Menú principal

Índice de Scripta Nova

Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. XVI, núm. 418 (26), 1 de noviembre de 2012
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 

EXPULSIÓN DE ALEMANES DE CHECOSLOVAQUIA DESPUÉS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN EL DISCURSO INTELECTUAL Y CULTURAL CONTEMPORÁNEO EN LA REPUBLICA CHECA COMO MANIFESTACIÓN DE LA BÚSQUEDA DE SÍ MISMO NACIONAL

Polina Golovátina-Mora
Facultad de Negocios Internacionales Universidad EAFIT
polina.golovatina@gmail.com

Expulsión de alemanes de checoslovaquia después de la segunda guerra mundial en el discurso intelectual y cultural contemporáneo en la republica checa como manifestación de la búsqueda de sí mismo nacional (Resumen)

Este documento esboza la transformación de la conciencia nacional de la República Checa usando como ejemplo los debates sobre las expulsiones de los alemanes de Checoslovaquia desde 1989. El artículo se enfoca en la percepción del Otro en el contexto de la transformación del Sí Mismo nacional. Se argumenta que porque la conciencia colectiva nacional se cristalizó desde el Otro y no Sí Mismo, su carácter ha sido inestable con sus  expresiones extremas en situación de amenaza. Esto ha polarizado las discusiones sobre las expulsiones, sin que haya habido muchos cambios y sin solucionar aún los puntos más discutibles. La otra razón de este cambio es que los alemanes han dejado de ser el Otro definido en la conciencia colectiva, desplazando esta visión del Otro hacia otros grupos tales como los rusos (y los ciudadanos de los países de la antigua URSS), los inmigrantes de Vietnam o los Gitanos Roma, entre otros.

Palabras clave: Checoslovaquia, Alemania, Sí Mismo, Otro, Segunda Guerra Mundial, identidad nacional, conciencia nacional, migración.

Czech contemporary intellectual and cultural discourse of the expulsion of the sudeten germans from post-wwii czechoslovakia as a search for the national self (Abstract)

This document outlines the transformation of the Czech national consciousness using the example of debates about the expulsions of the Germans from Czechoslovakia since 1989. The paper focuses on the perception of the Other in the context of the transformation of national Self. I argue that because the national collective consciousness was crystallized around the Other instead of Self its character has been very unstable and has had extreme expressions when threatened. As a result, the debates around the expulsions have been highly polarized. The poles of the discussion have not changed much in recent years, the most disputable questions are still unresolved. Another reason that contributes to that is that Germans stopped being the Other defining the collective consciousness. The focus has been moving to the other Others such as Ukrainians, Russians (and citizens of all countries of the former USSR), the Vietnamese, and Roma Gypsies, among others.

Key words: Czechoslovakia, Germany, Self, Other, World War II, national identity, national consciousness, migration.


La primera vez que mencioné el tema de las relaciones checo-alemanas durante una visita académica fuera de Europa Central, la reacción – al tema, no al contenido – fue casi unánime: “No es actual”. Reacciones como esta se explican como parte de una percepción convencional de la nación checa: un nacionalismo pacífico, no violento o de terciopelo; una nación europea que consigue resolver todos los conflictos de manera tranquila y por esto no representa ninguna amenaza en el presente. A pesar de esto, cada número de Human Rights Watch a partir de la disolución del bloque socialista en 1989 ha tenido una sección sobre la República Checa. Más y más publicaciones dedicadas a los problemas de la formación y manifestación de la identidad nacional checa han aparecido en las últimas décadas, y no sólo de autores checos o alemanes[1]. El traspaso de la población alemana de Checoslovaquia en los primeros años después de la Segunda Guerra Mundial es un ejemplo frecuente en las publicaciones sobre la migración forzosa o la construcción nacional.

Desde 1989 ha crecido también el número de publicaciones checas sobre el tema del traspaso de la población alemana, reflejadas en estudios académicos, congresos, películas, noticias en periódicos, discusiones públicas y exposiciones. Incluso los sondeos de opinión pública de la Academia de las Ciencias de la Republica Checa han incluido preguntas sobre el traspaso de los alemanes (particularmente sobre los Decretos del Presidente Beneš) desde mediados de los años 90. La siguiente tabla presenta los resultados de la búsqueda en las bases de datos entre 1989 y 2012:

 

Cuadro 1.
Búsqueda sobre relaciones checo-alemanas en bases de datos

Origen

Termino de la búsqueda

Odsun němců [Traspaso de los alemanes]

Česko-německé/sudetské/ německo-ceské [checo-alemán/sudeto] o Češi a Němci [Checos y Alemanes]

Benešovy dekrety [Decretos del Presidente Benes]

Sudeto-německý [alemán de los Sudetos] o Sudetští Němci [los Alemanes de los Sudetos]

Archivo de la revista Soudobe dejiny [Historia contemporánea]

103

250

69

68

Basa de datos de la casa editora Akademia

10

11

   

El periódico Mladá Fronta Dnes (Idnes.cz) [Front de los Jóvenes Hoy]

583

219

480

460

El periódico Denník.cz

116

 

240

5390

Basa de los datos de la librería ABZ.cz

37

107

12

9

El periódico Parlamentní listy [Noticias parlamentarias]

2830

6770

6700 + discusiones públicas (hasta 444 respuestas)

8170

Basa de datos de la Biblioteca nacional de la Republica Checa (incluyendo las obras más tempranas)

2500

2500

2500

2500

El periódico Lidové noviny [Noticias del pueblo]

27

 

28

39

 

Aunque en muchos casos los resultados de la búsqueda se superponen, la realidad es que estos resultados demuestran la atención al tema y su interminable actualidad. Además, la bibliografía del tema del traspaso preparada por el Ministerio de la cultura de la Republica Checa[2] (y el hecho mismo de la preparación) incluye 32 páginas; una bibliografía preparada por el Institut der Zeitgeschichte, Munich [Instituto de la Historia contemporánea] incluye cerca 400 entradas entre los años 1990 y 2003.

Naturalmente con tantos estudios publicados tienen que existir análisis historiográficos – en este caso particular el interés principal es la historiografía checa[3], ya que esta provee un excelente análisis de los debates académicos del traspaso de la población alemana entre 1945 y 1948.  

En este artículo pienso enfocarme en la (trans)formación de la conciencia nacional de la República Checa desde 1989, usando como ejemplo los debates acerca de los traspasos. Aunque la formación de una nación incluye múltiples factores, voy a discutir específicamente la evolución de la percepción del Otro en el contexto de la transformación del sí mismo nacional.


Movimiento del nacionalismo en el Siglo XX y Europa central

Para casi toda Europa Central (del Este), del Sur y del Este, el Siglo XX fue el siglo de la formación de la conciencia nacional y el anhelo de un estado-nación. La literatura teórica del nacionalismo es muy extensa y un número considerable de autores ha desarrollado el tema de los motivos para la aparición del movimiento nacional en la región[4]. Para la argumentación en el marco del tema de este artículo, lo más importante es la tipología del movimiento. El teórico checo del nacionalismo Miroslav Hroch definió cuatro tipos de movimiento nacional en la región de Europa Central, Este y Sur, dependiendo del proceso de la formación de la estructura social de la comunidad nacional: (a) integracionista, (b) aplazado, (c) insurreccional y (d) desintegracionista. La intensificación del movimiento difiere de un tipo a otro. El nacionalismo checo, según Hroch, es un movimiento integracionista, lo que significa que los cambios económicos y sociales del proceso del tránsito al capitalismo fueron acompañados y complementados por procesos de agitación nacional y la estructura social de la comunidad nacional terminó su formación al mismo tiempo. La suma de estos factores contribuyó al carácter democrático del programa nacional. Esta tipología fue elaborada con base en la experiencia de las naciones pequeñas, de las cuales la nación checa es sólo una. Según Hroch, esto influye en el carácter del movimiento y la conciencia nacional. Su definición de la nación pequeña representa no tanto el tamaño de la nación, sino que la nación fue suprimida por una nación más grande[5]. En el caso de los checos, fueron suprimidos primero por el Imperio de Habsburgo entre los Siglos XVII-XX y por el Tercer Reich y la hegemonía de la Unión Soviética en el Siglo XX. En este sentido, la formación de la conciencia y la estructura nacional no necesariamente coincidieron con la adquisición de la independencia estatal. En la mayoría de los casos, la adquisición de estado independiente fue aplazada en la región. Una vez lograron su independencia y luego de disfrutar de un estatus especial, los checos crearon un sentido de incoherencia del desarrollo histórico lógico o su coherencia interrumpida. Como resultado, el país – además de toda la región – fue muy sensible a su independencia y a las ideas relacionadas con la formación de la conciencia nacional, como un agudo sentido de Sí Mismo.

