Menú principal

Índice de Scripta Nova

Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XIV, núm. 331 (93), 1 de agosto de 2010
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 

PLANES ESTRATEGICOS: ¿UN PROCESO PARTICIPATIVO O UNA NUEVA ESTRATEGIA EMPRESARIAL? EL CASO DE MAR DEL PLATA

Mirta Susana González
Departamento de Geografía – Universidad Nacional de Mar del Plata
mirtasgonzalez@gmail.com

Alberto Roque Villavicencio
Departamento de Geografía – Universidad Nacional de Mar del Plata
 arvillamdp@gmail.com

Planes estratégicos: ¿un proceso participativo o una nueva estrategia empresarial? El caso de Mar del Plata (Resumen)

El presente trabajo, si bien consiste en un estudio de caso- el Plan Estratégico para la ciudad de Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon- pretende demostrar la influencia del “pensamiento único” en el discurso del planeamiento estratégico y corrobora la hipótesis de Carlos Vainer (2000) y otros autores, que mencionan la adaptación simplista del modelo de planeamiento estratégico centrado en la promoción de la ciudad imagen y en la potenciación de los aspectos más controvertidos de la ciudad “posmoderna”, como son la competitividad y el marketing, indispensables para atraer inversiones extranjeras.

En este discurso sobre los “modelos de ciudad” se reiteran las referencias a las nociones de competitividad, eficiencia, equidad, ranking de ciudades, ciudad conectada, flexible, administrada cual empresa, con fuerte apoyo de estrategias de marketing, es decir, como mercancía a ser “vendida”.

No se trata-en este trabajo- de una crítica al planeamiento per se, pero consideramos que los discursos asociados al “pensamiento único” minimizan las diferencias y los conflictos existentes. Es necesario deshacer los consensos e incorporar el conflicto como instancia de la planificación, si es que esta pretende ser horizontal y realmente participativa.

Palabras clave: ciudad, actores, estado, planificación estratégica.


Strategic plans: a participative process or a new management strategy? The Mar del Plata´s case (Abstract)

The purpose of this research is to demonstrate the influence's notion of “unique-thought” on strategic city planning and at the same time confirm the hypothesis formulated by Carlos Vainer and other authors, who mention the simplistic adaptation of the strategic planning model focused on the promotion of city image and the improvement of most controversial aspects of the “postmodern” cities such as marketing and competitiveness, quite necessary subjects in order to attract foreign investments.

In this speech about city structures, concepts strongly based on marketing strategies such as competitiveness, equity, efficiency, city ranking, connected town, flexible, strategic enterprise management, are frequently mentioned, as it were a merchandise to be “sold”.

The aim is not to criticise strategic planning per se but to take into account that the speeches associated with the concept of “unique-thought” seem to play down the existing conflict and differences. Therefore it is necessary to undo the consensus by introducing the conflict as a significant aspect of strategic planning.

Key words: cities, actor, state, strategic planning.

Marco teórico

En el pasaje del plan tradicional al planeamiento estratégico se clarifica una idea de “sociedad” urbana en la cual los sujetos o actores aparecen como “socios” de esa nueva figura “empresarizada” de ciudad. Las ideas de la Planificación Estratégica (PE) tienen su origen en los años ’70, en el sector empresarial privado y son transferidos a fines de los’80 al sector público.

Su origen militar-empresario definirá directamente un estilo agresivo-competitivo. Se busca definir una visión de éxito y el plan no es sino una vía para dicho éxito (Fernández, R., 1995).

Como expresa Cicolella (1998, p.204),

“(…) la ciudad parece perder sus funciones predominantemente productivas y es reacondicionada en función del consumo. Declina su perfil como ámbito vivencial, de encuentro y de sociabilidad e incrementa su función como espacio de valorización del capital, como locus de competitividad, como forma territorial y condición de acumulación para los grandes inversores y empresarios locales y externos. Este fenómeno pone en crisis la relación entre espacio público y espacio privado de la ciudad, incluyendo también la propia concepción e imagen general de la ciudad.”

En 1995, Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, incluía en la agenda del debate sobre globalización, el concepto pensamiento único para referirse a la ideología con pretensiones universales e incuestionables que defiende el dominio absoluto de la economía y del mercado sobre las esferas políticas, sociales y culturales en el mundo globalizado ( Arantes, Vainer, Maricato, 2000) . Los orígenes de esta corriente de pensamiento se remontan a los inicios del Neoliberalismo. Los gobiernos de Margaret Thatcher en Inglaterra y Ronald Reagan, en los Estados Unidos, consolidaron el Neoliberalismo, aplicándolo a la administración estatal a través de políticas como la disminución del gasto social, desmovilización sindical, reforma y descentralización del estado, entre otras.

