Menú principal

Índice de Scripta Nova

Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XIV, núm. 341, 10 de noviembre de 2010
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 

 LA MOVILIDAD DE LOS INMIGRANTES RUMANOS EN LA COMUNIDAD DE MADRID: PAUTAS DE ASENTAMIENTO Y RETORNO

Silvia Marcu
Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) y Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Silvia.marcu@cchs.csic.es

Israel Gómez Nieto
Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) y Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Israel.gomez@cchs.csic.es

Recibido: 25 de febrero de 2010. Devuelto para revisión: 10 de septiembre de 2010. Aceptado: 7 de octubre de 2010.

La movilidad de los inmigrantes rumanos en la Comunidad de Madrid: Pautas de asentamiento y retorno (Resumen)

Rumania es el país del este europeo con el mayor volumen migratorio hacia España en los últimos años. El artículo realiza una incursión en la movilidad migratoria de los rumanos en la Comunidad de Madrid (CM). Investiga el grado de dispersión territorial como condición para la formación de comunidades inmigrantes. Analiza la movilidad practicada por los rumanos en tres poblaciones situadas en el Corredor del Henares: Alcalá de Henares, Coslada, Torrejón de Ardoz, y en Arganda del Rey. En una segunda parte, analiza y valora, según encuesta cuantitativa y cualitativa, las probabilidades de retorno de los rumanos a su país, en función de los factores subjetivos y objetivos que influyen en la decisión.

Palabras clave: inmigrantes rumanos, Comunidad de Madrid, movilidad, asentamiento, retorno.

Mobility of Romanian migrants in the Community of Madrid: patterns of settlement and return (Abstract)

Romania is the Eastern European country with the highest immigration volume, to Spain, in the last years. The article realizes an incursion into the migratory mobility of the Romanians in the Community of Madrid (CM). Investigate the degree of territorial dispersion as a condition for the formation of immigrant communities. Analyzes practiced by the Romanian mobility in three cities situated on the Corredor del Henares: Alcalá de Henares, Coslada, Torrejón de Ardoz, and in Arganda del Rey. In a second part analyzes and evaluates, as quantitative and qualitative survey, the odds of Romanians return to their country, according to subjective and objective factors that influence the decision.

Key words: Romanian immigrants, Community of Madrid, mobility, settlement, return.


La inmigración rumana en España cumple veinte años. La caída del muro de Berlín supuso para los ciudadanos del Este de Europa el primer ejercicio de libertad obtenido después de la caída del sistema totalitario. Una población sin tradición en materia de migración internacional, pasó por la experiencia de la extranjería inspirándose directamente en los modelos que le resultaron más próximos: las trayectorias de los exiliados del régimen comunista.

El artículo se propone analizar la presencia de los rumanos en la CM. Partiendo del estudio de su distribución espacial sobre el territorio y de su caracterización socioeconómica, se afrontará seguidamente el núcleo de la investigación que consistirá en la definición de las pautas de movilidad y retorno que tienen en la actualidad este tipo de fenómeno migratorio. Se utilizará una metodología combinada, cuantitativa y cualitativa, y tomará como centro de análisis cuatro poblaciones de la CM donde se asentaron a lo largo de los últimos años más inmigrantes rumanos: Alcalá de Henares, Coslada, Torrejón de Ardoz y Arganda del Rey.

En este punto, parece conveniente comenzar por una síntesis de las investigaciones más destacadas en el ámbito de la movilidad rumana en el mundo.


La inmigración rumana, entre varios mundos: breve estado de la cuestión

En los últimos años, desde que los flujos de inmigrantes rumanos aumentaran en la Unión Europea (UE), comenzaron a realizarse estudios sobre el amplio proceso de integración socio-laboral de este colectivo en las sociedades de acogida. De hecho, en Europa, los estudios migratorios se centraron en la dinámica de inclusión en los países de acogida, en los aspectos ideológicos y políticos, más que en las características de los vínculos con los países de origen.

El flujo de rumanos hacia España se conoció relativamente tarde. En Rumania, los primeros estudios sobre la emigración en el ámbito académico aparecieron a principios de los años 2000. En el mismo periodo, el Estado rumano comienza a implicarse tímidamente en la reglamentación de las salidas al extranjero de sus ciudadanos, en un periodo marcado por presiones externas pidiendo un mayor control de la emigración.

Los autores Cingolani, 2007; Ferro 2004; Michalon, 2003 analizaron en estudios incipientes el proceso de integración de rumanos en las sociedades de acogida (Francia e Italia), y las prácticas transnacionales. Los autores que viven e investigan en Rumania o los que están dispersos por el mundo, reflejan en sus investigaciones la realidad del movimiento de personas procedente de aquel país, “contagiando” a los investigadores extranjeros. Señalamos en tal sentido autores como Sandu, 2000, 2006, 2008; Serban y Grigoras, 2000; Radu C., 2001; Radu D., 2003 que, además de realizar estudios pioneros sobre la emigración rumana, detectaron y analizaron la movilidad circulatoria laboral como estrategia de vida de la población. En tal sentido, Morokvasic-Müller (1999) señaló que los inmigrantes de la Europa Oriental manifestaron inclinación hacia la movilidad y hacia la capacidad de construir redes extensas en todo el espacio europeo. Un espacio de tales características se construye a raíz de las solidaridades precarias y cambiantes, y sus actores son mujeres y hombres preparados en cualquier momento para emigrar, superando las distancias y las fronteras.

Entre los autores rumanos que realizaron contribuciones sobre la inmigración rumana, con especial énfasis sobre su grado de movilidad, señalamos a Diminescu, 2003; Marcu, 2007, 2008a y 2009a. A partir de la apertura de las fronteras Schengen, la oleada de emigrantes económicos fue acompañada por la salida de jóvenes investigadores rumanos que, cursando sus estudios de tercer ciclo en países occidentales, realizaron crecientes aportaciones sobre el proceso de emigración e integración de rumanos. Algunos de ellos fueron Anghel, 2008; Horvath, 2008 que, en compañía de autores extranjeros como Elrick y Ciobanu, 2009, estudiaron la migración rumana en términos de redes sociales.

En España, el Instituto Nacional de Estadística incluyó a los rumanos entre “las principales nacionalidades” en sus estadísticas más detalladas, sólo a partir de los años 2000. La idea de que “el verdadero” comienzo de la migración rumana hacia Europa se produjo en 2002, se refleja en varios contextos. Por ello, en España, en general, y en la Comunidad de Madrid, en particular, aún escasean este tipo de estudios por razones fundamentales vinculadas al desconocimiento de una variedad de factores, como el territorio de origen de los inmigrantes, la idiosincrasia o el idioma rumano. Entre los escasos estudios sobre los procesos de integración de los rumanos mencionamos a los escritos por los autores Pajares (2007); Viruela (2002, 2007); Marcu (2008b, 2009b); Marcu et al. (2009). Resulta evidente la necesidad de afrontar estudios que, además de indagar en las políticas actuales de integración de los inmigrantes, capten su idiosincrasia, el modo en el cual se auto perciben en el contexto de la sociedad de acogida, y la probabilidad de regreso al país de origen en la situación económica actual. Es lo que nos proponemos, a continuación, en un intento de analizar la distribución espacial y las intenciones de retorno, en la Comunidad de Madrid de los migrantes rumanos, teniendo en cuenta su intensa movilidad desencadenada en 2002, a la par que las políticas comunitarias de la UE, e intensificada en 2007.


Metodología y fuentes

A lo largo de este artículo se propondrá el uso combinado de diferentes métodos, de carácter cuantitativo y cualitativo, de gran utilidad para abordar aspectos tradicionales en una investigación geográfica, como la que constituye el estudio de la emigración rumana en España. En definitiva, las fases que se desarrollarán siguen claramente la estructura, ya clásica, de los estudios geográficos: la identificación y localización de un fenómeno espacial, el análisis de dicho fenómeno, y el estudio de los factores y condicionantes que explican su dinámica espacial y su evolución temporal[1].

Las fases correspondientes al análisis de la distribución espacial de la población rumana en la CM, y a la caracterización socioeconómica de los cuatro municipios seleccionados para su estudio, se apoyarán en herramientas cuantitativas basadas en el análisis estadístico y en los Sistemas de Información Geográfica (SIG). El uso de estas técnicas aplicadas a la investigación en ciencias sociales tiene precedentes en la literatura que demuestran su adecuación y solvencia[2].

El análisis de la distribución espacial de la población rumana se efectuó mediante un análisis Cluster. Esta técnica estadística nos permitirá conocer el peso que tiene cada municipio madrileño en relación con la distribución espacial de la población rumana inmigrante y su evolución temporal (entre 2004 y 2007). Con ello, posteriormente, se podrá comprender mejor la posición que ocupa cada uno de los cuatro municipios estudiados en este trabajo en el contexto general de la Comunidad Autónoma de Madrid. Se trata de una técnica estadística multivariante cuya finalidad es agrupar un conjunto de objetos en clusters de forma que los perfiles de los objetos en un mismo cluster sean muy similares entre sí (cohesión interna del grupo), y los de los objetos de clusters diferentes sean distintos (aislamiento externo del grupo)[3]. Se llevó a cabo a partir de la variable “población total de origen rumano entre población total” en cada uno de los municipios de la Comunidad Autónoma de Madrid. El objetivo fue discriminar aquellos municipios con una presencia de población rumana destacada frente al resto. Este análisis se basó en el municipio como unidad espacial de análisis y definió dos grandes grupos en función de la importancia relativa de la población rumana respecto del total de población. El resultado fue incorporado a un SIG para su representación cartográfica. Posteriormente, se procedió a una breve caracterización socioeconómica de los municipios de Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Coslada y Torrejón de Ardoz. Con todo ello, se pretende contextualizar geográficamente la posición que ocupan estas cuatro poblaciones en el seno de la CM y resaltar la importancia de la población rumana dentro de las mismas, lo que apoyará la comprensión del análisis antropológico realizado posteriormente.

A  finales de 2006 y comienzos de 2007, en España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) realizó un amplio sondeo, llamado Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI), con una muestra de 15.500 personas. Dentro de la muestra, el colectivo rumano estaba representado por un 9 % del total de encuestados (lo que supuso un total de 1.330 personas), debido a que esta nacionalidad constituye el grupo extranjero más importante en España. Las encuestas a la población inmigrante rumana se realizaron por todo el territorio español. Y aunque los datos de la Encuesta y los del proyecto que llevamos a cabo se produjeron con un año de diferencia, las similitudes fueron bastante significativas. También es preciso señalar, llegados a este punto, que la crisis económica, con su reflejo en la vida de los inmigrantes, afectó de un modo importante las decisiones de las personas entrevistadas y cambió los esquemas y los resultados obtenidos en dicha encuesta, que ya queda “antigua” en las nuevas condiciones creadas[4].