Independiente de la tipología, la conciencia nacional es una conciencia colectiva, que crea la idea de posesión de algunos atributos y características colectivas. Esta comunidad imaginaria[6], según Liah Greenfeld, se concibe muy frecuentemente más grande que la realidad y de forma homogénea. Gradualmente se desarrolla la idea de la singularidad de la comunidad nacional, del pueblo, que está seguido – como explicó Greenfeld – por la “elevación simbólica del pueblo” y la fe en que las características nacionales son intrínsecas[7] y desarrollan la idea de la misión de la nación. Por el tipo de nacionalismo y la conciencia nacional más étnica y colectivista, que es dominante en la región, estos sentidos son más fuertes. La nacionalidad y la etnicidad se vuelven sinónimos y la comunidad se imagina como una formación más natural[8]. Hasta hoy el jus sanguinus es el principio dominante en la definición de la ciudanía en toda Europa Central y Este.      

La idea de la posesión de las características nacionales crea un entendimiento de la nación muy estático, incluso vinculante. Las lecturas de “los fundadores de la nación”, por ejemplo de Jan Kollár, muestran que las ideas de la época de la Ilustración alemana – por ejemplo las ideas de J.G. von Herder – fueron influyentes en la construcción del nacionalismo. Según Herder, la historia humana se puede entender únicamente en conexión con la naturaleza. El paisaje define no sólo el carácter único y la aparición de la nación, sino la misión del pueblo y su sentido. Desplazada de su hábitat original, la nación no puede realizar su destino. El paisaje y la tierra están también directamente conectados con el lenguaje, que es la característica principal de la nación, porque define el pensamiento de la persona[9]. A través la toda región de Europa Central, Este y Sur el movimiento Sokol (que significa el halcón en la mayoría de lenguas eslavas) – un movimiento gimnástico con la tarea de la educación de la nación joven – fue el símbolo del restablecimiento nacional de finales del Siglo XIX y especialmente de la primera mitad del Siglo XX[10]. Todos los activistas nacionales checos eran miembros de la organización. Una de las prácticas educativas populares en este país era el senderismo.       


La conciencia nacional y el Otro

La presencia del Otro ha sido resaltada por muchos filósofos y psicólogos, empezando por Hegel, como esencial en la formación de Sí Mismo, para constituirse a Sí Mismo[11]. Por consiguiente, en la formación del Sí Mismo colectivo, la presencia del Otro colectivo es esencial, aunque muy problemático en realidad como es político – especialmente cuando tenemos múltiples otros.

Por la conciencia colectiva del nacionalismo, el Otro es también colectivo y abstracto. El Otro individual no es significativo en la toma de las decisiones. Cado Otro individual automáticamente recibe las características del Otro colectivo. Por la singularidad de Sí Mismo, la conciencia nacional construye una línea distinta, aunque imaginaria, entre nosotros y ellos, normalmente elevando a Sí Mismo encima del o los Otros.

Liah Greenfeld hizo referencia al concepto de resentimiento introducido por F. Nietzsche y después elaborado por Max Scheler. El resentimiento es “un estado psicológico resultado de la supresión de la envidia y el odio y la imposibilidad de satisfacerlos”[12]. Según ella, la sociedad que importa las ideas de nación va a reaccionar al origen de las ideas. El resentimiento es la reacción más típica, especialmente si las ideas (y el origen) es superior y hacen énfasis en su superioridad. Siguiendo la lógica de Liah Greenfeld, podemos decir que el nacionalismo checo empleó a menudo el sentido de resentimiento para construir su conciencia nacional. En el caso de las naciones más pequeñas, en las cuales la formación de la conciencia nacional y la estructura social de la comunidad nacional fueron constantemente importante durante muchos siglos y especialmente en el Siglo XX, a los institutos nacionales no se les permitió realizar su potencial nacional o de la independencia estatal. Además, la supresión durante los años posteriores a la Primera República, durante el Protectorado de Bohemia y Moravia y luego durante la hegemonía soviética después de la Segunda Guerra Mundial, creó las condiciones para la confirmación de la conciencia nacional. Todo esto resulta en la formación de la conciencia nacional y el nacionalismo en respuesta al Otro, en continua comparación con él – nunca como reacción a sus mismos valores sin tener en cuenta los del Otro.

Para los checos, los dos Otros más obvios siempre han sido dos Poderes Grandes y poderosos de la vecindad – Alemania y Rusia. Jan Masaryk, hijo del padre de la nación T.G. Masaryk y ministro de relaciones exteriores del gobierno democrático entre 1940 y 1948, expresó en su discusión sobre la libertad con Viktor Frischl el sentido típico de los países de Europa Central y Este (particularmente la Republica Checa y Polonia), “En el mundo hay tantos lugares maravillosos, pero él [antecesor Čech] nos alojó exactamente entre los alemanes y los rusos. ¿Cómo podemos permanecer libres aquí?”[13]. El miedo a estos dos países definió la política checa durante la toda década después de la disolución del bloque socialista y hasta cierto punto aún la define hoy.

Las relaciones entre ellos nunca fueron (o así le pareció a los checos) relaciones entre compañeros iguales[14]. Unas de las características nacionales de los alemanes aceptadas entre los checos es su arrogancia, la cual fue plasmada en un programa de televisión checo de 1974, muy popular en la época socialista, Krkonošské pohádky [“Los cuentos de las Montañas de los Gigantes/ Karkonosze”, estas montañas son parte de las montañas Sudetes]. Muchas bromas e imágenes de esta sátira clasista tuvieron como base estereotipos nacionalistas y étnicos. El barón alemán fue representado como estúpido, arrogante y cruel, mientras que el checo Kuba, su súbdito, era pícaro, pero generoso y listo. La arrogancia de los alemanes fue anunciada como un impedimento importante de la reconciliación entre checos y alemanes por cerca del 20% de respuestas en una encuesta en 2001[15]. Las referencias a la asimetría de las relaciones checo-alemanas eran frecuentes durante la discusión de las expulsiones de la población alemana[16]

Christina Frankenberg expuso en su tesis doctoral que la actitud negativa a los alemanes ha existido desde el Siglo XIV[17]. Con referencia a W. Schamschula, Frankenberg notó que la actitud negativa de los checos a los alemanes no es tanto contra los alemanes como una etnia, sino como un Otro[18]. Esta tesis se confirma por los varios estudios sociológicos[19], que hacen énfasis al sentido de resistencia (malicia) hacia el Otro.

En su artículo acerca la integración de los extranjeros en la Republica Checa a partir de entrevistas entre 2004 y 2005, Blanka Tollarová explicó que los extranjeros caracterizan a los checos como muy cerrados e incluso hostiles contra los extranjeros[20]. Según el artículo, los checos sólo aceptan a quienes expresan comportamientos aceptables y similares a los de la sociedad checa. Las naciones tienen más oportunidades para ser aceptados si tienen estas características evaluadas positivamente por los checos. Según datos del proyecto Actitud a los Inmigrantes, en los archivos de las investigaciones sociológicas de la Republica Checa entre 2005 y 2009 (ČSDA), la actitud checa hacia la mayoría de las naciones cuyos representantes viven en la Republica Checa es bastante negativo: por ejemplo, al 53% (de 3350 encuestados) no les gustan los rusos, al 71,3% no gustan los ucranianos – quienes representan la población de inmigrantes más grande (más de 124 000 en 2010, según datos del Instituto Estadístico Checo). Al 43% de los encuestados no les gustan los alemanes, mientras que casi la misma cantidad – 39% – expresan  gusto por ellos. Los grupos que son evaluados de forma más negativa son los gitanos y vietnamitas (aprox. 61 000 inmigrantes en 2010); los grupos evaluados más positivamente son los polacos, eslovacos, griegos y, naturalmente,  los checos mismos (96,5%). Es interesante anotar que el porcentaje de respuestas “no sé” fue significativo (entre 15 y 20%, 18% en caso de la actitud a los alemanes), entre 23-37% de los encuestados contestaron “no sé o no me interesa” en los sondeos acerca de los problemas de las expulsiones de los alemanes. En general esto confirma las hipótesis expresadas por los sociólogos, que la actitud negativa a otros es muy probablemente conectada con la ausencia del conocimiento sobre ellos o el deseo para obtenerlo. Por ejemplo, los resultados del proyecto sobre actitud al problema de las expulsiones en las regiones de frontera en 2003[21] demostraron que la integración y los contactos mejoraron la actitud a los alemanes. El alemán dejó de ser un representante del grupo y se convirtió un individuo, en muchas veces no tan diferente del Sí Mismo.


