001-08 se comprueba que ha sido muy diverso, dos municipios destacan sobre el resto: Illescas (6,63 %) y Azuqueca de Henares (5.62 %). Con más de dos por ciento encontramos a Tomelloso (2,88 %), Guadalajara (2,48 %), Toledo (2,38 %), Cuenca (2,34 %), Talavera de la Reina (2,17 %), Villarrobledo (2,09 %), Alcázar de San Juan y Valdepeñas (2,01 %). En un tercer nivel aparecen Ciudad Real (1,89 %), Hellín (1,71 %), Albacete (1,63 %), Almansa (1,20 %), y por último, Puertollano (0,93 %),  Manzanares (0,86 %), La Roda (0,61 %), para concluir con Daimiel y La Solana (0,52 %). Respecto a los núcleos de menos de 15.000 habitantes, sobresalen: Ocaña (4,48 %), Tarancón (3,39 %) y Torrijos (2,98 %), situados los tres en la periferia regional sometida a la influencia madrileña. La primera conclusión que obtenemos respecto a los centros urbanos es que mientras los que se encuentran lindando con la Comunidad de Madrid son los que obtienen los mayores crecimientos, los de menor dinamismo aparecen en la zona meridional o central y en la periferia regional.

En resumen se puede afirmar que a partir de los municipios antes citados se han tenido en cuenta tres aspectos: en primer lugar, la diferencia clara entre los centros y los subcentros. En segundo lugar, se han analizado los flujos de población que desarrolla la Población Vinculada, según el Censo de 2001, en relación a los tres aspectos citados: trabajo, estudios y segunda residencia, contemplando siempre las tres variables o la más destacada, que en muchos casos era trabajo, como hemos comentado anteriormente. Y en tercer lugar se han obtenido los crecimientos reales anuales entre 2001 y 2008. Como resultado de todas estas premisas se ha llegado a elaborar el siguiente mapa del Policentrismo de Castilla-La Mancha (Figura 3).

 

Figura 3. Tasa de Crecimiento Real Anual de los centros y subcentros y Población Vinculada dentro de cada FUA.
Fuente: INE 2001 y 2008. Elaboración propia.

 

El resultado final presenta, desde una visión general, cierta similitud con la aplicación del Atlas Comercial de España (1994) en Castilla-La Mancha (Sancho y Panadero, dir, 2004, p. 75) pero allí no existían niveles o jerarquías que sí aparecen en las FUAs y áreas dependientes, así como la posibilidad de poderlo revisar cada diez años coincidiendo con un nuevo censo. Este hecho también confirma el escaso dinamismo de las estructuras urbanas funcionales de la región en este periodo y habla de las dificultades para su vertebración.

El Policentrismo y las Áreas Funcionales Urbanas en Castilla-La Mancha: una propuesta flexible de estrategia territorial

Como hemos mencionado, la ETE proponía que las Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) debían tener como centro un municipio de más de 15.000 habitantes,  aunque se advierte que no es sólo el tamaño lo que la caracteriza, sino sobre todo, la función ejercida, la accesibilidad y la capacidad de organizar flujos a su alrededor; para en segundo lugar, añadir que dichos centros organizarán FUAs que deben contabilizar más de 50.000 habitantes (Aalbu, 2004, p. 169-170). Todos estos planteamientos se podrán modificar, pues sólo tienen un carácter orientador y flexible. Sin olvidar, los cambios que en los próximos años se puedan originar sobre el territorio, a partir de la puesta en funcionamiento de las nuevas autovías, autopistas de peaje y de las líneas de alta velocidad ferroviaria, cuestión trabajada por un miembro del equipo de investigación en su tesis doctoral recientemente presentada (Martínez, 2008).

Teniendo en cuenta dicho umbral, y tomando como base de partida el mapa del policentrismo, en Castilla-La Mancha podríamos citar un total de 10 FUAs  que quedan reflejadas en la Cuadro 2, donde podemos contabilizar el número de municipios incluidos en cada una de ellas así como la población total. Según el volumen demográfico, la que aparece en primer lugar rodeando al municipio más poblado es la de Albacete (300.410 hab.), le siguen la de Toledo (276.602 hab.) y la de Guadalajara (224.824 hab.), quedando a continuación: Ciudad Real (196.146 hab.), Talavera de la Reina (153.877 hab.) y Cuenca (115.100 hab.), a las que se une también una FUA con un centro bicéfalo, Alcázar de San Juan-Tomelloso (133.565 hab). Por su parte, con menos de cien mil habitantes encontramos Illescas (81.796 hab.), Puertollano (69.400 hab.) y Valdepeñas (54.611 hab.). Caso aparte es la posible asociación de los núcleos de Villarrobledo y San Clemente (51.647 hab.), que aunque bien podrían constituir una FUA por superar los cincuenta mil habitantes presenta claras características de área dependiente.

De estas diez FUAs las que han presentado mayor crecimiento demográfico durante estos últimos años han sido la de Illescas (8,04 %) y la de Guadalajara (4,61 %), ambas bajo la influencia de la Comunidad de Madrid (Anexo). Por debajo de un 3 por ciento encontramos a Toledo (2,81 %),  seguido de Alcázar-Tomelloso (2,14 %) y Talavera de la Reina (2,02 %). Mientras que las menos dinámicas durante el periodo 2001-08 han sido Puertollano (0,59 %), Cuenca (0,78%) y Valdepeñas (0,96). Llama la atención que en la de mayor tamaño, Albacete, su crecimiento quede en una situación intermedia (1,17 %).