Los datos utilizados pertenecen pues, al Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, en base a los registros de población (Padrón Municipal), de los años comprendidos entre 1996-2008[5] ocurre con las fuentes de datos vinculadas a la inmigración, y, además, teniendo en cuenta su componente de clandestinidad, los datos utilizados representan únicamente una aproximación a la realidad. En este sentido, se imponen algunas aclaraciones metodológicas:

En el contexto de la intensidad de la movilidad circulatoria[6] registrada en los últimos años, señalamos que no toda la población rumana se empadrona. ¿En qué medida la población que se desplaza por periodos reducidos de tiempo (sólo algunos meses) registra su presencia en el territorio español? Es posible, asimismo, que los datos sufran una cierta inercia en los registros, dado que las personas pueden empadronarse, ya con importantes esfuerzos[7] a su llegada (porque lo necesitan), pero muy pocos se dan de baja en el registro, al regresar temporalmente a su país, o al cambiar de domicilio en otra comunidad autónoma[8]. Incluso en las condiciones en las que se registran los cambios de domicilio, los datos no captan la diferencia entre los desplazamientos internos (por el territorio español) y los desplazamientos externos (inmigración) para la misma nacionalidad. Utilizando estos datos es difícil concluir si las modificaciones de la población de rumanos se deban a las llegadas desde Rumania o desde otra población española.

Además, el artículo utiliza la información obtenida mediante encuesta y entrevistas en profundidad realizadas en el marco del proyecto “Fronteras y flujos migratorios de la Europa del Este”, llevado a cabo en el CSIC, entre enero de 2007 y diciembre de 2009.

El trabajo de campo se realizó durante los meses de noviembre de 2008 y mayo de 2009, en cuatro municipios de la Comunidad de Madrid: (Coslada, Arganda del Rey, Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz) que fueron escogidos, dado su alto porcentaje de inmigración rumana[9].

Según datos recogidos en el INE, referidos al año 2008, los rumanos de los municipios encuestados representaban cerca de un 28% del total de la población inmigrante rumana. En cada uno de los municipios se realizaron 200 encuestas aproximadamente[10].

La encuesta cualitativa se complementó con las entrevistas en profundidad realizadas en el mismo periodo a rumanos de las cuatro comunidades ya mencionadas[11].

Los datos del registro municipal indicaban para el año 2009, que la inmigración rumana cubría la totalidad del territorio español, al nivel de comunidad autónoma: en cada una de las unidades administrativas había población rumana empadronada.

Sin embargo, nos hemos decantado por analizar la situación de asentamiento y retorno de rumanos en la Comunidad de Madrid, ya que las diferencias entre las Comunidades Autónomas son consistentes: Madrid tiene en su territorio 206.000 rumanos empadronados (un 29% del total), siendo seguida a gran distancia por la Comunidad Valenciana (19% del total). Estas cifras señalan que una gran parte de los flujos de inmigración rumanos se dirigió hacia la Comunidad Autónoma de Madrid. Por este motivo, es interesante partir del análisis de la distribución espacial de esta población dentro de la CM, a una escala municipal, para identificar los núcleos de mayor concentración de inmigrantes rumanos y definir un patrón espacial de localización.


Patrón espacial de localización de la población rumana en la Comunidad de Madrid y caracterización socioeconómica de los municipios objeto de estudio

Como ya señalamos anteriormente, la definición de un patrón espacial de distribución de la población inmigrante rumana, se realizó a través de un análisis cluster. Al final de este proceso estadístico cada municipio fue asignado a uno de los dos grupos definidos, al cluster 1, si presentaba un bajo valor relativo de población rumana; o al cluster 2, si mostraba un alto valor relativo. El análisis se repitió para una serie de cuatro años (2004-2007), con el objetivo de comprobar si el patrón presentaba estabilidad en todo el periodo. Además sirvió para comprobar el contexto en el que se situaban los cuatro municipios dónde se realizaron las encuestas en profundidad.

El resultado de este análisis puede observarse en la figura 1 en la que se recoge la distribución de los dos clusters de municipios en los cuatro años. Observando el mapa correspondiente a 2004 se distinguen municipios con altos valores relativos de población rumana (cluster 2) en el Este y Sureste, principalmente, y, en menor medida, en el Norte de la CM.

En el Este se localiza el Corredor del Henares, sobre la cuenca del río del mismo nombre; se trata de un área fuertemente industrializada cuya principal infraestructura viaria es la autovía A-2 y su radial, y que se encuentra afectada por el impacto del aeropuerto de Barajas. En esta zona, de alta densidad de población, destacan municipios como Alcalá de Henares, San Fernando de Henares o Coslada.

En el Sureste se concentran las localidades englobadas en la Cuenca del Tajuña y ubicadas en torno a la autovía A-3 y su radial. En este caso predominan los usos agrarios y residenciales, y una menor densidad de población, pero con algunas excepciones como es el caso de Arganda del Rey, Morata de Tajuña y Campo Real, con claro predominio industrial.

Al Norte se encuentran los municipios situados sobre el piedemonte y las montañas de la Cordillera Central, siendo el principal eje viario la Autovía A-1. Es un área predominantemente agraria y la de menor densidad de población de toda la CM.

Esta distribución se muestra consistente en el tiempo, ya que, se repite en los otros tres años posteriores, y tiene un carácter progresivo al irse incrementando el número de municipios año tras año. Así, en 2005 el patrón es prácticamente el mismo, incorporándose un único nuevo municipio al cluster 2, en el Sureste. En 2006 el patrón se mantiene, pero se comprueba un incremento importante del número de municipios del cluster 2 (9 en total) y la aparición de un nuevo sector en el Oeste, lo que constituye una novedad respecto del patrón espacial de los dos años anteriores. Esta zona coincide con la cuenca del río Alberche y se caracteriza, en líneas generales, por el uso agrario del suelo.

En 2007 la distribución espacial es similar a la de 2006, incorporándose un nuevo municipio y saliendo otro, pero sin producirse una modificación del patrón.

De este modo, observamos como, de los cuatro municipios, tres están plenamente integrados en el cluster 2, es decir, forman parte del grupo de municipios que destacan por su población inmigrante de origen rumano frente al total de población (Alcalá de Henares, Coslada y Arganda del Rey). En cuanto a Torrejón de Ardoz, en principio no pertenece a este grupo aunque, como veremos más adelante, también tiene un volumen de población rumana muy destacado dentro de la CM y unas particularidades en su modelo de inmigración que lo hacen muy interesante de analizar.

 

Figura 1. Patrón espacial de localización de los municipios en función de la importancia relativa de la población rumana respecto del total (2001-2006).
Fuente: INE. Elaboración propia.

 

Con la finalidad de caracterizar los cuatro municipios en los que se centra este artículo, se ha seleccionado un conjunto de variables correspondientes al año 2007 que permiten acercarnos a su realidad socioeconómica (Cuadro 1). En concreto, las variables seleccionadas fueros seis: cuatro de perfil económico (nivel de paro, número de afiliados a la Seguridad Social, número de unidades locales industriales y renta per cápita), y dos de carácter demográfico (grado de envejecimiento y crecimiento vegetativo).

 

Cuadro 1.
Datos socioeconómicos de los cuatro municipios estudiados, 2007
 

% Paro

Nº afiliados SS/1.000hab

Unidades productivas industriales/1.000 hab.

PIB per. cápita

Grado de envejecimiento (1)

Crecimiento Vegetativo

Arganda del Rey

3,45

501,20

33,35

33.212

8,23

10,59

Alcalá de Henares

4,26

302,86

5,90

20.471

10,57

7,92

Coslada

4,23

366,36

7,22

22.589

8,09

6,13

Torrejón de Ardoz

4,24

293,73

7,30

19.868

8,86

9,82

Promedio CM

3,61

493,71

6,93

31.577

14,28

5,42

(1) Datos referidos a 2008.
Fuente: Instituto de Estadística de la CM.

 

Resulta evidente que nos encontramos frente a poblaciones con un destacado dinamismo demográfico, poniéndose de manifiesto en el elevado crecimiento vegetativo de todas ellas (muy evidente en los casos de Arganda y Torrejón, que casi duplican la media regional, pero también en los de Coslada y Alcalá, con valores también por encima de la media, aunque de menor entidad). De igual modo, se reconocen poblaciones con bajos índices de envejecimiento, entre 4 y 7 puntos por debajo de la media de la CM, es decir, con un mayor peso relativo de los efectivos más jóvenes, característica de los núcleos con fuertes flujos inmigratorios. Atendiendo a los indicadores económicos se observa como son municipios con un alto desarrollo de su tejido industrial, especialmente Arganda del Rey, con más de 33 unidades productivas por cada 1.000 habitantes. En líneas generales, Arganda destaca por encima del resto, evidenciándose una posición económica ventajosa (también si se compara con el promedio regional). El resto tiene una situación menos privilegiada si atendemos a los niveles de paro, de afiliación a la Seguridad Social o de PIB per cápita, aunque se encuentran próximos a la media autonómica. En definitiva, nos encontramos ante un espacio de dinamismo económico y demográfico dentro de la región madrileña.


“Estamos en todas partes"

“Estábamos de paso, en un pueblo perdido, de la nada. Entramos en un bar y de pronto oímos hablar rumano… O sea, que los rumanos habían llegado también allí, estamos en todas partes.” (Mujer, Torrejón de Ardoz, 40 años. Empleada de hogar). Fecha de la entrevista: 18 de noviembre de 2008.

El fragmento de entrevista presentado, es un tema frecuente al nivel del discurso vinculado a la dispersión territorial de los migrantes rumanos en España. Por una parte, porque los rumanos están presentes en muchas poblaciones, incluso en municipios pequeños de dimensión y, por otra parte, porque remite a un proceso acentuado de dispersión territorial. Intentamos analizar esta realidad según los datos de la CM.

En gran medida, las cifras parecen apoyar la hipótesis de una amplia dispersión territorial: a finales de 2008, del total de los 179 municipios de la CM, únicamente 10 no registraban ningún rumano (un porcentaje de un 6% aproximadamente del total de los municipios, incluyendo Madrid). En el año 2004, el número de los municipios donde no había registrado ningún rumano era de 26 (aproximadamente un 15% del total).

En el intervalo 2004-2008, los rumanos llegaron a asentarse en 16 nuevos municipios, sin que el ritmo de inclusión de nuevos espacios en el perímetro de la migración rumana marcara diferencias importantes entre años.

