VIERNES EBRIO

Busco en la embriaguez, en la pura borrachera, alguna enseñanza útil, algún principio, alguna regla a seguir. Lo hago, claro, bebiendo, pero también por una vía más fácil, hurgando en los textos de algunos grandes borrachos, porque ya sé que cuando esté del todo ebrio no tendré la conciencia necesaria para anotar nada.

(Odiosa conciencia, ay, cómo quisiera acabar con ella. No puedo detenerla, me acosa como una señal telefónica trabada en el punto de espera, no se termina nunca.)

Leo un poema de Elizabeth Bishop, que era una gran borracha, pero su lucidez se apaga poco antes del final, when she is half drunk. Busco frenéticamente en otras fuentes y encuentro un Chant d’Ivresse de Mallarmé, un poema exótico que habla de España, de mujeres oscuras y boleros.

[…] De mes baisers, sans frein
Frémit, Minette,
Oh! qu’il est beau ton corps
Quand d’amour tu te tords! –
Lá – prends ta castagnette
Et danse encor!
Danse, danse, ó brunette,
Un boléro

Un Mallarmé voluptuoso y hasta procaz. Pero no quiero saber de cuerpos brunos ni de minetas…

Oh, qué decepción, qué humillación siento, qué oscuro está todo a mi alrededor.

[…] To meet tomorrow, and afterwards,
And the usual pain, like dysentery.
(Larkin)

¿Adónde voy ? Huyo hacia atrás en el tiempo y me doy de bruces con letras de canciones para adolescentes –¿por qué no puedo ser más elocuente, por qué estoy tan torpe?– y oigo la voz cantarina de la Bersuit Vergarabat que le pide a su amada:

[…] quisiera arrancarte un día
y morirme en un telo con vos, […]

(No tendrás esa recompensa, infeliz. Morirás solo.)

Y la Bersuit añade:

Ya ha pasado mi hora,
quién robó mis años,
cambio a toda esta familia
por un segundo con vos,
si te veo ahora,
aunque termine en un hospicio,
tomo una botella
y juego a la botellita con vos…

(La botellita era un juego erótico muy excitante que jugabas de chico en Buenos Aires.)

Agarro entonces la botella medio vacía y la hago girar como una ruleta de cristal sobre el pavimento y espero ansioso a que salga mi suerte, que la botella se pare apuntando hacia mí. Será mi reparación; pero todo es en vano: la botellita tiembla y cuando detiene su giro la boca apunta al vacío.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.