REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98 Vol. VI, núm. 119 (8), 1 de agosto de 2002 |
EL TRABAJO
Número extraordinario dedicado al IV Coloquio Internacional
de Geocrítica (Actas del Coloquio)
EL MUNDO DE LA FÁBRICA EN LA POESÍA DE MIQUEL MARTÍ I POL
Joan Tort Donada
El mundo de la fábrica en la poesía de Miquel Martí i Pol (Resumen)
De las mútiples posibilidades de lectura que ofrece la extensa obra poética de Miquel Martí i Pol (Roda de Ter, 1929), la geográfica es tal vez una de las más sugerenes y una de las menos exploradas. De hecho, el rico universo de vivencias y de sensaciones que el escritor plasma en sus poemas, siempre dentro de unas coordenadas espaciotemporales bien definidas, tiene una dimensión geográfica que no pasa desapercibida al lector atento. Paisajes, lugares, sentimientos y toda una “geografía de la cotidianidad” configuran un tejido literario que invita a ser considerado en profundidad. En esta ocasión tomamos como tema de estudio los repertorios de poemas dedicados al mundo de la fábrica y al ambiente laboral. Escritos entre finales de los 50 y principios de los 70, se inspiran en la propia experiencia del autor como trabajador en una de las empresas téxtiles que, durante aquellos años, marcaron el pulso económico de su comarca natal.
Palabras clave: Industria textil, cuenca del río Ter, poesía y geografía, realismo histórico
The World of the Factory in the Poetry of Miquel Martí i Pol (Abstract)
Of the many possible readings offered by the large body of poetry written by Miquel Martí i Pol (Roda de Ter, 1929), the geographical constitutes, perhaps, one of the most suggestive and yet one of the least explored. The rich world of experiences and feelings that the writer captures in his poems, always within well-defined spatio-temporal co-ordinates, has a geographical dimension that does not go unnoticed by the attentive reader. Landscapes, places, feelings and a whole “geography of daily life” are woven into a literary form that invites the reader to contemplate his work in depth. Here, we look at the poems dedicated to the world of the factory and the working conditions to be found there. Written between the end of the fifties and the beginning of the seventies, they draw on the author’s own experiences working in the textile factories that, during those years, dominated the economic landscape of the region of his birth.
Key words: Textile industry, the river Ter basin, poetry and geography, historical realism
El objeto principal de este trabajo es explorar las coordenadas espaciales y temporales de algo que, por sí mismo, constituye un universo propio dentro de la obra de Miquel Martí i Pol: el mundo de la fábrica. A tal fin, hemos estructurado el texto en tres apartados. En primer lugar, hacemos una aproximación básica a la vida y a la obra del autor, con el objeto de poder plantear la “inseparabilidad” de una y otra. A continuación, tomamos como referencia los dos repertorios de poemas que Martí i Pol dedica a La fábrica (1959 y 1971) y consideramos su significación en el conjunto de su obra. Y en tercer lugar, y como punto más relevante del estudio, proponemos una “inmersión” en la “materia prima” poética para poder destacar los aspectos espaciotemporales de la experiencia en los que el autor pone mayor énfasis. Finalmente, un breve apartado de conclusiones nos permite recapitular sobre algunas de las cuestiones tratadas a lo largo del trabajo. Miquel Martí i Pol: la poesía como reflejo de una experiencia personal
Miquel Martí i Pol, uno de los poetas catalanes contemporáneos más leídos y mejor considerados por la crítica, nació en Roda de Ter (comarca de Osona) en 1929. Hijo de una familia de obreros, y trabajador desde los 14 años en una fábrica téxtil de su pueblo natal, emprende de muy joven una trayectoria literaria caracterizada, entre otros aspectos, por una implicación muy profunda con su propia peripecia vital. Un crítico alemán, Johannes Hösle, escribía sobre nuestro autor, en 1983, unas palabras muy significativas: “Desde hace años, los poemas de Miquel Martí i Pol son recitados en actos públicos; los directores de teatro los toman como base de sus montajes; los dibujantes los ilustran. Son poemas que nunca han levantado la sospecha de ser fruto siplemente del arte por el arte” (Hösle, 1983, 12).
En el contexto descrito, debe destacarse una fecha decisiva en la biografía del escritor: el año 1971. Por aquel entonces le fue detectada una esclerosis múltiple, enfermedad degenerativa que ha ido minando su salud hasta el extremo de imposibilitarle casi todo movimiento. Esta circunstancia, que no ha impedido la continuidad de su obra pero que se ha convertido en un obligado punto de inflexión, obliga a considerar un “antes” y un “después” en su itinerario como persona y como escritor. En cualquier caso, los especialistas, al abordar la obra de Martí i Pol, suelen subrayar la profunda unidad del conjunto y destacan en ella, de un modo particular, dos características definitorias: la sencillez de su estilo, no exento de ironía, y una predilección por lo que podríamos llamar la “reconstrucción” de la vida cotidiana, en sus múltiples facetas (Molas i Masset, 1979, 443).