Aunque el número de los casos fuera reducido, y los datos sufrieran tal vez alguna inercia en los registros, las cifras parecen indicar, por parte de la inmigración rumana, una tendencia de “conquista” y de “mantenimiento” en la exploración del espacio madrileño: en todos los municipios en los que apareciera un rumano registrado en el intervalo 2004-2007, continúan existiendo rumanos registrados en el año 2008 (Cuadro 2). Es importante señalar, el hecho de que, en siete de los municipios donde en 2004 no había ningún rumano, hasta finales de 2008 su número llegara a 10 personas. Los municipios de nueva incorporación a través de la inmigración (entre 2004-2008) disminuyeron en tamaño. En 2004, los municipios sin rumanos tenían poblaciones comprendidas entre 31 y 1.118 habitantes (con una media de 287 personas); cuatro años más tarde, las poblaciones de los municipios que no tenían migración rumana variaban de tamaño, y se situaban entre 57 y 356 habitantes (con una media de 108 personas).

 

Cuadro 2.
Municipios sin migración rumana en la Comunidad de Madrid

Año

2004

2005

2006

2007

2008

Número municipios

26

20

16

14

10

Porcentaje del total de los municipios (N=179)

15%

11%

9%

8%

6%

Población municipio (mínimo)

31

38

59

60

57

Población municipio (máximo)

1118

958

403

322

356

Población municipio (media)

287

218

153

130

125

Fuente: INE, El Padrón Municipal 2004-2008, incluyendo Madrid.

 

Si en 2004, los municipios sin inmigrantes rumanos se situaban en zonas variadas (más aglomeradas en la región del norte), en 2008, las mismas se situaban exclusivamente al nivel de la región Norte, lejos de las grandes concentraciones de rumanos de la zona del Corredor del Henares. Aunque el número de casos fuera reducido y el proceso de inmigración muy desarrollado a la altura de 2004, la tendencia, que parece sugerir la aparición de nuevos municipios con inmigrantes rumanos, es de ampliación. El único caso que no se adecua al patrón, es el pueblo Anchuelo, sin rumanos en 2004, pero vecino con Alcalá de Henares. Ya en 2008, el pueblo tenía 31 rumanos, un 3% del total de su población.


Aumento de la inmigración rumana y creación de la red

 “Fui la primera persona que se asentó en Coslada, en 1992. Luego, tras una semana vino mi marido, mi hermana y mi hermano. A los pocos días, también llegó otra persona que trajo luego a su familia. En sólo una noche llegaron 15 personas. Durmieron todos en nuestro piso, en el suelo. Al día siguiente, buscamos un piso para ellos. Luego otro… y así… Mis hijos nacieron todos aquí…” (Mujer, Coslada, 45 años. Modista). Fecha de la entrevista: 22 de mayo de 2009.

El testimonio de esta persona, la primera que llegó a Coslada en 1992, nos sirve para reconstruir el modo de llegada de los rumanos a la CM. Identificamos dos elementos clave para comprender el proceso de llegada de este colectivo: en primer lugar, se trata, en el comienzo, de una única persona. En segundo lugar, señalamos la velocidad de multiplicación de los inmigrantes en una red, que en el caso de la inmigración rumana, puede ser extremadamente alta: en la cita ofrecida se destaca que, en un mes y medio, desde la llegada de la primera persona, se llegó a un número cuatro veces mayor que el inicial.

El primer elemento nos lleva a una pregunta vinculada a las dimensiones de la comunidad: ¿a partir de qué número se puede hablar de la posibilidad de creación de una nueva comunidad? En otras palabras ¿cuál sería el límite numérico de los individuos para poder señalar la existencia de municipios “de rumanos” en la Comunidad de Madrid? El número es esencial ya que conlleva la definición del universo de análisis.

En 2008, los municipios de la CM se podían situar, en cuanto al número de inmigrantes rumanos, entre 0 y 18.828 personas (cifra de los que vivían en Alcalá de Henares[12]).

Los valores extremos tienen un papel limitado para describir tal distribución. Aunque el número de municipios de la CM sin rumanos es reducido, un 25% de ellos tienen por debajo de 30 rumanos (un 17% por debajo de 10, y un 50% por debajo de 130)[13]. Y aunque el número de los municipios en los que viven al menos 160 rumanos es importante, los mismos no suman más de un 3,2% de la población rumana de la CM. Un 25% de las concentraciones rumanas superan las 510 personas, y suman conjuntamente un 88% de la población rumana de la CM.

Estos datos sugieren que, al menos en la región de Madrid, los rumanos prefieren vivir en redes fuertes procedentes de su país.


La proporción de rumanos  del total de la población

“A veces bromeo con ellos, con los españoles… les digo: el próximo año, digo, un rumano llegará tal vez a la presidencia de Coslada… para el Ayuntamiento. Ellos se ríen… Pero nunca se sabe…” (Hombre, Coslada, 46 años. Desempleado). Fecha de la entrevista: 26 de mayo de 2009.

La idea de que los rumanos son, en algunos lugares, tantos que se convierten en una “fuerza” a nivel local, aparece con frecuencia en el discurso de las comunidades de inmigrantes rumanos en la CM. La realidad a la que remite la cita no pertenece al tamaño absoluto, sino al tamaño relativo: los rumanos pueden representar a nivel local un grupo de población significativo, en primer lugar, a través del peso que tienen en el total de la población. Vincular la población rumana inmigrante al total de la población representa otro tipo de medida del tamaño de la concentración de los rumanos en los municipios de la CM. Recordemos que éste fue el criterio seguido en el análisis cluster que efectuamos al inicio del trabajo.

En 2008, los municipios madrileños incorporaban rumanos hasta un porcentaje de 22% de la población, con cinco municipios situados sobre el umbral de 20% (Arganda del Rey, Estremera, Lozoya, Valdilecha y Villa Manrique de Tajo). A nivel de la Comunidad Autónoma existen discontinuidades: una cuarta parte de los municipios tenían un porcentaje de rumanos de menos de un 2%, y la mitad superaba, por poco, el 3%. Una cuarta parte de las poblaciones tienen un 7% de rumanos, pero la variación es extremadamente mayor, hasta el valor máximo precisado.

Si los rumanos de la CM viven en grandes aglomeraciones de connacionales, no se puede decir lo mismo desde el punto de vista de la proporción de los rumanos en el total de la población del municipio.

En 2008, la distribución territorial de los municipios con un alto porcentaje de rumanos se registraba en dos zonas de la Comunidad Autónoma: una, en la parte Norte (en la inmediata vecindad de concentración de los municipios sin rumanos) y la segunda, probablemente, mucho más importante para la inmigración, en el Sur-Este. San Martín de la Vega, Arganda del Rey, Coslada, San Fernando, Mejorada del Campo representan las concentraciones más altas de la zona SE, con un importante porcentaje de rumanos del total de la población.


La proporción de rumanos del total de la población inmigrante

“En la tienda situada junto a  la estación de Coslada, los chinos te dicen los precios en rumano... También saben decir gracias, “multumesc”, en rumano. En el bar de al lado, el café te lo sirven los indios, pero la música de fondo es rumana... nuestro folclore actual... “manele” (Hombre, Coslada, 25 años. Peón).Fecha de la entrevista: 4 de Mayo de 2009.

A finales de 2008, la Comunidad de Madrid, a escala municipal estaba por entero “cubierta” por inmigrantes: ninguno de los 179 municipios (incluyendo Madrid) estaba habitado exclusivamente por población española. El porcentaje de los extranjeros, incluyendo a los rumanos, sobre el total de la población, variaba a escala municipal entre un 2 y un 40%. Un mundo diverso, con inmigrantes procedentes de diferentes espacios lejanos, en busca de un trabajo que les asegure un cierto nivel de vida, a ellos y a sus familias que, en muchos casos, siguen en sus países de origen.

¿Dónde se sitúan los rumanos en el universo de los extranjeros de la CM? ¿Viven en lugares compartidos con inmigrantes procedentes de otros países o se concentran en sitios donde predominan como nacionalidad inmigrante?

Los datos sugieren que en 2008, los rumanos representaban porcentajes que variaban entre un 2 y un 88% de la población inmigrante al nivel de municipio.

En la mayor parte de los municipios, (Cuadro 3), los rumanos representaban entre un 10 y un 30% entre la población extranjera, y en una cuarta parte superaba la mitad.

 

Cuadro 3.
Concentraciones de población rumana en la Comunidad de Madrid 2008.
(%) rumanos del total de los inmigrantes

Tipo de población

Por debajo de 10% rumanos

10-30%

30-50%

más de 50%

Total

Número de municipios

20

66

34

40

160

Porcentaje del total de municipios

13%

41%

21%

25%

100%

Población total de rumanos

3.348

43.794

39.537

48.091

134.770

% rumanos de la población total

3%

32%

29%

36%

100%

Fuente: INE, El Padrón Municipal (2004-2008). Se utilizaron datos referentes exclusivamente a los municipios.
que tenían al menos un rumano en 2008 y una población inmigrante de al menos 19 personas, exceptuando Madrid.

 

Entre 2004 y 2008 tuvieron lugar cambios importantes en la dinámica de la población rumana: la fase de crecimiento de la migración se reflejó en la disminución del número de municipios en los cuales los inmigrantes rumanos representaban un porcentaje reducido (por debajo del 10%) del total de los extranjeros (desde el 44% en 2004 al 13% en 2008) y por la disminución constante del porcentaje de rumanos que vivían en estos municipios, de un 21%  en 2004, a sólo un 3% en 2008.


La excepción del Corredor del Henares

La población rumana que vive en la Comunidad de Madrid, fuera de la capital, representa un alto grado de concentración: si nos referimos a los municipios españoles según el número de los rumanos, los primeros cuatro municipios reunían conjuntamente, en 2008, a más de 500.000 rumanos, es decir, casi una tercera parte de esta población. En cada una de las cuatro poblaciones, Alcalá de Henares, Coslada, Arganda del Rey y Torrejón de Ardoz vivían en 2008, más de 5.000 rumanos (Cuadro 4). Los municipios están situados en la relativa proximidad de Madrid, con buena conexión a la red de transporte público (RENFE cercanías y el metro de Madrid), que facilita a la población la movilidad laboral diaria (movimiento pendular).

 

Cuadro 4.
La evolución de la población rumana 2004-2008

Año

Comunidad Autónoma de Madrid

Ciudad de Madrid

Alcalá de Henares

Coslada

Arganda del Rey

Torrejón de Ardoz

2004

67.647

20.024

8.796

6.212

4.981

2.401

2005

96.437

29.226

11.805

7.507

6.455

3.506

2006

114.556

33.270

13.976

8.126

7.774

4.527

2007

148.906

44.756

14.932

12.150

8.536

6.032

2008

189.477

54.674

18.828

15.515

10.485

7.645

Fuente: INE, El Padrón Municipal, años 2004 -2008.

