Un estudio liderado por la UB analiza el efecto isla de calor en el área metropolitana de Barcelona

Mapa de isotermas de Barcelona y su entorno metropolitano del 17 de enero de 2015, a las 22.15 h (UTC). Imagen: UB/AMB
Mapa de isotermas de Barcelona y su entorno metropolitano del 17 de enero de 2015, a las 22.15 h (UTC). Imagen: UB/AMB
Research
(30/11/2017)

Los resultados del proyecto La isla de calor en el área metropolitana de Barcelona y la adaptación al cambio climático, cuyo resumen acaba de publicarse, concluyen que el efecto isla de calor llega a provocar diferencias de temperatura considerables entre el centro de la ciudad y la periferia. Dirigido por Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física y director del Instituto de Investigación del Agua de la Universidad de Barcelona, el estudio comprende el área situada entre Castelldefels y Montgat.

Mapa de isotermas de Barcelona y su entorno metropolitano del 17 de enero de 2015, a las 22.15 h (UTC). Imagen: UB/AMB
Mapa de isotermas de Barcelona y su entorno metropolitano del 17 de enero de 2015, a las 22.15 h (UTC). Imagen: UB/AMB
Research
30/11/2017

Los resultados del proyecto La isla de calor en el área metropolitana de Barcelona y la adaptación al cambio climático, cuyo resumen acaba de publicarse, concluyen que el efecto isla de calor llega a provocar diferencias de temperatura considerables entre el centro de la ciudad y la periferia. Dirigido por Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física y director del Instituto de Investigación del Agua de la Universidad de Barcelona, el estudio comprende el área situada entre Castelldefels y Montgat.

Las principales conclusiones del proyecto apuntan que en más del 90 % de la noches estudiadas, la temperatura en el centro de Barcelona es más elevada que en la periferia, con diferencias que han llegado a superar los 7,5 ºC. El estudio también sitúa el núcleo de la isla de calor en la plaza de la Universitat, en el punto de encuentro entre el final del Eixample y la parte alta del Raval.

La isla de calor es un fenómeno nocturno de modificación local del clima por causa urbana que consiste en el calentamiento de los centros urbanos, en contraste con la periferia. El mayor efecto se produce en los meses de otoño e invierno y en condiciones de estabilidad atmosférica.

Para el investigador de la UB Javier Martín Vide, que lleva más de treinta años estudiando este efecto, «los datos actuales de la isla de calor en Barcelona hacen que hayamos pasado, en estos treinta años, de ver el efecto como una anécdota a verlo como un riesgo para la salud y con una repercusión directa en el gasto energético».

 

El efecto refrescante de las zonas verdes

Una parte de la investigación se ha centrado en estudiar el efecto refrescante que producen los parques urbanos en las ciudades, que pueden llegar a disminuir en más de 2 ºC la temperatura a su alrededor en una zona de hasta un centenar de metros. Estas observaciones se realizaron en dos parques ubicados en el casco urbano de Barcelona: el parque de la Ciutadella y el Turó Park.

 

Efecto isla de calor en el área metropolitana

Aunque la intensidad más elevada de la isla de calor tiene lugar en Barcelona, se observan islotes de calor —es decir, islas de calor de menor escala— en todos los municipios estudiados del área metropolitana de Barcelona (Sant Boi de Llobregat, Viladecans-Gavà, Castelldefels, LʼHospitalet de Llobregat, Badalona, etc.).

En el caso de El Prat de Llobregat, el contraste térmico entre la zona de campos de cultivo de alrededor de la ciudad y el núcleo urbanizado es muy nítido, y puede alcanzar diferencias de hasta 5 ºC.

Por otro lado, el fenómeno isla de calor evidencia la influencia refrescante que tienen los cursos fluviales. En Sant Boi de Llobregat, por ejemplo, la temperatura mínima registrada en el estudio coincide con una zona residencial de baja densidad cerca del curso de la riera de Can Pinyol. En esta localidad también destaca el efecto refrescante del parque de la Muntanyeta.

Respecto a ciudades como Badalona y Santa Coloma de Gramenet, se puede observar que las islas de calor respectivas se unen formando un altiplano extenso de temperaturas relativamente elevadas. En esta zona sobresalen el parque de Montigalà o el parque fluvial del río Besòs como espacios que reducen los valores térmicos.

 

Sobre el proyecto

El proyecto se desarrolló en 2015 en el marco del Observatorio Metropolitano del Cambio Climático del Área Metropolitana de Barcelona, y el resumen recientemente publicado se titula Quan lʼamplada del carrer, lʼalçada dels edificis i la impermeabilització del sòl afecten la temperatura a la ciutat. Los objetivos principales eran calcular las probabilidades de ocurrencia de islas de calor de diferentes intensidades en el AMB, localizar el núcleo de la isla de calor, determinar la influencia de las situaciones atmosféricas en la intensidad de la isla de calor, y calcular los valores del factor de visión del cielo (SVF).

El SVF es el porcentaje de cielo que se puede ver desde un punto de observación mirando hacia el cenit. En general, la topografía urbana reduce el SVF de las calles y vías urbanas. El resultado es que en las zonas con un SVF bajo la radiación de onda larga queda obstaculizada por las fachadas, de manera que el enfriamiento nocturno de las calles disminuye.

Además de Javier Martín Vide, han participado en el proyecto los profesores del departamento de Geografía M.ª del Carmen Moreno —que presentó en 1990 una de las primeras tesis doctorales sobre climatología urbana de España—, y M.ª José Cordobilla, así como otros geógrafos y técnicos de la agencia Barcelona Regional.