Una jornada recuerda la figura de Francisco Giner de los Ríos en el centenario de su muerte

El decano de la Facultad de Filología e investigador principal del HCLE, Adolfo Sotelo, presentará la jornada junto con la directora del Departamento de Filología Hispánica, Rosa Vila. Durante el encuentro, los miembros del proyecto impartirán una serie de conferencias sobre el legado de Giner de los Ríos, los vínculos intelectuales y personales que forjó durante su vida y la fecundidad que tuvo su ideario en la obra de sucesivas generaciones literarias. Así, una primera mesa de comunicaciones describirá la fructificación de las ideas ginerianas en los representantes del Realismo y Naturalismo narrativos —concretamente, en la obra de Galdós y Clarín—, y asimismo abordará la recepción del pensamiento de Giner por parte de Marcelino Menéndez Pelayo.

Una segunda mesa tratará sobre la influencia en los escritores de la generación del 98 y el Modernismo, señalando la presencia de Giner tras el concepto unamuniano de la Naturaleza como vía de crecimiento y regeneración espiritual, tras la dimensión política que Azorín atribuye al cultivo de la sensibilidad estética, en la exploración machadiana de una construcción múltiple de la verdad o en la idea de poesía, espiritualidad y mística de Juan Ramón Jiménez. La última mesa tratará aspectos como la huella de la pedagogía institucionista en algunos personajes de maestras de escuela de la novela española, la proyección del ideario gineriano en la obra del historiador Américo Castro y la relación entre Francisco Giner y el poeta José Ángel Valente desde la experiencia del exilio.  La jornada se cerrará con una conferencia sobre los vínculos entre Giner de los Ríos y la intelectualidad catalana.

Francisco Giner de los Ríos, pedagogo y pensador

Pedagogo, pensador y escritor, Francisco Giner de los Ríos (Ronda, 1839-Madrid, 1915) estudió Derecho y Filosofía en las universidades de Barcelona, Granada y Madrid. En el pensamiento pedagógico español, la figura y la obra de Francisco Giner de los Ríos es una referencia imprescindible para cualquier reflexión sobre cuál debe ser el papel de la institución escolar y cómo debe establecerse un método de enseñanza adecuado para formar hombres libres y plenamente humanos.

En 1867, Giner obtuvo por oposición la cátedra de Derecho y de Derecho Internacional de la Universidad de Madrid, que sin embargo abandonó a los pocos meses en protesta por las sanciones del gobierno a Julián Sanz del Río. Volvió a su cátedra tras el triunfo de la Revolución de 1868, fue separado de ella tras la Restauración borbónica por el gobierno Cánovas (1875) y nuevamente repuesto al llegar al poder los liberales de Sagasta (1881).

En 1876 fundó la Institución Libre de Enseñanza (ILE), empresa a la que dedicaría el resto de su vida. Se trataba de un centro educativo basado en modelos pedagógicos modernos, laicos y progresistas, que se proponían como alternativa a la enseñanza oficial dominada por la Iglesia. Giner dejó una amplísima obra escrita sobre temas jurídicos, filosóficos, políticos, artísticos y literarios, de la que destacan Lecciones sumarias de psicología (1874), Estudios sobre educación (1886), Educación y Enseñanza (1889), Resumen de la filosofía del derecho (1898) y Pedagogía universitaria (1905).

Francisco Giner de los Ríos fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza junto con un grupo de profesores que intentaban superar el asfixiante ambiente intelectual impuesto por la Restauración.

Desde su fundación, la ILE se dedicó decididamente a poner en práctica las líneas pedagógicas que la definieron: formación de hombres útiles a la sociedad, pero sobre todo hombres capaces de concebir un ideal; coeducación y reconocimiento explícito de la mujer en pie de igualdad con el hombre; racionalismo, libertad de cátedra y de investigación, libertad de textos y supresión de los exámenes memorísticos. La ILE se proponía ser una escuela activa, neutra y no dogmática, basada en el método científico, que abarcase toda la vida del hombre y que buscase la formación de hombres completos, abiertos a todos los ámbitos del saber humano.

Giner y sus seguidores hicieron de la ILE un hogar del pensamiento libre, las nuevas ideas y el respeto mutuo. La Institución, de la que surgieron proyectos fundamentales como el Centro de Estudios Históricos o la Residencia de Estudiantes, se convirtió en una de las mayores fuentes de renovación de la vida española; pero solo a través del ejemplo, sus logros, sus publicaciones y sus discípulos, ya que decidió rechazar el apoyo estatal y abstenerse de tomar partido en la lucha política.