 

Si relativizamos la perspectiva y situamos a los rumanos en relación al total de la población, las diferencias son bastante importantes entre todos los municipios. Coslada y Arganda del Rey tienen un perfil distinto: ambos se sitúan en el grupo de los municipios con la mayor concentración de rumanos del total de la población (25 municipios tienen más de 10% de población rumana) de la Comunidad Autónoma (Cuadro 5).

 

Cuadro 5.
El porcentaje de rumanos de la población total 2004-2008 (%)

Año

El máximo al nivel de la Comunidad Autónoma de Madrid

Arganda del Rey

Coslada

Alcalá de Henares

Torrejón de Ardoz

2004

16%

13%

8%

5%

2%

2005

18%

16%

9%

6%

3%

2006

18%

17%

10%

7%

4%

2007

20%

18%

14%

8%

5%

2008

22%

21%

17%

9%

7%

Fuente: INE, El Padrón Municipal, serie 2004-2008.

 

Si el alto porcentaje de rumanos es específico para las poblaciones más reducidas, Coslada y Arganda del Rey son las excepciones, con más de 80.000 y 50.000 habitantes, respectivamente[14]. Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz son ciudades en las cuales la población rumana tiene una concentración media (entre el 5 y el 10% del total de la población). A su vez son, como tamaño, excepciones de la serie de 39 poblaciones con concentración de los rumanos del total de la población[15].

Si observamos la concentración de los rumanos en el total de la población a lo largo de los últimos cinco años, vemos que la información del registro de la población no indica cambios de posición entre las cinco comunidades. Arganda del Rey se sitúa desde el comienzo del intervalo en la proximidad del límite máximo de concentración de los rumanos en la Comunidad de Madrid. Coslada y Torrejón tienen los más acentuados aumentos de proporción de rumanos, sugiriendo un ritmo más intenso de llegadas[16].

Desde el punto de vista del grado de concentración de los rumanos en el total de la población inmigrante, la situación de las cuatro ciudades es diferente: Coslada y Arganda del Rey se sitúan en la categoría de las 40 poblaciones de la CM con más de un 50% de rumanos respecto del total de los inmigrantes, con el límite máximo registrado en 2008 (Cuadro 6).

 

Cuadro 6.
El porcentaje de los rumanos del total de la población de inmigrantes 2004-2008 (%)

Año

El máximo al nivel de la Comunidad Autónoma

Arganda del Rey

Coslada

Alcalá de Henares

Torrejón de Ardoz

2004

87%

75%

70%

35%

17%

2005

89%

76%

72%

39%

21%

2006

84%

76%

75%

40%

23%

2007

87%

76%

82%

43%

29%

2008

88%

78%

83%

46%

32%

Fuente: INE, El Padrón Municipal, seria 2004-2008.

 

Son éstas, no sólo poblaciones en las que vive un gran número de rumanos (representando un porcentaje alto de la población total) sino también poblaciones en las que ser extranjero/inmigrante se confunde, casi, con ser rumano. Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz se sitúan en la categoría de los 34 municipios con un porcentaje que varía entre un 30 y un 50% de rumanos del total de los extranjeros. Las cuatro ciudades, por su número de habitantes, son excepciones en las respectivas series[17]. En los últimos cinco años, en las cuatro poblaciones se registran aumentos de la proporción de los rumanos en relación con el total de los inmigrantes. Coslada y Arganda del Rey son municipios que acentúan su característica de “ser rumanos”, en el contexto de la inmigración existente en la CM.

Casi un 60% de los inmigrantes rumanos de Coslada, Arganda del Rey y Alcalá de Henares llegaron a su destino en el periodo 2002-2006, es decir, después de la apertura de la frontera Schengen para Rumania (Figura 2). Forman parte de los inmigrantes que adoptaron la movilidad circulatoria laboral como forma de migración, como estrategia de vida que les ayudara a superar la crisis de la transición hacia la democracia y la economía de mercado de su país. La más nueva comunidad es la de Torrejón de Ardoz, con sólo un 12% de los inmigrantes llegados en el periodo de los años 90, y más de un 70 % de inmigrantes llegados entre 2002-2006.

 

Figura 2. Periodo de llegada de los inmigrantes a los cuatro municipios (%).
Fuente: Encuesta realizada en 2009.

 

Dos de las cuatro comunidades están formadas mayoritariamente por inmigrantes de la región de Transilvania[18]. Se trata de Alcalá de Henares, con un 58% de los inmigrantes, y de Arganda del Rey. En Arganda, el campo de origen de los inmigrantes es más amplio, habiendo llegado éstos, no sólo desde Transilvania, sino también de Banat, Oltenia y Moldova (Figura 3).

 

Romania (Regiuni)

Figura 3. Las regiones de Rumania.
Fuente: El Atlas geográfico de Rumania, 2007.

 

Coslada concentra principalmente inmigrantes de Muntenia, pero tiene casi una quinta parte de los inmigrantes llegados de Moldavia. Los inmigrantes de Torrejón proceden de Muntenia, básicamente, pero también de Moldavia y de Dobrogea.

Los inmigrantes procedentes de Transilvania fueron más frecuentes en la ola llegada en los años noventa. Los inmigrantes procedentes de Moldavia son los más recientes, estando su llegada asociada al periodo posterior a la adhesión de Rumania a la UE (2007). Los inmigrantes procedentes del sur (Muntenia y Oltenia) tuvieron un flujo relativamente más constante de llegada en la región de Madrid.

Por otra parte, la más “nueva” comunidad, desde la perspectiva del periodo de creación de la comunidad rumana, es la de Torrejón de Ardoz que, al mismo tiempo, es la más heterogénea desde el punto de vista de las trayectorias de constitución. Sólo un 64% de los inmigrantes de Torrejón llegaron directamente allí desde su país. Un 10% de los encuestados vivieron en Coslada, mientras que un 7% lo hicieron en la ciudad de Madrid.

Las intensas redes creadas en los últimos años, que funcionan en los municipios aquí analizados, son muy dinámicas. Actualmente, la dispersión de rumanos está vinculada no solamente a la llegada, sino también a la movilidad y al retorno de estos inmigrantes a su país de origen. Aunque no podemos señalar, por ahora, un claro proceso de retorno a Rumania, es cierto que a partir del año 2009, se registra un tipo de regreso que forma parte del proceso de movilidad circulatoria de rumanos, y que llamamos retorno parcial. Este tipo de retorno está ligado a la estrategia de los inmigrantes rumanos, utilizada en el contexto de la ampliación de la UE, que favorece la libre circulación de personas y de trabajadores (a partir de 2009, en el caso del mercado de trabajo español)[19]. De este modo, los inmigrantes regresan por un periodo breve de tiempo a su país, para explorar el terreno laboral, observar de primera mano las características actuales del mercado laboral, y deciden si se quedan una temporada aprovechando la demanda en su sector de trabajo o, por el contrario, vuelven a España a esperar mejores oportunidades.

Por ello, a continuación, el presente artículo analiza las tendencias de retorno de los inmigrantes rumanos a su país de origen.


El retorno de los inmigrantes rumanos a su país de origen

Para dar comienzo a esta segunda parte del análisis, señalamos que, además de los resultados de la encuesta cuantitativa, utilizaremos los resultados de las entrevistas en profundidad, que realizamos a inmigrantes rumanos en el Corredor del Henares (los mismos municipios analizados arriba, donde se registra la mayor concentración de inmigración rumana). Los resultados nos demostraron que el número de personas afectadas por el desempleo y las dificultades de supervivencia, tanto en España como en Rumania, está en aumento.

Pero es arriesgado aventurar cuál será el futuro de la movilidad de los rumanos en España, si sigue el contexto actual. Y ello, porque los efectos de la crisis económica, tanto en Rumania como en España, y el impacto que tienen dichos efectos sobre el estado de ánimo de los entrevistados, tienen una dinámica acentuada; además, las intenciones de regreso no tienen que interpretarse como decisiones. Por tanto, afirmar en la entrevista realizada que “pienso regresar a mi país” está lejos de significar “regresaré en un mes, o al próximo año”. Lo que los datos permiten ver es la estimación de las condiciones en las que los rumanos regresarían a su país y la especificidad de las categorías de migrantes con posibilidades de regreso o de permanencia. De hecho, la intención de retorno es un objetivo que puede ser más o menos estructurado. Nunca es aislado. Está vinculado, muy probablemente, a planes familiares, a la percepción sobre el futuro de los hijos, a los proyectos personales de trabajo o de vida.

La intención de retorno es, pues, un fenómeno social que forma parte del proyecto migratorio en su totalidad, del círculo de movimiento en el cual se encuentra sumergido el individuo cuando emigra, y cuando está sometido a la realidad social en la que circula y vive. Por tanto, procuraremos utilizar la intención de regreso como punto de referencia para la comprensión del momento en el cual nos encontramos.

Según las encuestas realizadas, un 71% de la población inmigrante rumana de la CM, deseaba regresar a su país “en algún momento”. No obstante, a medida en que, a través de la entrevista se introdujeron en la conversación condicionamientos específicos, el porcentaje disminuyó. Preguntados sobre el momento del regreso, únicamente un 47% de los inmigrantes declararon que desearían regresar a su país, en lo próximos cinco años. Por fin, si se solicita asimismo, una estimación de la probabilidad de regreso, los que están seguros o muy seguros que regresarían a su país en los próximos cinco años representan sólo un 39% del total de los inmigrantes rumanos de la CM. Los que declaran que existe una probabilidad importante de regresar en los próximos cinco años tienen planes estructurados de retorno.

Por supuesto, las propensiones de regreso a Rumania o el establecimiento definitivo en el país de inmigración varían, son sensibles a las transformaciones ocurridas en las políticas de migración o en el contexto de la crisis económica.

El peso de los inmigrantes rumanos en la CM preocupados por la potencial perdida de su trabajo, era en 2008 relativamente reducido, de sólo el 14%, mientras que en 2009, había llegado a un 55%. De modo similar, el peso de los que esperaban que los siguientes seis meses fueran malos o muy malos, bajo aspecto profesional y personal, aumentó de un 19%, en 2008, a un 60%, en 2009. Mientras tanto, el porcentaje de los optimistas a corto plazo, los que pensaban que en el próximo año las cosas mejorarían, disminuyó de un 77%, en 2008, a un 25%, en 2009.

