Joaquín PRATS (Grup DIGHES)y J. Miquel ALBERT (Grup DIGHES)
Ref: IBER Didáctica de las Ciencias Sociales geografia e Historia núm 41. Barcelona 2004

 

Hace dos años, publicaba en las páginas de esta revista, un artículo en el que manifestaba la necesidad de incorporar Internet a la acción docente. Decía en aquellas páginas "que el profesorado tenía que hacer un esfuerzo por incorporar Internet, y en general las nuevas tecnologías, a la acción diaria y en el contexto de los aprendizajes habituales. El objetivo no es que se vaya un día, casi como actividad fuera de lo normal, a la sala de informática a buscar información en Internet, sino el utilizar el recurso, de forma habitual, en la clase de historia, de geografía o de ciencias sociales. El uso de estos ordenadores debe ser tan habitual como consultar un atlas, trabajar en un cuaderno de ejercicios o utilizar el libro de texto. Lo que digo parece lejano en el tiempo y caro en recursos financieros, pero ¿quién nos iba a decir hace solamente siete años, cuando no existía e Internet en nuestro país, que podríamos hacer un artículo con estas propuestas?. La decisión en incorporar la red a nuestras clases creará el ambiente de exigencia para que se dote a los centros con las infraestructuras informáticas suficientes" [1] .

 

DIFICULTADES PARA UTILIZAR INTERNET EN CLASE

En el mismo artículo ya apuntábamos algunas de las dificultades previsibles al incorporar en nuestra manera de dar clase un medio tan distorsionador como es el uso de la Red. Se afirmaba en el mencionado artículo que "los problemas son muchos (lingüísticos, financieros, educativos, mentales, culturales, etc.) y no los debemos despreciar. Hay que intentar buscarles solución, ya que el proceso es imparable y el sistema educativo no puede quedarse al margen. Debemos ser positivos y hacer el esfuerzo de incorporar a la acción didáctica toda la potencialidad que nos permiten estos nuevos recursos" [2] .

Recientemente, ya han comenzado a aparecer descripciones obtenidas mediante métodos rigurosos de estudio realizado en Cataluña sobre una muestra muy amplia de centros de educación secundaria nos muestra la baja implantación de estos recursos en las aulas y la progresiva brecha que se está abriendo entre la implantación de las nuevas tecnologías en la sociedad y la lentitud con que avanzan en los ámbitos escolares [3] .

La experiencia que hemos acumulado durante el transcurso de un estudio realizado sobre el uso de un portal educativo, [4] en el que han participado trescientos estudiantes de Secundaria, pertenecientes a catorce centros de diversos lugares de España, y cuarenta profesoras y profesores mayoritariamente de Geografía e Historia [5] , nos indica lo mucho que debe avanzarse en este campo. En relación con las dificultades que plantea trabajar con Internet elegimos una afirmación de un profesor de un centro de Galicia que creemos resume con mayor precisión y clarividencia las auténticas dificultades que incorpora a la docencia Internet: señala este docente que la principal dificultad radica en que los profesores "sabemos" lo que "tenemos que dar" en clase para que nuestros alumnos "aprendan" (que respondan en un examen), pero no sabemos cómo controlar un grupo de clase que interactúa con una máquina y/o con personas que no están bajo el control del profesor en la misma aula. Nos sentimos perdidos ante unos materiales que no siguen una lógica curricular codificada (el código disciplinar). El alumnado participa igualmente de las mismas rutinas codificadas, y quedan tan desconcertados como el profesorado ante propuestas abiertas.

Los estudios a que nos referimos permiten conocer más de cerca una realidad que cambia muy rápido y constata cambios cuantitativos. En la actualidad los centros docentes han aumentado la cantidad de ordenadores disponibles y también son mayoría los que se disponen de conexión a Internet. En este apartado hemos de destacar que predominan los centros que disponen de conexión de banda ancha. Por otra parte, la ratio alumnos por ordenador ha bajado notablemente, a pesar de que no todos los centros dedican todos los ordenadores de que disponen para actividades académicas con los alumnos. [6] Al mismo tiempo la mayor parte de las administraciones educativas han entrado en la estructura de las nuevas tecnologías y no resulta extraño hoy en día que en muchos sitios los servidores institucionales [7] sean los más utilizados en la conexión a Internet. También resulta habitual comprobar que la gran mayoría de centros tenga su propia página web y que algunos tengan intranet.