Con la vista puesta hacia las periferias capitalistas, el llamado “Consenso de Washington” expresó un conjunto de ideas comunes de las burocracias anglosajonas y organismos internacionales: desregulación de los mercados financieros y de trabajo, privatizaciones y apertura comercial (Cardoso, R., 2006).

Desde fines de los años ´70 e inicios de los ´80, el discurso acerca de “cómo hacer ciudad” y la “nueva cuestión urbana” se vieron impregnados de una nueva jerga económica –urbanística: gerenciamiento, gobernabilidad, flexibilización, oportunidad, revitalización urbana, competencia, pensamiento positivo. Vocablos que se vinculan con fines de la Guerra Fría, momento en el cual los ejércitos de los países centrales tomaron la vanguardia de la investigación científica y tecnológica y el gerenciamiento científico. Estos términos serán tomados desde aquí en adelante, como sinónimos de modernización. Y las empresas empezaran a formular sus propios Planes Estratégicos (Cardoso, R., 2006).

En este discurso sobre los “modelos de ciudad” se reiteran las referencias a las nociones de competitividad, eficiencia, equidad, ranking de ciudades, ciudad conectada, flexible, administrada cual empresa, con fuerte apoyo de estrategias de marketing, es decir, como  mercancía  a ser “vendida”. Todo ello, asociado a la “ciudad sustentable”, como si de por sí fuera un atributo de la competitividad.

Durante los años noventa, en América Latina, se llevaron a cabo importantes reformas macroeconómicas que confluyeron en una nueva agenda en las relaciones sociedad-estado – y por ende- generaron nuevas expresiones territoriales.

La puesta en marcha de las denominadas “segunda generación “de reformas del estado  reforzaron el carácter democrático, descentralizador de los cambios de los años ochenta y propugnados desde los Organismos de crédito internacional y los gobiernos de la época.

En ese escenario, las ciudades latinoamericanas se propusieron encontrar alternativas para insertarse en el sistema mundial: tras la democratización política y los procesos de descentralización estatal, se produjo una revalorización del papel de los centros urbanos y de los gobiernos locales. Ese papel de actor social urbano que adquiere el municipio, requeriría de la “participación activa” de la ciudadanía en la definición de nuevos mecanismos de intervención en el territorio (Borja, J., Castells, M., 1997).

En nuestro país, tradicionalmente los municipios se ocuparon de regular el uso y la producción de suelo urbano  y de la construcción de infraestructura, equipamiento, de la provisión de servicios básicos.

Esta situación comenzó a modificarse en los años noventa. El proceso  de reforma del estado, caracterizado por el ajuste financiero, las privatizaciones, la descentralización administrativa, situaron a los municipios en un nuevo escenario y a una “redefinición” obligada en sus roles.

Como una consecuencia del ajuste realizado por el gobierno nacional debió hacerse  cargo de los servicios de educación, salud-entre otros- sin los elementos fundamentales para soportarlo: transferencia de recursos y autonomía/ autarquía suficiente para llevarlos a cabo.

De esta manera, los gobiernos locales se convirtieron en receptores primarios de demandas sociales, ambientales, etc. Asimismo empezó a producirse una feroz competencia entre municipios para atraer inversiones que generen empleo.

El discurso de la Planificación Estratégica

La ciudad ideal del cambio de siglo ha sido modelada, a juzgar por la agenda urbana hegemónica difundida por organizaciones multilaterales, consultoras internacionales y gobierno local.

Este modelo se sintetiza  en la ciudad competitiva, globalizada, flexible, administrada cual empresa, con apoyo de estrategias de marketing, apta para aprovechar oportunidades con agilidad y a presentarse atractiva al mundo y a los inversionistas (Vainer, C. 2000).

Es así como un grupo “selecto” de ciudades es clasificada como “modelo” digno de ser imitado (Barcelona, Río de Janeiro, Curitiba, Singapur, entre otras), ciudad constituida a partir de prácticas de gestión, indicadores urbanísticos  y a lo que se ha dado en llamar “soluciones creativas” para los problemas urbanos. Esto conlleva a una adaptación simplista del modelo de planeamiento estratégico centrado en la promoción de la ciudad-imagen y en la potenciación de los aspectos más controvertidos de la ciudad “posmoderna” como lo son la competitividad y en marketing, indispensables para atraer inversiones extranjeras.

