PROMISCUIDAD

Para seducir a una mujer, un hombre le manda una canción que, hace tan sólo unas semanas atrás, le ha mencionado para referirle el deseo que le inspira otra. Promiscuo, reza el diccionario, es un término que se aplica a lo que puede usarse de dos o más maneras, con el mismo valor o resultado: a lo que es ambiguo o indiferente al fin. En la promiscuidad no gozamos de una multiplicación de la experiencia sino, tan sólo, de una exaltación de nuestro yo: no somos capaces de inventar nuevas palabras para cada persona (ni siquiera de sentir cosas distintas): siempre nos repetimos, pero qué más da, lo importante es que se nos escuche varias veces.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.