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Diferentes autores (Öhman, 1981; Beck,
Andrasik y Arena, 1984; Polaino, 1983; Huesmann, 1982)
destacan, entre las cualidades de la investigación con
análogos experimentales su capacidad para generar
modelos del comportamiento psicopatológico, el grado de
control de variables extrañas que permite, la
posibilidad de probar hipótesis y construir teorías; es
decir, su elevada validez interna.
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