El Otro en la historia       

En su obra Karel Havlíček, T.G. Masaryk escribió, “por fin tenemos que empezar a vivir nuestra propia vida, vivir positivamente sin ningún miedo, sin mirar a los otros, ir por nuestro propio camino, el camino checo.”[22] El nacionalismo checo ha incluido tradicionalmente una misión nacional muy particular: la propagación de la verdad y los valores del humanismo entre otras naciones. Los tratados y obras de los intelectuales nacionales checos, como J. Kollár, F. Palacký, J. A. Komenský, K. Havlíček Borovský, T.G. Masaryk o V. Havel promueven los valores de la humanidad y el liberalismo – pero no revolucionario –, la fraternidad y el cristianismo, así como la cooperación internacional. F. Palacký[23] además propuso formas supranacionales de la organización estatal.  En general, ellos apoyaron la idea del nacionalismo liberal, o el nacionalismo con base en los valores liberales de la libertad, la tolerancia, la igualdad en frente de la ley y los derechos de los individuos. El nacionalismo liberal frecuentemente comparte la fe en la universalidad de los valores y la idea de la igualdad de las naciones. El historiador polaco Maciej Janowski propuso que antes de 1848 las ideas nacionales y liberales fueron muy similares si no sinónimas[24], una idea que Liah Greenfeld comparte en algunos de sus trabajos[25].

Para T.G. Masaryk, la singularidad de la nación (la nación checa) está en el eclecticismo, el cual entendió como el aprovechar la experiencia y conocimiento de los Otros, incluso los alemanes[26]. Los checos, como lo escribió en su tratado Jan Hus[27], tienen una buena tradición, la tradición husita del desarrollo de la conciencia positiva. Sin embargo, ya a finales del Siglo XIX existía la oposición a las ideas de Masaryk y su visión del nacionalismo[28]. La crítica dirigió no el origen, pero su interpretación y tácticas de acción que resultaron de esta interpretación. Bohumil Doležal notó que Masaryk perteneció sólo en su deseo y fe en la cooperación con los alemanes, “El odio aparece del miedo y de la desconfianza en su capacidades… Masaryk no tuvo este miedo. Pero en esta época él estaba solo.”[29] Maciej Janowski mostró que el público eligió las ideas más simplificadas. Él también se refirió a la brecha entre la ideología y las posibilidades de su realización en la política real[30].       

Esta situación se repitió en los debates sobre las perspectivas de la expulsión de la población alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Según C. Bryant, Beneš fue inicialmente reacio a la idea de la expulsión y tuvo que enfrentar una fuerte presión “pública” por parte de los miembros de la resistencia checa a favor de la expulsión completa[31]. En otras palabras, aquí podemos hablar sobre dos versiones del nacionalismo: ideológico y más público. Un buen ejemplo de esta idea se encuentra en la canción Kyselá del autor checo Daniel Landa sobre los asuntos de la Revolución de terciopelo de 1989[32]:

¿Recuerdas estos planos: cuando alguien te dio libertad gratis?
Noviembre [de 1989] escribió muchas palabras de terciopelo sin dejar nada al azar.
Al frente tuvimos unos ideales, como de costumbre,
Las multitudes se pararon en la plaza mientras escondían su miedo,
El miedo que hace mucho tiempo está viviendo en sus almas.

Es evidente la importancia de revisar el contexto histórico. A finales del Siglo XIX predominó la posibilidad de vivir en el marco del Imperio de Habsburgo. Lo esencial era la soberanía o autonomía, al igual que más privilegios[33]. La formación de Checo-Eslovaquia (La Primera República) en 1918 pasó muy rápido. La Primera Republica tenía una estructura étnica muy diversa. Según resultados del censo de 1921, en la región de Bohemia por ejemplo, el 66,6 % de la población eran los checos y eslovacos y el otro 33 %  eran alemanes[34]. Como miembro de la Sociedad de Naciones, esta nueva república expresó el respeto a las minoridades étnicas, su cultura e idioma. La constitución de 1920 proclamó el lenguaje Checo-Eslovaco (a pesar de hecho que tal lenguaje no existió) y reconoció los idiomas de las minorías en áreas donde ellas eran más del 20% de la población. En este caso, primero se habló sobre los alemanes y las escuelas alemanas fueron integradas al sistema de formación de la república[35]. Pero como lo mencioné antes, la realidad fue diferente. A pesar de todo, Checo-Eslovaquia era un estado-nación resultado de las aspiraciones nacionales de los checos. Este pensamiento afectó significativamente la conciencia. T.G. Masaryk, el Presidente de la Primera República, sufrió mucha presión de distintos frentes sobre la pregunta étnica. Los alemanes (entre otras minoría) frecuentemente eran excluidos de servicios públicos[36] y el gobierno no les concedió la autonomía. Cordell y Wolff también observaron que por el miedo a la potencia económica alemana, el gobierno nuevo aplicó varias estrategias para limitar la influencia del capital alemán a la economía domestica[37]. Sin embargo, la situación aún parecía bastante democrática y pacífica. Por esta razón,  Ladislav Holy afirmó que el nacionalismo checo de la Primera Republica era el nacionalismo de un grupo predominante y por eso no necesitaba afirmarse abiertamente[38]


Los cambios durante la Segunda Guerra Mundial y el camino del resentimiento

La cifra de personas expulsadas o desaparecidas durante las operaciones de migración forzosa varía ostensiblemente según la fuente. Aunque en general las operaciones fueron bien organizadas[39], a veces falta o no existe información como en el caso de los tribunales espontáneos de 1945. Cerca de tres millones de personas de etnicidad alemana fueron expulsadas del territorio de Checoslovaquia entre 1945 y 1946. Según el Decreto de Beneš 108 de 1945, toda la propiedad de las personas expulsadas fue embargada por el Estado – con excepción de los efectos personales, que según la situación podrían estar una maleta de 60 kilos con un equipaje de mano de 10 kilos sin envolver[40] o raciones de comida para 3 días (sin carne), documentos y ropa de repuesto[41]. El desacato a estas órdenes era castigado con la expulsión a otras regiones de Checoslovaquia para trabajos forzosos[42] o con la muerte[43]. El número de personas desaparecidas durante las operaciones, según la fuente, varían entre 20 000 y 250 000 personas[44]. Estos números incluyeron cerca de por lo menos 7 000 casos de suicidio[45]

Muchos historiadores, políticos y participantes de las discusiones en varias revistas han expresado la idea que el régimen Nazi cambió el nacionalismo checo de democrático a más radical, cruel, racista, etc. La época de la Segunda Guerra Mundial fue la época del miedo, el nacionalismo, la hostilidad y la violencia, o como dijo Václav Havel, “El mal engendra el mal, el mal de las expulsiones fue engendrado por el mal de la época anterior”[46]. Los estudios sobre los efectos de la violencia masiva indican que algunas reacciones de los sobrevivientes a estas experiencias traumáticas incluyen preocupación duradera, comportamiento ofensivo[47] y agresividad. La violencia masiva afecta la salud moral del grupo, sus juicios morales y el sistema moral, y también puede causar aparición del sentido de la culpa, indignación y pena, ira, frustración y venganza[48]. Igualmente, la época de la Segunda Guerra Mundial revivió la idea de los traspasos de la población como la solución más apropiada de los problemas de las minorías étnicas como continuación de las ideas de la auto-determinación nacional de los años entre las guerras, sobre todo cuando se trata de minorías “de poca confianza” como los alemanes[49].

