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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VI, núm. 119 (43), 1 de agosto de 2002

EL TRABAJO

Número extraordinario dedicado al IV Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)
 

LOS PRODUCTORES HORTÍCOLAS Y SU DESARROLLO LABORAL EN EL CINTURÓN VERDE DE BAHÍA BLANCA, ARGENTINA. CAMBIOS Y PERMANENCIAS

MSc. María Amalia Lorda
Departamento de Geografía Universidad Nacional del Sur. Bahía Blanca

Ing. Agr. Eloísa Gaído
Departamento de Agronomía. UNS & Municipalidad de Bahía Blanca


Los productores hortícolas  y su desarrollo laboral en el cinturón verde de Bahía Blanca, Argentina. Cambios y permanencias (Resumen)

La ciudad de Bahía Blanca, ubicada en el suroeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina,  posee un área hortícola en su proximidad, actividad que se desarrolla desde principios del siglo pasado. En la actualidad se evidencia un estancamiento de la misma debido a diferentes factores que ocasionan, en algunos casos, una pérdida paulatina de las tierras, y en otros, una disminución en la calidad de vida de los horticultores.

El objetivo de este trabajo es analizar, en el contexto de la globalización, el grado de estancamiento del sector hortícola local teniendo en cuenta diferentes parámetros, de modo que permita encontrar situaciones que contribuyan  a  dinamizar la actividad hortícola en el contexto actual.

Entre las finalidades del  mismo puede mencionarse la elaboración de una base de datos cuantitativa y cualitativa de los productores y las quintas, a través de un exhaustivo trabajo de entrevistas, debido a la carencia de este tipo de información. Al respecto, se indagó sobre la  historia familiar y de la quinta, la procedencia, la mano de obra, herramientas y maquinarias que posee, redes sociales, comercialización y el asesoramiento que incorporan a sus prácticas. El estudio e interpretación de la información se realiza a través del análisis de  tipologías.

Palabras clave: productores hortícolas argentinos, mercado global, horticultura sustentable


Agricultural producers and their development in the Bahia Blanca green belt, Argentina. Changes and halts (Abstract)

 As from the early 20th Century, agriculture has been developed in the area near Bahía Blanca, a city in the south-east of Argentina. At present, the activity has come to a halt due to different factors which mean, on the one hand, gradual loss of lands, and on the other, a decrease in the producers’ standard of living, process that has become worse in the last few months.

The main goal of this research is to analize, in the globalization context, the degree of stillness affecting the agricultural area taking into consideration different parametres, so as to find situations that help bring some life to the activity in this current context.

Within our goals, it is worth mentioning themaking of a producers’ and farms’ data base through  detailed research and surveys, due to the lack of this kind of information. As regards this, they have been asked about their family history, farms, origin, labour, tools and machines, social networks, trading and advice they get when working. The research and study are done through typological analysis.

Key-words: Argentine agricultural workers – global market – sustainable  agriculture


La ciudad de Bahía Blanca, ubicada en el suroeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina, posee un área hortícola en su proximidad, actividad que se desarrolla desde principios del siglo pasado. En la actualidad se evidencia un estancamiento de la misma debido a diferentes factores que ocasionan, en algunos casos, una pérdida paulatina de las tierras, y en otros, una disminución en la calidad de vida de los horticultores.

El cinturón hortícola de Bahía Blanca es un sector productivo caracterizado por una falta de cohesión, así como por la búsqueda de alternativas concretas para transformarse en pequeñas empresas productivas. Sin embargo, a través de distintas acciones, intenta encontrar su lugar dentro de las nuevas modalidades económicas.

Los recientes paquetes tecnológicos difundidos en distintas escalas, se caracterizan por considerar de manera relevante el cuidado del medio ambiente, bajo una producción sustentable. En el área hortícola de Bahía Blanca, los mismos se han introducido en forma muy parcial, lo que permite afirmar que no existe un aprovechamiento pleno de una situación que permitiría mejorar la producción con destino al mercado local u otros más lejanos. Es un proceso de cambio impuesto por tendencias mundiales de producción debe lograrse bajo las normas de competitividad genuina con los recursos existentes.

Entre las causas por las cuales los productores no han incorporado aún procedimientos, elementos y herramientas al nuevo sistema productivo son numerosas, destacándose la falta de motivación de los horticultores y el estancamiento en que se encuentra la actividad.