Es evidente que los cambios que transforman la sociedad actual también llegan a los centros docentes, aunque muchas veces lo hagan de manera claramente insuficiente [8] . Aún así, encontramos situaciones que no han evolucionado mucho en el tiempo, como seria el caso de la ubicación de los ordenadores que continúan estando concentrados en lugares específicos, las aulas de informática, y están poco extendidos por las aulas comunes. [9] O el sistema de organización de la estructura informática que aún sigue estando en manos de un profesor, el coordinador de informática, desbordado habitualmente por las necesidades del centro, que se dedica mayoritariamente al mantenimiento de los aparatos y a ayudar a sus compañeros.

La utilización de Internet en las aulas de secundaria de manera integrada en la tarea cotidiana que llevan a cabo profesorado y alumnado no es una cuestión sencilla. Trabajos anteriores nos han permitido identificar algunas cuestiones que pueden ser consideradas como dificultades objetivas o, como mínimo, sentidas por parte de los docentes. Las que hemos detectado como más habituales son las siguientes:

1. Problemas relacionados con la infraestructura informática de los centros. Esta cuestión no es de menor importancia ya que con ordenadores obsoletos, con malas comunicaciones a la Red o con un mantenimiento inadecuado de las máquinas, lo que las hace inestables y lentas, es muy difícil y casi siempre desalentador el trabajar con este recurso de una manera ágil y satisfactoria.

2. Problemas de tiempo. No siempre es posible disponer de la sala de ordenadores cuando se necesita y, muchos profesores advierten que 55 minutos de clase es corto para trabajar de manera satisfactoria con este medio ya que se pierde mucho tiempo en desplazarse al aula, iniciar el funcionamiento de los ordenadores, solventar los muchos problemas técnicos que suelen surgir, etc.

3. Dificultades en el uso

a. La organización física del aula, en la que las miradas de los alumnos, generalmente en pequeños grupos, se fijan en las pantallas, hace que el profesor no controle la escenografía habitual de la clase, en la cual las miradas del alumnado convergen en el punto donde se haya el profesor.

b. El seguimiento de la clase es dificultoso ya que el profesor debe acudir de ordenador en ordenador sin poder mantener un ritmo único de la clase. Muchas veces emplea tiempo en solucionar, si sabe, problemas meramente técnicos. No se produce una dinámica controlada, por lo que puede darse la sensación de descontrol o dispersión. Esta sensación se acentúa cuando se descubre que algún grupo de alumnos ha migrado de las páginas objeto de trabajo para acudir a otros lugares de la Red que le atraen más.

c. Como consecuencia del punto anterior, el evaluar el rendimiento, el trabajo y los resultados de los ejercicios es complicado ya que no es posible observar los itinerarios, las lecturas, la interactividad etc, que van desarrollando los distintos grupos de alumnos.

4. Dificultades y dudas en el profesorado respecto al papel que debe otorgarse al nuevo medio:

a. Complicaciones para asumir un cambio de rol del profesorado durante el desarrollo de la clase y en los periodos intermedios. Parece que la experiencia nos indica que con Internet en las aulas el profesorado actúa más como guía de la búsqueda de conocimientos que como el emisor y exclusivo poseedor, junto con el libro de texto, de los mismos.

b. Como lo que ofrece la Red, no es nada por sí mismo, ni tiene demasiado sentido fuera de una actividad que incorpore su uso, que esté diseñada previamente a la visita a la Red, y sea aprovechada en un trabajo posterior. Esta falsa expectativa produce frustración y descrédito del medio, por lo que produce actitudes negativas del profesorado respecto al uso escolar de la Red en horas lectivas.

c. El profesorado que debe incorporar el uso de las nuevas tecnologías a su práctica pedagógica plantea sus serias dudas sobre el tipo de aprendizaje que éstas pueden llegar a fomentar en sus alumnos. Su metodología de trabajo, la presentación activa y atractiva de los contenidos y el alto nivel de independencia por parte del alumno en su proceso de aprendizaje hacen que el profesorado, efectivamente, dude de la calidad del aprendizaje que hasta nuestros días se conseguía por otros medios pedagógicos. En este sentido, muchas veces se contrapone el uso de las nuevas tecnologías con aspectos como el esfuerzo, el estudio personal, la falta de calidad en las evaluaciones al final de un proceso educativo, etc.

