Un informe concluye que la universidad pública española es de las más caras y que en el curso próximo se producirá un cambio sustancial en el sistema de precios

 

De este trabajo se deriva que el precio que paga cada curso el estudiante de una universidad pública española es más elevado que el que pagaría en cualquier otro país de la UE-21, con las únicas excepciones de Portugal, Holanda, Italia, Irlanda y el Reino Unido. El informe también concluye que el sistema español de becas y subsidios a los estudios universitarios es uno de los más débiles de todos los países mencionados.

En este sentido, el rector Ramírez ha destacado que «no invertir en educación superior y querer cargar todo el incremento de ingresos sobre los estudiantes es uno de los errores más graves que puede cometer un país». Y ha añadido que, «en el curso 2012-2013, se producirá en todo el Estado español un cambio sustancial en la determinación de los precios en las matriculaciones, según el Real decreto ley 14/2012, aprobado el 20 de abril y convalidado sin debate». Según ha indicado el rector de la UB, «este cambio permite diferencias de precio de hasta el 66 %, suponiendo unos costes comunes de prestación del servicio. El problema radica en que no se ha determinado cómo calcular estos costes y la medida es ambigua y difícil de aplicar sobre un modelo de costes no definido».

Otras conclusiones del estudio son, por ejemplo, que, con respecto a Cataluña, la aplicación sistemática del nivel más alto de incremento de precios del intervalo permitido por el Gobierno central hace que los precios públicos universitarios catalanes sean los más caros de España, en el caso de los grados. Con respecto a másters y doctorados, son de los más caros. Además, algunas de las tasas específicas también son las más caras de España (por ejemplo, la de expedición de títulos de grado), o están entre las más caras (títulos de máster o de doctor).

La implantación del espacio europeo de educación superior, conocido como plan Bolonia, ha representado un incremento de costes superior al 10 % respecto al esquema anterior (primero + segundo ciclos). En el caso de los estudios oficiales de máster, los precios mínimos han crecido en un 43 % por encima del IPC desde que se implantaron hace cinco años, y se han acercado progresivamente a los de los másters más caros.

El estudio estima que los estudiantes universitarios españoles pagan, de media, entre el 19 % y el 20 % del coste de sus estudios. Este nivel de contribución es alto en términos comparativos con otros países de nuestra área cultural, especialmente si se tienen en cuenta aspectos como la inexistencia de becas salario, el modesto nivel de las becas de estudios y su limitada cantidad.

El Real decreto ley 14/2012 comportará un cambio en profundidad del sistema de fijación de precios

El Real decreto ley 14/2012, de 20 de abril (BOE del 21), comportará un cambio en profundidad en el sistema actual de fijación de los precios. Por primera vez, se remiten los precios a los «costes de prestación del servicio» (costes que no están determinados con precisión y de manera homogénea, tal y como se reconoce en el texto del decreto y como ha confirmado la presidenta de la asociación de los rectores españoles).

En la actualidad, no se sabe cuál va a ser el impacto de esta nueva normativa sobre los precios de matrícula aplicables en el curso 2012-2013. De acuerdo con los datos del OSU, la aplicación del decreto permitiría una reducción de precios, puesto que la proporción de los costes que el estudiante cubre actualmente es de aproximadamente el 20 % (y el decreto ley admite cualquier valor en el intervalo 15 % - 25 %).

Pero parece más realista situarse en la hipótesis de que se mantendrá la tendencia creciente registrada a lo largo de los últimos años. Fuentes gubernamentales han declarado que actualmente el estudiante cubre el 15 % de los costes del servicio. Aplicar esta hipótesis significaría un incremento de precios de hasta el 66 % respecto al curso 2011-2012.

En Cataluña, un incremento de precios del 66 % implicaría que los estudios de humanidades y de ciencias sociales y jurídicas podrían pasar, aproximadamente, de los 900 € actuales (precio por curso completo) a unos 1.500 €. Los estudios científicos, las ingenierías y la arquitectura podrían pasar de 1.300 € a 2.100 €, y los estudios de ciencias de la salud podrían pasar de unos 1.400 € a 2.300 €.

En el ámbito de los másters que dan acceso a profesiones reguladas, en las mismas hipótesis, se produciría un crecimiento desde los 1.990 € actuales hasta los 2.500 € o 3.000 €, según la tipología adoptada por cada universidad. El resto de másters oficiales podrían registrar aumentos más importantes, y llegar a los 3.500 €, o todavía más.

Pero se trata de estimaciones basadas en supuestos sobre la aplicación del decreto ley. La fijación de los precios públicos de matrícula es una competencia de los gobiernos de las comunidades autónomas y responde, en definitiva, a opciones concretas de política presupuestaria.

Observatorio del Sistema Universitario

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