El objetivo de este trabajo es analizar, en el contexto de la globalización, el grado de estancamiento del sector hortícola local teniendo en cuenta diferentes parámetros, de modo que permita encontrar situaciones que contribuyan a dinamizar la actividad hortícola en el contexto actual.

Entre las finalidades del mismo puede mencionarse la elaboración de una base de datos cuantitativa y cualitativa de los productores y las quintas, a través de un exhaustivo trabajo de entrevistas, debido a la carencia de este tipo de información. Al respecto, se indagó sobre la historia familiar y de la quinta, la procedencia, la mano de obra, herramientas y maquinarias que posee, redes sociales, comercialización y el asesoramiento que incorporan a sus prácticas. El estudio e interpretación de la información se realiza a través del análisis de tipologías.
 

La actividad hortícola en proximidad de la ciudad de Bahía Blanca

La actividad se desarrolló desde sus comienzos en cercanías de los asentamientos poblacionales en distintas regiones del país, teniendo diferentes trayectorias, de acuerdo a su ubicación, la potencialidad de la zona y las estrategias impulsadas por la gerenciación de los organismos involucrados. Tiene sus orígenes en la fundación de las localidades de Bahía Blanca (1828), y General Daniel Cerri (1876).

El cinturón verde de Bahía Blanca está formado por distintos núcleos como General Daniel Cerri, Colonia La Merced, Alférez de San Martín, Sauce Chico, Villarino Viejo, Paraje Los Mirasoles, Aldea Romana, Villa Floresta y Villa Belgrano.

Núcleos hortícolas en el partido de Bahía Blanca

Fuente: Ayastuy, M. y Kroeger, I, 1998.

La superficie de estas quintas varían de unas pocas hectáreas (Cerri, Aldea Romana por ejemplo), a otras más grandes sobre todo aquellas ubicadas sobre las márgenes del río Sauce Chico, donde la superficie explotada varía.

La producción se comercializa aún en nuestros tiempos en tres mercados: el de Abasto, el Cooperativo de Horticultores -formado inicialmente como cooperativa de productores hace más de cincuenta años para reunirlos con el fin de tener un espacio físico propio para la venta de sus productos frescos- y el mercado Aguado integrado principalmente por intermediarios. Estos mercados concentradores, hasta fines de la década del '60, abastecían las localidades de la región patagónica, por ser Bahía Blanca el punto más cercano para su abastecimiento.

La situación cambió al mejorarse la red vial nacional, y debido a la modernización de los equipos de transporte a los que se agregó la mayor velocidad, que en conjunto influenciaron en el paulatino decrecimiento de la ciudad antes mencionada como núcleo organizador. Los dueños de los puestos, ya sean productores o intermediarios, no pudieron vislumbrar los diferentes cambios, tanto en la comercialización como en la producción, de acuerdo a los tiempos que transcurrían. En estos momentos la crisis es más profunda dada la actual coyuntura económica.

El conjunto de cambios descriptos motivó transformaciones significativas en los establecimientos, coincidiendo este proceso con el recambio generacional de los inmigrantes italianos que se encontraban al frente de la actividad.

Por un lado, las quintas más antiguas como Aldea Romana, Villa Floresta o Villa Belgrano o las de General Cerri, debido al proceso de urbanización, quedaron dentro del perímetro de la ciudad como una de las actividades distintivas del área periurbana, aunque muchas de ellas han ido desapareciendo o teniendo un menor peso como productoras de verduras frescas. Esta situación provocó la búsqueda de otras zonas, la desaparición de algunas y el aprovechamiento intensivo de otros sectores un poco mas alejados del centro urbano. Por el otro, se incorporan modificaciones en el modo de manejo de los cultivos así como en los materiales utilizados como el incremento de la aplicación de agroquímicos para controlar las enfermedades, el uso paulatino de herbicidas para el control de malezas al desaparecer la mano de obra y aumentar la superficie de labor. Cabe destacar que algunas innovaciones se asimilaron con mayor rapidez que otras, tal es el caso de la explotación más intensiva del área de producción.

