Paseo de Gracia

Tras el derribo de las murallas, y a partir del proyecto de Cerdà (1859), la ciudad organizó un ensanche entre el casco antiguo y los pueblos agrícolas de la llanura. Poco a poco, la burguesía fue construyendo sus residencias en esta «ciudad nueva», lo que potenció el carácter residencial de élite de las calles próximas al paseo de Gracia. A eso contribuyeron edificaciones como el palacio Samà, en el cruce con la Gran Via, proyectado por el arquitecto Josep Oriol Mestres en 1868 (derribado en 1936).

A la izquierda se ve una parte de la plaza de Cataluña y en la calle del paseo todavía se pueden observar las vías de la primera línea de tranvías de Barcelona, inaugurada en 1872.