El argumento del apoyo de los Alemanes de los Sudetes apoyaron a Hitler es uno de los más usados en discusiones y charlas por los políticos checos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy. Según testimonios de las masacres espontáneas de las personas alemanas, sus víctimas tenían que usar suásticas (tal y como los judíos tenían que usar las estrellas de David en los ghettos) u otras distinciones de su pertenencia étnica, así como gritar “Heil, Hitler!” a pesar de sus propias creencias[50]. En lugar de legitimar las expulsiones, algunos participantes de las discusiones escribieron, “ellos quisieron reunirse con su patria – nosotros cumplimos sus deseos”[51].

Cabe anotar que los traspasos e intercambios de la población después de la Segunda Guerra Mundial no fueron aprobados unánimemente por la sociedad internacional, aunque esto no constituyó un obstáculo[52]. Después de todo, como lo explicó Catriona Drew, se trataba de los alemanes. El argumento a favor del traspaso surgió de la misma política de pacificación que permitió traspasos de población durante la Primera Guerra Mundial, tales como la Anexión de Austria y los Acuerdos de Múnich de 1938.

El hecho de que los traspasos fueron sancionados por los poderes victoriosos se usa en los debates checos para apoyar el sentimiento de culpa[53]. El 16,7% de encuestados sobre la cooperación entre los dos países de 1999 estuvieron de acuerdo con la opinión que las expulsiones fueron lo que los poderes victoriosos decidieron[54]. Estos argumentos también se evidencian en foros de discusión. A veces, se culpa a Hitler, a los mismos alemanes, a los comunistas o incluso a los judíos[55]. Un participante de la discusión de otro artículo sobre la masacre de Dobronín en 1945 en el periódico Parlamentní listy[56] expresó un cliché: “Eso fue claro desde el principio: los descendientes de Hus y Komenský, que son pacifistas en su naturaleza, son incapaces de actos de crueldad.”

 Pero el cambio más importante fue el sentido de resentimiento que desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Los Acuerdos de Múnich de 1938 y la formación del Protectorado de Bohemia y Moravia fueron un golpe enorme para los checos: significaron el fin de la Primera República (1918-1938) y la pérdida de la esencia de la naturaleza checa. Múnich, la Conferencia de Yalta de 1945, el Golpe de Praga de 1948 y la Primavera de Praga de 1968 – y a veces la batalla de la Montaña Blanca de 1620, la derrota de los protestantes de Bohemia en el primer periodo de la Guerra de 30 años, que presuntamente definió los destinos de los checos por 300 años[57] – le parecen a los checos eventos similares: momentos de ruptura del desarrollo natural de la democracia, la paz y la independencia de los checos. Los resultados de una búsqueda en Google de los términos “1938, 1948, 1968” apoyan esta tesis: en la primera página de los resultados predominan vínculos a eventos, artículos y estudios sobre “traumas de la historia checa.”   

Estos acontecimientos, o mejor dicho su percepción, crean un fenómeno sociológico y político que los investigadores en historia y política denominan “el complejo de Múnich,” el cual sigue definiendo la línea política y la identidad de la Republica Checa. Todos los asuntos pasados y presentes se evalúan usando el sistema de Múnich-Yalta o comparándolos con ellos[58].

 El Complejo de Múnich, como Zděnek Eis lo formuló, es un fenómeno que combina temor, ira y una forma de reconocimiento del pasado particular[59]. Esto es una combinación de la humillación nacional y el sentimiento de culpa colectiva incluso por no hacer gestiones más activas cuando la situación lo demandó. Eso acentúa la victimización de la nación e incluso su imagen de mártir. “El complejo de Múnich es una capitulación al frente de un enemigo exterior, sino al frente de la dictadura. Con ella se hizo una capitulación espiritual,” escribió Zděnek Eis[60]. En los siguientes párrafos voy a explicar el significado del complejo y su importancia para contextualizar los debates acerca las expulsiones.

La madurez nacional de los checos coincidió con el comienzo de la época de globalización (especialmente de poder). La nación con su pasado tan grande – como lo enseñaron los ideólogos del nacionalismo checo – aprendió en los primeros años de su existencia que fue una nación desconocida por todo el mundo (en otras palabras por los poderes que toman las decisiones en nivel global). La Primera República era una opción feliz para obtener su voz en asuntos globales. Las primeras palabras del libro checo de la propaganda educativa de 1920 escrita en inglés, y por tanto proyectada para un público internacional, “Tal y como hay todavía mucha gente que sabe muy poco sobre los checos…” simbolizan estos esfuerzos[61]. Múnich, Yalta – y los eventos de 1948 y 1968, lógicos en el sistema de Yalta (o sistema de bipolaridad) – hacían comprender que el estado checo servía como moneda de cambio para los poderes grandes.

Durante la época del Protectorado, como lo mostró Chad Bryant, se formó la idea de la unidad de la nación checa como nación pequeña[62]. Al mismo tiempo aparecieron nuevas formas de resistencia en la situación de la amenaza oculta – al contrario, por ejemplo, del caso de la amenaza abierta y muy agresiva en Polonia: no provocar, resistir bajo cuerda (hablar solo checo, hacer bromas, etc.), hacer solo lo que garantice beneficios y la victoria. Tal resistencia a veces se asumía como colaboración[63]. Entonces el Protectorado creó las condiciones donde los checos tenían que reprimir su ira, su temor y su voz, pero también el sentido de la culpa de no resistir (¿o de colaborar?). El sentido de injusticia de la no intromisión y la indiferencia de los poderes grandes globales es mantuvo reprimido también porque ellos son los que toman decisiones. El libro del escritor checo Bohumil Hrabal, “Yo serví al Rey de Inglaterra” y la versión cinematográfica de Jiří Menzel[64] son una excelente representación de este complejo de sentidos.  

La situación se repite en 1948 con el Golpe de Praga, como una abrupta ruptura del gobierno democrático entre 1945 y 1948 (los suicidios de algunos ministros democráticos fueron simbólicos), y luego en 1968 con la Primavera de Praga, la cual interrumpió de una manera cínica y violenta el intento de construir una propia forma de socialismo. El sistema de Yalta proveyó también el sentido de injusticia: que la Republica Checa como poder victorioso se encontraba en una situación considerablemente más favorable en cuanto al sistema político, respecto a la libertad y la economía, mientras Alemania como el poder derrotado y reprobado siguió desarrollándose como el país más influyente en Europa.

Hay también otro factor importante para tener en cuenta: el régimen totalitario bajo el cual encontraron los checos. El totalitarismo tiene a culpar y responsabilizar de todo a los sujetos bajo el régimen. Ambos sistemas eran externos para los checos, lo cual no significa que el sistema no afectó al individuo, pero esto puede significar que el individuo probablemente trata de abstraerse de la experiencia y reprimir sentidos de la culpa. Aparte de la historiografía de Europa Occidental y en obras de investigadores checos en exilio[65], el tema de las expulsiones no se discutió en Checoslovaquia durante la Guerra Fría. Christiane Brenner, la historiadora alemana, comparó esta situación con la situación de la República Democrática Alemana, donde el proceso de Vergangenheitsbewältigung, o el aceptar que el pasado nunca sucedió, exactamente por estas razones[66]. Después del año 1989, debido a su carácter sensacional, el interés histórico en general o por motivos políticos, el tema atrajo más la atención de investigadores, publicistas, escritores, directores de cine y políticos. Aún hoy, en las discusiones de algunos temas de este problema se siente el deseo de abstraerse del tema como si el problema no fuera propio, lo cual es más evidente en las discusiones públicas.                 

Los cambios de 1989, tanto en el campo socialista como en el sistema de relaciones internacionales globales, han sido evaluados por los checos (políticos y públicos), juntos con otros países del bloque socialista antiguo, como la posibilidad de obtener y darle más fuerza a sus voces. Por eso la tarea principal de los años 1990s para todos países de Europa Central y Este era “regresar a Europa”: reintegrarse a las instituciones europeas e internacionales y al sistema de seguridad internacional. Estos temas son muy visibles en todas las discusiones, debates y charlas de políticos. Aunque la injusticia del sistema europeo y mundial en las relaciones internacionales y la asimetría de la influencia en la Unión Europea causan frustración, los países de la región aún siguen asumiendo la integración como la única posibilidad para ellos[67]


Las fuentes de resentimiento después de 1989

Chad Bryant mostró el proceso de la cristalización de la identidad checa alrededor del odio de todo lo alemán[68]. Como una nación pequeña, lo más importante fue sobrevivir como una nación. Las expulsiones de los alemanes ayudaron a homogenizar la nación. Los alemanes se convirtieron en el Otro más histórico e imaginado. Con el tiempo y especialmente en el proceso del “regreso a la casa europea,” Alemania se transformó en un país de gran influencia en la región de Europa Central, la Unión Europea y el sistema de seguridad europea, así como un compañero de negocios de primer orden[69]; es decir, el país de la civilización de Oeste en general. Cualquier resentimiento del pasado contra esta nación podría impedir el proceso de confirmación de la nación.

