Autores:

 

  • Joaquim Prats (Dir.) Universidad de Barcelona. Grup DIGHES
  • Tòfol A. Trepat (Coord.) Universidad de Barcelona Grup DIGHES
  • José Vte. Peña. Universidad de Oviedo
  • Rafael Valls. Universidad de Valencia
  • Ferran Urgell. Universidad de Barcelona Grup DIGHES

 

Publicación de la investigación: Formato LIBRO:

 

Joaquim Prats (dir)

LOS JÓVENES ANTE EL RETO EUROPEO. CONOCIMIENTOS Y EXPECTATIVAS DEL ALUMNADO DE SECUNDARIA

Barcelona: Fundación La Caixa, 2001 286 pág. (Col. Estudios Sociales núm 7)

 

Versión en catalán:

 

Joaquim Prats (dir)

Els joves davant el repte europeu. Coneixements i expectatives de l'alumnat d'educació secundaria.

Barcelona: Fundació La Caixa, 2001 286 pág. (Col. Estudis Socials núm 7)

 

 

jovenes reto europeo

 

 

RESUMEN DE LA INVESTIGACIÓN

 

1º QUÉ OBJETIVOS TIENE EL ESTUDIO

 

En la investigación se ha tratado de indagar en cuatro aspectos fundamentales sobre cómo se vive la dimensión europea en las aulas de la ESO, y qué peso parece tener en estas vivencias la instrucción recibida y construida por el alumnado. Los cuatro objetivos de la investigación son:

 

  1. en primer lugar, obtener una idea lo más sistemática y rigurosa posible acerca de los contenidos que sobre Europa se imparten en la ESO, teniendo como referencias fundamentales las disposiciones oficiales y los libros de texto;
  2. en segundo lugar, saber qué conocimientos básicos sobre Geografía e Historia de Europa posee el alumnado español al final de su Educación Secundaria Obligatoria (ESO);
  3. en tercer lugar, conocer qué información tiene el alumnado sobre la Unión Europea y su historia;
  4. por último, averiguar qué actitudes, percepciones y estereotipos tienen los alumnos y las alumnas de cuarto curso de la ESO sobre el proceso de unidad que se esta viviendo, su posible "espíritu europeísta" y sus expectativas ante la nueva realidad europea.

 

 

2º QUIENES Y QUÉ HA SIDO ESTUDIADO

 

Se ha estudiado al alumnado de todas las Comunidades Autónomas españolas (excepto los de la ciudad autónoma de Ceuta). Todas las comunidades están representadas, tanto en lo que se refiere al estudiantado como en lo relativo al uso de los libros de texto que, en su mayoría, están homologados por las diferentes administraciones.

 

Respecto al alumnado se han pasado pruebas de conocimientos y encuestas a un total de 2304 alumnos y alumnas Más 150 en las pruebas previas. De ellos un 67'6% son alumnos/as matriculados en centros públicos y un 32'4% son alumnos/as matriculados en centros privados (concertados o no) lo que coincide casi exactamente con la distribución española de alumnos de ESO. El tamaño muestral conseguido respecto al total del alumnado de cuarto de ESO produce estimaciones de medias y porcentajes con un coeficiente de confianza aproximada del 95% y márgenes de error del: +/- 2'5%.

 

Respecto a los libros de texto de ESO se han analizado los manuales de seis editoriales que constituyen una muestra muy representativa de los mismos, ya que suponen un porcentaje de utilización muy próximo al 80% del conjunto del mercado editorial español destinado a la ESO.

 

La muestra de alumnado tiene un especial interés como población para ser estudiada, ya que los estudiantes de cuarto curso de ESO se encuentran en su último año de educación obligatoria, y no están condicionados por experiencias profesionales o por trayectorias escolares diversificadas. Es una generación que ha estudiado siguiendo los programas escolares de la reforma educativa que estableció la LOGSE, programas que incorporan el estudio de Europa y la dimensión europea en los términos más actuales. Al tiempo, esta generación de escolares es la última que asistirá a una etapa de educación obligatoria sin la experiencia de utilizar el euro, hecho que producirá consecuencias, aún por determinar, en el imaginario y la vida de los ciudadanos europeos de la Unión.