Según Carlos Vainer (2000), la productividad y la competitividad –propias de la economía global- constituyen la “nueva cuestión urbana”, en contraposición a la cuestión urbana relacionada con el crecimiento desordenado, el consumo colectivo, los movimientos sociales urbanos. El autor intenta demostrar como en este tipo de planeamiento estratégico, los intereses empresariales están en detrimento de la ciudad como espacio público y político, es el rasgo de la construcción de la ciudad sin ciudadanos.

Para Vainer, el discurso del planeamiento estratégico se estructura sobre la base de tres “analogías constitutivas”:

- La ciudad es una mercancía  y como tal, puesta en venta en un mercado en donde otras ciudades también están en venta. De ahí la importancia del marketing de ciudades y la necesidad de esos productos urbanos, que bien los pueden ser una oferta cultural o una imagen. Es por ello que  planes estratégicos remarcan permanentemente la oportunidad (vocablo proveniente del ámbito de los negocios) que implica colocar a la ciudad en el contexto internacional como sede de: congresos y convenciones (Ej: La IV Cumbre de las Américas); acontecimientos deportivos (Final de la Copa Davis), oferta cultural (Festival de Cine, Feria del Libro).

Al respecto, R.L. Cardoso (2006) se pregunta

“¿Quiénes hacen la ciudad hoy?...La respuesta, desde 1990 es, naturalmente, las grandes empresas. Y agrega...”pero será necesario hacer el paisaje más rentable. ¿Cómo? Diferenciando, agregando valor a la mercadería. Y para entrar en este universo de negocios, la seña más prestigiosa es la cultura”.

Por otro lado, el antropólogo Manuel Delgado (2008, p.2), sostiene que

Esas consecuencias de lo que se da en llamar industrias culturales, a su vez, se relacionan con otras derivadas del interés de las instituciones en obtener legitimación por medio de actuaciones urbanísticas que realcen identidades políticamente centralizadas, capaces de generar adhesión de los ciudadanos a determinados proyectos políticos. Para seducir tanto al residente como al visitante y al inversor, se despliegan técnicas empresariales y políticas que, basándose en escenografías inspiradas en la publicidad, promocionan las ciudades como si fueran verdaderos productos comerciales. Para ello se despliega un verdadero marketing urbano, estrategia de promoción y venta basado en la teorización de las apariencias y en la visualización de esencias, cuyo fin es el suscitamiento de lo que no deja de ser una marca de ciudad”.

Sostiene Arantes (2000) que más que de planeamiento, se está hablando de gerenciamiento urbanístico. Esto se vincula con un redescubrimiento de las ciudades. Existe una convergencia entre burócratas, urbanistas, economistas, gobernantes,  bajo una especie de teorema padre que reza que: las ciudades serán protagonistas privilegiadas de la era de la información, solamente si están dotadas de un plan estratégico capaz de generar respuestas competitivas ante la globalización y esto otorgará oportunidades (vocablo proveniente del mundo de los negocios) de renovación urbana que por ventura se presentaran en forma de una posible ventaja comparativa a ser creada.

No estamos ante políticas culturales, sino ante city marketing, en búsqueda de una ciudad imagen a ser vendida compulsivamente, dando origen a procesos de fuerte gentrificación[1] De ahí que el planeamiento estratégico, pueda ser considerado, más que nada, un emprendimiento de comunicación y de promoción de un producto inédito: la propia ciudad, que no se vende si no goza de una apropiada política de marketing.

- La ciudad es una empresa, es decir, un agente económico que actúa en el contexto del mercado, sesgado por la competencia con otras ciudades, para atraer inversores. Asimismo, deberá ser gestada como una empresa, y para que esto ocurra, se requerirá  de la “colaboración público-privada” como nueva forma de gestión, donde se considera a los agentes privados como los más dinámicos e innovadores

Este nuevo acuerdo entre el estado y la esfera privada asegura que estos últimos intereses estén presentes y representados en el proceso de planeamiento estratégico y en las decisiones a tomar.

Vainer se pregunta cómo debe ser esta ciudad – empresa: ágil, competitiva, flexible, preparada para enfrentarse a los retos de la globalización económica compitiendo por atraer inversiones con otras ciudades.

- La ciudad es una patria y, como tal, debe generar un sentimiento de patriotismo cívico entre los habitantes, que es posible a través del consenso y del sentimiento de identidad y de pertenencia. De esa manera, asistimos a la despolitización del espacio urbano, en tanto se priorizan la productividad, la eficiencia y se buscan el consenso, desconociendo o directamente ignorando los conflictos existentes.