Los antecedentes que acabamos de exponer nos proporcionan, a nuestro entender, unas primeras claves para encuadrar al autor y a su obra dentro de su tiempo, e incluso para entrever algunos de los porqués del éxito de Martí i Pol a nivel popular. Sobre esta base, Pere Farrés, compilador de la obra completa del escritor, señala que puede hablarse con plena propiedad de un “pensamiento poético” de Martí i Pol, que estaría caracterizado por dos principios: el elevado grado de “autoexigencia” del poeta, y la importancia prioritaria que tiene, para éste, el “conocimiento de la realidad circundante y más próxima” (Farrés, 1989, 9). Según este mismo autor, “la actividad poética ha sido y continúa siendo, para Miquel Martí i Pol, la mejor herramienta de que podía servirse para la consecución de este objetivo; además, tal actividad ha significado el inicio de un proceso largo y complejo que, lejos de agotarse en la vertiente puramente del análisis, se ha construido sobre una premisa básica: la exigencia de la aceptación propia (Ibid., 9). En un fragmento de un texto del propio Martí Pol, citado por Farrés, este planteamiento queda explicitado como claridad: “Vivir por vivir es grotesco y absurdo. Vivir para conocer y para conocernos es la verdadera respuesta al gran reto de la vida; y es, también, la opción que más aproxima el plano de la ilusión al de la realidad”. Más adelante añade: “Me atrevo a afirmar que aquello que de verdad nos proporciona elementos poetizables es el conocimiento pasivo, entendido como una tarea de profundización y de exigencia”. Y, a modo de conclusión: “Cualquier experiencia constituye una potencialidad latente de creación que espera la dedicación amorosa y experta de la poesía para convertirse en fuente de conocimiento” (Martí Pol, citado por Farrés, 1989, 9-10).
Las reflexiones anteriores, escritas por
Martí Pol en plena madurez, hacia finales de los años 80,
nos permiten descubrir, desde una perspectiva que podríamos denominar
“interna”, los rasgos esenciales del compromiso del escritor consigo mismo
y con respecto a su obra. Un compromiso que se inicia con sus primeros
escritos y que se hace visible, sin estridencias, a lo largo de toda su
trayectoria: “Desde el primer poema, Miquel Martí i Pol construye
una obra que se va configurando al modo de una verdadera poesía
de la experiencia, y que es posible interpretar (…) como un camino hacia
lo esencial, emprendido a partir de una íntima exigencia personal”
(Farrés, 1989, 11). No resulta extraño, sobre esta base,
que los estudiosos de la obra de nuestro escritor subrayen su coherencia
global y su carácter unitario, por encima de las vicisitudes personales
del autor.
La fàbrica (1959 y 1971): algunos apuntes básicos
Desde el punto de vista cronológico, la producción poética de Martí i Pol se inicia en 1948. Según Desclot y Medina, en esta producción cabe distinguir una primera etapa (hasta 1956), de un tono esencialmente existencial y metafísico; una segunda (hasta 1971) calificada de realista, y una tercera, a partir de esta fecha, que se desenvuelve en un plano más bien interiorista (Desclot y Medina, 1976, 8-9). Este ensayo de caracterización, más allá de su valor en sí mismo, es útil a nuestros efectos porque nos permite encuadrar adecuadamente los dos repertorios de poemas que constituyen nuestro objeto de estudio: “La fábrica” (1959) y “La fàbrica” (1971). Estos dos repertorios, en palabras de Farrés, se inscriben “en las coordenadas del realismo històrico, tan propio de los años sesenta”; según este mismo autor, esta toma de posición no debe considerarse como un punto y aparte en la evolución estilística del escritor, sinó más bien como una “respuesta activa” del poeta a los interrogantes existenciales que se planteaba en la primera época (Farrés, 1989, 12). Como señalan Desclot y Medina, en esta nueva etapa “Martí i Pol introdueix el seu poble dins la seva poesia”; y no debe olvidarse, como nos recuerdan estos mismos autores, que “su manera más inmediata de vivir y de sentir el pueblo es trabajando en una fábrica de este mismo pueblo, donde pasa ocho horas cada día” (Desclot y Medina, 1976, 18-19). En cualquier caso, la dimensión colectiva de sus inquietudes como persona y como escritor queda ahora abiertamente expuesta: “Con el ciclo de La fàbrica se pone de manifiesto con claridad que Martí i Pol entiende su tarea poética como un cometido social. La aceptación o el rechazo de que son objeto estos poemas, conscientemente ofrecidos al público, proviene de entrada no de una élite de críticos, sinó del ambiente más próximo al escritor” (Hösle, 1983, 12).
