Historia (1) – (1) Educació

19-10-19 Liga

 

Alineación (Educació): Fernando «Fer» (p), Joan Sánchez, Andrés, Rafa, David Alcaide, Patrick, Sergio, Juan Camilo, Basti, Nacho, Sergi Gil, Hugo, Manolo, Juan Escanciano, Cristian, Jordi Vendrell, Antonio, Mario y Joel.

 

 

Jorge Luis Borges dijo una vez que “la literatura es orden y aventura”. Luego, Menotti el Flaco lo parafraseó para afirmar que el fútbol también lo es. Quizá sea una particular alquimia de orden y aventura lo que le da al fútbol su grandeza.

 

En el encuentro de Historia y Educació hubo ambas cosas por parte de ambos equipos. Aunque tal vez los primeros pusieron más orden, y los segundos, más aventura. Como es habitual, Historia estuvo impecable en posicionamiento, transiciones y juego por bandas, pero su centro del campo brilló menos de lo habitual por la buena labor de Educació en esa tierra de nadie: Juan Escanciano, Basti y Hugo como más destacados en ruptura del juego rival. En cambio, los educadores, que salieron más conservadores, fueron ganando en aventura con el paso de los minutos, casi abusando de romper la defensa contraria por la medular, con un Joel incansable y hábil y (en la segunda parte) un Mario incisivo, a los que se sumaron las subidas de peligro de Juan Escanciano, Basti, Jordi Vendrell, Cristian, Hugo, Antonio y Manolo, todos metiendo presión y peligro.

 

También se exhibieron ambas defensas. En concreto, la de Educació (Rafa, Joan y Andrés, Nacho y Sergi Gil) estuvo más ordenada que aventurera, más inspirada y contundente, excepto en un par de lances en que los medios defensivos no sacaron el balón a la primera y casi les cuesta un disgusto. Además, los laterales desbarataron casi todo el juego por bandas de Historia, y se ofrecieron en salidas de peligro, especialmente David Alcaide, pletórico, y Patrick, aventurero; más anónimas pero efectivas fueron las actuaciones de Juan Camilo y Sergio. Por último, la vital labor del portero de Educació merece comentario a parte…

 

Ya desde un intento inicial en las botas del punta Joel, Educació estaba disparando más a puerta (entre los palos o fuera), e incluso pudo obtener un tanto de fortuna tras un balón que cayó vertical y con mucho efecto ante el portero rival, que no calculó eso y le pasó por encima tras el bote para ir a rebotar en la base del palo y de nuevo en él para ir a córner… Jugada literalmente rocambolesca. Historia había amenazado menos hasta entonces la puerta educadora, pero se avanzó en un libre directo: el meta Fer hizo de gato y despeja en la escuadra, pero el balón lo caza por la derecha otro atacante que dispara cruzado al palo largo (min. 35); la jugada fue protestada por posible fuera de juego (“para el VAR”, dijo el árbitro, pero dio el gol). La igualdad era patente, y cristalizó enseguida: Educació ataca combinando desde medio campo, y el balón llega a Cristian, que da un pase final a Juan en la frontal del área grande; su disparo fuerte y con rosca, ajustado al palo, hundió la red, imparable (min. 36). Y ahí se acabó la fiesta…, pero solo la de los goles, porque hubo mucho más fútbol hasta el pitido final.

 

Si la defensa de Historia fue su argumento mejor, por parte de Educació lo fue su guardameta, Fer. Antes del descanso realizó un segundo paradón gatuno, y en la segunda parte, otros dos espectaculares: uno en la misma base del palo, otro a media altura. Además, estuvo preciso y acertado en sus saques y en sus salidas, aunque una le costó una falta y una tarjeta amarilla. Fer fue sin duda el garante del empate final.

 

En la segunda mitad, Mario salió y tuvo una ocasión tras irse bien del defensor, pero le pegó mordida y fue fácil de atajar. Entre otras ocasiones, una clara la tuvo tras un córner Andrés, que se queda con el balón en el área pequeña, pero también le pega mordida, y detiene el meta. Juan se desmarca por la derecha y envía largo al segundo palo, donde Joel entra al remate de cabeza y envía fuera por poco. Manolo aprovecha un error defensivo, roba el balón, se interna y pasa un balón de oro a la medular para Joel, cuyo disparo se estrella en el palo y regresa al portero ya batido (¡ufff!). Hugo disparó fuerte desde la frontal, pero se fue un poco arriba. Inexplicablemente, el árbitro cortó un contrataque de Educació en línea de tres cuartos: hubo falta, cierto, pero el balón lo tenía Educació de cara a puerta ¡y con superioridad numérica...!  Ya cerca del final, Joel se va de un defensor y se interna por la derecha, sortea al central casi en línea de meta, a tres metros de puerta, pero su pase de la muerte, que esperaba Patrick bien armado y solo, es rozado por otro defensor cerca del palo, que desbarata otra clara ocasión de gol.

 

También Historia desperdició un número semejante de ocasiones, un par de ellas claras candidatas a gol. El empate final no permitió afirmar qué tipo de alquimia de “orden y aventura” ofrece más y mejor espectáculo, si la más preocupada por el orden o la que apuesta por la aventura, pero sí se vieron dos juegos colectivos compactos que dieron argumentos para “seguir viniendo” al fútbol.

 

Como esta crónica empezaba literaria, acaba igual… Albert Camus, escritor que, al igual que Nabokov (el de Lolita), jugó como portero, dijo una vez: “Lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol”. Y no se trata solo de la cerveza pospartido, que también…

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