Una visión crítica del proceso de Planificación Estratégica en Mar del Plata

Mar del Plata surgió y creció a partir de la función turística y balnearia y a partir de ellas se concatenaron otras actividades que se transformaron en pilares de su desarrollo, como es el caso del turismo, la actividad pesquera y la industria textil y de la construcción. Actualmente, al igual que otros centros urbanos latinoamericanos, esta ciudad muestra un agotamiento de su modelo o perfil productivo anterior. En consecuencia, ha ocurrido un aumento constante de los índices de desocupación, desencadenando una preocupante situación social.  Esta cuestión - entendemos- es consecuencia directa de las medidas macroeconómicas producto de la globalización de la economía, tales como la desregulación de los mercados, la regionalización e integración de grandes espacios, la variedad de modelos de organización de las empresas y gestión de la producción y las privatizaciones (García y otros, 1999)

Las políticas macroeconómicas han provocado un colapso de las actividades económicas tradicionales de la ciudad, generando una crisis productiva que se suma a la deteriorada situación socioeconómica nacional. Es en este contexto en el que se hace necesario pensar nuevas estrategias para reposicionarse y superar la problemática estructural, surgiendo la necesidad de una Planificación Estratégica del territorio. Sin embargo, muchos de los diagnósticos que se realizan previos a la formulación de los Planes Estratégicos carecen de un análisis dinámico, en tanto se formulan a la manera de simples descripciones de la situación del momento.

Las actividades previas a la concreción del Plan Estratégico para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon (PEM) tuvieron su inicio formal en abril de 2001, cuando diversas entidades se auto convocaron conformando una “Junta Promotora”; en octubre de 2002 se sanciona la Ordenanza Municipal 14.957, por la que se crea la Comisión Mixta Plan Estratégico Mar del Plata. La misma convalida lo actuado por la Junta Promotora, coordinada inicialmente por el “Centro de Constructores y anexos” y sucesivamente por la Universidad FASTA, el Colegio de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos, la Cámara Argentina de la Construcción y el Consejo Profesional de Agrimensura.

 

Figura 1. Junta Promotora PEMDP. Porcentaje de participación según tipo de institución.
Fuente: elaboración propia en base a datos de Documento base de Diagnóstico. 7 de Julio de 2004.

 

Los datos de la figura 2 muestran claramente el perfil empresarial dominante desde el inicio de la Junta Promotora del Plan Estratégico. Este rasgo se repite analizando la integración posterior de la Comisión Mixta.

 

Figura 2. Instituciones Comisión Mixta PEMDP.
Fuente: elaboración propia en base a datos de Documento base de Diagnóstico. 7 de Julio de 2004.

 

Al analizar la figura 2, podemos observar que un 60% de las instituciones que motorizaron este proceso respondían a intereses vinculados fuertemente con la rama de la construcción, al empresariado o a cámaras y colegios profesionales, con lo que corroboramos lo anteriormente señalado.

Los efectos de la reforma del estado han generado situaciones de precariedad laboral muy evidentes. Definimos a la precariedad laboral como la ocupación de bajos ingresos, escasa antigüedad, inestabilidad, con dificultades de acciones colectivas, con discriminaciones por sexo, edad, etnias y con dificultades para la promoción. Generalmente el empleo precario es un trabajo a plazo fijo, eventual, por subcontrato o a domicilio, normalmente forma parte de la economía informal.

La presión sobre el mercado laboral local no surge sólo de los desocupados y subempleados sino también de un porcentaje de empleados que aun habiendo superado las 35 horas semanales no se consideran a sí mismos con pleno empleo, ya que sus ingresos no son suficientes para el nivel de calidad de vida a la que aspira. Hacia 2008, la desocupación en Mar del Plata trepó al 10,3% en el segundo trimestre, siendo la segunda más alta del país detrás de Santa Fe, con el 12,6%, según un informe del INDEC, siendo las dos ciudades con mayor precariedad laboral (La Capital, 13 de diciembre de 2008).

En el Documento de Diagnóstico del Plan Estratégico para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon, se realiza un análisis referente a la problemática del desempleo. Un análisis simple, sin contenido ni profundidad, que consiste solamente  en una descripción de estadísticas y no indaga en las causas más importantes de una problemática tan compleja a escala mundial como es la del desempleo.