Es habitual que en muchas ocasiones los estudiantes estén más familiarizados con la navegación que los mismos profesores. Esta cuestión, independientemente de la inseguridad que suele crear en los docentes que ven como sus alumnos son más expertos que ellos mismos en el manejo del ordenador, también ofrece otros problemas importantes. Nos referimos a la visión que los jóvenes tienen de lo que les ofrece la Red y que suele estar ligada a la novedad, a la vertiginosa velocidad en las secuencias de "clics" y en la costumbre de buscar y encontrar un tipo de contenidos que no suelen tener relación con lo que pueden considerarse conocimientos escolares. Ello significa que el profesorado debe de procurar que el alumno entienda que hay diversos tipos y formas de utilización de Internet y que la que debe utilizarse en clase, sin necesidad de ser aburrida, exige más lentitud de navegación, más espacio para la lectura, y, sobre todo, un replanteamiento de intenciones educativas y de objetivos didácticos al respecto.

 

USOS Y ACTUACIONES DEL PROFESORADO CON INTERNET

¿Cual es el papel del profesorado en estos momentos y como se adapta a los cambios que imponen la proliferación de las nuevas tecnologías?

Nos encontramos frente a una situación compleja, a la que los estudios anteriormente aludidos aportan datos que nos permiten comprobar de una manera más directa la realidad actual y hacen posible pensar más detalladamente en las líneas de actuación didáctica que se hacen necesarias hoy en día pero también en muchos casos confirman las dificultades que se han enumerado anteriormente.

Una primera aproximación a la formación del profesorado pone de manifiesto que gran parte de los docentes no tiene una preparación alta en el uso de Internet y, en general de las nuevas tecnologías. Algunos, incluso se muestran reacios a experimentarlo por la desconfianza y su confesable falta de destreza en el medio. Y de lo que muchos profesores suelen tener poca o ninguna experiencia es en la utilización de las nuevas tecnologías en el aula con los alumnos. De esta manera en las prácticas educativas que se ponen en marcha con el alumnado, se limitan a dar indicaciones sobre los lugares que deben visitarse o dejarlos que navegaran ellos mismos para ver qué partes de las páginas aprovechan para su estudio y aprendizaje personal.

Pero si de la opinión entre el profesorado parece deducirse que el nivel de destreza que se observa en el uso de la informática suele ser escaso, los datos actuales ponen de manifiesto que una mayoría de profesores y profesoras suelen utilizar el correo electrónico y, el porcentaje de uso de Internet, de manera habitual, llega casi al 80% [10] .

Se puede considerar al profesorado actual como un estrato que, a pesar de tener un conocimiento escaso de Internet, ya ha incorporado a su quehacer algunas aplicaciones básicas, fundamentalmente, la del correo electrónico y las búsquedas en algún explorador de la red de redes.

A partir de estas observaciones puede suponerse que una parte del profesorado está constituido por profesionales abiertos a la incorporación de estos nuevos medios, aunque no cuenten con una experiencia y destreza importante, y sean reacios a incorporarlo, de manera poco segura, en sus formas habituales de proceder como docentes. Podemos reconocer al profesorado actual como capaz de definir su dominio del recurso como de un nivel bastante elemental y centrado en el uso de pocas aplicaciones (procesador de textos, explorador de la red y programa de correo electrónico). El uso del ordenador para comunicarse y navegar por la red no es intenso ni frecuente, pero sería suficiente, desde nuestro punto de vista, para utilizar la mayoría de programas que encontramos en la red.

También hay que destacar la existencia de un grupo de profesores que se pueden calificar de nivel medio, que suelen participar en iniciativas didácticas que destacan más que por su destreza técnica, por su actitud. Y lo más importante es que existe esta actitud abierta a la incorporación de estos medios a su labor profesional. En estos casos, a pesar de esta buena disposición, manifiestan de forma general la falta de suficiente preparación para poder integrar estos medios de una manera satisfactoria en las clases. Se plantea la necesidad de que los docentes tengan una formación previa para poder integrar las nuevas tecnologías en la acción didáctica, sin considerar necesario tener un nivel de experto.

Otro ámbito a considerar en el uso de Internet por parte del profesorado y del alumnado de secundaria y su incorporación en el práctica cotidiana de las clases es que presenta diversas tipologías de utilización. Desde las que van directamente a trabajar temas que se tratan desde las indicaciones que marcan los currículums oficiales, hasta aquellas que utilizan los recursos de Internet como complemento a alguno de las temáticas que tienen programadas en sus clases.