En cuanto al origen de los primeros productores es italiano en su mayoría, y en menor cantidad españoles. Años más tarde, dejaron paso a la oleada de inmigrantes bolivianos, corriente migratoria proveniente del norte argentino que llegó al sur de la provincia de Buenos Aires atraída por el auge del cultivo de la cebolla. La primera ocupación de estas personas fue como mano de obra debido a circunstancias específicas como el aumento de la superficie bajo cultivo y el consecuente incremento de la producción. Posteriormente, escalaron posiciones hasta llegar a convertirse, muchos de ellos, en dueños de la tierra. Es importante resaltar que es una comunidad que trabaja con un modelo de explotación familiar, similar a los pioneros pero con una cultura diferente, la cual se caracteriza por su escasa apertura, por su tradicionalismo sobre todo en lo referente a la calidad de vida, situación que contrasta con la adaptación que demuestran a las alternativas productivas, porque demuestran ser más proclives a realizar innovaciones. Este escenario modificó sustancialmente el entorno y la actividad en sí misma.

En cuanto a la evolución de la actividad hortícola ha atravesado distintos períodos los cuales pueden ser caracterizados como:

Período de expansión (o evolución), a través de la incorporación paulatina de nuevas tierras
Período de atracción de mano de obra, ya que en dos momentos históricos se producen oleadas inmigratoriaas, el primero de ellos a principios de siglo XX con la llegada de inmigrantes italianos, y el segundo en la década del año 1960 con la incorporación de bolivianos
Período de estancamiento, desde fines de la década de los 1960, donde los productores por circunstancias diferentes mantienen, en la mayoría de los casos, una forma de producción y comercialización signada por un gran tradicionalismo

En el área del gran Bahía Blanca, la actividad hortícola está realizada por productores minifundistas, con una fuerte herencia familiar, cuya producción está ligada estrechamente con la de la región. Hoy día atraviesa una serie de problemas, los cuales se manifiestan a través de una recesión creciente, escaso nivel de inserción en el mercado local, regional y en el exterior, que conllevan, en muchos casos, a un abandono paulatino de la actividad. Por lo tanto la problemática que guía esta investigación es la falta de articulación entre la actividad hortícola con el resto de las actividades que se desarrollan en la ciudad.

La Municipalidad, en procura de atender las necesidades de la horticultura local, firma a finales de 1995 un convenio con el Departamento de Agronomía de la Universidad Nacional del Sur, para la creación del Programa de Desarrollo del cinturón hortícola de Bahía Blanca, desde un conjunto de instituciones que pueden ayudar los horticultores en sus problemas técnicos y comerciales. Están representados la Municipalidad de Bahía Blanca, la Universidad Nacional del Sur, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el CERZOS, un instituto de investigación del Conicet.

Uno de los caminos que se adoptan en el presente trabajo es el de analizar las prácticas observables de los agricultores a través de un trabajo de campo que permita recopilar información, saberes, trayectorias, modos de producción e innovaciones, por medio de sus propias percepciones.
 

El desarrollo de la práctica hortícola, estancamiento o evolución?

Con la finalidad de abordar la problemática planteada se elabora como hipótesis de trabajo la siguiente premisa:

El grado de estancamiento del sector hortícola está relacionado con la escasa capacitación que realizan los productores que lo integran.

De este modo se clasifica la información recogida a partir del trabajo de campo, donde se entrevistaron a cuarenta y cuatro productores, sobre un total de sesenta y siete. La tipología se construye de manera conjunta con el aporte de la visión de la Universidad -Investigadora del Departamento de Geografía- y de la Municipalidad -Coordinadora del Programa de Promoción del Desarrollo del Cinturón Hortícola- a partir de dos pilares fundamentales: estancamiento y formación. Dentro de los mismos se establecieron una serie de variables que permiten entender y simplificar la información obtenida a partir de las entrevistas.
 
 

