Conclusiones de la Conferencia Internacional sobre Envejecimiento

//19th and 20th June, Faculty of Medicine

El envejecimiento saludable es una prioridad ineludible para las sociedades occidentales. Con este recordatorio concluyó la segunda edición de la Conferencia Internacional sobre Envejecimiento Saludable que organizó el campus HUBc de salud de la Universidad de Barcelona los días 19 y 20 de junio. El aula Magna de la Facultad de Medicina acogió médicos e investigadores con el propósito de examinar los últimos progresos en el ámbito del envejecimiento. Las jornadas se llevaron a cabo con el apoyo del Ministerio de Educación en el marco del programa para campus de excelencia internacionales Fortalecimiento 2011.

El programa científico pretendía ofrecer una visión transversal de la cuestión, de forma que las comunicaciones trataron aspectos tan diversos como la fisiología, la genética y la epigenética del envejecimiento, la inmunosenescencia o los desórdenes mentales asociados a la edad, así como se ofrecieron enfoques puramente humanísticos. Las ideas que más se repitieron tenían que ver con la necesidad de una monitorización personalizada de la condición médica de cada individuo y la importancia de controlar la fragilidad y la sarcopenia a la hora de prevenir trastornos y prolongar la vida saludable de las personas.

Panorama general del envejecimiento

John Morley, director de Geriatría y Endocrinología de la Universidad de Saint Louis, es conocido internacionalmente por su tarea como investigador, gerontólogo, clínico y docente. Pronunció la conferencia inaugural, «Human ageing in a new century», en la que comparó la esperanza de vida de varios países en función de las costumbres de sus habitantes.

Japón, Australia, Francia y España son los países con la esperanza de vida más alta

Señaló que factores como el consumo de sal, de tabaco y de alcohol, el ejercicio o las calorías ingeridas son los que tienen más incidencia sobre la longevidad, que también depende del entorno —las epidemias en la historia de cada nación podrían explicar, por ejemplo, los bajos índices de esperanza de vida en países como Suráfrica. El Japón, Australia, Francia y España se sitúan al frente en el ranking de poblaciones con una esperanza de vida más elevada. La capacidad de respuesta ante situaciones de estrés y la fortaleza de las personas son elementos que también condicionan el envejecimiento, que, en todo caso, se relaciona en una proporción de un 20-30 % con los genes de cada individuo.

Conclusiones de los últimos estudios científicos 

Cornelia Weyand, directora de Inmunología y Reumatología de la Universidad de Stanford, explicó que la habilidad del sistema inmunitario para proteger el organismo de las infecciones decrece con la edad, mientras que la producción de mediadores inflamatorios aumenta. También aseguró que, si se conocieran mejor los mecanismos moleculares que causan la inmunosenescencia, las intervenciones terapéuticas podrían llegar a retrasar o detener el deterioro de la inmunidad protectora que se produce con la edad. Por otro lado, el decano de la Facultad de Medicina de la UB, Francesc Cardellach, señaló que hay datos que sugieren una relación directa entre la disfunción mitocondrial y el envejecimiento, puesto que se ha podido constatar que las mutaciones de ADN mitocondrial incrementan a medida que pasan los años.

Los aspectos fisiológicos del envejecimiento centraron las comunicaciones de este año. Especialmente, la fragilidad y su relación con la sarcopenia. Román Romero-Ortuño, del Trinity College de Dublín, reflexionó sobre la falta de consenso respecto a la definición de fragilidad, que puede entenderse como síndrome (fenotipo de la fragilidad) o bien como estado (índice de fragilidad). Ambas aproximaciones, sin embargo, no serían excluyentes sino complementarias. El enfoque fenotípico considera la fragilidad como un ciclo en el que tienen lugar alteraciones como la desnutrición crónica, la sarcopenia, la reducción del volumen máximo de oxígeno, etc. En cambio, la fragilidad como estado alude a la acumulación de déficits (discapacitado, diabetes, desórdenes mentales o fatiga) a medida que envejecemos. Vicenzo Malafarina, del Hospital San Juan de Dios de Pamplona, añadió que algunos de los parámetros útiles para detectar la fragilidad son la fuerza muscular y la incidencia de caídas y fracturas. Como conclusión, planteó que la fragilidad no equivale a comorbilidad o discapacidad, pese a ser fenómenos vinculados.

