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22-10-2020

Nuevo convenio entre la Universidad de Barcelona y la Fundación MAVA para mitigar la electrocución de aves

Fotografía: Equipo de Biología de la Conservación (UB-IRBio)

Cerca de 39.000 pájaros mueren electrocutados cada año en todo el territorio estatal —unos 3.000 en Cataluña—, pero estas cifras podrían ser aún superiores. La mayor parte de aves afectadas por la electrocución están protegidas por la ley y son especies muy amenazadas, como el águila imperial (Aquila adalberti), el águila perdicera (Aquila fasciata), el milano real (Milvus milvus), el alimoche (Neophron percnopterus) y el buitre negro (Aegypius monachus). En algunos casos, los accidentes por electrocución son la principal causa de mortalidad —el 61 % de las muertes del águila perdicera en Cataluña, por ejemplo— y ponen en peligro el futuro de muchas poblaciones en el medio natural.

La electrocución de aves en líneas eléctricas es un grave problema global de conservación que afecta a millones de aves tanto en países desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo. El problema radica en la existencia de líneas aéreas de distribución de corriente eléctrica que presentan diseños peligrosos, ya que los que son más seguros —y con el mismo coste económico— no provocan episodios de electrocución de aves.

Implementar los protocolos para mitigar la electrocución de aves en Cataluña y así reducir la elevada mortalidad de varias especies es el objetivo principal del nuevo convenio firmado entre la Universidad de Barcelona y la Fundación MAVA. Creada en Suiza en 1994 por el prestigioso ornitólogo y filántropo Luc Hoffmann, esta entidad nació para impulsar diversos programas estratégicos de conservación de la naturaleza en todo el planeta.

El convenio estará coordinado por Joan Real y Antonio Hernández-Matías, investigadores de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, ambos miembros del Equipo de Biología de la Conservación de la UB. Este grupo investigador, dirigido por el profesor Joan Real, tiene una destacada trayectoria científica de más de treinta años de trabajo en colaboración con administraciones, compañías eléctricas y organizaciones conservacionistas para paliar esta problemática. Este amplio conocimiento técnico y científico ha permitido identificar las especies más afectadas y las áreas concretas con mayor impacto por electrocución, así como priorizar aquellos soportes que causan más mortalidad en esos espacios críticos.

«Mediante los protocolos desarrollados, es posible actuar sobre aquellas áreas donde existe el problema —y concretamente, sobre los soportes más peligrosos—, lo que permite optimizar los recursos humanos y económicos en las tareas de mitigación, y así lograr una mayor eficacia de las acciones dirigidas a la conservación de las especies», explica Joan Real, que es miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales UB.
 
Proteger las aves amenazadas por la electrocución en el Mediterráneo

El proyecto, cuyo eje geográfico será el territorio de Cataluña, quiere ser un ejemplo del modelo de estrategia más eficiente para implementar protocolos, mitigar la electrocución de aves y transferir los conocimientos pertinentes a los sectores más interesados. Por ello, esta iniciativa no solo se propone mejorar el estado de conservación de las aves a nivel local. También quiere alcanzar una proyección internacional relevante mediante la divulgación y la transferencia de los protocolos y los métodos de corrección a gestores colectivos implicados en esta problemática en países del continente europeo, el Magreb, Turquía y Oriente Medio.

En ese contexto, el Equipo de Biología de la Conservación de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, establecerá dos grandes áreas demostrativas de trabajo donde haya especies gravemente amenazadas por riesgo de electrocución con líneas eléctricas.

En estas áreas, está previsto realizar un inventario de soportes eléctricos peligrosos, con el fin de proponer a las compañías eléctricas las acciones prioritarias que deberían emprenderse para corregir los puntos más críticos para las aves. Posteriormente, se validarán las acciones realizadas por todos los agentes implicados y se valorará el efecto positivo de las medidas en las poblaciones de aves afectadas.

En este plan de acción global, participan la Universidad de Barcelona y las entidades BirdLife International, UICN España, Euronatura, Vulture Conservation Foundation y varias asociaciones medioambientalistas de Grecia.

El convenio firmado hoy por la Universidad de Barcelona se enmarca en el proyecto de la Fundación MAVA —coordinado por BirdLife International— para reducir la mortalidad de aves migratorias y buitres en el Mediterráneo.

«La colaboración entre la Administración, los investigadores y las compañías eléctricas es clave para revertir este impacto tan relevante y contribuir así a preservar las poblaciones de aves como componentes esenciales de la biodiversidad», concluyen los profesores Joan Real y Antonio Hernández-Matías (UB-IRBio).
 
 


Fuente:PrensaUB