Cuadro 1
Clasificación de la información correspondiente a los productores entrevistados según las variables estancamiento y formación, en el área hortícola de Bahía Blanca durante el período 2000-2001
ESTANCAMIENTO Formación
Productores 3grupos Innovación Empleados Charlas Estudio Otro empleo Part. grupos origen
1 2 1  0   0   1   1   0   0
2 1 0  0   1   1   0   1   0
3 2 0  1   0   1   0   0   0
4 2 1  1   0   0   0   0   0
5 2 0  0   1   1   1   1   1
6 2 1  1   1   1   0   1   1
7 2 0  0   1   0   0   0   0
8 2 1  1   0   1   0   0   1
9 2 1  1   1   2   1   1   1
10 2 0  1   1   1   0   0   1
11 2 1  0   1   1   1   1   1
12 1 0  0   1   0  1   1   1
13 2 0  0   1   2   0   0   1
14 1 0  1   0   2   1   1   1
15 0 0  1   0   0   0   0   1
16 0 0  1   1   1   0   1   1
17 2 0  0   0   1   0   1   0
18 2 0  0   0   0   0   0   1
19 1 0  1   0   2   1   0   0
20 0 0  1   0   1   0   0   1
21 0 0  0   0   1   0   0   1
22 2 1  0   0   0   0   0   0
23 2 0  1   1   0   0   0   0
24 2 0  1   0   1   1   0   0
25 0 1  0   1   2   1   1   1
26 2 1  1   0   1   0   0   1
27 1 0  0   0   1   1   0   1
28 0 0  1   0   2   1   0   1
29 2 1  1   1   2   1   0   1
30 2 0  0   1   1   0   1   0
31 1 1  0   0   1   1   0   1
32 0 1  1   0   2   1   0   1
33 0 0  1   1  1   1   0   1
34 1 0  0  1   0   0   0   1
35 2 1  1   0   1   0   0   0
36 2 0  0   0   1   0   0   1
37 0 1  1   1   2   0   1   1
38 1 1  1   1   1   0   0   0
39 2 1  1   1   1   1   0   1
40 2 1  1   1   2   0   1  1
41 2 1  1   1   1   0   1   0
42 0 0  1   1   1   0   0   1
43 2 0  0   0    1   1   0   1
44 0 0  0   1   1   1   1   1
Fuente: Lorda, M.A., 2000-2001, entrevistas realizadas en el área hortícola del Sauce Chico.



El criterio para analizar la información y realizar un primer agrupamiento se realiza sobre la base del grado de explotación de las quintas según la explotan mayormente, medianamente o escasamente. En el primer caso, se denominan grupo 2, en el segundo al grupo 1, y en el tercero al 0. Teniendo en cuenta la relación entre la superficie total que poseen y la que realmente tiene bajo producción, puede afirmarse que predominan los productores que explotan en mayor medida la superficie que poseen.
 

Figura 1
Capacidad de explotación, 2000-2001

Análisis de las variables referidas al estancamiento

Uno de los ejes seleccionado para interpretar la información y construir la tipología es el de estancamiento. Dentro del mismo se define la variable innovación, la cual es se considerada misma según incorporen (1) o no (0) a sus explotaciones alguno de los siguientes indicadores: compra de plantines; si pertenecen al Plan BIA; media sombra; malla antihelada, utilñización de mulch; riego por goteo y/o por asperción; fertilización adecuada para el cultivo regado por goteo; entre otros. Como puede observarse en la figura 2, el 59 por ciento de los productores no han incorporado innovación alguna.
 
 

Figura 2
Las innovaciones, 2000-2001

Otra de las variables adoptadas es el tipo de mano de obra que colabora en los trabajos de la quinta. De este modo se asigna el valor 0 a quienes de manera exclusiva trabajan en la producción la familia del productor, y valor 1 a los que incorporan empleados bajo alguna de sus formas posibles. Se observa que si bien un 57 por ciento de los productores incorpora mano de obra que no pertenece a la familia, sigue con un valor llamativo -43 por ciento- los que realizan un trabajo con mano de obra exclusivamente familiar.
 

Figura 3
El trabajo en la quinta, 2000-2001

A lo argo de los últimos cinco años se ha dictado una serie de cursos y conferencias específicas, organizadas por la Municipalidad de Bahía Blanca, por la Cooperativa de Horticultores o por la Universidad Nacional del Sur. En cuanto a la participación de los productores en alguno de los eventos se comprueba que el 48 por ciento no asisten a ninguno de los mimos, mientras que el 52 por ciento sí lo hace.
 
 

Figura 4
Participación en eventos formativos, 2000-2001

Otra de las variables que se incluyen en el tratamiento de la información está referida al nivel de estudio que poseen los productores. Al respecto, quienes no asistieron a la escuela o lo hicieron de manera incompleta son el 18 por ciento; predominan los que tienen la escolaridad primaria cumplida con un 59 por ciento, mientras que los que completaron sus estudios secundarios y en algunos casos universitarios representan un 23 por ciento.
 