Tanto la Municipalidad de General Pueyrredon como otras instituciones participantes del PEM cuentan con valiosos aportes académicos acerca de la cuestión de la pobreza y exclusión social, por lo que consideramos que faltan elementos metodológicos que permitan abordar la cuestión de la pobreza estructural, incluyendo variables tales como el porcentaje de hogares marplatenses bajo la línea de pobreza y de indigencia.

Lejos de mitigar la vulnerabilidad social, la pobreza o el desempleo, el Plan Estratégico para Mar del Plata se gestó con un fuerte perfil empresarial: por lo tanto, el deseo que ha prevalecido no pasa por la apropiación de un excedente a través del proceso de producción de valor, sino solo el de apropiarse especulativamente  de una parte del valor total generado por el sistema productivo, sin intervenir en dicha producción.

En julio de 2003, la Junta Promotora efectúa el “Concurso de Antecedentes, Propuesta y Oposición para la confección de una propuesta de gestión para la elaboración del Plan Estratégico para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon”. Los postulantes presentaron su programa metodológico durante las “Jornadas de Exposición Pública” realizadas el 26 y 27 de Septiembre en el Honorable Concejo Deliberante. La Comisión Asesora elevo los dictámenes a la Comisión Mixta y esta designó ganador el proyecto presentado por el equipo liderado por el Arquitecto Roberto Monteverde.

La metodología de proyectos, no es neutra, ya que por encima de los planes , responde a los “nuevos aires” provenientes de los países del centro , donde se están plasmando nuevas formas de intervención sobre el territorio, donde a decir de Fernández Durán (1996, p.25)

“(…) se pone el acento  en el planeamiento flexible , en línea con la desregulación y la relajación de las actividades de planificación e intervención estatal, un planeamiento que sepa adaptarse a las cambiantes condiciones de la economía y que permita dar respuesta a los intereses privados sobre determinadas áreas de la ciudad ,destacando la realización del proyecto concreto , que plasma estos intereses en el espacio, sobre el plan a largo plazo  y que es el que define una imagen precisa de la ciudad . Pero esas actuaciones quirúrgicas sobre el tejido urbano requieren  inversiones que el capital privado por sí solo no puede afrontar, por no resultarle rentable, y por lo que se reclama una amplia participación estatal. Se crean entonces nuevos instrumentos de gestión sobre el territorio bajo la forma de corporación público-privada que hacen factibles estas macro operaciones, que posibilitan la gestión privada final de estos espacios”.

A partir de la formulación de las líneas críticas, los participantes del taller realizado el 1 de diciembre de 2004, realizaron una priorización de proyectos. Dentro de la línea denominada “Equilibrio Urbano-Ambiental”, obtuvo el “primer puesto” la necesidad de formular un Plan de Ordenamiento Territorial del Partido de General Pueyrredon. El documento base de dicho plan, fechado 23 de marzo de 2006, incluye aspectos sumamente contradictorios entre ellos:

 

Figura 3.
Fuente: Documento base de trabajo. Plan de Ordenamiento Territorial para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredón. 2006.

 

La ciudad queda librada a la regulación estatal pero con la participación de los agentes privados.  Estos, en conjunto, modificaran intencionalmente las normas de construcción para adecuarlas al nuevo escenario.

El proceso de puesta en marcha del Plan Estratégico para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon puso de manifiesto que algunos objetivos y empleo indiscriminado de conceptos resultan ambiguos, antitéticos y necesitarían mayores precisiones: desarrollo sustentable/competitividad, sociedad  civil, calidad de vida- ya que usados en general, sirven casi para justificar cualquier práctica . Asimismo, cabe destacar que:

Consideraciones finales

Por lo anteriormente expuesto podemos fundamentar que el proceso de planificación estratégica llevado a cabo en la ciudad de Mar del Plata y Partido de General Pueyrredon no parece dirigirse a la ciudad real sino a la ciudad ideal, la ciudad modelo, la ciudad turística. Esta divergencia de objetivos (ciudad para todos o ciudad para pocos) generara severas desigualdades territoriales. Las intervenciones urbanas están siendo realizadas de manera diferencial de acuerdo con objetivos meramente inmobiliarios y con rápidas tasas de renovación del capital. Ejemplos son los proyectos llevados a cabo durante 2005 para la concreción de la “IV Cumbre de las Américas”, todos ellos localizados en el frente costero.