Existen una serie de municipios que al ser su área de influencia inferior a 50.000 habitantes pasan a convertirse en Áreas dependientes de las 10 FUAs. Cuando su centro supera los 15.000 habitantes hablamos de Áreas dependientes de primer nivel, y cuando no supera los 15.000 las denominaremos, Áreas dependientes de segundo nivel.

Los centros con área dependiente de primer nivel serían los siguientes: el área de Villarrobledo-San Clemente con una población bastante elevada (51.647 hab.) y un crecimiento de 1,40 por ciento,  el área de Hellín (45.695 hab.) con un crecimiento de un 1,2 por ciento, la de Manzanares (42.619 hab.) con un crecimiento de un 0,82 por ciento, la de Almansa (41.721 hab.) con un crecimiento de 1,16 por ciento; y por último la de Tarancón, pues aunque la población es escasa (32.055 hab.) presenta por el contrario un crecimiento importante (2,24 %) nuevamente, debido a su proximidad con Madrid.

 

Cuadro 2.
Número de municipios y volumen de población de las
Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) y sus Áreas dependientes

FUAs

Nº municipios
que integran la FUA

Población
FUA 2008

Albacete

80

300.410

Toledo

64

276.602

Guadalajara

238

224.814

Ciudad Real

43

196.146

Talavera de la Reina

74

153.877

Alcázar-Tomelloso

13

133.565

Cuenca

165

115.100

Illescas

15

81.796

Puertollano

11

69.640

Valdepeñas

11

54.611

Áreas de primer nivel

   

Villarrobledo-San Clemente

13

51.647

Hellín

6

45.695

Manzanares

4

42.619

Almansa

5

41.721

Tarancón

24

32.055

Áreas de segundo nivel

   

Ocaña

14

48.974

Quintanar de la Orden

10

44.063

Torrijos

20

38.530

Sonseca

8

19.347

Motilla del Palancar

23

19.076

Villanueva de los Infantes

12

18.062

Almadén

7

11.248

Casas-Ibáñez

9

10.509

Molina de Aragón

37

6.819

Sigüenza

15

6.174

Fuente: INE. 2001 y 2008. Elaboración propia.

 

Los subcentros con área dependiente de segundo nivel organizan pequeñas áreas de influencia que merecen ser destacadas para la vertebración del territorio y sobre todo para buscar un desarrollo territorial equilibrado y que llegue, como manifiesta la ETE, hasta todos los rincones de la comunidad autónoma. En primer lugar nos centraremos en las que tienen mayor población y cuyo crecimiento ha sido más dinámico: Ocaña (48.974 hab.) con un crecimiento de un 2,63 por ciento, Quintanar de la Orden (44.063 hab.) con 1,54 por ciento, Torrijos (38.530 hab.) con un elevado 3,40 por ciento y en cuarto lugar Sonseca (19. 347 hab.) con 2,22 por ciento. Y en el último nivel, y con crecimientos y población más reducidos, aparecen los siguientes subcentros que organizaremos en función de su crecimiento: Casas-Ibañez (0,96 %), Motilla del Palancar (0,59), Sigüenza (0,49 %), Molina de Aragón (0,32 %), y por último con crecimientos negativos Villanueva de los Infantes (-0,45 %) y Almadén (-1,31 %).

El mapa de las Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) de Castilla-La Mancha

Pasaremos ahora a describir las diez Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) y las Áreas dependientes de éstas que aparecen cartografiadas en la Figura 4 y siguiendo el sentido de las agujas de un reloj haremos un recorrido que nos permitirá caracterizar cada una de ellas.

1.- La FUA de Guadalajara es la primera en número de municipios (238), la segunda en crecimiento (4,61 %) y la tercera en volumen de población (224.814 hab.). Esta situación se debe a la proximidad con la Comunidad de Madrid y a su expansión por el sector oriental. Lindando con Guadalajara aparece el municipio de Azuqueca de Henares (30.794 hab.) que ofrece un crecimiento aún superior al del centro de la FUA ya que asciende a 5,62 por ciento. Junto a Azuqueca existen otros 56 municipios (Anexo), todos ellos rurales, con crecimientos superiores al tres por ciento, lo que la convierte en la mayor en número de municipios muy dinámicos,  entre los que destacan cuatro: Quer (22,34 %), Galápagos (18,47 %), Loranca de Tajuña (16,93 %) y Pioz (15,95 %). De esta FUA dependen dos Áreas dependientes, con dos Subcentros: la de Sigüenza que es la que tiene menor volumen de población (6.174 hab.) y un crecimiento de 0,49 por ciento, con la circunstancia de originar un área discontinua, donde la escasa población oscila entre la capital provincial y la cabecera comarcal sin una clara definición del centro del que depende, caso poco común; y en segundo lugar, al área de Molina de Aragón con una población parecida (6.819 hab.) y un crecimiento de un 0,32 por ciento. Esta última presenta un municipio con un crecimiento muy elevado por encontrarse en situación periférica, nos referimos a Castilnuevo con un 6,80 por ciento, caso poco significativo debido a su escasa población. Son por tanto Áreas dependientes de segundo nivel. Si nos fijamos ahora en el peso demográfico del municipio de Guadalajara respecto al conjunto de su FUA se observa que es mediano (36,13 %), mayor aún es el de Sigüenza respecto a su área (81,20 %) y el de Molina de Aragón (53,78 %).