 

Figura 5
Capacidad de explotación, 2000-2001

Análisis de las variables referidas a la formación

En la selección de la variables correspondientes a la "formación" se considera la trayectoria ocupacional de los productores, debido a que a través de la práctica de otros trabajos, es posible la incorporación de nuevos saberes, enfoques y perspectivas al trabajo hortícola actual. A partir de su análisis el 59 por ciento de los productores no tuvo ni tiene otro empleo, mientras que el 49 por ciento sí.
 
 

Figura 6
Antecedentes laborales de los productores, 2000-2001

Otro de los aspectos sobresalientes que permiten conformar los caracteres dominantes de los productores hortícola es el referido a la participación en grupos tales como Cambio Rural Programa Social Agropecuario u otros como en la administración de la Cooperativa eléctrica. El 66 por ciento de los entrevistados respondió que no participa ni participó, mientras que sólo el 34 por ciento alguna vez lo hizo o lo está realizando en estos momentos
 
 

Figura 7
Los productores y su grado de participación, 2000-2001

Uno de los caracteres que definen la conformación de la comunidad hortícola está dado por el aporte poblacional principalmente de bolivianos. De este modo se pudo establecer que el 32 por ciento son bolivianos o descendientes de éstos, y el 68 por ciento son descendientes de italianos, españoles. De todas formas es importante resaltar que debido al impacto cultural en el escenario local ocasionado por la comunidad boliviana, resulta significativo los datos encontrados.
 
 

Figura 8
Nacionalidad de los productores, 2000-2001

Las exigencias del mercado actual y el impacto en el mundo laboral

Durante los últimos tiempos se han producido variaciones en las técnicas aplicadas a la producción como así también al cuidado del medio ambiente, incluyendo pautas culturales de conservacionismo y mejoramiento del bien irrenovable llamado suelo, es decir técnicas proteccionistas al medio ambiente.

Otro de los aspectos que ha sufrido modificaciones es la comercialización hortícola, debido en parte a la existencia de grandes puntos de venta como son los supermercados, que irrumpen en el escenario con aspectos distintivos como la logística, la trazabilidad, el packging, el mercadeo, que trastocan los hábitos de los distintos actores de la cadena agroalimentaria

Además, en el corto plazo, las normas de buenas prácticas agrícolas y de manufactura irrumpirán de alguna manera en la región, porque ejercen presión los países que poseen una concepción organizada de la producción hortícola y apoyada fuertemente por los consumidores concientizados sobre las técnicas de producción sustentables.

Si bien algunos de estos factores mencionados han sido incorporados en forma parcial al sistema productivo, es importante resaltar la ausencia de programas de capacitación que sistemáticamente convoquen un numero importante de productores. Como consecuencia el resultado no es el esperado, lo cual deprime a los productores y acentúa el estancamiento aún más el sector.

En este contexto, el productor hortícola recién empieza a sentir la urgencia del cambio, la necesidad de disponerse con una mayor apertura, y comprender las exigencias del mercado

A modo de síntesis, entre los motivos que provocan actualmente el atraso de la horticultura son: la debilidad de los actores de la cadena económica; el fuerte individualismo que genera dificultades en el acceso a la información; la falta de asociativismo; y la ausencia de una planificación de sus producciones. En conjunto, minimizan los esfuerzos por lograr la competitividad, evitar la pérdida de tiempo y de recursos, como así también el aumento innecesario de los costos.

Estos aspectos se deben trabajar duramente desde distintos ángulos tratando de lograr en el corto plazo vínculos menores, pero que en el tiempo se afiancen y abarquen propuestas mayores más ambiciosas.
 

La horticultura en el marco del desarrollo sostenible

Por qué se hace hincapié en un desarrollo sostenible para la horticultura? Este término según Jodda (FAO, 1996), indica que es la habilidad del sistema agrícola (hortícola) para mantener un cierto y bien definido nivel de rendimiento (producto) en el tiempo, y se requiere para intensificar ese producto sin dañar la integridad ecológica del sistema". La sostenibilidad tiene que ser es un sistema dinámico que responda a las exigencias del cambio. En el contexto mundial las normas de producción se encaminan en este sentido de exigencias impulsadas por los diferentes mercados.

Los conceptos de Hart y Sands (FAO, 1996), agregan que la sociedad valora más los insumos comprados que cuiden el ambiente biofísco y sean económicamente viables.