«Es imprescindible prevenir la fragilidad, el estado previo a la discapacidad. Y el principal origen de la fragilidad es la sarcopenia»

Leocadio Rodríguez Mañas, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital de Getafe, destacó que si tan solo el 30 % de los individuos que sufren discapacidad pueden recuperar completamente la funcionalidad, es imprescindible prevenir la fragilidad, el estado previo a la discapacidad. El origen principal de la fragilidad es la sarcopenia, una pérdida de la masa muscular que se asocia con cambios en el tejido adiposo y en la energía muscular. Alfonso J. Cruz Jentoft, director del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, señaló que la sarcopenia es un concepto más práctico y medible que la fragilidad en la prevención de discapacidades. Sin embargo, y a pesar de que es relativamente sencillo establecer grupos con riesgo elevado de sufrir sarcopenia, todavía es complicado llegar a diagnosticarla.

Por otro lado, José Luis Molinuevo, del Servicio de Neurología del Hospital Clínico, habló sobre la posibilidad de prevenir la demencia. Subrayó la importancia de las estrategias de prevención en el tratamiento de los desórdenes mentales asociados con la edad que, en ocasiones, presentan una larga etapa asintomática que dificulta la detección. Advirtió que el ejercicio mental durante la vejez no aporta tantos beneficios a la salud como el físico, y que los índices de demencia han menguado gracias a la educación, a la reducción de la incidencia del ictus cerebral y a la mejora en el tratamiento de los factores de riesgo cardiovasculares. Después de esta intervención, fue el turno de Anna Renombre, que actualmente elabora un estudio sobre el uso inadecuado de fármacos en la gente mayor con demencia para el Instituto de Medicina General y de Familia de la Universidad de Witten, en Alemania. Renombre alertó de que un 17 % de los medicamentos que se prescriben son potencialmente inapropiados.

El paradigma del envejecimiento activo

La segunda jornada comenzó con la mesa redonda «Envejecimiento óptimo: un punto de vista sociopolítico, humanístico y científico». Participaron José Manuel Ribera Casado, profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid; Joan Rodara, profesor emérito de la Universidad de Barcelona, y Assumpció Roset, comisionada de la Gente mayor del Ayuntamiento de Barcelona. Los tres debatieron sobre la necesidad de superar los obstáculos y las limitaciones para que la población logre un envejecimiento activo. Y el reto implica, por supuesto, un cambio de hábitos, pero también de roles y de actitudes. Al final de la mesa, los ponentes intercambiaron opiniones con el público sobre la conveniencia de flexibilizar el sistema de jubilación a fin de que las personas lo deseen pueda continuar con su actividad profesional.

Las recetas para conseguir un envejecimiento óptimo son, fundamentalmente, el ejercicio físico y una alimentación saludable. José Antonio Serra Reixach, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital General Universitario Greogorio Marañón, recomendó aproximadamente cien cincuenta minutos semanales de deporte para evitar enfermedades y alargar la longevidad. Entre las diferentes clases de actividad física, priorizó el ejercicio aeróbico, el entrenamiento de resistencia, el de flexibilidad y el de equilibrio. Ramon Estruch, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic, expuso los resultados de un estudio sobre los efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades del corazón, y explicó que puede reducir hasta un 30 % el riesgo de infarto de miocardio. Además, se ha demostrado que disminuye la incidencia de la depresión y el declive cognitivo. Antoni Trilla, jefe del Servicio de Epidemiología del Clínic, aconsejó que las personas mayores se vacunen anualmente contra la gripe. La vacunación es la intervención sanitaria más económica y efectiva, tiene pocos efectos adversos y una buena ratio beneficio/riesgo.

Presencia institucional

La ceremonia inaugural también trató sobre el envejecimiento activo y la necesidad de potenciarlo mediante acciones en los ámbitos social, político y económico. Intervinieron Jordi Alberch, vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia de la UB; Francesc Cardellach, decano de la Facultad de Medicina de la UB; Albert Ledesma, del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña; Assumpció Roset, comisionada de la Gente mayor del Ayuntamiento de Barcelona, y Alfonso López-Soto, jefe del Servicio de Medicina Interna y director de la Unidad Geriátrica del Hospital Clínic de Barcelona. Como presidente del Comité Científico de la Conferencia, López-Soto se hizo cargo también del cierre, junto al director ejecutivo del campus de excelencia HUBc, Joan Roca.

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