2.- La FUA de Cuenca es la segunda en número de municipios (165) pero con un crecimiento muy bajo (0,78 %). Dentro de ella aparecen seis municipios que alcanzan un crecimiento superior al tres por ciento, pudiendo destacar dos: Chumillas (5,90 %) y Arcas del Villar (5,02 %); el primero de ellos con tan solo 73 habitantes y el segundo muy cercano a Cuenca capital. En ella identificamos dos subcentros que organizan juntas dos Áreas dependientes de segundo nivel. La primera es la de Tarancón (32.055 hab.) con un crecimiento de 2,24 por ciento. Dentro de ella aparecen cinco municipios con crecimientos superiores a tres por ciento,  sobresaliendo Huelves (6,86 %) y Zarza del Tajo (6,6 %) porcentajes que desvelan, nuevamente, la cercanía de la Comunidad de Madrid. En segundo lugar encontramos a Motilla del Palancar (19.076 hab.) con un crecimiento escaso (0,59 %), y donde tan sólo un municipio supera el tres por ciento: Valhermoso de la Fuente (3,57 %). El peso demográfico de Cuenca en el conjunto de su FUA es de un 47,44 por ciento, mientras que el correspondiente a los dos subcentros en sus áreas de segundo nivel es de un 46,69 por ciento para Tarancón y de un 31,36 por ciento para Motilla del Palancar. Tanto en la FUA de Guadalajara como en la de Cuenca se detecta una clara centralidad de las capitales provinciales como núcleos ordenadores de sus respectivos territorios, ambos con una dinámica regresiva en términos generales que conduce a la concentración de los servicios en muy pocos centros urbanos.

3.- La FUA de Albacete presenta dos características que merecen ser destacadas, por un lado la de ser la más poblada (300.410 hab.), y por otro, lado la de no presentar ningún municipio con un crecimiento superior al tres por ciento y ofrecer, al mismo tiempo, un crecimiento medio de un escaso 1,17 por ciento, aspecto que confirma la debilidad de la principal ciudad regional en la articulación del poblamiento y en el liderazgo del desarrollo territorial del centro peninsular. Dentro de esta FUA identificamos tres Áreas dependientes de primer nivel y una de segundo. En primer lugar habría que hablar de un área bicéfala (centro y subcentro) que suma más de 50.000 habitantes, nos referimos a Villarrobledo-San Clemente (51.647 hab.). Por su cantidad  y debido a su bicefalia podría ser FUA, pero no lo es por su dependencia de dos FUAS (Albacete y Cuenca). El peso del centro (Villarrobledo) la conecta más con la que estamos estudiando, siendo su crecimiento de un 1,40 por ciento, superior al de la FUA. Las dos siguientes son el área de Hellín (45.695 hab.) con  un crecimiento de 1,20 por ciento;  y la de Almansa (45.695 hab.) con un 1,16 por ciento. Estos tres centros organizan áreas dependientes de primer nivel. A ellos se une un subcentro con área dependiente de segundo nivel, Casas-Ibañez (10.509 hab.), con un crecimiento inferior a los anteriores (0,96 %). Tanto la FUA como las áreas dependientes, ninguna de ellas presenta municipios destacados por un crecimiento elevado. La importancia de sus centros en el conjunto de la FUA o de las áreas es la siguiente: Albacete (55,56 %), Hellín (67,96 %), Almansa (61,34 %) y por último el área de Villarrobledo-San Clemente, donde la población de Villarrobledo representa el 50,94 por ciento sobre el resto. Por último quedaría el subcentro de Casas-Ibañez que representa en su área el 44,48 por ciento.

4.- La FUA de Alcázar de San Juan-Tomelloso, de carácter bicéfalo, presenta una población de 133.565 habitantes con un crecimiento destacable (2,14 %). El municipio más dinámico en los últimos años es Herencia (3,26 %). Dependiendo de esta FUA, pero también de la de Toledo, aparece el área de segundo nivel de Quintanar de la Orden con una población de 44.063 habitantes y un crecimiento de un 1,54 por ciento. A pesar de encontrarse en la provincia de Toledo, esta Área dependiente se relaciona preferentemente con esta FUA por cercanía y por el tradicional perfil de prestación de servicios, así como por las buenas comunicaciones ferroviarias y la presencia de diversos servicios de cierta especialización en educación y, más recientemente, en sanidad. Tanto los centros de la FUA como el subcentro del Área dependiente representan una media de un 25 por ciento de la población respecto al conjunto de las mismas, lo que manifiesta cierto equilibrio del sistema de núcleos urbanos y la presencia de un modelo policéntrico de fuertes relaciones de interconexión. La llegada de la CM-42 y la A-43 han permitido que adquiera una posición relevante en el esquema de las comunicaciones.

5. La FUA de Valdepeñas suma una población de 54.611 habitantes con un escaso crecimiento  del conjunto (0,96 %) y del centro (2,01 %). Ninguno de sus municipios supera el tres por ciento. Existe un subcentro que constituye un Área dependiente de segundo nivel, nos referimos a la de Villanueva de los Infantes con una población de 18.062 habitantes y con crecimiento negativo (-0,45 %). Si el centro de la FUA representa el 55,40 %, el subcentro respecto a su área es menor (32,41 %).

 

Figura 4. Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) y sus Áreas dependientes en Castilla-La Mancha.
Fuente: Elaboración propia.

 

6. La FUA de Puertollano es la menor en número de municipios del conjunto de las FUAs, aunque alguno de ellos es de cierta entidad relativa (Almodóvar del Campo). Registra una población total de 69.640 habitantes y el crecimiento más bajo del conjunto de las FUAs (0,59 %), situación que ofrece también su propio centro. Un subcentro organiza un Área dependiente de dos FUAs, la que nos ocupa y también la de Ciudad Real, pero la nueva autovía A-43 marcará cada vez más su relación con Puertollano. Nos referimos al Área dependiente de segundo nivel de Almadén que registra una población de 11.248 habitantes con el mayor crecimiento negativo registrado para el conjunto de la región (-1,31 %). Si en la FUA de Puertollano el peso de su centro es casi absoluto (73,67 %), en el área de Almadén, el subcentro representa el 55,90 por ciento.