La actividad hortícola interactúa con el ambiente biofísico a través del uso de los recursos en la producción como insumos (agua, nutrientes) y a través de la degradación de los recursos naturales como resultado de obtener productos de la quinta. La interacción con el ambiente socioeconómico se produce con la compra de insumos (semillas, fertilizantes), el consumo y la venta de productos (frutos, empleo). Es importante que esta visión sistémica llegue a los productores a través de una capacitación integral y una planificación consensuada.

Además, las necesidades de bienestar y el ambiente cultural en el cual el productor opera o del cual proviene, son determinantes en la toma de decisiones personales o empresariales. Esta frase se relaciona claramente con la situación planteada a partir de la llegada de las nuevas migraciones que se incorporaron al sector, que a su vez vuelven a cambiar de acuerdo a estos conceptos de bienestar transferidos al marco natural y al ambiente que los contiene, influencia e interactúan de manera continua.

El uso racional del suelo en conjunto con otras medidas conlleva a poder diferenciar la producción. El productor puede llegar a un producto diferenciado, porque dispone de condiciones naturales excepcionales para desarrollar alimentos naturales y poder identificar la producción por parte de los consumidores. Para alcanzar este objetivo los productores deben lograr una organización que aún no poseen.

A su vez, la falta de concientización por parte de los consumidores locales de aumentar las exigencias de la normalización de estándares o protocolos de comercialización, redundaría en una mejor elección de los productos frescos y de esta manera podría haber puntos de comparación entre mercaderías de distintos lugares. Además, la falta de obligatoriedad en la normalización o estandarización de la calidad hace que la práctica sea lenta, los productores siguen aferrados a las viejas estructuras que no benefician a ninguna de las partes de la cadena agroalimentaria.

En este punto es interesante incluir nuevamente la palabra calidad no en el sentido de elite sino como modo de poder satisfacer las necesidades de los consumidores y lograr la comercialización de la producción. La calidad es un sustento básico de la competitividad: las reglas de juego son calidad creciente y precios decrecientes (Murray, 2001). Este concepto tendrá distintas acepciones según los actores de la cadena. La nueva escala de apreciación de la calidad se agregara a las anteriores y por lo tanto las exigencias serán mayores.

Otro aspecto que debe considerarse es la flexibilización del negocio en concordancia con la inestabilidad actual, los cambios deben ser dinámicos para que el mismo pueda sobrevivir. Este manejo necesita de preparación básica a la que pocos pueden arribar. La capacitación es la herramienta válida para intentar incorporar la mayor cantidad posible de productores.
 

Nuevas experiencias puestas en práctica en el área hortícola

Apoyo mecanizado a pequeños productores

El Programa de Promoción y Desarrollo del Cinturón Hortícola ha tratado de focalizar esta problemática con proyectos que lleven a formas asociativas, de manera que los productores logren interiorizarse y aprendan las bondades de agruparse para lograr una producción que los identifique con calidad, sanidad y cuidado del medio ambiente.

El programa concreta un proyecto denominado: apoyo mecanizado a pequeños productores (PAM ) que comenzó el 7 de noviembre de 2001 y tendrá una duración estimada de veinticuatro meses.

Los beneficiarios son diecinueve productores seleccionados según el criterio provincial de tener alguna necesidad básica insatisfecha. Son los productores que viven con mayores privaciones, tanto sociales como económicas, que cultivan superficies pequeñas y carecen de tractor e implementos para labrar la tierra. Y en algunos casos son absoletos y por esta razón se encontraban fuera del circuito productivo.

La modalidad de trabajo es a través de un registro de turnos. Posee un reglamento de uso que lo coordinan los técnicos del Programa de Promoción del Desarrollo del Cinturón Hortícola. El objetivo es comprender que la necesidad de participar en grupos y compartir el uso de herramientas, es una opción válida que posibilita la acción en medio de esta parálisis económica.

A su vez, la concientización de la problemática de erosión no solo por los trabajos culturales del suelo sino por un mal manejo del recurso hídrico es una premisa primordial: el suelo es un capital vital dentro del esquema productivo, por lo tanto las prácticas que se realicen deben ser tales que sólo produzcan el fin deseado: producción sustentable sin dañar el ambiente.

