Fuente: El País.

Tercer día de juicio del caso Romanones, en que se investiga abusos sexuales a un joven granadino entre el 2004 y 2008 por parte del padre Román Martínez, presunto líder de un clan de siete sacerdotes y dos seglares para el que la fiscalía pide nueve años de cárcel y una indemnización de 50.000 euros para el denunciante, que ha ratificado los abusos este miércoles ante el tribunal de la Audiencia de Granada. El joven, que ahora tiene 26 años y contaba con 14 en el periodo del caso, se ha sentado esta mañana en el banquillo junto al padre Román, a quién denunció en el 2014 por supuestos abusos sexuales en un caso que llegó hasta el papa Francisco, que exigió la «retirada inmediata de los involucrados». El joven denunciante llegaba este miércoles a primera hora de la mañana a los juzgados de la Audiencia de Granada, evitando mostrarse ante los medios de comunicación. Una vez entraba en la sala de la Sección Segunda, ‘Daniel’ se derrumbaba en el momento de reconstruir los hechos y ver a su lado, en el banquillo, al párroco que le había acompañado desde que tenía siete años: “Era como pertenecer a una secta cerrada y virulenta. No me callo por miedo a que otros puedan sufrir lo mismo que yo (…); llegué a perder toda mi voluntad porque entendía que debía hacer lo que el padre Román me decía”, explicaba ante el tribunal.

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