Para Maricato (2000), debemos partir de la base de que si un PE busca ser una expresión democrática, debe combatir las desigualdades sociales de la ciudad. En las cartas orgánicas de los municipios brasileños se establece la importancia de la participación real de la población en las decisiones. Sin embargo, no se han llevado a la gestión esas prácticas. Si no se concreta, el plan no tendrá nada de participativo ni mucho menos, se asegurara que su implementación sea contraria a los intereses tradicionales

Siguiendo a la mencionada autora, destaca que es interesante señalar que, en realidad, no existe la competencia entre ciudades, sino la competencia entre empresas localizadas en ciudades, que buscan localizaciones ventajosas

Se hace difícil hacer críticas al modelo de PE, ya que el cuestionamiento de la transformación de la ciudad en mercadería se diluye en momentos donde ella resurge convertida en empresa; la critica a esa analogía pierde sentido cuando es la ciudad patria la que emerge, ofreciendo paz, estabilidad y garantiza lideres capaces de encarnar gracias a su carisma, a la totalidad de los ciudadanos. Esta flexibilidad y fluidez conceptual operan como un poderoso instrumento ideológico, formando múltiples, combinadas representaciones e imágenes que pueden ser usadas conforme la ocasión y la necesidad.

Un caso paradigmático y actual referido a las intervenciones costeras es el proyecto de traslado de los bares y pubs de la calle Alem, que generan tensiones con los vecinos del barrio Playa Grande, a la escollera Norte.  Dicha iniciativa ha sido impulsada fuertemente por el actual intendente y avalado por autoridades nacionales y provinciales:

“El intendente encargó a la comisión técnica del Plan Estratégico, al plan Director y el proyecto urbanístico de la escollera norte para el traslado de los bares de Alem”...”Luego de ratificar que el traslado de los bares de Alem en los próximos 12 meses es una decisión tomada por parte del gobierno municipal, el intendente señaló que “ahora es necesario que nosotros desarrollemos los proyectos de carácter público y los privados organicen los relativos a sus responsabilidades”[3]

Se estima que para el traslado de los bares, el municipio ser hará cargo de las obras necesarias para la provisión de agua potable, cloaca y alumbrado, destinándose una suma de 6 millones de pesos, según lo aprobado en el presupuesto 2009. El resto de los costos, cercanos a los 8 millones de pesos, serán financiados por el gobierno nacional.

Estas acciones ponen de manifiesto el perfil de actuación del planeamiento estratégico, movilizado hacia determinados sectores de la ciudad, dejando de lado cuestiones centrales como la creación de empleo o la mitigación de la pobreza, poniendo por delante los intereses inmobiliarios.

Para Manuel Delgado (2008, p.2),

Esas connotaciones trascendentes, de las que se espera que atraigan al turista, se traducen en escenificaciones más o menos afectadas de un pretérito esplendoroso, paisajes urbanísticos y monumentales que respondan a los estereotipos de que se inviste el lugar a visitar. Se pueden contemplar entonces los efectos de una voluntad por convertir a las ciudades o a algunos de sus sectores en espacios del consumo y para el consumo cultural, dinámica asociada a su vez a grandes procesos de incorporación a la mundialización, a la generación de nuevas periferias sociales, a la re funcionalización del espacio urbano siguiendo criterios de puro mercado, a la reapropiación capitalista de la ciudad, a la tercerización, etc.”

El valor de nuevas localizaciones, pasa a ser el centro de interés de determinados agentes-propietarios, agentes de compra - venta .De ahí la preocupación por participar en la decisión de calificación del suelo, o en el conocimiento de antemano de determinados proyectos urbanísticos. Los agentes constructores e inmobiliarios son los que asumen el papel de productores directos de espacio, conformando un grupo que, junto con las obras públicas, adquiere un volumen importante dentro de la producción de valor.

En cuanto al estado, tal como ha escrito Capel,

“(…) es a la vez agente que contribuye de forma decisiva en la producción de espacio y árbitro de los conflictos y contradicciones surgidos entre los diferentes agentes. Al mismo tiempo, realiza las acciones necesarias para la regulación del sistema en el caso de la existencia de una presión popular o a través de movimientos reivindicatorios, con lo que adopta un papel de agente subordinado y gestor del sector privado : incentivando a través de subvenciones, desgravaciones fiscales y otros mecanismos , con la reelaboración de un marco legal apropiado” (Ortega Valcarcel, 2000)

En este sentido, la recientes y constantes propuestas de modificación del Código de Ordenamiento Territorial (C.O.T.) marplatense, se condicen con nueva legislación referente a la construcción en la ciudad, reclamadas por los agentes inmobiliarios urbanos.