Los resultados de la puesta en marcha del PAM son, hasta el momento, promisiorios desde el punto de vista no solo económicos -pueden trabajar la tierra y mantener a su familia con lo producido de la venta de sus cultivos- sino el de la adaptación para esperar el turno asignado -en un marco que pone a prueba el valor de la solidaridad- ya sea por problemas meteorológicos y/o ruptura de herramientas, que provocan atrasos en el momento de preparar el suelo para sembrar las tierras de cada productor.

Es interesante lograr redes de gestión a partir de este proyecto para alcanzar otros servicios que benefician a la actividad.
 

El proyecto de producción "Bajo Impacto Ambiental"

El otro eje de conformación de grupos es aquellos que están aglutinados bajo el sistema de producción BIA (Bajo Impacto Ambiental) que los ha encaminado desde el año1999, a un sistema de producción más ordenado aunque sea en el control de los productos químicos que se le aplican al cultivo. La mayoría de estos productores comercializan esta producción a través de una cadena de supermercados local de amplia penetración en la región.

Las pautas de estos organismos se fusionan con la de proyectos del programa, teniendo como finalidad el bienestar de los productores en su calidad de vida como así también la seguridad de los consumidores-clientes.

Según el plan de producción BIA de la provincia de Buenos Aires, adoptado hasta el momento por la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca (cadena de supermercados local y regional), se basa en garantizar la salubridad y la calidad fitosanitaria, a través de la seguridad en el consumo del producto, y con el respaldo los registros que llevan los productores con el asesoramiento técnico. El sistema debería ser sustentable en el tiempo y el espacio respetando los recursos naturales, y para que no se agote en si mismo debe ser rentable.

El objetivo del programa resulta la diferenciación de los productos agrícolas en base a:

la condición sanitaria
la seguridad en el consumo
la utilización supervisada y fiscalizada de productos fitosanitarios
el mayor respeto por los recursos naturales
su certificación
la valoración por los distintos mercados.

La alianza formada por la producción primaria y la cadena de supermercados es un paso relevante dentro de la estrategia de comercialización en donde adquieren relevancia términos como: calidad, gestión ambiental, diferenciación. El efecto inmediato debería ser el desarrollo de la producción local. El hecho de encontrarse bajo este sistema los ha encaminado, en cierto modo, a transitar la modalidad de la trazabilidad.
 

Reflexiones finales

A partir del análisis realizado, puede sostenerse que la población hortícola debe ser estudiada de manera integral considerando la totalidad de los parámetros sociales y espaciales de los distintos núcleos hortícolas que conforman el cinturón verde.

Al igual que empresarios de otras actividades el contexto tecnológico en que se movilizan cambia y deben tomar decisiones en forma permanente y por lo tanto deben actualizarse para conocer las debilidades y fortalezas del sector para poder prever con antelación las necesidades del mercado.

De la interpretación del trabajo de campo, realizado a través de varias campañas durante el período 2000-2001, permite establecer predomina un elevado numero de explotaciones de pequeña dimensión (5-10 has), por lo cual la oferta de los productos se encuentra muy dispersa y sin reglas sobre un protocolo de comercialización, ocasiona la concentración de la producción, y provoca un efecto negativo en sus economías. Existe una población con escasos niveles de educación, integrado por descendientes de italianos, donde la comunidad boliviana tiene un peso distintivo. Se caracterizan, además por ser poco participativos tanto en la asistencia a cursos, charlas y talleres, así como también en la conformación de grupos de trabajo (Cambio Rural, por ejemplo).

La mayoría de los productores, de acuerdo a las entrevistas, tienen los mismos canales de comercialización, sin innovación o con un sistema no asimilado provocando un resultado poco alentador. Por otra parte es imprescindible que conozcan la demanda de los distintos productos y normas, para planificar su producción primaria y buscar vínculos que generen confianza entre los actores de la cadena agroalimentaria. A su vez se destaca que la idiosincrasia del horticultor está dada signada por el individualismo y el recelo de sus técnicas. Trabajar sobre estos aspectos con el fin de valorar la importancia de una apertura mayor, es una tarea en la que se está avanzando.

Es probable que la diferencia entre las migraciones y la tendencia que tienen la población norteña a modificar y aplicar técnicas se debe a que no conocieron épocas de mucha bonanza como lo han hecho los primitivos horticultores. Pero el hecho de aplicar tecnología no los hacen propensos a cambiar métodos culturales de calidad, presentación, etc.