7. La FUA de Ciudad Real agrupa una población total de 196.146 habitantes con un crecimiento de un 1,38 por ciento, aunque el de su centro es algo superior (1,89 %). Existen tres municipios que le circundan y que recogen su expansión con crecimientos muy elevados, sin estar en la órbita de la Comunidad de Madrid: Poblete (8,8 %), Cañada de Calatrava (6,07 %) y Miguelturra (3,64 %). Dentro de esta FUA aparece en el extremo oriental, conectado con el centro a través de la autovía A-43, Daimiel (18.389 hab.). Existe un centro que organiza el Área dependiente de primer nivel con el menor número de municipios, ya que sólo suma cuatro, nos referimos al área de Manzanares, con una población de 42.619 habitantes y un escaso crecimiento (0,82 %). Si el centro de la FUA representa el 36,81 por ciento, el centro del área algo más (44,64 %).

8. La FUA de Toledo es la segunda en población (224.814 hab.), con un crecimiento de 2,81 por ciento. Aunque su centro tiene un crecimiento algo inferior (2,38 %) existen veintiún municipios con un crecimiento superior al tres por ciento, donde destacan, por sus elevados porcentajes: Chozas de Canales (14,24 %),  Las Ventas de Retamosa (12,90 %),  Magán (10,80 %) y Burguillos de Toledo (10,00 %). Tres subcentros constituyen tres Áreas dependientes de segundo nivel, nos referimos al área de Ocaña (44.063 hab.) con un crecimiento de 2,63 por ciento, donde aparecen tres municipios con un crecimiento superior al tres por ciento: Ontígola (11,80 %), Ciruelos (7,90 %) y Ocaña (4,48 %), crecimientos que demuestran la proximidad con la Comunidad de Madrid. El área de Torrijos (38.530 hab.) con un crecimiento de un 3,40 por ciento, donde aparecen ocho municipios con crecimientos elevados, destacando entre ellos: Barcience (18,09 %) y  Hormigos (8,74 %), bajo la influencia de Madrid y de la capital regional. Y por último, el área de Sonseca (19.347 hab.) con un menor crecimiento (1,22 %). Si nos fijamos en la importancia del centro de la FUA y de los subcentros respecto a las áreas, comprobaremos que en la que se hace más evidente es en Sonseca (57,78 %) y donde menos en Ocaña (18,04 %).

9. La FUA de Illescas  presenta como destacable que su centro no superaba los 15.000 mil habitantes en el último censo (2001). Actualmente la FUA contabiliza un total de 81.798 habitantes y se convierte en la primera en crecimiento (8,04 %). Dentro de ella existen cuatro municipios que superan el tres por ciento: Seseña (12,70 %), Ugena (12,49 %), Yeles (12,48 %) y El Viso de San Juan (10,96 %), todos ellos cercanos a la aglomeración madrileña. De esta FUA no depende ningún área, al tiempo que su centro controla el 23,43 por ciento de la población.

10. La FUA de Talavera de la Reina presenta una población de 153.877 habitantes y un crecimiento de 2,02 por ciento; a la vez que existen trece municipios con un crecimiento superior al tres por ciento, de ellos citaremos a los más sobresalientes: San Román de los Montes (10,71 %), Cardiel de los Montes (10,50 %) y El Casar de Escalona (10,39 %). Lo mismo que la anterior, no existen Áreas dependientes y su centro representa el 57,03 por ciento del resto de la FUA.

 

Figura 5. Esquema de las Áreas Funcionales Urbanas (FUAs) y sus Áreas dependientes en Castilla-La Mancha.
Fuente: Elaboración propia.

 

De las diez FUAs delimitadas, podemos efectuar una clasificación en tres grandes conjuntos atendiendo a su naturaleza y a su ubicación (Figura 5). Si nos fijamos en el número de municipios con un crecimiento superior al tres por ciento, podríamos señalar las FUAs que se encuentran bajo la influencia de la Comunidad de Madrid y que a su vez lindan con ella, prescindiendo de sus áreas dependientes, de forma que siguiendo el sentido de las  agujas del reloj, serían las siguientes: Guadalajara (57 municipios), Tarancón (5), Ocaña (3), Illescas (15), Toledo (21) y Torrijos (8); a esta relación podríamos añadir Talavera de la Reina (13). Estas son a su vez las más dinámicas. Se trata de unos territorios donde el uso del suelo residencial ha crecido exponencialmente debido al encarecimiento de la vivienda en el área madrileña, en un proceso con evidentes repercusiones territoriales, tanto positivas, como negativas. En segundo lugar, aparecen FUAs de las restantes capitales de provincia: Albacete, Ciudad Real y Cuenca. Y en tercer lugar, otras FUAS vinculadas con ciudades medianas o pequeñas: Alcázar de San Juan-Tomelloso, Puertollano, Valdepeñas y Talavera de la Reina.

El Plan de Ordenación Territorial (POT)  de Castilla-La Mancha

La Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda de Castilla-La Mancha está configurando una Estrategia Territorial en su intento de coordinar el gobierno del territorio con las sucesivas directrices europeas para relacionar los mecanismos financieros de política regional con los instrumentos de ordenación territorial y evaluación ambiental estratégica, a favor de un nuevo modelo de desarrollo orientado hacia la sostenibilidad.