 

 

 

3º RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

 

3.1. ¿Saben la mayoría de los escolares españoles qué es Europa en sus aspectos geográficos, históricos o culturales?

 

La respuesta es muy clara: solamente algo más de la mitad de los estudiantes obtienen unos resultados aceptables. Los porcentajes concretan más esta afirmación: un 59% aprobaría frente a un 41% que suspendería; aunque de los que aprueban, ninguno obtiene una calificación excelente. Tratándose de una evaluación de conocimientos básicos en una etapa obligatoria y que es considerada la principal base de instrucción de los futuros ciudadanos españoles, el resultado obtenido debe ser considerado poco satisfactorio. Demuestra un deficiente conocimiento sobre la Historia y la Geografía de Europa en un grupo muy numeroso del alumnado que acaba esta etapa educativa; y más si tenemos en cuenta, como se ha dicho, que la prueba que se realizó incluía solamente contenidos muy básicos.

 

Los alumnos de los centros privados concertados superan en casi un punto de nota media a los de los centros de titularidad pública. Pero no es este el factor fundamental que determina el nivel de conocimientos. El componente familiar (socio-profesional y el llamado capital cultural) es, según las conclusiones de este estudio, el factor más influyente a la hora de explicar el mayor o menor rendimiento académico del alumnado, al menos en los temas que se han estudiado. De esta manera, los estudiantes que obtienen una calificación más destacada son los que pertenecen a familias de clase alta o clase media alta con padres que poseen estudios superiores o secundarios. Dentro de esta tendencia, pesa mucho más lo que se denomina capital cultural que la pertenencia a un determinado grupo socioprofesional.

 

Como se demuestra en el presente trabajo, hay un mayor número de padres con estudios superiores y secundarios que llevan sus hijos a la escuela privada que a la pública, la cual presenta una mayor heterogeneidad del alumnado. Los resultados obtenidos indican que la menor puntuación que se aprecia en la escuela pública no responde de manera determinante al tipo de centro. Los estudiantes de los institutos que pertenecen a las familias que tienen las características culturales señaladas (mayor nivel de estudios de los padres) alcanzan, en general, las mismas calificaciones que los que de esas mismas características acuden a la escuela privada. Pero, pese a lo señalado, hay que recordar que el nivel de estudios de los padres no es un condicionante absoluto y totalmente determinante del nivel académico alcanzado por los escolares; hay un porcentaje significativo, aunque pequeño, de hijos de padres con estudios primarios o del estratos sociales bajos en la escala social que logran la excelencia, aunque la mayoría de los que la obtienen pertenezcan a un estatus social medio y alto y, como se ha dicho, a familias con mayor capital cultural.

 

En conocimientos sobre Europa, los chicos alcanzan casi medio punto de nota media más que las chicas. En el presente estudio, esta diferencia se aprecia no sólo en los conocimientos, sino también en el mayor grado de interés que muestran los chicos sobre otros aspectos más concretos, como lo son la curiosidad que tienen sobre las noticias acerca de la política europea, la valoración del proceso que está siguiendo la Unión, o sobre los cuestiones ligadas a las posibilidades políticas, económicas o de otro tipo que supone la pertenencia a la Unión Europea. Se alcanzan mejores resultados en los temas de Geografía que en los de Historia.

 

 

 

3.2. Lo que dicen los libros de texto

 

La primera conclusión a la que se ha podido llegar es que los libros de ciencias sociales de la etapa educativa secundaria obligatoria (ESO) son, sin duda, los que mayor espacio y atención han dedicado a los temas europeos en la historia de la educación española. También es constatable que los estereotipos negativos respecto de los países europeos han desaparecido de los manuales. Se puede afirmar, en este sentido, que los textos escolares españoles actuales son los más europeístas que han existido hasta el presente.