La necesidad e importancia de la cooperación fue reconocida y expresada por políticos e investigadores. Los resultados de unos sondeos de opinión pública[70] muestran que cerca del 80% de los encuestados piensan que la cooperación es importante. Aunque todavía el porcentaje en el cual la Unión Europea puede reconciliar las relaciones entre los checos y alemanes no es grande: En 1999, el 32,6% respondieron afirmativamente mientras que el 42,5% respondió negativamente. El sondeo de 2003 mostró los mismos resultados[71]. El análisis de los resultados muestra que las opiniones sobre las relaciones como más malas que buenas no son típicas: Entre el  60-67% en 1995 y 200l y el 63 % en 2003[72].

Los cambios más drásticos en las actitudes públicas hacia los alemanes tuvieron lugar durante los periodos de discusiones más agudos: 1996 y 2002 – cuando la identidad fue amenazada en cuanto a economía, política, reputación internacional y auto-conciencia, lo cual indica tensión y desconfianza acerca de la seguridad de Sí Mismo. El problema de los alemanes de los Sudetes recibió mucha atención por parte de los políticos checos de alto nivel en la década de los 1990 en el contexto de los requisitos para el ingreso a la Unión Europea: los países candidatos tenían que resolver todas sus disputas étnicas al interior del país y también sus relaciones con otros países miembros de la Unión Europea u otros candidatos. En este caso, los políticos alemanes y particularmente las organizaciones de alemanes de Sudetes y políticos austriacos son quienes más han insistido en los reclamos sobre los decretos y las compensaciones y retorno de las propiedades confiscadas. Estos reclamos fueron la base de la no aceptación de los checos en la Unión Europea.

Sí la mayoría de los investigadores y políticos hablan sobre cooperación y reconciliación con el pasado, la reclamación de los decretos y compensaciones de las propiedades no es tema de discusión, optando por dejar esto en el pasado. Según el politólogo checo Petr Pithart,

Si regresamos al pasado, regresamos al nacionalismo… No podemos regresar a Europa, porque Europa es el futuro no el pasado… La Unión Europea es una institución cuyo objetivo es crear condiciones para la cooperación provechosa entre todos. En esta Europa no hay lugar para nacionalismos étnicos tales como el nacionalismo checo[73].

En discusiones acerca de la ratificación del Acuerdo de Lisboa, el presidente checo Václav Klaus puso como condición dejar de lado las discusiones sobre los decretos de Beneš en la Unión Europea porque no son relevantes al momento presente[74]. A pesar del carácter duro de las discusiones públicas en revistas y periódicos, se encuentran frecuentemente las respuestas que somos todos europeos[75]. Los sondeos muestran también el desgaste de estos debates[76].

En el contexto actual, esta parecer ser la opción más realista porque ni siquiera los historiadores liberales han podido llegar a acuerdos de cooperación con sus colegas alemanes[77]. La discusión muchas veces se parece a la discusión de los sordos, como lo indicó el historiador checo Oldřich Tůma[78]. En una encuesta en 2001[79], el 13% de los encuestados consideró la falta de voluntad para la cooperación como el mayor obstáculo para la reconciliación entre dos naciones, mientras que el 12% de los encuestados afirmaron que el mayor obstáculo es la comparación las pérdidas durante la Segunda Guerra Mundial. Estas dos razones han sido parte del fracaso del dialogo.

Dos organizaciones bilaterales fueron creadas para apoyar la Declaración. La primera, la fundación checo-alemana de futuro, tuvo la tarea de organizar los proyectos culturales y sociales – el autor del artículo evaluó resultados de las acciones durante 15 años positivamente. En el caso de la segunda organización, la Fundación de la discusión entre los checos y alemanes, el resultado principal según Robert Schuster, el analista del Centro de relaciones internacionales en Praga, es lo que los participantes entendieron que no pueden seguir defendiendo sus posiciones tan opuestas, sino continuar las  discusiones sobre un futuro juntos[80].

La cooperación checo-alemana, incluso en zonas de frontera, según F. Zich todavía tiene un carácter espontáneo, unitario e individual. Él reportó que la sociedad transfronteriza todavía no existe[81].  Según su artículo, los que tienen más contactos con alemanes y actitud más positiva, son gente con una posición de vida activa, más informados, de nivel de vida más alto, orgullosos de su país pero sin sentidos nacionalistas. Otros sondeos confirman estas conclusiones[82].

El problema, por desgracia, no termina allí. Los encuentros con otros Otros cambian la óptica sobre la cual se define la identidad del Otro. La ira y el temor reprimidos se actualizan bajo la globalización y la creciente inmigración – la cantidad de los extranjeros en residencia por más de 90 días creció de 46 000 en 1993 hasta 237 000 en 2010[83] – resultando en formas más extremas y agresivas. Como lo explicó el escritor polaco Ryszard Kapuściński,  “la tensión aparece cuando traspasamos la frontera de la zona de nuestra raza. De pronto, sentimos que somos otros en el mundo de los otros”[84].

De acuerdo con Katherine Verdery[85], Ladislav Holy dijo que el nacionalismo ha sido una explicación muy cómoda del atraso económico, político o cultural en comparación con el Oeste, y un medio de atribuirle culpas a los otros[86]. En este contexto, la característica de la herencia de Hus dada por Masaryk, “La idea de Hus venció por lo que posiblemente desde el principio eran muchos contra ella, todos contra uno,”[87] suena absolutamente diferente. La película Arriba y abajo del director Jan Hřebejk[88] representa una buena expresión de estos sentidos. Cuando un carácter ve que su amigo adopta un hijo negro, el dice mostrando en el globo:

Ve, eso, eso, todo esto pertenece a los negros o a los asiáticos… no cuestiono eso – eso es como es… pero aquí eso verde, quiero tener eso pequeño, pequeñito, pero mío, sólo para mí y mis hijos blancos. Y tú, tú, amigo, obviamente no lo entendiste.

A pesar del ambiente de creciente extremismo y xenofobia en la Republica Checa, es inspiradora la cantidad de publicaciones al respecto. Otra cosa es si estas publicaciones van a poder cambiar algo. En el ambiente del tono generalmente agresivo de las discusiones públicas aún aparecen respuestas de reconciliación que invitan a pensar en características individuales en vez de grupales. Tal enfoque permite entender que, independientemente de las naciones, las personas son muy parecidas y que nosotros no somos ni ideales o superiores a otros. Esto permite también concentrarse en Sí Mismo, mirando al Otro con curiosidad sincera como una fuente de Sí Mismo, en vez de miedo y odio, para dejar de odiarse a Sí Mismo y dejar de inculpar al Otro.             

En este ambiente del cultivo del pasado y aparición de las películas y eventos dedicados a lo que los checos llaman los “años con ocho,” más y más películas y obras literarias tienen el enfoque crítico descrito anteriormente: Kolja[89], Musíme si pomáhat,[90]), Kloktat dehet[91], Yo serví al Rey de Inglaterra[92], Siromacha[93], Arriba y abajo[94] y Anglické jahody[95], entre otras. Todas estas obras muestran el orgullo y amor al país y su gente pero al mismo tiempo son sátiras a la identidad checa, a los estereotipos y clichés dominantes en su conciencia; reflejan ideas de violencia u opresión y cómo ellas afectan al individuo, y además de todo hablan sobre el otro mostrando al otro u otros – y todas estas obras están pobladas de personajes que pueden ayudar a otros a conocerse a Sí Mismos.      

Como conclusión, cito las palabras de la escritora alemana de Praga del Siglo XX Lenka Reinerová,

¿Pero en que lengua podría hablar con él? ¿En alemán de mi mamá, checo de mi papá o hebreo de mis ancestros? Pero es posible que hable con Dios al inicio del nuevo milenio en la lengua nueva, ya no conocida, para traer a todos habitantes de la Tierra a pesar de sus fronteras artificiales y absurdas a una coexistencia pasable. Un Dios así sería un Mesías verdadero. Pero en Praga aún no se ha encontrado[96].