Respecto a los materiales que el profesorado suele emplear en su enseñanza, los datos [11] indican que la gran mayoría considera el libro de texto como su principal recurso. Tan sólo encontramos un pequeño porcentaje utiliza alguna vez webs educativas en sus sesiones de clase.

La utilización de Internet en las aulas se encuentra con problemas de actualización de los equipos y en otros casos aparecen nuevos problemas. El diseño que tienen algunas páginas web hace que no "corran" bien por determinados equipos, y ello por diversas razones: por los sistemas de prevención de invasión de virus (escudos) que hay instalados en algunos centros; por la exigencia del programa de contar con ordenadores con un grado no exagerado pero necesario, de modernidad; y por la lentitud de las conexiones en los centros, sobre todo cuando hay más de quince o veinte ordenadores conectados simultáneamente. Algunos diseños no ayudan a quitar esta sensación de mal funcionamiento y convierten algunas clases en largas esperas y continuos bloqueos. Esto hace pensar al profesorado que sin unas infraestructuras informáticas de última generación es imposible trabajar con Internet y, con todos los alumnos de un grupo.

Algunas de las incidencias y de las dificultades que marcan y que sin duda tienen su efecto en el momento de introducir el uso de Internet en las clases nos permiten resumir los problemas más evidentes a partir de las actitudes del profesorado en los siguientes puntos:

  • La mayoría de profesores tienen pocos conocimientos de páginas web. Si bien es cierto que todos dedican un tiempo de formación personal sobre las páginas antes de enseñarlas a los alumnos, éste no suele ser suficiente como para conocer el recurso a fondo y aprovechar todos los aspectos que allí existen.

  • La programación didáctica del profesorado suele estar bastante decidida y establecida por la administración educativa. Debido a ello las experiencias didácticas realizadas con Internet son acciones puntuales y, raramente forman parte de un proceso de enseñanza y de aprendizaje propiamente dicho.

  • El acceso al espacio virtual es bastante complicado en la mayoría de centros, porque los equipos informáticos no disponen muchas veces de la capacidad necesaria para abrir todas las aplicaciones informáticas que muchas páginas requieren.

 

OPINIONES DEL PROFESORADO SOBRE LA UTILIZACIÓN DE INTERNET COMO RECURSO EDUCATIVO

El profesorado considera que los recursos de Internet tiene una evidente utilidad educativa. [12] Pero la inmensa mayoría los consideran muy interesantes como material complementario. Y solamente un porcentaje bastante más reducido considera que también son útiles para el autoaprendizaje de los alumnos.

¿Qué se valora por parte del profesorado de un recurso como Internet para el proceso de enseñanza-aprendizaje? Los términos más repetidos por el profesorado para calificar la actitud del alumnado ante páginas web son motivación, interés, implicación y atracción.

Otros aspectos se refieren a que facilita una gran cantidad de materiales, bien organizados, que sería muy difícil que un profesor preparase por su cuenta. Una mayoría indica que lo ve positivo ya que el alumnado lo recibe muy bien y le motiva el trabajar con el ordenador.

Los profesores consideran, también de forma mayoritaria, que los materiales pueden favorecer una mayor participación del alumnado, especialmente aquel que es menos activo y trabajador en las clases "normales" aunque el tema de la eficacia del aprendizaje resulta más difícil de determinar.

Pero se cree que la mayor implicación del alumno no está exenta de posibles nuevos problemas porque el trabajo con Internet presenta el peligro de que algunos alumnos realicen recogidas que abrumen con datos e informes no originales tratando de suplir la actividad fundamental de reflexión, síntesis, valoración y reformulación personal. Y ello ocurre porque el alumnado también carece de estrategias de aprendizaje específicas para este medio, porque en la enseñanza tradicional no las necesitan tanto.

En resumen, conciben Internet como una importante fuente de recursos educativos (sobre todo documentales), que es muy atrayente para el alumnado, pero que es un recurso totalmente complementario a los que ya utilizan; que tiene muchas posibilidades para la preparación de la docencia y en, algún caso, puede ser utilizado en las mismas sesiones de clase; y, además, aporta el diseño de actividades de carácter complementario a las que se hacen en las aulas. Se considera que es un recurso didáctico de gran interés para todas las áreas curriculares, debido a que es un elemento atrayente, que apoya fácilmente la enseñanza formal, complementando las clases teóricas.

