ALFRED, el mayordomo virtual

//Personal Interactive Assistant for Independent Living and Active Ageing

Uno de los principales problemas que afrontan las personas mayores es el riesgo de aislamiento, tanto si es por falta de mecanismos de interacción con los demás, como por discapacidades físicas o cognitivas que dificulten esta interacción. Alfred procurará evitarlo: hará de puente entre las personas que viven solas y su entorno, garantizará la integración social y facilitará que vivan en casa —y con independencia— cuanto más tiempo mejor. Es un ejemplo, por tanto, de solución tecnológica al servicio de la vida cotidiana asistida por el entorno.

Alfred es el apodo del Asistente Personal Interactivo para la Vida Independiente y el Envejecimiento Activo. Se trata de un mayordomo virtual personalizado, basado en dispositivos y plataformas móviles, que permite a los usuarios interactuar mediante la voz. La facilidad de uso es clave en el desarrollo del proyecto, puesto que el objetivo prioritario es que también lo puedan utilizar quienes no estén familiarizados con las nuevas tecnologías.

Las prestaciones de Alfred

El asistente consta de un sistema de interacción que permite a las personas mayores comunicarse, hacerle preguntas y definir órdenes. También monitoriza las constantes vitales del usuario a través de sensores, que transmiten la información captada al cuidador o al personal médico que se encarga de atenderlo. En cuanto a la integración social, sugiere acontecimientos en función de los gustos e intereses de cada individuo. Y, por último, incluye juegos que contribuyen a mejorar las condiciones físicas y cognitivas de quienes los practica.

La financiación del proyecto corre a cargo del séptimo Programa marco de la Unión Europea (7PM) y lo ha desarrollado un consorcio de once socios de cinco países diferentes: Atos, *Aitex, Ascora, la Universidad de Medicina Charité de Berlín, E-Seniors, la escuela de negocios IESE, Nationaal Ouderenfonds, Talkamatic AB, Universidad Técnica de Darmstadt, TIE Nederland y Worldline. La tarea de Atos es identificar el público potencial y ofrecer información sobre las actividades y los contactos de las personas mayores para personalizar las búsquedas y las propuestas del asistente. Worldline (una filial de Atos) tiene, por su parte, el rol de asesor técnico y se encarga de detectar las novedades tecnológicas del mercado que se pueden incorporar al proyecto.

La creación del mayordomo Alfred es una apuesta por la investigación y la aplicación de tecnologías de áreas tan diversas como la computación ubicua, los datos masivos, los juegos serios, la web semántica, los sistemas ciberfísicos, la Internet de las cosas, la Internet de los servicios y la interacción humano-computadora. El proyecto se pondrá a prueba en 2015 en Alemania, Francia y Holanda.

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