 

Notas

[1] Brown, 2003; Brubaker,1996; Bryant, 2002, 2007; Fawn, 2003; Human rights for minorities, 2001; Naimark, 2002; Prauser y Rees, 2004; Suppan, 2006; Wollf, 2000.

[2] Ministerio de la cultura de la República Checa, 2002.

[3] Pešek, 2002; Kopeček y Kunštát, 2003; Tůma, 2004; Staněk, 2007.

[4] H. Agnew, 1993; E. Gellner, 1983; M. Hroch, 2000; H. Kohn, 1960; R. Okey, 1982; H. Seton-Watson, 1977; entre otros.

[5] Hroch, 2000.

[6] Anderson, 1991.

[7] Greenfeld, 1993, p. 10.

[8] Greenfeld, 1993, p. 13.

[9] Herder, 1784–1791.

[10] Bartoš, 1920; Pelikán, 1920; Zich, 1920; Krejcí, 2002; Waic, 2004.

[11] Neumann, 1998, p. 3.

[12] Greenfeld, 1993, p. 15.

[13] Masaryk, 1952, p. 19.

[14] Brubaker, 1996, p. 163; Bryant, 2007; The Czecho-Slovak National Movement, 1920.

[15] Kunštát, 2001.

[16] Fajmon, 2005; Hahnová y Hahn, 2003; Houzvička, 2006; Parlamentní listy, 2010; Filip, 2005.

[17] Frankenberg, 1995, p. 12.

[18] Schamschula, 1980, citada en Frankenberg, 1995, p. 16.

[19] Tollarová, 2006; Zpráva, 2011, p. 56.

[20] Tollarová, 2006.

[21] Výsledky sociologického výzkumu, 2003-2004.

[22] Masaryk, 1920, en Doležal, 2006.

[23] Palacký, 1865.

[24] Janowski, 2000.

[25] Greenfeld, 1993.

[26] Masaryk, 1896, 1908.

[27] Masaryk, 1896.

[28] Doležal, 2006; Janowski, 2000.

[29] Doležal, 2006.

[30] Janowski, 2000.

[31] Bryant, 2007.

[32] Konec, 1999.

[33] Kohn, 1963; Remak, 1969.

[34] Leff, 1988, p. 16.

[35] Mitter, 1991.

[36] Cordell y Wollf, 2005, p. 26.

[37] Cordell y Wollf, 2005.

[38] Holy, 1996, p. 9.

[39] Staněk y von Aurburg, 2005-2006.

[40] Declaración en Kraslici, 1945.

[41] Orden en Chomutov, 1945.

[42] Declaración en Kraslici, 1945.

[43] Orden en Chomutov, 1945.

[44] Hahn y Brown, 2001; Kučera, 1992; Luža, 1963; Pešek, 2002; Staněk, 2005.

[45] Fronta, 2008.

[46] Václav Havel, 1995 en Parlamentní listy, 2010.

[47] Mental Health, 2004, p. 20.

[48] de Jong, 2011, p. 25.

[49] Brubaker, 1996; Bryant, 2007; Drew, 2006; Martin, 1998; Pešek y Tůma, 2006.

[50] Sudetenland.cz; BBC, 2002.

[51] Ioda, 2011; MM, 2009; Pamětník, 2011; Potouchlík, 2009; Postoloprty, 2009.

[52] Drew, 2006.

[53] Brown, 2003 y Britské listy, 2003.

[54] ČSDA, 1999.

[55] Discusión en Parlamentí listy, 2011.

[56] Vendys, 2011.

[57] “la Montaña Blanca negra” dice la canción de D. Landa (Neofolk, 2004).

[58] por ejemplo, Laurinavicius, 2002; Kubeczka, 2008; Šebek, 2009.

[59] Eis, 1995.

[60] Eis, 1995, p. 287.

[61] The Czecho-Slovak National Movement, 1920, p. 1.

[62] Bryant, 2007.

[63] Bryant, 2007.

[64] Hrabal, 1971 y Menzel, 2006, respectivamente.

[65] Luza, 1964; Mamatey y Luza, 1973.

[66] Brenner, 2001.

[67] Podraza, 2000; Tsentralno-Evropeiskiezhegodnik, 2003.

[68] Bryant, 2007.

[69] Schuller, 2002; Bydžovská, 2010.

[70] ČSDA, 1999.

[71] Kunštát, 2003.

[72] Kunštát, 2001, p. 2; 2003.

[73] Pithart, 2007.

[74] Parlamentní listy, 2010.

[75] Bolševník, 2010; Důchodce, 2012.

[76] Kunštát, 2001, p. 3.

[77] Hahnová y Hahn, 2003; Pešek y Tůma, 2006.

[78] Tůma, 2005.

[79] Kunštát, 2001, p. 4.

[80] Kubeczka, 2012.

[81] Zich, 2001.

[82] Kunštát, 2003.

[83] Сentro de Estadísticas Checo, 2011.

[84] Kapuściński, 1990, p. 54.

[85] Verdery, 1992.

[86] Holy, 1996, p. 8-9.

[87] Masaryk, 1896.

[88] Horem Pádem, 2004.

[89] dir. J. Svěrák, 1997.

[90] Divididos perdemos dir. J. Hřebejk 2000.

[91] Gargarizando alquitrán, dir. Jáchym Topol, 2005.

[92] Hrabal, 1971, dir. J. Menzel, 2006.

[93] dir. Alex Koenigsmart, 2007.

[94] dir. J. Hřebejk, 2007.

[95] Fresas inglesas, dir. V. Drha, 2008.

[96] Reinerová, 2001),p. 12.

 

Bibliografía

AGNEW, H. Origins of the Czech National Renascence. University of Pittsburgh Press, 1993.

ANDERSON, B. Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of Nationalism. Verso, 1991.

BARTOŠ, J. Sokolské úvahy. Praga, 1920.

Benešovy dekrety a výroky českých politiků. Parlamentní listy 4.4.2010. <http://www.parlamentnilisty.cz/arena/politici-volicum/TEMA-Benesovy-dekrety-a-vyroky-ceskych-politiku-160797>. [5 de abril de 2012].

BOLŠEVNÍK. Diskuse k článku: Klaus: Poválečné násilí Čechů na Němcích není srovnatelné s nacisty. Parlamentní listy 17.11.2010. <http://www.parlamentnilisty.cz/zpravy/Klaus-Povalecne-nasili-Cechu-na-Nemcich-neni-srovnatelne-s-nacisty-181298/diskuse> . [5 de abril de 2012].

BRENNER, C. Vergangeheitspolitik – Vergangenheitsbewärtigung. In KOSCHMAL, W., NEKULA, M. y ROGALL, J. (eds.). Deutsche und Tschechen. Geschichte - Kultur - Politik. Múnich: C.H. Beck Verlag, 2001, p. 388-395.

BROWN, M. D. y E. HAHN. The Sudeten dialogues. Central Europe Review, 2001, vol. 3, no. 16. <http://www.ce-review.org/01/16/odsun16.html>. [5 de abril de 2012].

BROWN, M. D. Forcible population transfers – A flawed legacy or an unavoidable necessity in protracted ethnic conflicts? The case of the Sudeten Germans. RUSI (The Royal United Services Institute for Defence Studies) Journal, 2003, vol. 148, no. 4, p. 81-87.

BROWN, M. D. Sudetští Němci nebyli odsunuti na základě Benešových dekretů. Britské listy 29.8.2003. <http://blisty.cz/art/15204.html>. [5 de abril de 2012].

BRUBAKER, R. Nationalism Reframed: Nationhood and the National Question in the New Europe. Cambridge UP, 1996.

BRYANT, C. Either German or Czech: Fixing Nationality in Bohemia and Moravia, 1939-1946. Slavic Review, 2002, vol. 61, No. 4, p. 683-706.

BRYANT, C. Prague in Black: Nazi Rule and Czech Nationalism. President and Fellows of Harvard College, 2007.

BYDŽOVSKÁ, M. V obchodu je ČR pro Německo stejně důležitá jako Japonsko. Euroskop, 13.05.2010. <http://www.euroskop.cz/8801/16334/clanek/v-obchodu-je-cr-pro-nemecko-stejne-dulezita-jako-japonsko/>. [5 de abril de 2012].