También es unánime el pensar que es un recurso muy difícil de utilizar en el marco de las clases y encontramos la sensación de estar trabajando con un medio relativamente hostil y que ofrece bastantes dificultades a pesar de que cualquier profesor o profesora puede navegar por la red sin dificultades.

Un porcentaje no despreciable del profesorado no sabe cómo pautar la actividad y cómo controlar la dinámica de las clases. Con demasiada frecuencia se sienten perdidos y sin saber cómo reconducir las situaciones problemáticas que se producen, muchas veces por el funcionamiento deficiente de la red o de los equipamientos. El alumnado participa igualmente de las mismas rutinas codificadas, y quedan tan desconcertados como el profesorado ante propuestas abiertas.

Los profesores suelen ver estos materiales como muy interesantes, pero no saben qué hacer con ellos en el aula. Suelen rechazarlos y no los incorporan totalmente a su práctica aludiendo a razones técnicas, que existen, pero en el fondo manifiestan inseguridad ante un territorio que no controlan.

Trabajar los temas con este tipo de recursos exige muchísimo tiempo para tratar un solo tema "ya que se pierde mucho tiempo hasta encontrar lo que se busca y que la mayor parte de la clase siga el ritmo" y consideran que para trabajar con recursos de Internet no siempre existen las infraestructuras adecuadas en los centros.

También es cierto que muchos profesores señalan que es posible superar las dificultades y utilizar la web si se adoptan algunas prevenciones y si se resuelven algunos problemas.

Resulta mucho más decepcionante comprobar la simplicidad de las medidas que el profesorado propone para superar las dificultades: más formación y mejores máquinas. No deja de ser una respuesta previsible y esperada y, por supuesto, acertada. Pero, según la visión que hemos adquirido de la relación con el profesorado que introduce Internet en su acción didáctica, una formación específica y una renovación del parque de ordenadores no constituirían suficientes medidas para resolver de manera eficaz algunas de las dificultades.

Otra opinión muy generalizada es aquella que solicita una distribución de los contenidos más acorde con las materias y los programas escolares. Muchas propuestas coinciden en el deseo de escolarizar más los recursos de Internet. O lo que es casi lo mismo, que los contenidos estuvieran orientados a la preparación, trabajo o ampliación de temas curriculares. Existe, por lo tanto, un acuerdo muy mayoritario del profesorado en la línea de querer acercar más los contenidos virtuales a sus materias y a su utilización en los temas de estudio que trabajan con sus alumnos.

 

A MODO DE CONCLUSIONES

Las primeras conclusiones que permiten avanzar los estudios que tratan la introducción de Internet en los centros educativos coinciden en señalar que con el grado de implantación y la estructura actual, Internet es un recurso que ayuda a los profesores a mejorar lo que ya estaban haciendo hasta ahora. A partir de esta constatación nos centramos en detectar los elementos básicos sobre los que plantearse posibles soluciones:

1) Internet no ha entrado todavía en las aulas y poco en los centros escolares. El profesorado no ha incorporado, de manera normalizada, este nuevo medio en sus actuaciones docentes. Es cierto que gran parte del profesorado utiliza hoy en día ordenadores, con mayor o menor grado de soltura, pero los emplea no para la docencia directa. Ni las instalaciones todavía deficientes en muchos centros docentes, ni lo que hoy ofrece Internet, favorece una utilización de este recurso de forma habitual y normalizada por parte del profesorado con sus alumnos. Pero lo más determinante es la dificultad objetiva que conlleva integrar este tipo de actividad en la tradición o cultura pedagógica de nuestro profesorado.

2) Por otra parte lo que predomina en la actuación del profesorado en clase en el momento de introducir Internet es una actitud bastante pasiva y algo acomplejada ante lo que se supone que la red de redes puede ofrecer y lo que se supone que saben hacer los estudiantes. El hábito, mayoritario en el profesorado, de emplear como apoyo, casi único, el libro de texto hace que Internet tienda a concebirse como "otro libro de texto" y se supone que los alumnos, que manifiestan mayor destreza en el uso de este medio, harán lo mismo que cuando consultan el libro de texto. Pero esto no puede ser así por la propia estructura de la Red, y porque no existe, todavía, un espacio en Internet especializado en educación.

3) Todo ello explica las dudas razonables manifestadas por el profesorado sobre los aprendizajes que es posible conseguir, la dificultad que supone este medio tan inmaduro en sus contenidos en la tradición docente actual y que comportaría, si se quiere introducir y normalizar Internet en la acción educativa, un cambio muy importante de cultura didáctica del colectivo docente que pasa por la implicación del profesorado en la creación y experimentación del nuevo lenguaje cibernético.

