Santiago Ramón y Cajal, miembro de la saga del premio Nobel: «Ramón y Cajal era un gran defensor de la autonomía universitaria»

Santiago Ramón y Cajal.
Santiago Ramón y Cajal.
Entrevistas
(11/03/2013)

 

El investigador Santiago Ramón y Cajal, descendiente del premio Nobel con el mismo nombre, ha desarrollado su trayectoria científica conjugando la carrera académica, profesional e investigadora.Obtuvo el premio extraordinario de licenciatura en1982 y consiguió el número uno en las oposiciones a Médico Interno Residente en 1983. Como médico anatomopatólogo ha trabajado en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, en el Hospital General de Móstoles, en la Universidad de Yale, en la Clínica Puerta de Hierro y en el Hospital Vall dʼHebron. Como investigador ha realizado diversos proyectos por los que se le han otorgado distinciones como el Premio Ernesto Seco de la Real Academia Nacional de Medicina (1996) y el Premio Nacional de Investigación en Oncología para jóvenes investigadores (1997). Es asimismo Colegiado de Honor del colegio de Médicos de Zaragoza (1997) y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina (2001). Desde el año 2003 es jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Vall dʼHebron de Barcelona, y desde el año 2007, Catedrático de Anatomía Patológica.
 
En esta entrevista recuerda la figura de su ilustre antepasado con motivo de la exposición que la Universidad de Barcelona le dedicó entre el pasado 12 de diciembre y el  25 de enero.
Santiago Ramón y Cajal.
Santiago Ramón y Cajal.
Entrevistas
11/03/2013

 

El investigador Santiago Ramón y Cajal, descendiente del premio Nobel con el mismo nombre, ha desarrollado su trayectoria científica conjugando la carrera académica, profesional e investigadora.Obtuvo el premio extraordinario de licenciatura en1982 y consiguió el número uno en las oposiciones a Médico Interno Residente en 1983. Como médico anatomopatólogo ha trabajado en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, en el Hospital General de Móstoles, en la Universidad de Yale, en la Clínica Puerta de Hierro y en el Hospital Vall dʼHebron. Como investigador ha realizado diversos proyectos por los que se le han otorgado distinciones como el Premio Ernesto Seco de la Real Academia Nacional de Medicina (1996) y el Premio Nacional de Investigación en Oncología para jóvenes investigadores (1997). Es asimismo Colegiado de Honor del colegio de Médicos de Zaragoza (1997) y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina (2001). Desde el año 2003 es jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Vall dʼHebron de Barcelona, y desde el año 2007, Catedrático de Anatomía Patológica.
 
En esta entrevista recuerda la figura de su ilustre antepasado con motivo de la exposición que la Universidad de Barcelona le dedicó entre el pasado 12 de diciembre y el  25 de enero.

 

¿Qué parentesco tiene usted con el premio Nobel Santiago Ramón y Cajal? ¿La saga de los Cajal continúa presente en Barcelona?
Soy sobrino biznieto de Santiago Ramón y Cajal, biznieto de su hermano Pedro. Los Cajal venimos de Aragón. Allí se encuentra actualmente una parte de la familia, mientras que otra está en Madrid, donde hay dos nietos de Ramón y Cajal que todavía viven. En Barcelona vive una biznieta de Santiago Ramón y Cajal, Teresa Ramón y Cajal, que es oncóloga en el Hospital de Sant Pau. Yo llevo nueve años en Barcelona por motivos profesionales: estaba en Madrid y me llamaron para venir al Hospital Vall dʼHebron. Y estuve encantado, porque aquí hay un entorno en todo el ámbito biomédico que en mi opinión es lo mejor que tenemos en España.
 
¿Valoró Santiago Ramón y Cajal sus años como investigador en Barcelona?
Yo creo que él sí los valoró. En sus memorias siempre ha dicho que sus años aquí fueron muy productivos para él científicamente. Eso es incuestionable. Por razones que no entendemos muy bien, hasta hace poco en Barcelona, se ha ignorado mucho a Ramón y Cajal.
 
Hay que decir que mi tatarabuelo, el padre de don Santiago, también estudió Medicina en Barcelona. No había estudios de Medicina en Zaragoza en torno a 1850, y mi tatarabuelo se desplazó aquí sin medios económicos; por lo que se financió la carrera trabajando de barbero en Sarriá. El padre es una pieza esencial para entender a don Santiago: venía a Barcelona periódicamente, sobre todo cuando estuvo aquí su hijo, a quien ayudó mucho.
 
Según lo que usted ha conocido por los testimonios de la familia, ¿cómo fue la vida del doctor Ramón y Cajal en Barcelona?
Estaban muy limitados económicamente con el sueldo de catedrático de don Santiago. Sobre todo porque tuvieron seis hijos. Además, él se financiaba gran parte de sus investigaciones, las publicaciones y los viajes científicos con su propio dinero. Tuvieron que hacer maravillas. El padre les ayudó bastante y la mujer de don Santiago también fue excepcional, una excelente compañera que priorizó siempre las investigaciones de su marido.
 
Ramón y Cajal vino a la Universidad de Barcelona en vez de a la de Zaragoza o a  otras universidades porque pensó que aquí podía desarrollarse más, y acertó. Luego probablemente intervinieron factores tanto profesionales y económicos —Madrid tenía más potencial en aquel momento—, como de tipo personal. No acabó de estar al cien por cien integrado en la sociedad catalana, según comenta en algunas notas. A nivel científico, sí que pasó en Barcelona unos años de alta actividad, muy productiva científicamente.
 
¿Cómo era la personalidad de Ramón y Cajal?
Fue una persona muy familiar. Tuvo seis hijos, de los cuales desgraciadamente dos murieron en vida de él. Mantuvo una gran relación con sus hermanas y su hermano, así como con sus padres. También era una persona con una granformación culturals. Escribía novelas de aventuras y pintaba:tenía talento artístico. Y era un excelente fotógrafo, tanto en la modalidad en blanco y negro, de tipo costumbrista, como en la de color. Intentó hacer sus propias investigaciones para mejorar la técnica de la fotografía en color y fue uno de los pioneros en España en ese campo, sobre el que incluso escribió un libro. Era muy completo desde el punto de vista humano. No solamente era una persona volcada al microscopio; sino que tenía muchas inquietudes.
 
¿Cómo veía la institución universitaria?
Él estuvo muy implicado en la universidad, en la que había surgido y crecido. Era un gran defensor de la institución, así como de la autonomía universitaria, tema sobre el que escribió. De hecho, en su vida casi todo giraba en torno a la universidad: en Zaragoza, en Valencia, en Barcelona, en Madrid… En Madrid le ayudaron mucho, le potenciaron, hicieron un instituto de investigación que dirigía él con medios muy aceptables para la época.
 
¿Qué supone llevar un apellido como Ramón y Cajal?
Es una carga muy importante: el apellido Ramón y Cajal marca muchísimo desde que naces. En todos los aspectos. Algunos lo han llevado regular y otros mejor, en el sentido de soportar la presión. Por supuesto, todos estamos muy orgullosos del apellido; pero la presión es muy fuerte, muy exigente.