En primer lugar se aprobaron desde la óptica del urbanismo y la vivienda, cinco POTs subregionales: 1) El Corredor del Henares y zona colindante con la Comunidad de Madrid que comprende 33 municipios y destacan entre ellos Guadalajara y Azuqueca de Henares; 2) La Zona de la Sagra que contabiliza 35 municipios, siendo Illescas el más poblado; 3) El Corredor Ciudad-Real-Puertollano con 13 municipios; 4) La Mesa de Ocaña y Corredor A-3, este doble ámbito territorial incluye 14 municipios, en la Mesa con Ocaña a la cabeza y en el Corredor con 28 municipios donde destaca Tarancón; 5) Y por último, El Área de influencia de Albacete con 11 municipios.

El segundo paso, tal como se refleja en la versión preliminar para la información y participación pública del futuro POT (septiembre-2009), estas cinco zonas se han integrado en las 33 Unidades Territoriales establecidas “para gestionar la gobernabilidad del territorio regional”, lo que da lugar a un Modelo Territorial (Actual y Horizonte). Las 33 Unidades Territoriales se corresponden con los corredores citados más los territorios LEADER-PRODER vigentes, que quedarán estructurados en tres grandes zonas:

A.    Las Áreas Rurales: Zonas Rurales a Revitalizar y Zonas Rurales Intermedias.
B.     La Red de Agrociudades Manchegas.
C.     Las Áreas de Acumulación Urbana: Áreas de Influencia de los Centros Regionales y Corona de la Zona Centro Peninsular (Influencia de la aglomeración madrileña).

Si se contrastan los objetivos de la ETE con la propuesta del POT de Castilla-La Mancha se podría decir que existe, por ahora, ausencia de Estrategia Territorial, pues se apuesta más por el statu quo, de hecho tanto el Modelo Territorial Actual como en el llamado Horizonte,  vienen a consolidar los territorios LEADER-PRODER a los que se le suman una serie de corredores urbanos. Creemos que la necesaria Estrategia Territorial del POT debería partir de la idea de Policentrismo, tomando en consideración el mapa que aparece, descontextualizado, en el documento presentado por la Consejería de Ordenación del Territorio (volumen II, p. 93), inspirado en el trabajo que venimos realizando, aunque no se contempla la posibilidad de Áreas Funcionales Urbanas.

Conclusiones

El nuevo modelo urbano de organización territorial desde un planteamiento abierto y flexible que surge de la Estrategia Territorial Europea, aconseja implantar un sistema urbano equilibrado y policentrico a partir de núcleos con más de 15.000 habitantes y con competencias suficientes en el territorio, para de esta forma poder organizar una FUA (Funtional Urban Area) o Área Funcional Urbana que deberá superar los 50.000 habitantes. En definitiva, un Policentrismo que viene a complementar y perfilar el modelo tradicional de las capitales provinciales y de las llamadas agrociudades, en este nuevo enfoque del territorio y su ordenación.

Teniendo en cuenta estos principios así como los cambios que se puedan producir en los próximos años en la red de autovías, autopistas y tren de alta velocidad, se han identificado un total de diez Áreas Funcionales Urbanas (FUAs), partiendo de los flujos que ofrece la población vinculada que ha presentado por primera vez el Censo de Población de 2001 y teniendo en cuenta los crecimientos de población entre el último censo (2001) y el último padrón (2008). Pero por el hecho de ser una Comunidad Autónoma con una densidad de población muy baja y poco urbanizada, especialmente en su periferia, se han delimitado también un total de quince Áreas dependientes, cinco con centros que superan los 15.000 habitantes, que llamamos de primer nivel y las diez restantes o subcentros, que denominamos de segundo nivel. De esta forma, mientras ocho FUAs controlan la totalidad de las Áreas dependientes, las dos restantes no (Talavera de la Reina e Illescas), es decir un total de treinta territorios funcionales entre FUAS y Áreas dependientes.

Con las diez FUAS presentadas, podemos efectuar una clasificación en tres grandes conjuntos atendiendo a su naturaleza y a su ubicación: FUAs localizadas en la periferia de Madrid, FUAs de las capitales de provincia restantes y FUAs vinculadas a ciudades medianas o pequeñas. En definitiva, unas muy dinámicas, en base a su crecimiento demográfico, estando la mayor parte en contacto con la Comunidad de Madrid, mientras que las que presentan crecimientos inferiores o negativos se encuentran en situación meridional y periférica. A esta última situación habría que añadir el caso de zonas industriales en crisis o en reestructuración como la de Puertollano. Además, este análisis debe ser flexible pues el AVE, las nuevas autovías, autopistas de peaje, pueden producir cambios que no son previsibles ahora, que deberán ser tenidos en cuenta, posteriormente. La propuesta que presentamos puede ser apta para ser considerada como Estrategia Territorial del Plan de Ordenación Territorial (POT) de Castilla-La Mancha, ausente aún en su redacción.  

Como estamos en el siglo de las ciudades la apuesta por el Policentrismo y sus correspondientes Áreas Funcionales Urbanas se convierte en el centro del Desarrollo Territorial y de la Cohesión Territorial.

 

Notas

[1] Este artículo se enmarca en el Proyecto de Investigación financiado por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: PCI08-0031-2852, realizado por el Grupo de Investigación DETER (Desarrollo Territorial de Castilla-La Mancha).

 

Bibliografía

AALBU, Hallgeir. Europa policéntrica: ¿Utopía o posibilidad?.  In ROMERO, J. y FARINÓS, J. (eds.). Ordenación del territorio y desarrollo territorial. Gijón: Trea, 2004, p. 145-170.