 

Pese a esta presencia de contenidos europeos, los libros ofrecen algunas incoherencias, cuando no errores o distorsiones. La dificultad de definir con suficiente precisión el concepto de Europa hace que los manuales escolares reflejen esta situación y que éstos no propongan realmente ninguna definición correcta, ni se atrevan normalmente a plantear el problema existente o las diversas posibilidades de su definición. Además de ser confusos a la hora de delimitar qué es Europa en sus elementos definidores (historia, cultura, religión, etc.), los manuales escolares también lo son en otros aspectos más sencillos como, por ejemplo, al hablar de los límites geográficos. Otro problema no menos importante es que la mayor parte de los libros de texto ofrecen una visión excesivamente occidentalista dentro del ámbito europeo.

 

 

 

3.3. ¿Son europeístas nuestros jóvenes de 16 y 17 años?

 

Los jóvenes españoles, al término de los estudios obligatorios (ESO), se sienten mayoritariamente europeos (así se manifiestan tres de cada cuatro, mientras que sólo uno no se siente europeo). Pero esta afirmación general contiene muchos matices. Las razones que esgrimen los jóvenes a favor de su pertenencia a Europa son de carácter fundamentalmente geográfico y hay pocas menciones a otro tipo de argumentos ligados a factores culturales, políticos o históricos. Cuando afirman que se sienten europeos se refieren a una impresión muy general, en muchos aspectos imprecisa y bastante ambigua en su definición.

 

Sentirse europeo no implica necesariamente que los jóvenes reconozcan en esta filiación su identidad principal. Solamente lo han hecho así un 5%. Como era de esperar el sentimiento más fuerte de identidad se produce con España compatibilizándolo con el de su pueblo o ciudad, el de su comunidad autónoma o con otros ámbitos más próximos y cercanos. Así, de cada diez, seis jóvenes se declararían españoles, uno de su pueblo o ciudad, uno de su comunidad y uno no contestaría; del resto, la mitad (5'3%) se declararía de la Unión Europea. El que no se declaren de la Unión no descarta que se sientan de ella, pero se trata de una identidad bastante tenue y lejana. Aunque debe señalarse que los jóvenes españoles esperan más cambios e influencia en sus vidas de la pertenencia a la Unión que la mayoría de los otros jóvenes europeos.

 

La concepción de Europa que manifiestan nuestros jóvenes se basa en una visión que toma como referencia casi exclusivamente la Unión Europea. Ello no significa que no consideren que los países que no están en la UE no sean también Europa; lo que significa es que para ellos, principalmente, Europa son los estados de la Unión y, dentro de éstos, los más próximos. Así pues, se puede afirmar que no existe en la mayoría una percepción diferenciada entre lo que es la Unión Europea y lo que es Europa, y si ésta existe es muy frágil.

 

A pesar de la importancia que en la concepción de Europa tiene la Unión Europea, lo cierto es que la información que manejan sobre ésta es muy escasa. Así, por ejemplo, se da un alto porcentaje de escolares que no sabe distinguir los estados que la forman. La mayoría de los estudiantes sólo reconoce seis o siete estados como integrantes de la UE y confunden los países miembros de la Unión con los que no lo son. Igualmente hay países europeos que, sin formar parte de la Unión, son considerados también como miembros de ella, como es el caso de Suiza, Eslovaquia, Rumania e incluso Rusia.

 

El modo en que se percibe la Unión Europea está marcado por el nivel económico y cultural, es decir, por el nivel profesional y de estudios de los padres. Se observa que aquellos que tienen un mayor nivel en conjunto, es decir, que acumulan mayor capital cultural y económico, tienen una mayor probabilidad de ofrecer una visión más matizada y completa de la Unión, entendida como un proceso de vertebración social, política y económica. Los estudiantes con un mayor nivel de conocimientos en Geografía, Historia y cultura europea se corresponden con los que muestran una percepción más correcta, matizada y compleja de la Unión Europea y del proceso de unificación. Asimismo manifiestan un sentimiento europeísta más potente y definido.

