6.3. Funciones del espacio personal

Diversas son las funciones que podemos atribuir al espacio personal:

REGULACIÓN SOCIAL
El hecho de que hayamos podido establecer unas tipologías de distancias más o menos consensuadas entre las personas que interactúan, hace pensar que este tipo de fenómenos tienen un fuerte componente cultural y que son aprendidos en los procesos de socialización (los niños y niñas no utilizan el espacio personal como los adultos). Ello nos lleva a considerar que el espacio personal se adquiere a través del aprendizaje social y que, convertido en norma social,  a través de él las personas aprenden a establecer interacciones sociales confortables y ajustadas a cada contexto, contribuyendo pues al funcionamiento de la sociedad.
 
      
AUTOPROTECCIÓN
Normalmente se asocia el espacio personal al control de amenazas para la persona. Sin embargo, esta apreciación se deriva más bien de una traducción al comportamiento humano de fenómenos observados desde la etología que al hecho de que estemos siempre entre la disyuntiva de huir o atacar cuando nos relacionamos con nuestros semejantes. A pesar de ello, no podemos negar que nuestro arousal se activa cuando alguien se acerca más de la cuenta, ni que un adecuado mantenimiento del espacio personal reduce situaciones de ansiedad social o estrés. Ello lo veremos con más detalle al hablar del hacinamiento. Por el momento baste decir que un espacio personal adecuado permite establecer interacciones en las que la persona pueda sentirse segura y confortable y, como decía Altman, establecer una buena regulación de la privacidad
COMUNICACIÓN
El propio Hall consideraba el espacio personal como una forma de comunicación no verbal. Efectivamente, en función de la distancia que mantengamos con nuestro interlocutor ofreceremos más o menos información y podremos comunicarnos con él de manera más o menos efectiva y ajustada a la situación. En general las distancias cortas sugieren un interés de la persona por continuar la interacción mientras que distancias mayores suelen ser interpretadas como un deseo de evitar la interacción o sugerir interacciones de carácter más formal.

 

 

 

Obsérvense estos dos momentos de una rueda de prensa en octubre de 2008 con Silvio Berlusconi, Nicolás Sarcozy y Ángela Merkel. Los juegos de miradas y la disposición corporal delatan como el espacio personal juega un importante papel también en la política y en los políticos.

 

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