HERMANOS (II)

Permíteme, Elisenda, matizar y radicalizar tu reflexión con dos apuntes.

La historia de Caín y Abel es una historia de hermanos, y no de individuos distintos entre sí, entre los que tú incluirías, como ejemplo paradigmático, el caso de los hermanos. Si se tratara de dos individuos distintos sin más la historia no presentaría ningún problema o éste vendría bastante mitigado: dos amigos pueden dejar de serlo. Dos hermanos, no (a menos que uno termine con el otro).

No es una historia que ilustra la diferencia fundamental entre dos hermanos. Ahí se te escapa el matiz shakesperiano y bíblico del asunto. La historia nos habla del salto de una diferencia no asumida a la acción directa. Tú describes o reflexionas en torno a la causa pero el relato, que da la causa por supuesta, se centra en el efecto. Caín suprime a su hermano. El asesinato simboliza aquí de forma extrema el impulso, entre siniestro y abismal, por el que un individuo decide actuar realmente en perjuicio de su hermano.

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