¿Por qué motivo dos repertorios de poemas cronológicamente separados y con notables diferencias –como tendremos ocasión de ver- en cuanto al fondo, comparten un mismo título? A nuestro juicio, el motivo tiene que ver con el hecho de que la versión de 1959 quedara inédita, y no fuera “recuperada” a efectos editoriales hasta 1975 (1); es decir, varios años después de la publicación de La fàbrica de 1971. Lo cierto es que el propio Martí i Pol, en la introducción a su Obra poètica, en el año 1975, cuando habla de sus cuatro primeros libros, cita La fàbrica de 1971, pero no la de 1959 (2). En cualquier caso, debemos señalar que la versión de 1959 ha sido incluida por regla general en todas las compilaciones de su obra, respetando siempre su concepción autónoma y su orden cronológico.
Insertos los dos repertorios de La fàbrica,
en la etapa que se ha calificado como “realista”, hay que subrayar que
entre uno y otro hay unas diferencias de tratamiento y de fondo destacables.
Según Desclot y Medina, el “realismo” de ambos repertorios se manifiesta
de formas diferentes, aunque en la base de todos estos poemas hay siempre
una misma actitud: “la de un poeta trabajador que ha tomado una posición
clara y significativa con respecto a su realidad” (Desclot i Medina, 1976,
20). A criterio de estos mismos autores, La fàbrica de 1971
surge en plena madurez artística del escritor, y supone la introducción
de novedades de tratamiento significativas con respecto a su obra anterior:
“En este libro descubrimos a un poeta con oficio, seguro y desenvuelto.
Martí i Pol demuestra un dominio neto y nada forzado, y un abanico
de recursos amplio y, a la vez, dúctil” (Ibíd, 21).
Más adelante, ambos críticos establecen algunas diferencias
significativas entre los dos poemarios: “La fábrica primera
era más bien la visión de un trabajador soliviantado, que
vierte en los versos su experiencia inmediata. La segunda, en cambio, es
la visión de un trabajador que se para a contemplar la fábrica
desde la perspectiva de la gente, como él, que sufre y trabaja como
él” (Ibíd, 23). A diferencia de La fàbrica
segunda, “en la primera apenas encontramos ternura, ni tampoco hay personajes
sino más bien un plural anónimo que representa a toda una
colectividad”. Y, a continuación, concluyen: “La fàbrica
de
1971 es un libro con un eminente y auténtico sentimiento de
clase. Se trata, sin duda, de uno de los libros capitales de la poesía
nacida de lo que se ha llamado el realismo histórico (…). Un libro
importante dentro de su obra y dentro de la poesía catalana” (Ibíd,
24).
La fàbrica como ámbito espaciotemporal. Notas para una “geografía de la cotidianidad”
Desarrollamos a continuación lo que a nuestro juicio es el apartado sustancial de este trabajo: una lectura de los dos repertorios de La fàbrica desde una perspectiva específicamente geográfica. Es decir, una perspectiva que quiere poner la atención, de un modo primordial, en las coordenadas de espacio, de tiempo y de escala en las que se mueve el escritor para convertir su “experiencia” (en los términos a que aludíamos en el primer apartado del trabajo) en obra poética. Como tendremos ocasión de ver, el hilo temático y argumental que enlaza los fragmentos de poemas que hemos seleccionado da pie a hablar, de un modo implícito, apenas perceptible, de una verdadera geografía de la cotidianidad. Una geografía a escala esencialmente humana donde los valores relativos al lugar, a los ambientes, a los sentimientos, al ritmo de las cosas y a las relaciones entre las personas adquieren una dimensión metafórica y una carga significativa que va mucho más allá de la simple literalidad de las palabras y de los enunciados.
Con carácter previo hemos de señalar
que la estructuración de los poemas en epígrafes constituye
tan sólo un modo de ordenación, y, no un objetivo en sí
mismo; por otro lado, a efectos prácticos hemos tratado el material
literario (los dos repertorios de La fàbrica) como un todo,
sin distinción cronológica. En todo caso, al pie de cada
fragmento se indica su procedencia concreta. Asimismo, a efectos formales
indicaremos que para la selección de los materiales nos hemos basado
en sendas compilaciones publicadas en los años setenta (Martí
i Pol, 1975 y 1976). La fábrica como un “todo” omnipresente, físico
y vital
Recogemos en este epígrafe diversos fragmentos significativos, en el sentido de “introducir” al lector a la fábrica: ese entorno particularísimo que constituye el motivo central de los dos repertorios y que, de hecho, se define por sí mismo (de ahí que Martí i Pol adopte simplemente esta palabra como título).