Se puede observar la gran diferencia de porcentaje obtenido en los dos sondeos. Esto demuestra el hecho de que la crisis económica de España, afectó de lleno a los inmigrantes rumanos en el último año.

Las intenciones de retorno a su país se diferencian no sólo en el grado y en la intensidad, sino también en su tipología (Figura 4). La combinación entre el intervalo de tiempo previsto para el retorno y la probabilidad de retornar a Rumania ofrece una tipología variada de intenciones. Un 32% entre los inmigrantes rumanos declaraban que querían regresar a su país en los próximos años, con probabilidad muy grande (“seguros”).

Un 29% entre los encuestados afirmaban que “van y vienen”, por tanto llevan a cabo un regreso parcial y continuo. Esto pone de manifiesto la intensidad de la circularidad de los rumanos. Un 39% entre los encuestados tienen intenciones intermediarias vinculadas al retorno.

 

Figura 4. La tipología de las intenciones de regreso.
Fuente: Elaboración propia a través de la encuesta 2008-2009.

 

La intención de regreso desde España parece ser, principalmente, una decisión personal y familiar y está vinculada al fin de la transición económica y social de Rumania. El regreso es una decisión unida a la situación de desempleo o al miedo a perder el trabajo que sufren los inmigrantes rumanos en España, a los recursos y experiencias acumuladas en el proceso migratorio y también a los sentimientos de identidad.


Factores que favorecen la decisión de retorno

Entre los factores que favorecen el regreso al país de origen se sitúan los condicionantes económicos y del capital humano (entendido como grado de educación y de conocimiento del idioma español), o la propia situación del inmigrante, situado entre “el aquí y el allí”, sin un plan claramente definido.

 

Figura 5. El regreso, según las comunidades de rumanos encuestadas (%).
Fuente: Elaboración propia a través de la encuesta 2008-2009.

 

Como se puede observar en la figura 5, en las cuatro comunidades encuestadas de mayor presencia rumana en la CM, los entrevistados señalan, en su mayor parte, el deseo de regresar a su país. Entre los que no desean regresar, junto a los indecisos que señalan desear volver en algún momento, distinguimos a las personas que llegaron hace más de una década a España, que tienen permisos de trabajo permanentes, y también han llevado a cabo la reagrupación familiar. Por supuesto, entre los encuestados que señalan un retorno inminente y seguro, además de las personas que no tienen empleo, podemos añadir a los que nunca han tenido un permiso laboral, documentos de residencia o de padrón. Son inmigrantes que se dedican al trabajo sumergido dentro de la intensa movilidad circulatoria a la que remitimos continuamente en este análisis. Más exactamente, se trata del sector femenino que trabaja en el servicio doméstico, como limpiadoras, cuidadoras de niños o de personas mayores y que nunca han tenido un contrato laboral.

En el cuadro 7, presentado más abajo, se observan algunas características, específicas, que pueden ayudar en la comprensión del fenómeno de retorno.

 

Cuadro 7.
El perfil predominante de las cuatro Comunidades rumanas encuestadas en la CM
 

Arganda del Rey

Coslada

Alcalá de Henares

Torrejón de Ardoz

Edad

Mayores: 28% frente a la media de 22%

 

Jóvenes: 54% frente a la media de 45%

 

Estado Civil

 

Casado pero separado: 4% frente a la media de 2%

Solteros: 42% frente a la media de 323%

Viven en pareja: 25% frente a la media de 17%

Educación

Universidad

   

Secundarios

Conocimientos idioma

Bien

 

muy bien

 

Ocupación

 

Servicio doméstico: 29% frente a la media de 23%

 

Cuidadoras: 30% frente a 23%

Religión

Penticostales: 10% frente a 4% total muestra

Adventistas: 28% frente a 9% total muestra

Ortodoxos: 91% frente al 79% total muestra

Ortodoxos: 86% frente al 79% total muestra

Asistencia al servicio religioso

Mensual

semanal

Reducida

 

Peso de los que viven en pareja

       

El peso de los que viven en pareja

     

Grande

El periodo aproximado de llegada

 

1995-2001

 

2007-2008

Intensidad relaciones con rumanos en el tiempo libre

       

En qué medida se sienten vinculados a España

   

Intensas

débiles

     

en gran medida

en menor medida

Fuente: Fuente: Elaboración propia a través de la encuesta 2008-2009.

 

Observamos como Arganda del Rey tiene el mayor porcentaje de personas que desea regresar a su país. Además de las razones aducidas, esto se explica por el hecho de que se trata de personas cuya media de edad (40-45 años) supera la media total, a las que se les consideran “mayores” en la lógica migratoria.

Las personas que superan esta edad, se supone que han cumplido con su deber de trabajar en el extranjero, para asegurarse una madurez “tranquila” en su país de origen, y ese parece ser un factor favorecedor en la decisión del retorno. En Arganda, un 30% de la población supera los 45 años, (son los pioneros de la emigración rumana), frente al 22% del total de las cuatro poblaciones entrevistadas.

Por motivos difícilmente identificables con los datos disponibles, el peso de los rumanos que viven en pareja en Torrejón (25%) es mucho mayor que en la muestra total (un 17%  del total de las cuatro comunidades). La juventud y la posible ruptura de las familias, podrían explicar el deseo de regresar al país, o tal vez de emigrar a otros países, tal como resalta de las entrevistas en profundidad:

“Seguramente nos iremos a un país del norte. A Rumania no, por ahora no, porque tenemos tiempo de trabajar más, de viajar por el mundo. De aquí, lo más seguro es que nos vayamos en cuanto pase el verano, el calor. Luego, ya sin dinero tendremos que pensar en Suecia o Noruega. Me dijeron que se gana bien allí. Total, aquí, ninguno de los dos tiene trabajo ni documentos. Ni padrón…” (Pareja entrevistada en Torrejón de Ardoz. Voz del hombre, 25 años. Desempleado). Fecha de la entrevista: 30 de Noviembre de 2008.

La religión también puede ser un factor importante que puede influir en la decisión de los inmigrantes sobre su retorno. De esta manera, observamos que hay más propensión de regreso por cuanto a los entrevistados que manifiestan más fe. Al mismo tiempo, los más religiosos no son los ortodoxos, tal como se podría pensar, sino los adventistas.

“Volveremos, sí, porque nuestra situación es diferente. Somos adventistas, y los sábados tenemos que librar. Aquí, difícilmente se nos permite esto… Todo influye…. Pero nosotros regresaremos” (Mujer, Coslada, 50 años. Empleada de hogar). Fecha de la entrevista: 3 de Mayo de 2009.

Se pueden distinguir, por tanto, factores importantes que influyen en la decisión de los inmigrantes, a la hora de plantear el regreso a su país de origen.


La importancia de la familia en la decisión sobre el regreso

La familia tiene un rol importante en la decisión de regreso, al menos en dos aspectos. En primer lugar, las personas con mayor probabilidad de regreso son las más descontentas con los efectos que tuvo sobre su familia, a su modo de ver, su vida en España, en la CM. En segundo lugar, la propensión para el regreso a su país, es mayor para las familias que viven en Madrid sin sus hijos, o sin su pareja.

Llegados a este punto, es necesario evidenciar el carácter familiar que tiene la inmigración rumana en Madrid, y en general, en España. Una tercera parte de los rumanos de la CM emigraron solos, mientras que dos terceras partes llegaron con su familia, o con parte de la misma. Se trata, pues, de una migración “familiar” en cuyo marco distinguimos tres subtipos: a) el inmigrante y su pareja (16% del total de los inmigrantes); b) la pareja más otros miembros de la familia (hijos, en su mayor parte, un 27% del total de los inmigrantes); c) el inmigrante acompañado por miembros de la familia, que no fueran marido o mujer (26% del total de los inmigrantes).

La propensión de regreso a su país, es máxima en los migrantes que están en la CM con sus familias. Un 46% de ellos declara que regresarán seguramente, en breve, a su país. Si el grupo familial de migración está formado, además de la pareja, por los hijos, entonces la propensión de quedarse en la CM aumenta (un 38% de los que tienen esta situación familiar).

Casi la mitad de los que tienen una percepción negativa sobre los efectos familiares de la migración declaran que tienen pensado regresar a su país. Para las categorías intermedias, situadas entre la emigración definitiva y el regreso muy probable a su país, la percepción de los efectos familiares de la migración no parece contar mucho. 


De camino entre el allí y el aquí: la importancia de la movilidad circulatoria

Los factores que condicionan la intención de regreso o de (re) emigración, de retorno parcial y continuo se vinculan, esencialmente, al deseo de la mejora de la calidad de vida, a la búsqueda de un lugar más seguro para vivir, al miedo de perder o no encontrar un trabajo. Con la crisis económica que afectó, sobre todo, a los inmigrantes del sector de la construcción, pero también de los servicios, los rumanos encuentran en España, de alguna manera, la misma inseguridad existencial y social, propia del sistema actual, que viven también en su país de origen. Están inmersos en un circuito de ir y venir, sin posibilidad de encontrar un único lugar para su vida. En palabras de Roman (2003) los inmigrantes rumanos viven incluso una “crisis de discurso”, dado que no disponen de un “vocabulario de finalidad”, no encuentran las palabras para “justificar sus propias acciones o creencias para expresar lo que ocurre, qué va a ocurrir con sus propias vidas”. Observamos, en muchos de los entrevistados, la consolidación de lo que Leccardi (2005) llama, “pensamiento a corto plazo”, un tipo de estrategia individual que nace de la imposibilidad de tener un empleo y de organizar sus vidas tanto en el plano profesional como en el afectivo. Según Leccardi, cuando la incertidumbre aumenta hasta el punto de identificarse con el estado de normalidad, cuando el aspecto de lo accidental, de lo inesperado no se puede controlar mediante reflexión, entonces, la capacidad normal de proyectar  a largo plazo está perdida[20].

Las personas entrevistadas se ven en la imposibilidad de contestar abiertamente a preguntas que afectan su decisión de regresar a su país o de quedarse. Les guía el pensamiento a corto plazo, una condición evidenciada también por Sayad (1999) cuando señala el sentido “del provisorio definitivo” como a una característica intrínseca de la experiencia de la migración. Sandu (2008, op.cit) por su parte, ve en este tipo de migrante un “evaluador” continuo de la situación, tanto en su propio país, como en el país de destino, en este caso, España.

“Voy de una casa a otra, de España a Rumania y al revés, sin decidirme. No lo sé… ya se verá. Los veranos trabajo en mi país, y los inviernos aquí, si es que me sale algo. Y cobro el paro al mismo tiempo, porque coticé algún tiempo a la seguridad social de España” (Hombre, 41 años, Arganda del Rey. Desempleado). Fecha de la entrevista: 2 de mayo de 2009.