Cizinci: Počet cizinců. Český statistický úřad, 2011. <http://www.czso.cz/csu/cizinci.nsf/kapitola/ciz_pocet_cizincu>. [5 de abril de 2012].

CORDELL, K. y S. WOLLF. Germany’s foreign policy towards Poland and the Czech Republic: Ostpolitik revisited. Routledge, 2005.

Czechs’ hidden revenge against Germans. BBC World edition, 3.12.2002. <http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/2536261.stm>. [5 de abril de 2012].

Diskuse k článku: Vyvraždění Němců v Dobroníně má prý na svědomí jejich krajan. Parlamentní listy, 27.9.2011. <http://www.parlamentnilisty.cz/arena/monitor/Vyvrazdeni-Nemcu-v-Dobronine-ma-pry-na-svedomi-jejich-krajan-209487/diskuse>. [5 de abril de 2012].

DOLEŽAL, B. Masaryk a česká média. Udalosti: politický zápisník Bohumila Doležala. 2006. <http://bohumildolezal.lidovky.cz/texty/masaryk.html>. [5 de abril de 2012].

DREW, C. Population Transfer: The Untold Story of Self-determination. The Standard Account of the Historical Development of the International Law of Self-determination. Forum Paper. 2006. Global Fellows Forum. <http://www.law.nyu.edu/global/eventsandnews/globalfellowsforum/fall2006/index.htm>. [5 de abril de 2012].

DŮCHODCE. Diskuse k článku: Poplivaná výstava: Odsun Sudeťáků staví na roveň židovským transportům smrti. Parlamentní listy, 24.1.2012. <http://www.parlamentnilisty.cz/zpravy/Poplivana-vystava-Odsun-Sudetaku-stavi-na-roven-zidovskym-transportum-smrti-220816/diskuse>. [5 de abril de 2012].

EIS, Z. O tabu ve vztazích Čechů a sudetských Němců. In Cesi a Nemci historicka tabuAckermann-Gemeinde, 1995. p. 286-288.

Ethnic cleansing in post World War II Czechoslovakia: The Presidential Decrees of Edward Benes, 1945-1948. In Human rights for minorities in Central Europe, Vancouver Society, Canada, 2001.

FAJMON, H. Interpretace 2. Světové války a asymetričnost vztahů mezi Čechy a Němci v Evropě. In Fajmon, H., K. Hloučková, eds. Konec soužití Čechů a Němců v Československu: Sborník k 60. výročí ukončení II. světové války. Brno, 2005.

FAWN, R.  Reconstituting a National Identity: Ideologies in Czech Foreign Policy after the Split. Journal of Communist Studies and Transition Politics, 2003, vol. 19, No. 3, p. 204-228.

FILIP, O. Vyhnání z domova a literatura v exilu: Konec německé literatury v Čechách a na Moravě. Reveu Politika, 2005, 8. <http://www.cdk.cz/rp/clanky/278/vyhnani-z-domova-a-literatura-v-exilu/>. [5 de abril de 2012].

FRANKENBERG, C. Das Bild der deutschen in der tscechischen Prosa. Dies Entwicklung von 1945 bis zum Begin 1990er Jahre. Tesis doctoral. Berlin: Humboldt-Universiataet, 1995. <Microfiche>.

FRISCHL, V. Hovory s Janem Masarykem. Tel-Aviv: Izraelské Listy, 1952.

GELLNER, E. Nations and Nationalism. Ithaca, NY: Cornell UP, 1983.

GREENFELD, L. Nationalism: Five Roads to Modernity. Harvard UP, 1993.

HAHNOVÁ, E. y H. H. HAHN. O Češích, jejich sousedech a odsunu. Britské listy, 2003. <http://www.blisty.cz/art/15162.html ;>. [5 de abril de 2012].

HERDER, J. H. Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit. 1784-1791. <http://www.textlog.de/herder_menschheit.html>. [5 de abril de 2012].

HOLY, L. The Little Czech and the Great Czech Nation: National Identity and the Post-Communist Transformation of the Society. Cambridge UP, 1996.

HOUŽVIČKA, V. Asymetrický dialog? Právo, 2006, 30, p. 5.

HROCH, M. Social Preconditions of National Revival in Europe. Columbia UP, 2000.

IODA. Diskuse k článku: Vesnická válka. Kříž nad masovým hrobem eskaluje nenávist. Parlamentní listy 16.8.2011 <http://www.parlamentnilisty.cz/zpravy/Vesnicka-valka-Kriz-nad-masovym-hrobem-eskaluje-nenavist-205492/diskuse>. [5 de abril de 2012].

JANOWSKI, M. Wavering Friendship: Liberal and National Ideas in Nineteenth century East Central Europe. Ab Imperio, 2000, 3-4, p. 69-90.

JONG DE, K. Psychosocial and Mental Health Interventions in Areas of Mass Violence: A Community-Based Approach. Guideline document. Médecins sans frontières. Amsterdam, Rozenberg publishing services, 2011.

KAPUŚCIŃSKI, R. My other. International Writers’ Symposium in Graz, 1990. En KAPUŚCIŃSKI, R. The Other. London, New York: Verso, 2008.

KOHN, H. Pan-Slavism: Its history and Ideology. NY: Vintage Books, 1960.

KOHN, H. The Viability of the Habsburg Monarchy. Slavic Review, 1963, vol. 22, No. 1, p. 37-42.

KOPEČEK, M. y M. KUNŠTÁT. “Sudetoněmecká otázka” v české akademické debatě po roce 1989. Soudobe dejiny, 2003, vol. X, No. 3, p. 293-318.

KOVAŘÍK, D. Brněnský pochod smrti 1945. Mýty a skutečnost, In. FAJMOND, H., HLOUŠKOVÁ, K., eds. Konec soužití Čechů a Němců v Československu. Sborník k 60. výročí ukončení druhé světové války, Brno, 2005, p. 63-79.

KREJCÍ, A. Edvard Beneš a Sokol. Praga: Společnost Edvarda Beneša, 2002.

KUBECZKA, J. Přehled tisku. Radio Praha 14.08.2008. <http://www.radio.cz/cz/rubrika/tisk/prehled-tisku-2008-08-14>. [5 de abril de 2012].

KUBECZKA, J. Pozitiva patnáctileté Deklarace. Radio Praha 23.01.2012. <http://www.radio.cz/cz/rubrika/udalosti/pozitiva-patnactilete-deklarace>. [5 de abril de 2012].

KUČERA, J. Odsunové ztráty sudetoněmeckého obyvatelstva, Praga, 1992.

KUNŠTÁT, D. K některým aspektům Česko – Německých vztahů. Centrum pro výzkum veřejného mínění Sociologický Ústav AV ČR, 2001, p. 1 <http://bohumildolezal.lidovky.cz/texty/u028-02.htm> ;  p. 2 <http://bohumildolezal.lidovky.cz/texty/u028-03.htm> ; p 3 <http://bohumildolezal.lidovky.cz/texty/u028-04.htm> ; p. 4 <http://bohumildolezal.lidovky.cz/texty/u028-05.htm>. [5 de abril de 2012].

KUNŠTÁT, D. Veřejné mínění a vztahy ČR k okolním zemím“. Naše společnost, 2003, no. 1 (1-2), p. 1 – 4.

LAURINAVICIUS, M. Bush: Nedopustíme další Mnichov ani Jaltu. Mladá Fronta Dnes 19.11.2002.  <http://zpravy.idnes.cz/bush-nedopustime-dalsi-mnichov-ani-jaltu-fpg-/zpr_archiv.aspx?c=A021119_152832_zpr_nato_vlk>. [5 de abril de 2012].

LEFF, C. National Conflict in Czechoslovakia: The Making and Remaking of a State, 1918-1987. Princeton NJ: Princeton UP, 1988.

LUŽA, R. The Transfer of the Sudeten Germans. New York, NY: New York UP, 1964.

MAMATEY, V.S., y R. LUŽA (eds.). A history of the Czechoslovak Republic. 1918-1948. Princeton, New Jersey: Princeton UP, 1973.

MARTIN, T. The Origins of Soviet Ethnic Cleansing. The Journal of Modern History, 1998, Vol. 70, No. 4, p. 813-861.

MASARYK, T. G. Jan Hus: naše obrození a naše reformace. Praga: Čas, 1896.