BIELZA DE ORY, Vicente. Reflexiones sobre la comarcalización en España. In PRECEDO, A y VÁZQUEZ, A. Desarrollo Local y Comarcalización. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, 1993, p. 219-229.

CALVO, José L. y PUEYO, Ángel. La comarcalización de Aragón. In ROMERO, J. y FARINÓS, J. Gobernanza territorial en España. Claroscuros de un proceso a partir del estudio de casos. Valencia: Universitat de València, 2006, p. 149-168.

CAÑIZARES, Mª del Carmen. La Red Urbana. In TAMAMES, R. y HERAS, R. (dirs.) Enciclopedia de Castilla-La Mancha, Vol. II Espacio Humano. Madrid: Edicsa,  1999, p. 77-95.

CAÑIZARES, Mª del Carmen. Los cambios y las estrategias territoriales: Hacia una correcta ordenación del territorio en Castilla-La Mancha”. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2007, vol. XII, nº 704. <www.ub.es/geocrit/b3w-704.htm>.

CASADO, José Manuel. Local Labour Market Areas in Spain. A case study. Regional Studies, 2000, vol. 34, nº 9, p. 843-856.

CASTAÑER, Margarita; VICENTE, Joan y BOIX, Gemma (eds.). Áreas Urbanas y Movilidad Laboral en España. Girona: Universidad de Girona, 2001.

CEBRIÁN, Francisco. La red urbana. In PILLET, F. (coord.). Geografía de Castilla-La Mancha. Ciudad Real: Almud, Ediciones de Castilla-La Mancha, 2007a, p.177-194.

CEBRIÁN, Francisco. Transformaciones y ajustes ante las nuevas dinámicas urbanas. Manifestaciones en la organización del territorio de Castilla-La Mancha. Estudios Geográficos, 2007b,  nº 262, p. 7-32.

CEBRIÁN, Francisco. Ciudades con límites y ciudades sin límites. Manifestaciones de la ciudad difusa en Castilla-La Mancha. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2007c, nº 43, p. 221-240.

CEBRIÁN, Aurelio y CEBRIÁN, Francisco. Los desequilibrios en la estructura urbana de Castilla-La Mancha. Papeles de Geografía, 2000, nº 32, p.45-59.

DAVOUDI, Simin et al. El desarrollo territorial: entre la perspectiva ambiental, la cohesión social y el crecimiento económico. In FERIA, J.Mª et al. (eds.). Territorio, Sociedades y Políticas. Sevilla: Universidad Pablo de Olavide y Asociación de Geógrafos Españoles, 2009, p. 199-238.

ESPEJO, Cayetano. Anotaciones en torno al concepto de Región. Nimbus, 2003, nº 11-12, p. 67-87.

FALUDI, Andreas. La política de cohesión territorial de la Unión Europea. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2005, nº 39, p. 11-30.

FARINÓS, Joaquín. Reformulación y necesidad de una nueva Geografía Regional Flexible. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2001, nº 32, p. 53-71.

FARINÓS, Joaquín. et al. Planes estratégicos territoriales de carácter supramunicipal.  Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2005, nº 39, p. 117-149.

FERIA, José María. Un modelo de proyección de la población para los ámbitos funcionales andaluces: 1991-2006. Huelva: Universidad de Huelva, 1997.

GARCÍA, Joaquín y FERNÁNDEZ, Cristina. La evolución de la población de Castilla-La Mancha en el siglo XX, In MORA, L., CERRILLO, P y MARTÍNEZ, C. J. (coords.). En el fluir del tiempo (Estudios en Homenaje a M. Esther Martínez López). Cuenca: UCLM, 1998, p.481-501.

GÓMEZ, Josefina. Un mundo de regiones: geografía regional de geometría variable.  Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2001, nº 32, p. 15-33.

MARTÍNEZ, Héctor S.  La estructura del transporte y sus implicaciones territoriales en Castilla-La Mancha. Tesis Doctoral dirigida por F. Pillet. Ciudad Real: Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Universidad de Castilla-La Mancha, 2008.

MÉNDEZ, Ricardo; MELERO, Ana y CALATRAVA, Ascensión. Desarrollo Territorial Policéntrico y ciudades intermedias: recursos productivos y dinámicas económicas locales en Andalucía. Estudios Geográficos, 2008, vol. LXIX, nº 265, p. 657-663.

MÉNDEZ, Ricardo et. al. Ciudades intermedias y desarrollo territorial en Castilla-La Mancha. Xeográfica, 2008, nº 6, p.69-93.

PANADERO, Miguel. La ordenación urbana en Castilla-La Mancha. Añil, 1996, nº 10,  p. 15-21.

PANADERO, Miguel; GARCIA, Carmen y CAÑIZARES, Mª del Carmen. Continuidad y cambio en la estructura socioeconómica de las ciudades de Castilla-La Mancha. In VV. AA. Professor Joan Vilá Valentí. El seu mestratge en la geografía universitaria. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1999, p. 1.153-1.173.

PANADERO, Miguel y PILLET, Félix. Castilla-La Mancha. In GARCÍA, José Mª y SOTELO, José A. (eds.). La España de las Autonomías. Madrid: Síntesis, 1999a, p. 291-330.

PANADERO, Miguel y PILLET, Félix. Las comarcas de la región In TAMAMES, Ramón y HERAS, Raúl (dirs.). Enciclopedia de Castilla-La Mancha. El Espacio Humano. Madrid: Edicsa 92, 1999b, vol. 2, p. 175-212.