Según Sandu, 2008 op.cit, el factor más importante que los inmigrantes escogen en la toma de decisión sobre el regreso, es el consumo y el deseo de seguir consumiendo. Según el autor, los inmigrantes regresan porque prefieren consumir en su país, en su localidad de origen, en las condiciones en que acumularon recursos para el consumo deseado en el ámbito que les resulta, afectivamente, más apropiado. Aunque no descartan la vuelta a España o la emigración a otro país, si el contexto así lo precisara.

“Trabajé bastante y quiero regresar para vivir tranquilamente en mi casa, en mi ciudad, en mi país. No veo por qué tengo que vivir en España como eterna extranjera. Inmigrante, como nos llaman. Si no hay trabajo en ninguna parte, pues voy a mi casa a tranquilizarme un par de años hasta que esto pase. Tengo ya bastante ahorrado para ello. Luego ya se verá. Porque a lo mejor habrá que volver. Y si las cosas se ponen peor aún allí, regresaré de nuevo…o me iré  a  otro país donde la cosa va mejor” (Mujer, Coslada, 38 años. Cuidadora de personas mayores). Fecha de la entrevista: 18 de noviembre de 2008.

Por tanto, el regreso puede ser voluntario, pero en la situación actual, será condicionado por la crisis económica, por la falta de un lugar de trabajo o por la incertidumbre vinculada al presente y al futuro próximo, en una sociedad en la cual, los inmigrantes son “los primeros” que sufren las vicisitudes del desempleo.

“Porque, somos los primeros que nos tenemos que quedar sin trabajo. ¿Lo has visto? ¿Has visto las colas en las oficinas de empleo? Y esto que yo trabajo cuidando gente mayor, nunca me han hecho contrato, por ello no me echan, no tienen por qué, pero mi marido se tendrá que ir a Rumania, a vivir allí, porque aquí trabajaba en la construcción y se quedó sin trabajo. Y con lo que yo gano, no podemos vivir juntos aquí” (Mujer, 42 años, Torrejón de Ardoz. Cuidadora de personas mayores).Fecha de la entrevista: 30 de mayo de 2009.


La importancia del conocimiento del idioma, factor importante para la decisión del retorno

El conocimiento del idioma del país de inmigración es uno de los indicadores más dinámicos de la intención de retorno. Los valores de esta variable se modifican lentamente con el tiempo.

La integración social es prácticamente imposible si el inmigrante no llega a conocer el idioma.  Pero ¿qué significa conocer bien el idioma?

Un 30% entre los encuestados sostiene que tienen un buen nivel de idioma, en el sentido de que pueden tener acceso a los espacios públicos de España.

Tal como se puede observar en la Figura 6, el peso de los que tienen la intención de regresar a su país aumenta de un 34%, para los que declaran que saben muy bien el idioma, a un 41%, para los que lo conocen bien, hasta llegar a un 64%, entre los que declaran no dominar el idioma.

Según los datos obtenidos, el mejor conocimiento del idioma español existe entre los rumanos de Alcalá de Henares, y el más reducido entre los de Arganda del Rey.

 

Figura 6. Intenciones de regresar a su país, según el conocimiento del idioma (autoestimación).
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta 2008-2009.

 

Ser mayor, tener un nivel reducido de educación y trabajar en el sector de la construcción parecen ser factores que favorecen el desconocimiento del idioma español. El grado diferenciado de conocimiento del idioma es un efecto de la composición de la población. La mejor situación de conocimiento del idioma español en Alcalá de Henares, por ejemplo, se asocia al hecho de que en esta ciudad exista un mayor peso de jóvenes con un cierto nivel de educación. En cambio, en Arganda del Rey se sitúa la más alta concentración de personas mayores que trabajan en el ámbito de la construcción.

“No, no hablo bien… Porque siempre trabajé con gente rumana, y nunca practiqué. No podría encontrar un trabajo aquí. Además, con mi edad ya, y sin saber de ordenadores, lo veo duro. A no ser que trabaje para otro empresario rumano, pero cada vez hay menos” (Hombre, 50 años, Arganda del Rey. Desempleado). Fecha de la entrevista: 10 de noviembre de 2008.

Bajo el aspecto de los recursos, las personas con una probabilidad mayor de regreso a su país se distinguen por sus ingresos más altos (una media de 1.000-1.200 euros al mes), que es una situación material buena en Rumania. Al mismo tiempo, tienen un nivel de educación relativamente reducido y un conocimiento escaso del idioma español. Resulta que tienden a regresar a su país las personas que acumularon ingresos superiores a la media específica de los migrantes rumanos, pero que no se integraron en España, por no conocer bien el idioma.


El regreso según el estado de ánimo en el momento de la encuesta

La intención de regresar o de quedarse en la CM no representa solamente un resultado de la ecuación de los recursos del inmigrante y de la situación de su estatus, bajo el aspecto de su experiencia de emigración, estado civil, pertenencia religiosa o el perfil que tiene la comunidad étnica de inmigración. Es importante también su estado de ánimo en el momento de la entrevista[21]. La propensión hacia el retorno a Rumania es mayor para los inmigrantes descontentos con su vida en España, en comparación con la vida que llevaban en Rumania antes de emigrar.

La salud es un factor importante a tener en cuenta, en relación con el estado de ánimo del entrevistado. Un 58% de los encuestados señalan que necesitarían una revisión médica, y por tanto, que no se encuentran muy bien.

“Aquí, no puedo ir al médico, no tengo tarjeta, y ni me entiendo con él. Voy a tener que ir a una clínica de pago, pero lo haré allí, en mi país, donde si pago, al menos que el médico comprenda lo que le digo” (Mujer, Alcalá de Henares, 34 años. Empleada de hogar).Fecha de la entrevista: 12 de noviembre de 2008.

Algunos están contentos con lo que consiguieron acumular desde el punto de vista financiero en España, aunque reconocen que trabajaron sin descanso, sacrificándose en el proceso.

“Gané un buen dinero, ahora bien, trabajando sin descanso. Esta no es vida. No, no lo haré toda mi vida así, porque no aguanto más”  (Hombre, Coslada, 45 años. Trabajador en la construcción). Fecha de la entrevista: 20 de mayo de 2009.

Según los entrevistados, en Rumania “habrá trabajo, porque el país se está construyendo” y, además, “los colegios de Rumania son mejores, se estudia más y mejor que en España”.

“Pues claro que regresaré, ya que mi hijo tiene casi edad de ir al colegio, y tengo que darle una buena educación. Pensamos que como mi marido se quedó sin trabajo y además, los colegios están mejor allí, en Rumania, pues como ahorramos bastante, tal vez es el momento de regresar a casa”  (Mujer, Torrejón de Ardoz, 28 años. Empleada de hogar). Fecha de la entrevista: 30 de noviembre de 2008.

En mayo de 2009, casi un 75% entre los rumanos de las cuatro comunidades donde se realizaron las entrevistas, consideraban que en 1-2 años, la situación de los puestos de trabajo en Rumania será mejor que en la actualidad. En cambio, en cuanto a los puestos de trabajo de España, únicamente un 17% entre los entrevistados pensaba que podrían mejorar en el futuro. No es que los inmigrantes pensaran que la situación de su país mejorase más, sino que reconocían que sólo allí podrían trabajar en sectores de actividad conforme a su formación.

El optimismo económico tiene, pues, un papel relevante en la decisión de regreso. Pero hay que tener en cuenta el factor subjetivo. De esta manera, las personas que tenían decidido regresar a su país señalaron que el futuro de la economía rumana podría llegar a ser mucho mejor, mientras que los entrevistados que tenían decidido quedarse en España, aseguraron que el futuro de la economía española será muy bueno.

La influencia de la opinión sobre la situación económica en el proyecto de regreso es una hipótesis que necesita verificarse y analizarse. Por ello, es necesario el argumento de que la decisión de regresar o de quedarse está influida en primer lugar por el nivel de los ingresos asociados al trabajo. Muchos de los entrevistados, a pesar de reconocer que trabajan por debajo de su nivel de preparación, reconocen que es posible que a medio plazo existan más puestos de trabajo en Rumania, pero que el salario español es mucho mejor que el rumano, y que lo será durante mucho tiempo, por lo que “compensan todos los sacrificios”. Por tanto, el inmigrante no desea sólo un puesto de trabajo en el país de destino, sino un puesto de trabajo mejor pagado que en su país de origen. Desde este punto de vista, las conclusiones son claras: un 90% de los rumanos entrevistados en la CM aseguran que en España se gana mucho más que en Rumania. Resulta, por lo tanto, que el problema no es el lugar de trabajo, sino, sobre todo, el trabajo bien pagado. Los inmigrantes realizan evaluaciones más o menos difusas de la situación propia, con consecuencias sobre sus planes de quedarse, quedarse de manera definitiva o regresar a su país. La familia, el trabajo, los ingresos y la salud son, por lo tanto, temas esenciales en sus evaluaciones.

“No sé qué decirle, porque ya no soy tan joven… Mi marido que en paz descanse, ya no está, mi salud tampoco es tan buena… Me quedaré un poco más, porque yo cobro pensión allí, y mientras aquí estoy bien en una casa cuidando a una señora un poco más mayor que yo… me encuentro bien. En cuanto ya no pueda hacerlo, volveré a mi casa de Rumania” (Mujer, Arganda del Rey, 65 años. Cuidadora de personas mayores). Fecha de la entrevista: 13 de mayo de 2009.

El regreso a Rumania en estado de proyecto es significativo y depende de la situación que tienen los encuestados, condicionada por las experiencias de vida en los dos países. Por una parte, el modo en el cual viven en la actualidad en la CM, frente a su vida en el país de origen y, por otra parte, el modo en el cual perciben su futuro en relación con los puestos de trabajo y las instituciones de Rumania en comparación con las de España determinan las proyecciones del inmigrante para su futuro en relación con el espacio percibido como lugar para vivir.

Las constataciones anteriores confirman que los estados de ánimo subjetivos, creados o no en relación con los datos objetivos, cuentan mucho en las decisiones de regreso al país de origen. La nostalgia por el país (como preferencia por el lugar de nacimiento o socialización inicial) puede jugar un papel de estimulo para el regreso. A su vez, la crítica realista de la mala situación del país de origen comparada con el país de inmigración, puede ser una razón real en la toma de decisión de no regresar a Rumania.

“No, ya no regreso. Además, llevo aquí, más de diez años, no podría volver al estado de las cosas, de allí. Muchas incomodidades, falta de carreteras… No podría ir ni al trabajo. ¿Pero qué digo? ¿De qué trabajo hablo? Creo que ni sabría cómo encontrar un trabajo allí. Es otro mundo…” (Hombre, Arganda del Rey, 32 años. Técnico). Fecha de la entrevista: 18 de mayo de 2009.


