De todas las creaciones conceptuales de Heidegger la más afín a nuestra humana condición es la Geworfenheit, que nombra la condición de estar o sentirse arrojado en el mundo, es decir, la de sentirse abandonado, como clama el infeliz Áyax en la tragedia de Sófocles.
No hay nada más doloroso que ser abandonado, nada más irreparable.
(Pero…, por qué te vas, por qué me dejas…)
Entrada anterior
PRECISIÓN
Siguiente entrada
DOS MUJERES PIADOSAS