De esa manera, el Municipio deja de ser el garante de los vecinos de la ciudad y se transforma en el auspiciante de las iniciativas inmobiliarias puramente especulativas (Ej., la reciente construcción de torres en la costa, sector Golf y Playa Grande) En el caso del sector lindero con Playa Grande, donde el valor del suelo adquiere valores muy altos. -Se plantea como objetivo lograr –a  través de una mirada “más amplia”- un “reequilibrio urbanístico entre la ciudad turística más consolidada y el resto del tejido” (Documento base de trabajo. “Plan  de Ordenamiento Territorial de Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon”. 2006.) Sin embargo, al analizar los proyectos contemplados a futuro, se puede adivinar la continuidad de intervenciones sobre sectores donde la inversión del capital ya es importante o donde no se observan necesidades sociales. Esto se observa al analizar la distribución espacial de las futuros emprendimientos urbanos en calles comerciales como Güemes, Alem, Puan y de los denominados “nuevos equipamientos de jerarquía”, además de la reestructuración del frente marítimo como los Proyectos Museo de arte contemporáneo, Parque Terrazas del Golf y Terminal de Cruceros.

Desde el Plan de Ordenamiento Territorial 2006, se considera que las obras de la Cumbre

“(…) marcan un rumbo distinto en la actuación municipal en materia de espacios públicos. Por un lado, han dotado a la ciudad de espacios de calidad (tanto por su proyecto como por su materialización); por el otro, indican un camino a seguir y profundizar.”[4]

Por lo tanto, cabe destacar que:

Retomando las palabras de Vainer, podemos aseverar que en el Plan Estratégico para Mar del Plata y General Pueyrredon, los intereses económicos son los que prevalecen, ya que no se prioriza un modelo de producción, inclusión social y diversificación productiva, sino un modelo económico espacial excluyente, de intereses empresariales e inmobiliarios. Un ejemplo de ello es la misión de empresarios constructores marplatenses que  recientemente viajaron a Dubai:

“Empresarios ligados al centro de constructores de Mar del Plata visitaron Dubai…Nos sirve para sumar, pero esencialmente para saber cómo vamos evolucionando en un mercado altamente competitivo. El objetivo fue tomar contacto con avances de última generación, investigar sobre megadesarrollos inmobiliarios de alto impacto y fundamentalmente observar aquellas grandes obras publicas acordes a demandas planteadas a futuro...”[5]

Este ejemplo demuestra lo explicitado en el marco teórico: el municipio se transforma en socio de los agentes privados y una ciudad donde la producción pierde espacio frente al consumo (Cicolella, 1998).

Nuestra opinión no constituye en sí una crítica despiadada o destructiva, consideramos que los discursos asociados al “pensamiento único” minimizan las diferencias y los conflictos existentes. Es necesario deshacer los consensos e incorporar al conflicto como instancia de la planificación, si es que ésta pretende ser horizontal y participativa:

“El tipo de instrumento que colectivamente se está elaborando no se contrapone a los de carácter regulatorio, que en general se utilizan en la planificación urbana, simplemente lo anteceden. Entendemos que las normas y regulaciones deben ser funcionales a una intencionalidad de proyecto, a una idea de ciudad-partido que se pretende construir. Con este criterio, un Plan Estratégico (desde una visión global e integral del territorio fija las orientaciones), Plan Urbano Territorial (planteando los programas y proyectos físicos que materializan y viabilizan su orientación) y a partir de ellos la adecuación de los instrumentos normativos (códigos, reglamentos) son los escalones que la ciudad y el partido están recorriendo”[6]

Por último, queremos finalizar con lo enunciado en un trabajo presentado en las Primeras Jornadas hacia el Plan Estratégico (19, 20 y 21 de Setiembre de 2002)

“No podemos seguir razonando a partir de un simple rechazo a las posibilidades de la iniciativa local, pero tampoco partir de una aceptación ingenua de sus virtudes. Lo local no es un concepto que se encuentra definido de antemano, debe ser construido. Se trata de un proyecto colectivo, donde según qué mecanismos de concertación, negociación y/o cooperación se den, podrá aseverar si dicho proyectos es incluyente o excluyente. Elaborar un “Plan Estratégico” no es ni más ni menos definir qué ciudad queremos ¿Se quiere hacer de la ciudad un espacio de relación y convivencia, o un espacio competitivo donde el ideal es la ciudad – empresa, donde el tiempo de la vida cede paso al tiempo vacío del capital?