PILLET, Félix. Áreas de influencia socioeconómicas en la provincia de Ciudad Real.  Almud. Revista de Estudios de La Mancha, 1980, nº 1, p.33-65.

PILLET, Félix. El sistema urbano global y el interurbano. Formas de Arquitectura y Urbanismo, 2002, nº 2, p. 19-21.

PILLET, Félix. La España interior: una aproximación al paisaje y la singularidad de La Mancha. In ARROYO, F. (dir.). El espacio geográfico español y su diversidad. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia, 2006, p. 163-186.

PILLET, Félix. La necesaria Estrategia Territorial en una región de contrastes. In BLÁZQUEZ, F. (coord.). Ordenación del Territorio y Urbanismo en Castilla-La Mancha. Ciudad Real: Almud, Ediciones de Castilla-La Mancha, 2008, p.47-55.

PILLET, Félix et al. Fuentes para la aplicación de la Estrategia Territorial Europea en Castilla-La Mancha. Estudios Geográficos, 2007, vol. LXVIII, nº 263, p. 627-651.

PILLET, Félix y MARTÍNEZ, Héctor S. La comarcalización y la ordenación territorial. In PILLET, F. (coord.). Geografía de Castilla-La Mancha. Ciudad Real: Almud, Ediciones de Castilla-La Mancha, 2007, p. 329-344.

PRECEDO, Andrés. Desarrollo Territorial y Planificación Comarcal. El Plan de Desarrollo Comarcal de Galicia. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, 1994.

RODRÍGUEZ, Fermín et al. Comarcas, Consorcios y otras experiencias innovadores de cooperación territorial en España. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2005, n.39, p. 177-199.

RUIZ, Eugenio y GALDÓS, Rosario. La comarca como ente local para el desarrollo: el caso del País Vasco. Ciudad y Territorio. Estudios Territoriales, 2006, nº 148, p. 353-375.

SALOM, Julia et al. Análisis de la movilidad obligada por trabajo y estudio en la Comunidad Valenciana. In Censos de Població i Habitatges. Monografies, 1996, vol. II, p. 71-166.

SANCHO, José y PANADERO, Miguel (dirs.). Atlas de Turismo Rural de Castilla-La Mancha. Madrid: Instituto Geográfico Nacional, Universidad de Castilla-La Mancha y Universidad de Alcalá de Henares, 2004.

SANTOS, Jesús Francisco. Distribución, dinámica demográfica y grado de envejecimiento de la población en Castilla-La Mancha (1991-2001). Cuadernos Geográficos, 2008, nº 42, p. 109-121.

SERRANO, Antonio. La problemática supramunicipal del modelo territorial del siglo XXI: áreas metropolitanas y regiones funcionales urbanas. Revista Territorio y Desarrollo Local. En torno a la ordenación de los espacios metropolitanos, 2005, p. 11-16.

TROITIÑO, Miguel Ángel. Las áreas urbanas. In Atlas Estadístico de las Áreas Urbanas en España, 2006, Madrid: Ministerio de la Vivienda, 2007, p. 27-51.

VALENZUELA, Manuel y SALOM, Julia. Los procesos de urbanización en España. Nuevos factores, nuevas tendencias. In España y el Mediterráneo: Una reflexión desde la Geografía española, Aportación Española al XXXI Congreso de la Unión Geográfica Internacional. Madrid: Comité Español de la Unión Geográfica Internacional, 2008, p. 49-56.

VINUESA, Julio. De la población de hecho a la población vinculada. Cuadernos Geográficos, 2005, nº 36, p. 79-90.

 

ANEXO
Relación de municipios de Castilla-La Mancha con Tasa de
Crecimiento Real Anual (TCRA) superior al 3% entre 2001 y 2008

FUA / Área dependiente

Municipio

2001

2008

TCRA 2001-08

Alcázar-Tomelloso

Herencia

7.149

8.989

3,26

Ciudad Real

Cañada de Calatrava

76

117

6,07

 

Miguelturra

10.516

13.582

3,64

 

Poblete

836

1.580

8,8

Cuenca

Arcas del Villar

817

1.165

5,02

 

Chumillas

48

73

5,9

 

Fuentenava de Jágaba

409

533

3,76

 

Gascueña

149

205

4,52

 

Valdemeca

97

124

3,49

 

Valdetórtola

139

175

3,28

Guadalajara

Albalate de Zorita

888

1.096

3

 

Almoguera

1.146

1.478

3,61

 

Alovera

3.170

9.976

14,79

 

Armuña de Tajuña

111

227

9,81

 

Azuqueca de Henares

20.673

30.794

5,62

 

Cabanillas del Campo

4.987

8.801

7,9

 

Campillo de Ranas

145

208

5,1

 

Canredondo

84

118

4,81

 

Casar (El)

4.047

9.358

11,32

 

Centenera

68

120

7,9

 

Chiloeches

1.426

2.556

8,11

 

Ciruelas

97

122

3,26

 

Cubillo de Uceda (El)

116

179

6,1

 

Driebes

352

455

3,65

 

Escopete

45

92

9,8

 

Espinosa de Henares

554

782

4,88

 

Fontanar

1.055

1.763

7,18

 

Fuentelencina

204

363

8,01

 

Fuentenovilla

299

588

9,31

 

Galápagos

413

1.924

18,47

 

Gascueña de Bornova

50

66

3,94

 

Heras de Ayuso

145

214

5,49

 

Hiendelaencina

103

130

3,31

 

Hita

283

419

5,54

 

Hontoba

185

336

8,28

 

Horche

1.604

2.267

4,89

 

Huerce (La)

40

56

4,76

 

Illana

697

875

3,24

 