Los sentimientos de identidad

Otra categoría de factores que intervienen independientemente del condicionamiento de la decisión de regreso o de quedarse en el extranjero se asocia a los sentimientos de identidad de los individuos. Los inmigrantes más inclinados a regresar a su país son los que manifiestan un creciente grado de apego a la población de origen, a su región, a su país, y que, simultáneamente declaran que tienen poco afecto a la región de acogida.

Los inmigrantes decididos a no regresar a Rumania manifiestan el síntoma del desarraigo. Ellos se sienten muy poco vinculados a su pueblo, a su región e, incluso, a su país de origen. Ese síntoma de desarraigo se reduce a medida en que se pasa de las intenciones de emigración definitiva a intenciones de regreso bien estructuradas. Los que se orientan hacia quedarse en España, se declaran vinculados emocionalmente a Rumania en un porcentaje de un 19%, en comparación con los que desean regresar, que manifiestan el afecto hacia su país en una proporción de un 58%.

“Creo que todos tenemos que volver allí, donde nacimos. ¿Qué sentido tiene quedarse aquí? ¿Morir aquí? Cuando tenemos un idioma nativo, una tierra propia, una familia… Casa no tenemos aún, pero para esto estamos aquí.  Para trabajar y para volver.”  (Hombre, Torrejón de Ardoz, 40 años. Trabajador en la construcción). Fecha de la entrevista: 22 de mayo de 2009.

Incluso para los que quieren quedarse en España, el apego hacia este país se manifiesta de un modo relativamente reducido, con solo un 25% entre los entrevistados. Los resultados parecen indicar el hecho de que quedarse en el extranjero es más un desarraigo identitario en relación con los lugares de origen que con la consolidación de afecto frente a los lugares de destino. Hay que señalar el hecho de que el más fuerte sentimiento de identificación con el lugar de origen de Rumania no se manifiesta en el caso de los decididos a regresar rápidamente, sino en el caso de los que tardarán en regresar. Podemos pensar que los que aplazan el regreso, son los que más se vinculan a su país de origen. Ellos decidieron regresar pero esperan cumplir en mayor medida los objetivos de su proyecto migratorio, muy probablemente, la acumulación de ganancias materiales que les ayude a regresar, tiempo en el cual, su país de origen podría y debería salir de la crisis.


El regreso y los proyectos de vida

La intención de regreso está fuertemente arraigada en la realidad diaria y en la mente de los inmigrantes. Las personas que manifiestan el deseo de regresar pronto, piensan en tener una casa, un negocio, o comprarse un coche en su país. Del total de los inmigrantes encuestados, un 32% desearía abrir un negocio en Rumania en los próximos dos años. Para los que decidieron regresar en los próximos cinco años a su país, el peso correspondiente es de un 44%.

Con todo, los inmigrantes rumanos encuestados en la CM manifiestan sus vínculos con el país de origen, plasmados en proyectos que tienen a medio y largo plazo. Incluso las personas que no desean regresar a su país, tienen planes de inversión en Rumania, a medio y largo plazo. Es ésta, una de las más importantes señales de transnacionalismo asociado al proceso migratorio: quien vivió la experiencia de la emigración, a pesar de no tener en mente regresar a su país, desea vincular su futuro a los lugares de origen, al menos para hacer negocios, comprar terrenos, o más aún, construir su propia casa. Comprar una casa en Rumania aunque la decisión fuera seguir viviendo en España, significa apego hacia la familia que se quedó en el país, o la intención de pasar la vida de jubilado en Rumania. 


Otros proyectos de movilidad

Además del regreso al país, los inmigrantes rumanos en la CM manifestaron que tienen otros proyectos que implican la movilidad. De esta manera, una tercera parte de los que pretenden quedarse en España piensan trasladarse a vivir a otro municipio o Comunidad Autónoma de España. La motivación de la movilidad en el interior de España, indistintamente si los emigrantes quieren quedarse o no en este país, se centra no sólo en el trabajo y en el salario, sino también en el ámbito de vida.

Los entrevistados manifiestan su deseo de cambio, porque no encuentran trabajo, porque quieren cambiar o para ganar más. No obstante, un 13% de los entrevistados que desean cambiar de lugar de residencia en el territorio español, tienen como motivo el hecho de que “hay demasiados rumanos aquí”. Este hecho indica la existencia de un segmento de inmigrantes que intenta evitar las connotaciones negativas de la cohabitación en comunidades grandes de inmigrantes rumanos. ¿Por qué? Posiblemente, porque debido a la circulación migratoria intensa, en tales comunidades el grado de infracción fuera más alto. Pero pueden entrar en juego otros factores diferentes. Es posible que la etiqueta social negativa de algunos grupos de inmigrantes, competidores en el mercado económico local, tenga otros resortes diferentes del de la infracción. En las situaciones en las que el medio institucional local favorece el empleo de los inmigrantes en el mercado sumergido, los estereotipos negativos y los comportamientos de este tipo se asocian más fácilmente con los grupos más representativos de  inmigrantes, como es el rumano.

La tendencia de reagrupar nuevos miembros de su familia en España, se manifiesta a un nivel reducido. Un 45% de los que declaran que regresarán pronto a Rumania sostienen que el futuro de sus hijos está en los dos países. Se puede observar, incluso una cierta molestia entre los entrevistados a la hora de insistirles en el proyecto de retorno.

“Ahora, con la Unión Europea, mi hija puede estudiar donde mejor le parezca. Y si sabe español, ¿por qué no hacerlo en España?  Qué manera de decidir por la gente. Que si es de Rumania tiene que irse a Rumania. Pues no…” (Hombre, Arganda del Rey, 46 años. Trabajador en la construcción). Fecha de la entrevista: 2 de noviembre de 2008.

Los entrevistados que tienen hijos menores, proyectan su futuro en estrecho vínculo con sus propios planes de migración. La relación causal puede ser establecida en ambos sentidos: decido regresar al país porque creo que el futuro de mis hijos está en Rumania, o veo el futuro de mis hijos en Rumania porque decidí regresar al país.

En la esfera de las decisiones familiares, la interacción, los sentidos múltiples conviven. Lo cierto es que tres cuartas partes de los rumanos que tienen pensado regresar a su país, perciben el futuro de sus hijos en Rumania.

Pero el modo en el cual ocurrirán las cosas en el futuro, es otra cuestión. Por ahora, los datos obtenidos en las encuestas sostienen claramente que los rumanos que circulan por Europa comienzan a captar el mundo cada vez más desde una perspectiva transfronteriza, en términos de “ni en el extranjero”, ni en Rumania, o “como en casa”, “como en España”, en otras palabras, circulan “de casa a casa”.


Algunas conclusiones y consideraciones finales: ¿hacia una ciudadanía móvil?

A lo largo de este artículo, intentamos vincular la presencia de los inmigrantes rumanos en la CM, al retorno como forma de migración circulatoria laboral.

Utilizando una metodología combinada, analizamos en la primera parte, la dispersión de los rumanos en la Comunidad de Madrid, tomando como referencia las poblaciones del Corredor del Henares y la población de Arganda del Rey, donde más concentración de rumanos existe.

Observamos cómo aumentó el número de inmigrantes procedentes de Rumania en los últimos años, estableciéndose prácticamente comunidades pertenecientes a esta nacionalidad, en todos los municipios de la CM.

Por cuanto al retorno, el mismo cobró más importancia en los últimos dos años, desde que la inmigración se vio afectada por la crisis económica.

Señalamos que la migración de retorno no es sólo un proyecto de vida, sino también un estado de espíritu influido por la situación actual que atraviesa la sociedad en su conjunto. Como proyecto implica, en tiempo, una planificación de regreso al país de origen, con probabilidades de realización y con una fuerte asociación a otros proyectos de vida. Como estado de espíritu se define por el grado de descontento dominante vinculado a los efectos de la migración sobre la propia familia.

El trabajo que realizamos y cuyos resultados parciales ofrecimos aquí, indica una realidad social que está lejos de ser una dicotomía: inmigrantes que se van e inmigrantes que se quedan. Como vimos, existen varias categorías de migrantes desde la perspectiva del regreso, entro los cuales distinguimos a los que regresan de manera segura, los indecisos, y los que van y vienen, en un regreso parcial, nunca definitivo.

Podemos concluir que el entendimiento del fenómeno de la migración rumana en la Comunidad de Madrid pasa por la comprensión del fenómeno y de la dinámica de la migración rumana en España, en la UE y en el mundo. Existe una explicación. Después de la apertura de la frontera Schengen de la UE para la libre circulación de los ciudadanos rumanos, en 2002, se produjo una intensa movilidad de personas procedente de este país hacia Europa, sobre todo en España e Italia. Al no necesitar un visado para desplazarse por el espacio comunitario, los rumanos pudieron circular por un periodo de tres meses por dicho espacio. De este modo, lo que se conoció hasta entonces como inmigración económica, se transformó en movilidad laboral. La situación se intensificó a partir de 2007, después del ingreso del país en la UE, y más aún, a finales de 2008, tras el levantamiento de la moratoria impuesta a los rumanos y búlgaros, para la libre circulación de trabajadores. En un mundo sin fronteras, la lógica de la movilidad perpetua incluye en sus esquemas, el proceso de retorno provisional al país de origen, en otras palabras, la existencia del ciudadano instalado en la movilidad circulatoria, entre dos países, dos mundos, dos idiomas.

Por ello, al finalizar este artículo, dentro del espacio nacido tras el avance fronterizo hacia el Este, aventuramos la necesidad de creación de un nuevo marco teórico de análisis de la movilidad de rumanos en el siglo XXI. Se trataría de incluir una teoría que vincule fronteras y migraciones, específica y adaptable a la política comunitaria. La teoría podría nacer tras la realización de una amplia etnoencuesta tanto en origen como en destino, y podría llegar a explicar la  circularidad y el retorno en el marco de los mecanismos actuales de movilidad dentro del espacio fronterizo creado por la política de la UE. Marcu (2010) señala que se crearía, de esta manera, el ciudadano móvil, europeo, que busca estrategias laborales en cualquier país del espacio comunitario, con la ayuda de las redes establecidas a lo largo del tiempo. En este contexto, España, la CM, se instalarían en el corazón de la movilidad europea, debido a la intesidad del asentamiento provisional de los rumanos en su territorio.

 

Notas

[1] Harvey y Holly, 1983, p.45.

[2] Moreno y Vayá, 2000, p.23; Chasco, 2003, p.73;  Martori y Hoberg, 2008, p.24.