MASARYK, T. G. Česká otázka: snahy a tužby národního obrození. Praga: Čas, 1908.

MITTER, W. German Schools in Czechoslovakia, 1918-1938. In Tomiak, J.J. ed. Schooling, education policy, and ethnic identity. Dartmouth Publ. Co., 1991.

MM, POTOUCHLÍK, POSTOLOPRTY. Diskuse k  článku: Bártová, E. Největší masakr Němců: Zahynulo 763 lidí, pomník není. Aktuálně.cz 03.06.2009. <http://aktualne.centrum.cz/domaci/spolecnost/forum.phtml?id=638976&op=text&showall=true>. [5 de abril de 2012].

NAIMARK, H. Fires of Hatred: Ethnic Cleansing in Twentieth-Century Europe. Harvard UP, 2002.

Nařízení [Orden]. Chomutov. 9.6.1945. Ausstellung Vertreibung der Sudetendeutschen aus der Tschechoslovakei. Das Sudetendeutsche Haus in München. Febrero 2008.

NEUMANN, I. Uses of the other: “The East” in European identity formation. University of Minnesota Press, 1998.  

Odsun počet úmrtí. Fronta.cz 2008. <http://www.fronta.cz/dotaz/odsun-pocet-umrti>. [5 de abril de 2012].

OKEY, R. Eastern Europe. University of Minnesota Press, 1982.

PALACKÝ, F. Idea Státu Rakouského. Praga: I. L. Koberů, 1865.

PAMĚTNÍK. Diskuse k článku: Český kněz v Mnichově: Havel se sudeťákům již omluvil. Jde o smíření. Parlamentní listy 13.12.2011. <http://www.parlamentnilisty.cz/zpravy/Cesky-knez-v-Mnichove-Havel-se-sudetakum-jiz-omluvil-Jde-o-smireni-218427/diskuse>. [5 de abril de 2012].

PELIKÁN, J. Naš odboj doma a jeho Sokolská duše. Praga, 1920.

PEŠEK J. y O.TŮMA. Právní normy let 1938–1948 týkající se Němců v Československu a ostatní Evropě. Soudobé dějiny, 2006, Vol. XIII, No III-IV, p. 443-460.

PEŠEK, J. Zwangsmigrationen von Tschechen und Deutschen 1938-1949 in der tschechischen Geschichtswissenschaft seit 1989. Studia Germanica et Austriaca, 2002, 2, p.  64-70.

PITHART, P. Národní zájmy v nové se formující Europě. In Češi a němci: národní identity a sjednocující se Evropa. Múnich, Praga: Ackermann-Gemeinde, Nadace Bernarda Bolzana,  2007, p. 68-74.

PODRAZA, A. Central Europe in the Process of European Integration. Research Support Scheme, 2000.

Postoje k immigrantům 2005-2009. Český sociálněvědní datový archiv. <http://nesstar.soc.cas.cz/webview/>. [5 de abril de 2012].

PRAUSER, S. y A. REES (eds.)  The expulsion of the “German” communities from Eastern Europe at the end of the Second World War. EUI Working Papers HEC No 2004/1. EUI, Florence, 2004. < http://cadmus.eui.eu/bitstream/handle/1814/2599/HEC04-01.pdf;jsessionid=976DD188F268981E815B1E332B466DA9?sequence=1>. [5 de abril de 2012].

REINEROVÁ, L. Kavárna nad Prahou. Praga: Labyrint, 2001.

REMAK, J. The Healthy Invalid: How Doomed the Habsburg Empire?  The Journal of Modern History, 1969, Vol. 41, No. 2, p. 127-143.

Rozvoj přeshraniční spolupraci. Hodnocení odsunu. ČR ČSDA. 1999. <http://nesstar.soc.cas.cz/webview/>. [5 de abril de 2012].

SCHULLER, B.-J. The Trade Relations between Germany, Poland, the Czech Republic and Hungary during the 1990´s. 2002. <http://www.snee.org/filer/papers/163.pdf>. [5 de abril de 2012].

ŠEBEK, K. Trvalý pokus o soužití evropských národů, který má své zápory i klady. Příbramský deník 17.07.2009. <http://zpravy.ods.cz/prispevek.php?ID=10553>. [5 de abril de 2012].

SETON-WATSON, H. Nations and States: an Enquiry into the Origins of Nations and the Politics of Nationalism. London: Methuen&Co., 1977.

STANĚK, T. y A. von ARBURG. Organizované divoké odsuny? Úloha ústředních státních orgánů při provádění „evakuace" německého obyvatelstva (květen až září 1945). Primera parte:  Soudobé dějiny, 2005, Vol. 12, No. 3-4, p. 465-533; Segunda Parte: Soudobé dějiny, 2006, vol. 13, no. 1-2, p. 13-49; Tercera parte: Soudobé dějiny 2006, vol. 13, No. 3-4, p. 321-376.

STANĚK, T. Poválečné "excesy" v českých zemích v roce 1945 a jejich vyšetřování, Praga, 2005.

STANĚK, T. Německé obyvatelstvo v českých zemích po roce 1945 (Česká historiografie v minulém desetiletí a mezinárodní kontext). Acta Universitatis Palackianae Olomucensis. Historica 33-2007. Sborník prací historických XXI. Olomouc, UP, 2007, p. 183-203.

SUPPAN, A. Austrians, Czechs, and Sudeten Germans as a Community of Conflict in the Twentieth Century. Working paper 2006. Center for Austiran Studies. <http://www.cas.umn.edu/assets/pdf/wp061.pdf>. [5 de abril de 2012].

Terrorism: A Training Manual. DHHS Pub. No. SMA 3959. Rockville, MD: Center for Mental Health Services, Substance Abuse and Mental Health Services Administration, 2004.

The Czecho-Slovak National Movement. The “current English” series No. II. 1920;

TOLLAROVÁ, B. Integrace cizinců v Česku: pluralita, nebo asimilace? Biograf, 2006, vol. 39. <http://www.biograf.org/clanky/clanek.php?clanek=v3902>. [5 de abril de 2012].

Tsentralny-evropeiski ezhegodnik , 2003, Vol. 1. Moscú, p. 75-114.

TŮMA, O. Odsun Němců po 60 letech a některá historická klišé. In FAJMON, H. y K. HLOUČKOVÁ (eds.) Konec soužití Čechů a Němců v Československu: Sborník k 60. výročí ukončení II. světové války. Brno, 2005, p. 11-22.

Upozornění [Declaración]. Okrsení správní komise v Kraslicích. 1945. Ausstellung Vertreibung der Sudetendeutschen aus der Tschechoslovakei. Das Sudetendeutsche Haus in München. Febrero 2008.

Výsledky sociologického výzkumu názorů a postojů obyvatel pohraničních oblastí České republiky sousedících se Saskem a Bavorskem k Německu a Sudetské otázce. 2003-2004. Academia de las Ciencias de la Republica Checa. <http://www.borderland.cz/>. [5 de abril de 2012].

WAIC, M. (ed.). Die Deutschen und Tschechen in der Welt des Turnens und des Sports.  Praga: Karolinum, 2004.

WOLLF, S. (ed.). German Minorities in Europe. Berghan Books, 2000.

ZICH, F. Problémy vytváření přeshraničního společenství  na česko-německé hranici. Sociologický časopis, 2001, Vol. 37, No. 2, p. 161-181.

ZICH, O. Sokolstvo z hlediska estetického. Praga, 1920.

Zpráva o problematice extremismu na území České republiky v roce 2010 a vyhodnocení koncepce boje proti extremism pro rok 2010 a ke koncepci boje proti extremismu pro rok 2011. Ministerstvo vnitra. Odbor bezpečnostní politiky.Praga, 2011. <www.mvcr.cz/soubor/zprava-pdf.aspx>. [5 de abril de 2012].

 

© Copyright Polina Golovátina-Mora, 2012.
© Copyright Scripta Nova, 2012.

 

Ficha bibliográfica:

POLOVÁTINA-MORA, Polina. Expulsión de alemanes de checoslovaquia después de la segunda guerra mundial en el discurso intelectual y cultural contemporáneo en la republica checa como manifestación de la búsqueda de sí mismo nacional. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de noviembre de 2012, vol. XVI, nº 418 (26). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-418/sn-418-26.htm>. [ISSN: 1138-9788].
Índice del nº 418
Índice de Scripta Nova