 

Los jóvenes que han manifestado una intención de voto definida presentan, en general, un mayor conocimiento y una actitud más matizada e informada hacia la UE y Europa que los jóvenes que no se han definido políticamente o manifiestan estar lejos de ese mundo. Los que han manifestado una intención de voto favorable al centro derecha además de los que se declaran futuros votantes de CiU y PNV están, en mayor medida, más informados, su actitud es más favorable y presentan un mayor grado de identificación con las posiciones europeístas, casi siempre movidos por los aspectos más relacionados con el interés material que la pertenencia a la Unión tiene para ellos. Los que optan por posiciones de centro izquierda siguen a aquellos en identificación, su adhesión está más centrada en los aspectos más generales y se caracterizan por manifestar una mayor preocupación y sensibilidad por los aspectos relacionados con derechos y libertades. Los de opción nacionalista más radical ERC, HB, etc. son, dentro del grupo definido políticamente, los que presentan una actitud más matizada y compleja, pendiente de determinados aspectos sociales, pero poco proclive a defender una posición europeísta.

 

 

 

3.4. ¿Cómo perciben Europa y a los europeos?

 

Pese al desconocimiento medio que se aprecia en los temas relacionados con Europa y, más en concreto, con la Unión Europea, los jóvenes adolescentes españoles creen que la pertenencia de España a esta organización es positiva. Casi nadie cree que el ingreso de España en la UE haya sido negativo. Además, la mayoría aprueba el proceso de unión y piensa que este paso será positivo. Casi la totalidad de los encuestados no desearía que se detuviese o se cancelase el proceso de unión y la mayoría lamentaría que desapareciese la Unión Europea.

 

Para los jóvenes adolescentes, Italia y Francia son los países que más atraen y los italianos son los europeos que se ven con más simpatía y los que reciben una mejor valoración. Después de los citados, Gran Bretaña, Alemania o Portugal serían países apetecibles para ir a vivir, independientemente de que sus ciudadanos no susciten, en un porcentaje elevado, demasiadas simpatías, especialmente los alemanes y británicos, que son vistos con recelo e incluso con una relativa hostilidad. El resto de países europeos y sus ciudadanos reciben valoraciones más variadas. Así, por ejemplo, los holandeses son valorados muy bien y los rusos muy mal, aunque también es cierto que, a más lejanía, el grado de indefinición es mucho más alto.

 

Como valoración de contraste, los jóvenes muestran una gran aceptación e identificación por los estadounidenses, a pesar que sus sentimientos hacia ellos son contradictorios. En conjunto, los jóvenes españoles les otorgan una valoración más alta que a muchos de sus conciudadanos europeos (alemanes, franceses, portugueses y holandeses). Esta actitud contrasta con la poca aceptación que les suscitan los marroquíes. Para los estudiantes, los estadounidenses son ricos y poderosos; seguramente estas características los hacen más atractivos. Otros, los marroquíes, son percibidos como pobres, tienen una lengua, cultura y religión muy distintas y ello, probablemente, los hace menos deseables; incluso se han percibido algunos rasgos que recuerdan posturas hostiles a estos ciudadanos con indicios de una incipiente xenofobia. Y, finalmente, es digno de mención que ven con mucha más normalidad la llegada de europeos de la Unión a ocupar puestos de trabajo que la de otros extranjeros no comunitarios; incluso aceptan que un comunitario ocupe un puesto de trabajo en España si está más preparado que el español.

 

 

 

4º Recomendaciones

 

Los elementos que deben mejorarse o potenciarse son: la mejora de los libros de texto y, en general, de los materiales didácticos; reforzar y orientar mejor los contenidos educativos relacionados con Europa y lo europeo para superar los problemas y las deficiencias que se detectan en las actuales formulaciones; generar políticas de mejora de la calidad educativa a través de la innovación, la ordenación curricular y la actualización de los docentes; fomentar e incrementar más la movilidad e intercambio entre estudiantes y profesorado europeo; y, por último, mejorar las políticas de comunicación institucional con campañas dirigidas especialmente a la juventud.