 

Notas

[1] Siguiendo a Sargatal Bataller, M., “el fenómeno fundamentalmente urbano conocido como gentrificación consiste en una serie de mejoras físicas o materiales y cambios inmateriales -económicos, sociales y culturales- que tienen lugar en algunos centros urbanos viejos, los cuales experimentan una apreciable elevación de su estatus” El estudio de la gentrificación. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796] Nº 228, 3 de mayo de 2000 [En línea] <http://www.ub.es/geocrit/b3w-228.htm>

[2] Documento base de trabajo. Plan de Ordenamiento Territorial para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon. 23 de marzo de 2006. Op cit p 42.

[3] Nota Diario “La Capital” de Mar del Plata. 25 de agosto de 2008.

[4] Documento base de trabajo. Plan de Ordenamiento Territorial para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon. 23 de marzo de 2006. Op cit p30.

[5] Nota Diario “La Capital” de Mar del Plata, 22 de diciembre de 2008.

[6] Documento base de trabajo. Plan de Ordenamiento Territorial para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon. 23 de marzo de 2006. Op cit p32.

 

Bibliografía

ARANTES, Otilia. Uma estratégia fatal. A cultura nas novas gestões urbanas. In ARANTES, O.; VAINER, C.; MARICATO, E. A cidade do pensamiento único. Desmanchando consensos. 2da ed. Petrópolis: Ed. Vozes, 2000.

BORJA, Jordi y CASTELLS, Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Barcelona: Taurus, 1997.

CARDOSO, Reginaldo Luis. As cidades brasileras e o pensamiento neoliberal (Submissao ao pensamiento unico: única alternativa para as cidades? Revista Digital Rizoma. [En línea]. <http://www.rizoma.net/interna.php?id=196&secao=anarquitextura>.

CICOLELLA, Pablo. Territorios de consumo. Redefinición del espacio en Buenos Aires de fin de siglo. In GORENSTEIN, S. y BUSTOS CARA, R. Ciudades y regiones frente al avance de la globalización. Bahía Blanca: Serie Extensión, UNS, 1998.

CURTIT, Guillermo. Ciudad, Gestión local y nuevos desafíos ambientales. Reflexiones en torno a las políticas neoliberales y sus efectos sobre nuestros territorios. Buenos Aires: CIAM. Espacio editores, 2003.

DELGADO, Manuel. Los efectos sociales y culturales del turismo en las zonas históricas. Congreso Internacional sobre el desarrollo turístico integral de ciudades monumentales. Granada, 19-22 febrero 2002.

FERNANDEZ, Roberto. Metodología de la Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano. Mar del Plata: CIAM, FAUD-UNMDP, 1995.

FERNANDEZ DURAN, Ramón. La Explosión del desorden. La metrópoli como espacio de la crisis global. Madrid: Editorial Fundamentos, 1996.

GARCIA, Mónica y otros. Mutaciones socio-económico-ambientales en el espacio litoral entre Mar del Plata y Necochea. Grupo de Estudios de Ordenación Territorial (GEOT). Facultad de Humanidades, UNMDP, 1999.

GIROLA, María Florencia. Procesos de transformación urbana en la Región Metropolitana de Buenos Aires: una mirada sobre el avance de la ciudad-negocio. Intersecciones en Antropología, 2006, 7, p. 361-374.

VAINER, Carlos. Patria, empresa y mercadería. In ARANTES, O.; VAINER, C.; MARICATO, E. A cidade do pensamiento único. Desmanchando consensos. 2da ed. Petrópolis: Ed. Vozes, 2000.

Documentos del Plan Estratégico

Documento de Presentación Pública de Propuestas de Plan Estratégico para el Partido de General Pueyrredon. 26-27 de setiembre de 2003.

Documento base de Diagnóstico. 7 de Julio de 2004.

Documento “Líneas Estratégicas, objetivos de actuación e iniciativas agrupadas”. 27 de setiembre de 2004.

Documento de Estrategias y Proyectos. 22 de noviembre de 2004.

Documento base de trabajo. Plan de Ordenamiento Territorial para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon. 23 de marzo de 2006.

Documento Informe Técnico Plan Estratégico Mar del Plata 2006.

 

© Copyright Mirta Susana González y Alberto Roque Villavicencio, 2010. 
© Copyright Scripta Nova, 2010.

 

Ficha bibliográfica:

GONZÁLEZ, Mirta S. y Alberto R. VILLAVICENCIO. Planes estratégicos: ¿un proceso participativo o una nueva estrategia empresarial? El caso de Mar del Plata. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2010, vol. XIV, nº 331 (93). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-331/sn-331-93.htm>. [ISSN: 1138-9788].

Volver al índice de Scripta Nova número 331
Índice de Scripta Nova