4) Otra cuestión que consideramos importante es el espejismo y, al tiempo, la tremenda expectativa que, entre el profesorado, crean las nuevas tecnologías, y especialmente Internet. El profesorado no duda en pronosticar un futuro que augura una presencia de este medio en los centros educativos. Pero, al tiempo, se queda bastante paralizado a la hora de incorporarlo. En la situación actual, y ante los recursos especializados que existen en la Red, el profesorado no se imagina como trabajar con el medio y, por el momento, lo considera solamente como un recurso muy complementario.

 

BIBLIOGRAFÍA

GRUP DIGHES: Uso de Internet en la Educación Secundària: Informe sobre Educalia Secundaria. Barcelona: Universitat de Barcelona, octubre 2003.
Informe OCDE 2003 http://cent.uji.es/octeto/node/view/536 (octubre de 2003)
MEYNAC, J-P: Internet et l'enseignement de l'histoire Reflexions d'un Clionaute (Consulta agost 2003) http://www.clionautes.org/spip/article.php3?id_article=219
PIC. La escuela en la sociedad red. Internet en el ámbito educativo no universitario. Informe de investigación. 2 Vol. UOC-BOFILL. Barcelona, març de 2004. http://www.uoc.edu/in3/pic/cat/pic3.htm
PRATS, J.; "Internet en las aulas de educación secundaria". en: Iber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Número, 29. Barcelona: 2002
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PRATS, J.; "Internet en las aulas de educación secundaria". en: Iber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Número, 29. Barcelona: 2002

 

NOTAS

[1] .- J. Prats. Internet en las aulas en: Iber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Número, 31. Barcelona: 2002. Págs. 14
[2] .- Ibidem Pág. 15
[3] .- PIC. L'ESCOLA A LA SOCIETAT XARXA. Internet en l'àmbit educatiu no universitari. Informe de recerca. 2 Vol. UOC-BOFILL. Barcelona, març de 2004. http://www.uoc.edu/in3/pic/cat/pic3.htm
[4] .- Ref. GRUP DIGHES. Uso de Internet en la Educación Secundària: Informe sobre Educalia Secundaria. Barcelona: Universitat de Barcelona, octubre 2003.Estudio realizado con el patrocinio de la Fundación La Caixa. El grupo que realizó el estudio estuvo integrado por: J. Prats (dir.) F. Esteban (coord). T. Trepat, Yoli Insa, y M. Albert (Universidad de Barcelona). J.M. Cuenca (U. Huelva); J.M. Martínez (U. Almería). R. López Facal (IES Pontepedriña y U. Santiago), M.I. Vera (Universidad de Alicante). M.Sánchez Agustí y M. de la Calle (U. Valladolid)
[5] También participaron en el estudio docentes pertenecientes a otras áreas curriculares como Ciencias naturales, Tecnología, Lengua y Literatura, Matemáticas etc.
[6] Más del 80% de los centros dispone de conexión permanente de banda ancha (79,5% mediante
ADSL). Los centros públicos disponen de una ratio más baja (11,35). PIC: La escuela en la sociedad red. Internet en el ámbito educativo no universitario. Informe de investigación. Documento de síntesis. Barcelona, UOC-BOFILL., març de 2004. Pág. 32. http://www.uoc.edu/in3/pic/cat/pic3.htm
[7] 68% usan XTEC en el caso de Cataluña. PIC: La escuela ... pág. 32
[8] Según la OCDE España está en la cola de recursos TIC comparando con Europa. Informe OCDE 2003 http://cent.uji.es/octeto/node/view/536 (octubre de 2003)
[9] Solo un 10% tienen uno o dos por aula. PIC: La escuela... pág. 32
[10] GRUP DIGHES. Uso de Internet en la Educación Secundària: Informe sobre Educalia Secundaria. Barcelona, Universitat de Barcelona, octubre 2003, pág. 37
[11] El 90% considera el libro de texto como su principal recurso. De este porcentaje, un 42% lo utiliza casi como el único recurso, un 38% lo complementa con materiales de elaboración propia (transparencias o materiales fotocopiado), y solamente un 14% responde: "pasar de vez en cuando" videos (películas y documentales)GRUP DIGHES: Uso de ...pág. 40.
[12] Así lo indica el 98% de respuestas en la entrevista realizada. Grup DIGHES, pàg. 40.