Las estrofas selecciondas,
más allá de su valor específico, nos permiten descubrir
que la fábrica de Martí i Pol no es ninguna entelequia:
es un todo omnipresente; una realidad tangible y un referente obligado
para cualquier habitante del pequeño pueblo de Roda de Ter a mediados
del siglo XX. En este contexto, vale la pena recordar las palabras de Hösle:
“La fábrica, para Miquel Martí i Pol, no era, como para los
futuristas , un ‘lugar de inspiración’ sino el escenario de un ‘lugar
de trabajo’ (…). El pequeño mundo de Roda de Ter es sólo
un retazo minúsculo de la moderna sociedad industrial. Pero precisamente
por su pequeñez es un lugar adecuado para aludir al proceso de deshumanización
de la técnica ha desencadenado” (Hösle, 1983, 12-13).
“No cal que us preocupeu:
hli ha lloc per a tots. La fàbrica és un ventre enorme -garantit, altrament, per anys i panys- que dirigeix tot allò que es presenta lentament, potser sí, i amb rebombori, però amb una eficàcia indubtable; som inmombrables a testificar-ho (…) La fàbrica us resol tots els problemes Llevat del de la mort, almenys per ara. Sigueu-ne conscients i practiqueu l’ascetisme integral a marxes dobles.” (…) La fàbrica, 1959 “Val més que ho sapigueu ben aviat:
“Amb cotó egipci
sia augmentat sovint el nostre sou, vingui a nosaltres la jornada de set hores, faci’s un xic la nostra voluntat així com la d’aquells que sempre manen.” (…) Nova oració del parenostre, 1959. “La sirena grossa i el rellotge elèctric de la
porteria
Tot darrerament,
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En las antípodas de la naturaleza: los trabajos y los días en el universo de la fábrica
“No estem mai sols. Hi ha sempre
quaranta-sis contínues que ens vetllen i metxeres insignes de principis de segle. Tenim la por ficada al cos; sovintegen tan poc els dies festius! (…) No estem mai sols. Hi ha sempre gairebé vint-i-tres mil pues i llur terrible seqüela; i els horaris tan rígids i els plusos tan despòtics. No estem mai sols. Hi ha sempre la gent; però la gent no compta. El que compta és l’espai que ocupen i el ritme sense treba.” (…) No estem mai sols, 1959. “El primer dia ens atordí la fressa
“La meva gent viatja poc, a penes
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Incluimos en este epígrafe los fragmentos (o la pieza entera,
en el caso de
In memoriam) de tres poemas de la que podríamos
denominar “episodios de la vida cotidiana”. Es decir, tres aproximaciones
en clave poética a momentos o circunstancias que, en su simple apariencia,
no tendrían nada de particular en el contexto en que se incardinan:
se trata de escenas previsibles, habituales, anónimas. Sin embargo,
la mirada –y la pluma- del poeta es capaz de invertir los términos
y de convertir estas tres circunstancias en algo único, irrepetible,
dotado de relieve por sí mismo. La fugacidad del tiempo físico
queda detenida por unos instantes, y el lector “acompaña” al poeta
a una recreación de lo aparentemente intrascendente. En definitiva:
la poesía nos permite sumergirnos en otra dimensión de la
realidad.
"La noia rossa que treballa als aspis
espera un fill per la tardor. Passeja un ventre heroic i té els peus inflats que s’ha hagut d’estripar les espardenyes. Ara treballa amb pena i cada tarda se sent mig defallir perquè a la fàbrica l’estiu és un vesper. Quan l’aspi volta li roda el cap i tanca els ulls: enyora la quietud de casa seva, el càntir d’aigua fresca i el balancí de boga, la inefable tendresa del marit que haurà endreçat la cuina i que medita la pàgina d’esports d’algun diari a la penombra del terrat, i el lent passeig de cada tarda de diumenge.” (…) Balada, 1959. “Vindrà la nit de gran misteri
“Com que no sempre el poema s’organitza
De res no servirà que li dediqui aquest poema
La Soledat González mai no havia
Avui seria fàcil estibar meravelles.
