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La monoparentalidad también afectada por el decreto de reforma de la ley que regula la Renta Mínima de Inserción en Cataluña

En pleno mes de agosto, y sin anuncio previo, la Consejería de Empresa y Trabajo y la de Bienestar Social y Familia decidieron cambiar la forma de pago de la renta mínima de inserción y revisar durante el mes de agosto y septiembre de forma individualizada los cerca de 34.000 expedientes de beneficiarios de esta ayuda a través de la empresa Ranstad. La intención: identificar personas que hacen, según CiU, algún tipo de uso fraudulento de la renta mínima. Ahora, iniciamos el mes de septiembre con un nuevo decreto, aprobado por CiU, que modifica la ley que regula la Renta Mínima de Inserción. La nueva normativa endurece y revisa las condiciones de acceso a la ayuda y, en consecuencia, limita por los dos extremos los beneficiarios de la renta mínima de inserción. Por un lado se excluye a personas que son perceptoras hace más de 5 años de la ayuda y que tienen pocas posibilidades de insertarse en el mercado laboral y, por otra parte, excluye aquellos que han perdido su empleo y que han agotado las prestaciones por desempleo, pero que según, CiU, no presentan ninguna dificultad social añadida. Las familias monoparentales, mayoritariamente encabezados por mujeres, significan un porcentaje elevado de hogares que tienen que hacer uso de la renta mínima debido a las dificultades en que se encuentran para conciliar vida laboral y vida familiar y, a la discriminación que, en muchas ocasiones, sufren en el mercado laboral. La nueva normativa combinada además, con la actual situación de crisis económica aumenta la posibilidad de que más madres solas queden fuera del mercado y también sin el derecho a esta prestación. Alertamos que esto sólo hará que aumentar las posibildades de exclusión y pobreza, no sólo de los adultos sino de los más pequeños.