[3] Salvador, 2001, p.42.

[4] También hay que tener en cuenta el hecho de que investigar un proceso tan dinámico como es la inmigración rumana supone un cierto riesgo, dado que las cifras nunca son reales; cambian a diario, tal como cambian también, las opiniones de los potenciales entrevistados afectados por la problemática de la crisis en el contexto de su proyecto migratorio.

[5] Los datos son públicos, accesibles en la dirección: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=%2Ft20%2Fp319&file=inebase&L

[6] Movimiento periódico, en “círculos”, de personas, característico para los inmigrantes de la Europa del Este en países desarrollados de la UE. Sus “pioneros” son los rumanos, aunque en los últimos años se sumaron también los búlgaros, los moldavos y los ucranianos.

[7] El empadronamiento llega a costarle a un recién llegado entre 200 y 500 euros. Para empadronarse, un inmigrante necesita demostrar que tiene un contrato de alquiler de casa, además, del pasaporte. Al no tener dicho contrato, los recién llegados recurren al mercado negro, que se creó: el llamado “negocio del padrón”.

[8] Probablemente, estos problemas surjan, frecuentemente, en el caso de los municipios con mayor circularidad como Coslada o San Fernando de Henares.

[9] Alcalá de Henares tenía según los datos de 2007, 14.284  habitantes, registrados nacidos en Rumania, Coslada 11.822, Arganda del Rey 8.046, y Torrejón de Ardoz 5.778. El siguiente municipio era San Fernando de Henares, situado a una distancia considerable, con 3.775 migrantes rumanos.

[10] El tamaño de las muestras fueron de: 209 migrantes en Coslada, 206 en Arganda del Rey, 201 en Alcalá de Henares y 216 en Torrejón de Ardoz. La variación de la muestra se debe, principalmente, a las dificultades encontradas en el trabajo de campo (bloqueo de redes debido al rechazo por parte de algunas personas de realizar la encuesta).

[11] En el marco del proyecto ya señalado, se realizaron 75 entrevistas en profundidad a hombres y mujeres inmigrantes rumanos, en edad laboral.

[12] Durante el mismo año, la ciudad de Madrid registraba 54.674 inmigrantes, de un total, 3.213.271 habitantes.

[13] Si se visitara un municipio de provincia, saliendo de Madrid, existiría una probabilidad bastante mayor de que se llegara a una población con más de 500 rumanos: un 25% de los municipios madrileños tienen más de 482 rumanos.

[14] La distribución de las poblaciones con más de 10% rumanos del total de la población tiene una media 11.115 habitantes, con una mediana de 2.553 habitantes con Coslada y Arganda en el análisis. La media se reduce casi a la mitad mientras que la mediana a 2075 si no se consideran las dos poblaciones.

[15] La distribución de las poblaciones con  5-10% rumanos del total de la población tiene una media de 13.663 habitantes, con una mediana de 2.903 habitantes con Alcalá y Torrejón  en el análisis. Sin las dos poblaciones, la media se reduce a más de la mitad  (5750) y la mediana a 2472.

[16] Es difícil precisar si se trata de la llegada de los rumanos de Rumania o de otras Comunidades Autónomas de España.

[17] En el caso de los municipios con más de 50% rumanos del total de los extranjeros, la población media del municipio es de 8.134, con una mediana de 2075, sin incluir  en el análisis a Coslada y Arganda del Rey. Si se excluyen los dos municipios, la media disminuye a casi 5.000 habitantes, con un valor próximo a la mediana. De modo similar, en el caso de los municipios con 30-50% rumanos del total de la población, la población media del municipio que incluye a Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz es de más de 15.000 habitantes (con una mediana de 2.442; mediante la exclusión de los dos casos se llega a una media de 6.714 habitantes (mediana 2.060). 

[18] Los datos cuantitativos referidos a las regiones de origen de los inmigrantes se tienen que tomar con prudencia dado que la selección  se realizó por el método “driven sampling”. Es posible que las personas encontradas al inicio de la selección condicionasen en buena medida la configuración regional de las muestras por municipio.

[19] La moratoria referente a la libre circulación de trabajadores rumanos y búlgaros en el espacio español duró entre enero de 2007 y finales de 2008. Se levantó el 1 de enero de 2009, y a partir de esta fecha, tanto los rumanos como los búlgaros, tienen libertad de circulación laboral por todo el espacio español. Hasta dicha fecha, los inmigrantes procedentes de los dos países, tenían limitada su circulación, a tres meses, para trabajar sin documento de residencia, en España.

[20] Leccardi, 2005, p.6.

[21] Entendemos por estado de ánimo, en el contexto de este análisis, la orientación dominante, positiva o negativa, en la evaluación contextual y difusa de unos segmentos propios de vida, en relación con las expectativas del entrevistado. 

 

Bibliografía

ANGHEL, Remus, G. Changing Statuses: Freedom of Movement, Locality and Transnationality of Irregular Romanian Migrants in Milan. Journal of Ethnic and Migration Studies, 2008, 34 (5), p. 787-802.

CINGOLANI, Pietro. Dentro e fuori dai confine del paese. La construziones degli spazi sociali transnazionali e delle differenze tra i migranti romeni a Torino. In GAMBINO, F &, SACCHETTO, D. (ed.). Un arcipelago produttivo. Migranti e imprenditori tra Italia e Romania. Roma: Carocci, 2007, p. 37-64.

DIMINESCU, Dana. Visibles mais peu nombreux. Les circulations migratoires roumaines après 1989.  Paris: Maison de Science du Paris, 2003.

ELRICK, Tom y CIOBANU, Oana. Migration networks and policy impacts: insights from Romanian–Spanish migrations. Global Networks, 2009, vol. 1 nº 9, p. 100-116.

FERRO, Anna. Romanians abroad. A Snapshot of Highly Skilled Migration. Higher Education in Europe, 2004, nº 1 (29), p. 381-392.

HORVATH, István. The Culture of Migration of Rural Romanian Youth. Journal of Ethnic and Migration Studies, 2008, vol. 5, nº 34, p.771-786.

LECCARDI, Carmen. I tempi di vita tra accellerazione e lenteza. In CRESPI, F. (ed.). Temp o vola. L ésperienza del tempo nella società contemporanea. Bologna: Il Mulino, 2005, p. 49-86.

MARCU, Silvia. La inmigración rumana en la Comunidad de Madrid después de 20 años: circularidad y retorno. In XII Congreso de Geografía de la Población “Población y espacios urbanos”. [CD-Rom]. Barcelona, 8,9 y 10 de Julio de 2010.

MARCU, Silvia. Del este al oeste. La migración de rumanos en la Unión Europea. Evolución y características. Migraciones Internacionales, 2009a, 16, vol. 5, nº 1, p. 155-191.

MARCU, Silvia. Inmigrantes rumanas en el servicio doméstico y de cuidados en la Comunidad de Madrid: Estudio cualitativo. Estudios geográficos, 2009b, vol LXX, nº 267, p. 463-489.

MARCU, Silvia RODRÍGUEZ, Vicente MÉNDEZ, Ricardo CALATRAVA, Ascensión CASTRO, Teresa MELERO, Ana y JUAREZ, Sol. Imigratia românilor in comunitatea Madridului: o odisee de lumini si umbre. Sociologie Româneasca, 2008, vol VI, nº 1, p. 26-39.

MARCU, Silvia. Dinámica y estructura migratoria laboral de rumanos: 1990-2006. Flujos de emigración hacia España, destino Madrid. Migraciones, 2007, n º 21, p. 115-157.

MARCU, Silvia.  Sobrevivir a la transición. La emigración internacional de rumanos desde un enfoque territorial, Cuadernos de Geografía, 2008a, nº 84, p. 135-152.

MARCU, Silvia. El tráfico y la trata de mujeres rumanas en la Comunidad de Madrid. Investigaciones Geográficas, 2008b, nº 46, p. 159-179.

MICHALON, Bénédicte. Migrations des Saxons de Transylvanie vers l’Allemagne. De l’émigration ethnique à la circulation migratoire. Balkanologie, 2003, 1, vol. 7, p. 19-42.

MOROKVASIC-MÜLLER, Mirjana. La mobilité transnationale comme ressource: le cas des migrants de l’Europe de l’Est. Cultures & Conflits, 1999, nº 33-34, p. 105-122.

PAJARES, Miguel. Inmigrantes del Este. Procesos migratorios de los rumanos. Barcelona: Icaría, 2007.

RADU, Catalin. De la Crîngeni-Teleorman  spre Spania: antreprenoriat, adventism si migratie circulatorie. Sociologie Româneasca, 2001, nº 1-4, p. 215-231.

RADU, Dumitru. Human Capital Content and Selectivity of Romanian Emigration. Working Paper. Maxwell School of Citizenship and Public Affairs Syracuse University, 2003, nº 365, p.45.

SANDU, Dumitru. Comunitati românesti în Spania, 2008. Bucarest: Fundatia pentru o Societate Deschisa SOROS, 2008.

SANDU, Dumitru. Locuirea temporara in strainatate. Migratia economica a românilor 1990-2006. Bucarest: Fundatia pentru o Societate Deschisa, SOROS, 2006.

SANDU, Dumitru. Migratia circulatorie ca strategie de viata. Sociologie Româneasca, 2000, nº 2, p. 45-63.

SERBAN, Monica y GRIGORAS, Vlad. Dogenii din Teleorman in tara si in strainatate: un studiu asupra migratiei circulatorii in Spania, Sociologie Romàneasca, 2000, nº 2, p. 30-54.

VIRUELA MARTÍNEZ, Rafael. Inmigrantes rumanos en España: aspectos territoriales y procesos de sustitución laboral.  Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2006, vol. X, nº 222. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-222.htm>. [21 diciembre 2009]. ISSN: 1138-9788.

VIRUELA MARTÍNEZ, Rafael. La nueva corriente inmigratoria de Europa del Este. Cuadernos de Geografía, 2002, nº 172, p. 231-258.

SAYAD, Abdelmalek. La double absence, París: Editions du Seuil, 1999.

 

© Copyright Silvia Marcu e Israel Gómez Nieto, 2010. 
© Copyright Scripta Nova, 2010.

 

Edición electrónica del texto realizada por Joan Maresma.

 

Ficha bibliográfica:

MARCU, Silvia y Israel GOMEZ NIETO. La movilidad de los inmigrantes rumanos en la Comunidad de Madrid: Pautas de asentamiento y retornoScripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 10 de noviembre de 2010, vol. XIV, nº 341. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-341.htm>. [ISSN: 1138-9788].

Índice de Scripta Nova