Tot el que es perd, es perd per sempre:
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La alteridad. El “otro” como fundamento de las relaciones humanas
Como en el caso anterior, este epígrafe nos permite aproximarnos,
aunque sea desde la brevedad, a un tema muy recurrente en la poesía
de Martí i Pol: la alteridad, el otro, el contrapunto del
“yo”. Un tema nada fácil de tratar en el plano literario, y que
Martí i Pol asume con toda naturalidad a lo largo de su obra, como
consecuencia de su propio compromiso como poeta: hacia sí mismo
y hacia la sociedad.
(…)
“La gent que es lleva quan encara és de nit ignora que el món recomença cada matí per la seva virtut, que el sofriment l’agermana amb milers d’homes d’arreu del món i que el seu gest d’embolicar-se la bufanda, o bé d’encendre la primera cigarreta del dia, forma part d’algun ritu solemníssim que vivifica la sempre remota possibilitat d’establir la pau entre els homes de bona voluntat.” La gent, 1959. (…)
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Epílogo. Apunte para la esperanza
La poesía de Martí i Pol es esencialmente, como hemos
tenido ocasión de subrayar, una poesía enraizada en la experiencia.
Pero esto no excluye que en ocasiones tome la forma de una alegoría;
es decir, un modo de pensar el futuro (o tal vez mejor: de “desearlo”)
que arranca directamente de lo que se vive y lo que, en definitiva, se
“experimenta”. De un modo consecuente, pues, con los planteamientos personales
del escritor, hemos querido completar esta selección de textos con
unos fragmentos del poema que lleva por título Ara, Miquel.
Una alegoría que, surgida en el mismo contexto que el resto de poemas,
trasciende la vivencia inmediata y propone, desde el inconformismo, un
espacio para la esperanza (o, dicho en el lenguaje propio de la época,
para la transformación de la realidad).
“Ara, Miquel,
torna a ser el temps de fil gruixut i les paraules dures. (…) Les canyes només es tornen llances si hom les empunya amb esperit de lluita. Miquel, aquest llevant fa molt de temps que dura i el terra és xop i se’ns podreix la sola de les sabates. ¿No trobes que ja és hora
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Apunte final
En el texto de 1983 que hemos citado en varias ocasiones, el crítico
alemán Johannes Hösle escribe unas palabras que, a nuestro
juicio, resumen muy bien uno de los aspectos que hemos querido tratar a
lo largo del trabajo: “La interdependencia preconizada por Maiakovsky entre
poesía y vida, la ha logrado también Miquel Martí
i Pol. (…) En la práctica, la fuerza poética de su obra radica
simplemente en el hecho de habernos querido contar la vida de un hombre
de Roda de Ter” (Hösle, 1983, 36).
Notas
(1) Respecto a la publicación de
los poemas de Martí i Pol, debe tenerse en cuenta que hasta finales
de los años 50 la obra de este autor no entró en lo que podríamos
llamar “normalidad editorial”. Como señalan Desclot y Medina, “una
política cultural centralista (…) y una escasa familiaridad con
el desconcertante mundo editorial hicieron que toda esta obra quedara inédita
y vagando por los cajones durante largos años” (Desclot y Medina,
1976, 19).
(2)L’arrel i l’escorça. Obra
poética – I. Barcelona: Llibres del Mall, 1975, p. 15.
Bibliografia
DESCLOT, Miquel; MEDINA, Jaume. Una trajectòria poètica. In MARTÍ i POL, Miquel, El llarg viatge. Obra poètica – II. Barcelona: Curial, 1976, p. 7-50.
FARRÉS, Pere. El llarg viatge poètic de Miquel Martí i Pol. Els Marges, 1976, nº 7, p. 121-128.
FARRÉS, Pere. Introducció. In MARTÍ i POL, Miquel, Obra poètica 1948-1971. Barcelona: Edicions 62, 1989, p. 7-21.
HÖSLE, Johannes. Pròleg. In MARTÍ i POL, Miquel, Amb vidres a la sang. Obra poètica, III. Barcelona: Edicions del Mall, 1983, p. 7-37.
MOLAS, Joaquim; MASSOT, Josep, Diccionari de la literatura catalana. Barcelona: Edicions 62, 1979.
SOLÀ, Lluís.
Poesia i realitat. In MARTÍ i POL, Miquel,
L’arrel i l’escorça.
Obra poètica – I. Barcelona: Curial, 1975, p. 7-14.
© Copyright Joan Tort Donada, 2002
© Copyright Scripta Nova, 2002Ficha bibliográfica
TORT DONADA, J. El mundo de la fábrica en la poesía de Miquel Martí i Pol. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, vol. VI, nº 119 (8), 2002. [ISSN: 1138-9788] http://www.ub.es/geocrit/sn/sn119-8.htm