Dentro de la economía nacional y sobre todo en las regiones, la horticultura es un recurso de importancia, pese a estar poco valorada, al ser considerada por algunos grupos como una manifestación menor o secundaria en el conjunto de las actividades económicas. Sin embargo las cifras aportadas por FEDEPROHBA (Federación de Productores Hortícolas de Buenos Aires), indica que existen unas 100.000 has en producción intensiva, con 200.000 personas afectadas directa e indirectamente a la actividad (12 por ciento de la población de la provincia de Buenos Aires), que generaron en el año 2001 la cantidad de $ 500.000.000 con 3.000.000 de toneladas de alimento fresco producido.

Con respecto a las consecuencias ambientales, el daño al medio ambiente lo conocen en forma directa en sus cultivos (calentamiento de la atmósfera, la capa de ozono, los regímenes de lluvia, etc.), por lo tanto son conscientes en cierta medida que deben tomar acción sobre estas temáticas.

La rentabilidad de sus producciones es cada vez más pequeña por lo tanto es importante que comprendan que sus costos deben estar en concordancia con esta situación, ya que existen numerosas pautas de manejo que no toman en cuenta. En este contexto, la organización y planificación son los pilares del cambio, así como la asociación entre las distintas partes de la cadena agroalimentaria.

Es importante resaltar que los mercados están exigiendo el cumplimiento de la buenas practicas agrícolas en los sistemas de producción , demostrable bajo la modalidad de la trazabilidad.

La capacitación es primordial para lograr la diferenciación en los productos, lo cual no significa mayores precios, sino lograr ubicar la producción dentro de los canales comerciales posibles.

Las actividades que se han reorganizado se encuentran competitivamente mejor posicionadas dentro del actual contexto económico, y están posibilitadas de trazar estrategias de crecimiento a largo plazo.

La falta de autocrítica, la parcialidad del enfoque y la espera de soluciones por parte del estado impiden a los distintos actores visualizar al sector hortícola y al mercado como un escenario común.

La crisis debería ayudar a comprender las falencias para plantear luego poder "despegar". Sin embargo, esta situación negativa sólo ayuda a empeorar la actividad porque la realidad indica que los quinteros esperan producciones salvadoras de hace unas décadas, con mercados totalmente distintos.

La valorización del trabajo rural es de vital importancia, el cual debería orientarse ante las debilidades identificadas del sector a realizar en forma conjunta proyectos puntuales. Se trata s de una actividad que cumple un papel fundamental, no sólo porque arraiga a las familias a un espacio concreto, sino que contribuye a habitar el sector rural y periurbano generando paisajes verdes singulares, con alta calidad ambiental. A esto se agrega, la trascendencia que posee, en momentos coyunturales tan difíciles por los que atraviesa el país, ya que la actividad hortícola requiere una fuerte demanda de mano de obra directa e indirectamente.

El trabajo de terreno tanto de los técnicos como de investigadores, con una visión compartida acerca de las proyecciones, es fundamental para interpretar la dinámica específica del área, recrear la propia práctica en beneficio de la comunidad con la cual trabaja; movilizar y motivar a los grupos de acuerdo a las inquietudes propuestas por los actores; y contribuir así en la reactivación del sector en forma dinámica y emprendedora.

La capacitación es una de las herramientas válidas para mantenerse dentro del mercado cada vez más exigente y competitivo. La misma debería realizarse con el aporte de experiencias de las distintas prácticas de los productores, el dictado de cursos específicos de actualización, que posibiliten el mejoramiento de la producción así como de la calidad de vida.
 

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María Amalia Lorda, Beca  CIC de Perfeccionamiento, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. E -mail: malorda@arnet.com.ar
Eloísa Gaído, Beca AGRÓPOLIS del IDRC (Centre de Recherches pour le Développement International), Ottawa, Canadá.
 

© Copyright Maria Amalia Lorda y Eloísa Gaído, 2002
© Copyright Scripta Nova, 2002
 

Ficha bibliográfica

LORDA, Mª A. GAÍDO, E. Los productores hortícolas  y su desarrollo laboral en el cinturón verde de Bahía Blanca,. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, vol. VI, nº 119 (43), 2002. [ISSN: 1138-9788]  http://www.ub.es/geocrit/sn/sn119-43.htm


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