Leo en una antología de textos de los estoicos una máxima de Epicteto:
Eres un alma que mantiene a un cadáver.
y entiendo que la fórmula contiene una inversión, mejor dicho, una jerarquía invertida entre el cuerpo y el alma; y pienso que para que esa inversión tenga sentido, el alma que la ejecuta ha de estar emancipada; de alguna manera tiene que estar fuera del cuerpo. La máxima encierra una regla oculta que aconseja a la inteligencia en la lectura. Le dice que leer consiste en encontrar la regla que está oculta en todo lo que se lee.
Vuelvo a la introducción del compilador, Eduardo Gil Bera, y leo en su breve relación de la vida de Cleantes que “Escribió despacio y mucho, pero todo se ha perdido. De escribir deprisa y poco, quizás hubiera pasado lo mismo”.
Es una observación de sentido común que, sin embargo, traza nítidamente una regla; pero además revela que el alma estoica de Gil Bera también está emancipada.