La detección de fuentes sismogénicas (fallas activas) implica un análisis regional, basado principalmente en la observación geomorfológica, estructural y sismológica (instrumentales e históricas). Nuestro grupo es conocido por adaptar metodologías a zonas de deformación lenta donde, debido a los efectos de la erosión, los indicadores geomorfológicos son poco visibles. Las fallas de estas zonas deben analizarse a larga escala temporal para obtener historias sísmicas representativas. Una vez detectadas las fallas más activas realizamos, si cabe, un análisis paleosismológico a partir de la geomorfología detallada y mediante la excavación de zanjas (trincheras paleosismológicas). La descripción de la fuente sísmica incluye los siguientes parámetros:

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Nuestros objetivos principales son:

  1. reducir los huecos de información todavía existentes en el laboratorio natural de la Cordillera Bética Oriental (EBSZ) considerando transectos enteros de falla, estableciendo con mayor precisión las tasas de deslizamiento representativas y las geometrías de falla en profundidad.
  2. poner a prueba y adaptar las metodologías desarrolladas en la EBSZ para caracterizar las fuentes sísmicas del Baix Ebre (muy relevante para la seguridad de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós) y el Alt Pirineu.

Colaboraciones:

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