Nanopartículas con fármacos antimaláricos limitan la resistencia de los parásitos

La investigación se ha llevado a cabo entre investigadores del IN2UB, del CRESIB (centro de investigación de ISGlobal) y de la IBEC.
La investigación se ha llevado a cabo entre investigadores del IN2UB, del CRESIB (centro de investigación de ISGlobal) y de la IBEC.
Investigación
(27/02/2014)

Una investigación conjunta llevada a cabo por investigadores del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la UB (IN2UB), el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB, centro de investigación de ISGlobal) y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) muestra que un fármaco antimalárico encapsulado dentro de nanopartículas, concretamente en sales de cloroquina con polímeros de poliamidoaminas (AGMA1 e ISA23), es notablemente más eficaz in vivo que el fármaco libre, y limita la aparición de resistencias.

El tratamiento terapéutico actual contra la malaria necesita estrategias capaces de introducir selectivamente fármacos en las células parasitadas por Plasmodium. En este estudio, los investigadores han explorado los nanosistemas poliméricos AGMA1 e ISA23 como adyuvantes de fármacos antimaláricos contra el patógeno, es decir, como potenciadores de la acción de los fármacos. De hecho, la sal polimérica AGMA1 tiene actividad antimalárica por sí misma, puesto que se ha comprobado que inhibe el crecimiento in vitro de Plasmodium falciparum. El estudio revela que, ante glóbulos rojos infectados y no infectados por Plasmodium, los dos polímeros se unen preferentemente a los primeros. Además, se muestran como diana contra el parásito en especies como por ejemplo Plasmodium falciparum y Plasmodium yoelii, ampliamente divergentes, ya que infectan a seres humanos y ratones, respectivamente. La administración intraperitoneal de 0,8 mg/kg de cloroquina conjugada en forma de sales con AGMA1 o ISA23 curó ratones infectados por P. yoelii, mientras que los animales control, tratados incluso con dosis dos veces más altas del medicamento, no sobrevivieron.

Xavier Fernàndez Busquets, investigador del IN2UB y de ISGlobal que ha liderado este estudio, explica que «estos polímeros capaces de encapsular fármacos antimaláricos presentan baja toxicidad, alta biodegradabilidad y la interiorización selectiva en glóbulos rojos infectados por Plasmodium de especies tan divergentes como por ejemplo humanos y ratones». «Por lo tanto —concluye—, estos polímeros se pueden considerar candidatos prometedores en el campo terapéutico antimalárico».


Referencia del artículo:

P. Urbán, J. J. Valle Delgado, N. Mauro, J. Marques, A. Manfredi, M. Rottmann, E. Ranucci, P. P. Ferruti, X. Fernàndez Busquets. «Use of poly(amidoamine) drug conjugates for the delivery of antimalarials to Plasmodium». Journal of Controlled Release, enero de 2014. Doi: 10.1016/j.jconrel.2013.12.032 

 

La investigación se ha llevado a cabo entre investigadores del IN2UB, del CRESIB (centro de investigación de ISGlobal) y de la IBEC.
La investigación se ha llevado a cabo entre investigadores del IN2UB, del CRESIB (centro de investigación de ISGlobal) y de la IBEC.
Investigación
27/02/2014

Una investigación conjunta llevada a cabo por investigadores del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la UB (IN2UB), el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB, centro de investigación de ISGlobal) y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) muestra que un fármaco antimalárico encapsulado dentro de nanopartículas, concretamente en sales de cloroquina con polímeros de poliamidoaminas (AGMA1 e ISA23), es notablemente más eficaz in vivo que el fármaco libre, y limita la aparición de resistencias.

El tratamiento terapéutico actual contra la malaria necesita estrategias capaces de introducir selectivamente fármacos en las células parasitadas por Plasmodium. En este estudio, los investigadores han explorado los nanosistemas poliméricos AGMA1 e ISA23 como adyuvantes de fármacos antimaláricos contra el patógeno, es decir, como potenciadores de la acción de los fármacos. De hecho, la sal polimérica AGMA1 tiene actividad antimalárica por sí misma, puesto que se ha comprobado que inhibe el crecimiento in vitro de Plasmodium falciparum. El estudio revela que, ante glóbulos rojos infectados y no infectados por Plasmodium, los dos polímeros se unen preferentemente a los primeros. Además, se muestran como diana contra el parásito en especies como por ejemplo Plasmodium falciparum y Plasmodium yoelii, ampliamente divergentes, ya que infectan a seres humanos y ratones, respectivamente. La administración intraperitoneal de 0,8 mg/kg de cloroquina conjugada en forma de sales con AGMA1 o ISA23 curó ratones infectados por P. yoelii, mientras que los animales control, tratados incluso con dosis dos veces más altas del medicamento, no sobrevivieron.

Xavier Fernàndez Busquets, investigador del IN2UB y de ISGlobal que ha liderado este estudio, explica que «estos polímeros capaces de encapsular fármacos antimaláricos presentan baja toxicidad, alta biodegradabilidad y la interiorización selectiva en glóbulos rojos infectados por Plasmodium de especies tan divergentes como por ejemplo humanos y ratones». «Por lo tanto —concluye—, estos polímeros se pueden considerar candidatos prometedores en el campo terapéutico antimalárico».


Referencia del artículo:

P. Urbán, J. J. Valle Delgado, N. Mauro, J. Marques, A. Manfredi, M. Rottmann, E. Ranucci, P. P. Ferruti, X. Fernàndez Busquets. «Use of poly(amidoamine) drug conjugates for the delivery of antimalarials to Plasmodium». Journal of Controlled Release, enero de 2014. Doi: 10.1016/j.jconrel.2013.12.032