4.6. Las actitudes ambientales

Uno de los conceptos más arraigados en psicología es el de actitud. La cuestión de su correspondencia con la conducta es una de las polémicas que más aportaciones ha motivado. Con frecuencia se habla de actitudes para referirse a diferentes cosas. 

Para mencionar algunas de sus proximidades conceptuales, conviene precisar su diferencia con respecto a los valores, a las creencias y a las opiniones. 

Por un lado las actitudes ambientales han sido entendidas como:

la preocupación o el interés por el ambiente, sentido que se solapa con los índices de calidad ambiental subjetivos como los PEQI's (punto 2 de este tema), y que ha originado la creación de escalas como la Environmental Concern Scale (ECS) o Escala de Preocupación Ambiental (EPA) de Weigel y Weigel (1978), para medir la actidud hacia la conservación del medio ambiente.

Podeis ver la adaptación española de la ECS que realizaron Aragonés y Amérigo (1991)

Por un lado las actitudes ambientales han sido entendidas como:

la preocupación o el interés por el ambiente, sentido que se solapa con los índices de calidad ambiental subjetivos como los PEQI's (punto 2 de este tema), y que ha originado la creación de escalas como la Environmental Concern Scale (ECS) o Escala de Preocupación Ambiental (EPA) de Weigel y Weigel (1978), para medir la actidud hacia la conservación del medio ambiente.

Podeis ver la adaptación española de la ECS que realizaron Aragonés y Amérigo (1991) 

 

Por otro lado estan el resto de aportaciones, centradas en estímulos de carácter ambiental, y que deben su elaboración a partir de las concepciones clásicas de la actitud, a saber:

-modelo unidimensional

-modelo tridimensional 

-modelos de expectativa-valor


El concepto de actitud supone, por tanto, una dimensión valorativa, ya que es, en definitiva, la evaluación del estímulo (entornos, personas, situaciones, etc.,) la que predispone las acciones relacionadas con el objeto de actitud (Eiser, 1994), en este caso el ambiente. De los diferentes modelos que han explicado el concepto de actitud, veamos dos de los más destacados:

-modelo tridimensional creencia 

-teoría de la acción razonada

Sin desmerecer su importancia, algunas observaciones críticas aplicables a las diferentes concepciones de las actitudes ambientales son la poca correspondencia entre actitudes y comportamientos, aun a pesar de los modelos de expectativa-valor revisados; la insuficiente claridad de la estructura teórica del concepto y sus dimensiones; además de la dificultad de su medida, así como la comparación entre diferentes resultados. 

También es importante destacar lo que algunos autores, como Iñiguez (1996), han hecho notar respecto a la, con frecuencia en exceso, concepción demasiado individualista del concepto de actitud, sobre todo en las estrategias dirigidas al cambio de actitudes y la promoción de comportamientos proambientales. En este sentido, cabría recuperar, revisar y aplicar las tradiciones teóricas más "sociales", como los modelos teóricos referentes a la influencia social, las relaciones de poder, las representaciones sociales del ambiente, etc.

Algunas de estas observaciones permiten comprender precisamente la propia evolución de este ámbito de estudio de la psicología ambiental. Esto es, la cada vez mayor insuficiencia explicativa de los modelos iniciales han dado paso a entender la preocupación ambiental y el interés por el ambiente como lo que Hernández y Hidalgo (1998) denominan una "constelación de actitudes que representan la adhesión a una nueva visión de las relaciones entre el ser humano y el ambiente" más conocido como Nuevo Paradigma Ambiental (NPA).

 

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