Loranca de Tajuña

350

1.368

16,93

 

Millana

125

172

4,52

 

Mohernando

144

196

4,37

 

Negredo

17

21

3,01

 

Olivar (El)

98

144

5,43

 

Pareja

485

617

3,42

 

Pioz

620

2.191

15,97

 

Pozo de Guadalajara

407

1.192

14,03

 

Puebla de Beleña

41

66

6,68

 

Puebla de Valles

76

97

3,47

 

Quer

76

621

22,34

Guadalajara

Renera

53

115

10,54

 

Santiuste

21

27

3,57

 

Tendilla

308

398

3,64

 

Torija

476

1.097

11,28

 

Torre del Burgo

111

183

7

 

Torrejón del Rey

1.460

4.634

14,88

 

Torremocha de Jadraque

16

25

6,27

 

Tórtola de Henares

453

729

6,67

 

Trijueque

571

1.469

12,58

 

Uceda

1.060

2.192

9,95

 

Valdearenas

68

92

4,29

 

Valdeaveruelo

444

961

10,51

 

Valdenulo Farnández

161

276

7,52

 

Valderrebollo

28

45

6,65

 

Valtablado del Río

11

14

3,43

 

Villanueva de la Torre

2.960

5.945

9,58

 

Yebes

203

525

12,64

 

Yunquera de Henares

2.069

3.279

6,46

Illescas

Borox

2.300

3.017

3,85

 

Carranque

1.906

3.591

8,76

 

Cedillo del Condado

1.783

2.520

4,89

 

Esquivias

3.928

5.130

3,79

 

Illescas

11.948

19.167

6,63

 

Lominchar

1.227

1.735

4,9

 

Numancia de la Sagra

2.967

4.448

5,71

 

Palomeque

476

878

8,48

 

Pantoja

2.773

3.427

3,01

 

Seseña

5.324

13.843

12,7

 

Ugena

1.945

4.967

12,49

 

Viso de San Juan (El)

1.362

3.058

10,96

 

Yeles

1.659

4.231

12,48

 

Yuncler

2.080

3.161

5,89

 

Yuncos

4.204

8.623

9,84

Molina de Aragón

Castilnuevo

8

13

6,8

 

Valhermoso de la Fuente

49

63

3,57

Ocaña

Ciruelos

374

660

7,9

 

Ocaña

6.441

8.835

4,48

 

Ontígola

1.434

3.451

11,8

Talavera de la Reina

Cardiel de los Montes

166

359

10,5

 

Casar de Escalona (El)

1.001

2.145

10,39

 

Cazalegas

1.175

1.760

5,69

 

Cebolla

2.978

3.723

3,18

 

Erustes

196

253

3,63

 

Lucillos

488

632

3,67

 

Montearagón

434

568

3,82

 

Otero

183

328

8,11

 

Paredes de Escalona

113

171

5,84

 

Pepino

1.139

2.109

8,53

Talavera de la Reina

San Bartolomé de las Abiertas

441

574

3,74

 

San Román de los Montes

761

1.674

10,71

 

Santa Ana de Pusa

363

484

4,08

Tarancón

Barajas de Melo

701

974

4,66

 

Huelves

57

93

6,86

 

Paredes

79

100

3,35

 

Tarancón

11.786

14.962

3,39

 

Zarza de Tajo

253

405

6,6

Toledo

Arcicóllar

557

762

4,44

 

Argés

2.896

5.178

8,08

 

Burguillos de Toledo

1.155

2.399

10

 

Cabañas de la Sagra

1.312

1.802

4,5

 

Camarena

2.467

3.291

4,09

 

Casarrubios del Monte

3.362

4.793

5,01

 

Chozas de Canales

1.167

3.485

14,24

 

Cobisa

2.219

3.645

6,95

 

Fuensalida

7.750

10.591

4,43

 

Hontanar

113

159

4,83

 

Layos

312

444

4,99

 

Magán

1.236

2.738

10,8

 

Méntrida

2.223

4.288

9,06

 

Olías del Rey

4.729

6.413

4,32

 

Pulgar

1.290

1.653

3,52

 

Recas

2.745

3.498

3,45

 

Santa Cruz del Retamar

1.842

2.876

6,26

 

Valmojado

2.495

3.555

5,01

 

Ventas de Retamosa (Las)

936

2.477

12,9

 

Villaluenga de la Sagra

2.662

3.756

4,87

 

Villamiel de Toledo

538

812

5,8

Torrijos

Barcience

108

481

18,09

 

Escalona

2.180

3.468

6,52

 

Hormigos

390

734

8,74

 

Novés

1.597

2.500

6,3

 

Quismondo

1.332

1.664

3,17

 

Rielves

535

700

3,82

 

Santa Olalla

2.597

3.416

3,89

 

Santo Domingo-Caudilla

762

954

3,2

Fuente: INE. 2001 y 2008. Elaboración propia.


© Copyright Pillet, Cañizares, Ruiz, Martínez, Plaza y Santos, 2010. 
© Copyright Scripta Nova, 2010.

 

[Edición electrónica del texto realizada por Gerard Jori]

 

Ficha bibliográfica:

PILLET, Félix; Mª del Carmen CAÑIZARES; Ángel Raúl RUIZ; Héctor S. MARTÍNEZ; Julio J. PLAZA y Jesús F. SANTOS. El policentrismo en Castilla-La Mancha y su análisis a partir de la población vinculada y el crecimiento demográfico. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 20 de abril de 2010, vol. XIV, nº 321. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-321.htm>. [ISSN: 1138-9788].


Índice de Scripta Nova Menú principal