Palinólogos de la UB estudian los excepcionales restos textiles de la tumba celta de Hochdorf, en Alemania
Los investigadores de la UB Yolanda Llergo y Santiago Riera, palinólogos del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la UB (SERP), dirigido por el catedrático de la UB Josep Maria Fullola, han iniciado el estudio de los tejidos de la tumba principesca del siglo VI aC en Hochdorf (Baden-Wurttemberg, Alemania). La importancia de este resto arqueológico radica en el hecho de que se ha conservado un amplio y rico ajuar funerario formado por joyas, armas y mobiliario de madera, bronce y oro, que pertenecía a una personalidad celta de alto rango de la sociedad hallstáttica, una cultura de transición entre la edad del bronce y la del hierro que se extendió principalmente por Europa central. El excelente estado de conservación de la tumba hizo posible constatar que había contenido un riquísimo ajuar textil del que persisten algunos restos, lo que convierte el hallazgo en excepcional puesto que los yacimientos arqueológicos raramente incluyen tejidos.
Los investigadores de la UB Yolanda Llergo y Santiago Riera, palinólogos del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la UB (SERP), dirigido por el catedrático de la UB Josep Maria Fullola, han iniciado el estudio de los tejidos de la tumba principesca del siglo VI aC en Hochdorf (Baden-Wurttemberg, Alemania). La importancia de este resto arqueológico radica en el hecho de que se ha conservado un amplio y rico ajuar funerario formado por joyas, armas y mobiliario de madera, bronce y oro, que pertenecía a una personalidad celta de alto rango de la sociedad hallstáttica, una cultura de transición entre la edad del bronce y la del hierro que se extendió principalmente por Europa central. El excelente estado de conservación de la tumba hizo posible constatar que había contenido un riquísimo ajuar textil del que persisten algunos restos, lo que convierte el hallazgo en excepcional puesto que los yacimientos arqueológicos raramente incluyen tejidos.
La tumba, descubierta en 1978 en la localidad de Hochdorf, estaba construida bajo un túmulo de seis metros de altura y, según las evidencias encontradas, hasta ocho comensales habrían celebrado allí un copioso banquete en honor del difunto. También habrían bebido, en cuernos decorados con oro, la hidromiel contenida en un caldero de quinientos litros de capacidad. Respecto a los restos textiles, se comprobó que el cuerpo del difunto llevaba un vestido azul y que había sido envuelto con finas telas de colores vivos. Además, la cámara y el mobiliario habían sido forrados con telas de colores y todo el conjunto se había decorado con flores.