3.3.2. Los you-are-here-maps

Como ya se ha comentado en algún que otro momento, vivimos en entornos cada vez más complejos, tanto desde el punto de vista estructural como del informacional. La orientación por ese espacio requiere cada vez más de elementos y herramientas de orientación. En este sentido, los mapas de ubicación "Ud. se encuentra aquí" o You-Are-Here-Maps son una importante y profusa herramienta para la navegación por espacios interiores y también exteriores.


A pesar de que su uso es muy extendido, uno de los principales problemas es que la gente tiene serias dificultades para trasladar la información de los mapas a sus esquemas cognitivos y, en consecuencia, tiene dificultades para seleccionar herramientas efectivas de desplazamiento por el espacio. En un estudio llevado a cabo por Marvin Levine (1982, 1984) se analizaron diversos mapas de ubicación y se descubrió que, partiendo de algunas consideraciones previas, la incorporación de pequeños detalles muy simples podían mejorar extraordinariamente la eficacia de los mapas. Estas características o consideraciones son básicamente tres:

Un primer problema para el usuario se deriva del apareamiento o correspondencia estructural (structural matching), es decir, la necesidad de establecer correspondencias entre puntos del entorno con sus respectivas representaciones en el mapa. Técnicamente, dos puntos conocidos e identificados, tanto en el mapa como en el terreno, han de proporcionar la mínima información necesaria para que una persona pueda relacionar un objeto del entorno con su correspondiente símbolo en el mapa.

Así, los elementos a reconocer en el mapa tendrían que parecerse más a la realidad de lo que realmente se parecen ya que en la mayoría de ocasiones se recurre a mapas excesivamente esquemáticos o que utilizan perspectivas aéreas o modos de representación técnicos (mapas de aparejadores o arquitectos, por ejemplo).

Una segunda forma de generar correspondencia entre los puntos del mapa y la realidad tiene que ver con la posición asimétrica del mapa. Efectivamente, situando el mapa en un lugar que presente una perspectiva asimétrica del entorno real permite un mejor rastreo visual y una mayor localización de los puntos de referencia. Como ejemplo, y en términos generales, es mejor colocar un mapa de localización en una esquina que ante la fachada de un edificio.
 

Por último, es necesario tener en cuenta la orientación del mapa, de tal manera que haya una correspondencia directa entre ésta y los puntos cardinales en el terreno. Aunque la colocación ideal de un mapa, pues, sea paralela al suelo (de forma que el norte del mapa coincidiese con el norte real), muy a menudo el diseño espacial solo permite la colocación perpendicular al suelo (colgado, por ejemplo, de una pared). En este caso debe respetarse la equivalencia forward-up por la cual lo que esta delante de nosotros en el terreno ha de coincidir con lo representado en la parte superior del mapa. Diversos estudios han demostrado que un giro de 90º del mapa de localización rompe con esta equivalencia y deja completamente desorientada a la persona.

 

 

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