Los dioses han dispuesto que pase el fin de semana hurgando en los vericuetos de la forma chacona (que tanto se parecen a los de mi alma dolida) con la ayuda de esta asombrosa e inagotable tecnología.
Sursum corda!
Entrada anterior
UNA MIRADA PESIMISTA
Siguiente entrada
DE CUYO NOMBRE NO QUIERO ACORDARME