El rector en el Fórum Europa. Tribuna Cataluña: «Si se aplicase el artículo 155, la Universidad de Barcelona seguiría fiel a su autonomía de acuerdo con los intereses del país»

Presentado por el abogado y presidente de Alumni UB, Miquel Roca, y ante una nutrida representación del mundo político, empresarial y social de Cataluña, con la asistencia del consejero de Economía y Conocimiento en funciones, Andreu Mas-Colell, y del secretario de Universidades e Investigación en funciones, Antoni Castellà, el rector afirmó que la Universidad de Barcelona está dispuesta a superar el «corporativismo» y la «tranquilidad» que supone estar tutelada por los poderes públicos que limitan la efectividad de la autonomía de las universidades. «Queremos seguir respondiendo a las demandas sociales sin tener que pedir constantemente más financiación y derechos públicos. Tener más autonomía implica tener más responsabilidad, y lo asumimos», apuntó Ramírez. El rector ha reclamado más competencias en el ámbito de financiación y contratación para hacer posible el progreso y la consolidación de la Universidad de Barcelona entre las cien mejores universidades del mundo.

«Seguimos en una situación de riesgo —ha advertido el rector—. En un contexto de insuficiencia de los recursos y de la contratación, es imposible sacar todo el provecho a la Universidad como motor de investigación e innovación».

Una responsabilidad bidireccional

Ramírez ha asumido la responsabilidad que tiene la Universidad en el cumplimiento de sus misiones, y ha aceptado que algunas de las críticas que recibe la educación superior son «justificadas». Pero también ha pedido a todos los actores que apoyen a la Universidad. Al Gobierno de la Generalitat, le ha pedido que promueva un marco normativo y financiero independiente de cambios políticos; al Parlamento, que desarrolle la autonomía universitaria; a las empresas, confianza para impulsar la innovación y proyectos conjuntos; a la sociedad, que defienda la universidad como propiedad, y a los medios, que continúen con su espíritu crítico y abarquen toda la globalidad de la Universidad.

El rector también ha incidido en la idea de que la inversión que se destina a las universidades no solo se devuelve, sino que es rentable. Así lo demuestra el informe económico elaborado por BiGGAR Economics, a petición de la Liga de Universidades  de Investigación Europeas (LERU): con un presupuesto de 365 millones de euros, la Universidad de Barcelona genera 1.800 millones de euros en términos de valor añadido bruto, una riqueza económica equiparable a la de Fira de Barcelona. Estos datos han servido a Ramírez para reivindicar la Universidad como un agente económico y social de primer orden y como un motor de creación de empleo.

Trabajo que hacer en cuanto a innovación

Aunque ha reconocido que se ha avanzado en la colaboración universidad-empresa, el rector se ha mostrado crítico al referirse a la posición del país en términos de innovación. «Hay un cuello de botella que hace que, de cada siete ideas innovadoras, solo una llegue al mercado». Ramírez ha reclamado un incremento de la confianza de las empresas para que el acercamiento sea recíproco.

El máximo responsable de la Universidad de Barcelona se ha referido también a la necesidad de priorizar la cultura y preservar los valores de la Universidad. Unos valores que entroncan con los diecisiete objetivos del milenio sobre desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Segundo el rector, la Universidad puede y debe tener un papel clave en las políticas que contribuyan a mejorar el bienestar social, reducir la pobreza, mejorar las condiciones nutricionales o priorizar la preocupación por el medio ambiente.

Por último, el rector Ramírez ha ofrecido un puente entre la «vieja política», representada por el desprestigio en que han caído muchas instituciones, y el futuro que se presenta en los próximos años. Este puente «son las instituciones que han preservado durante el momento más duro de la crisis su crédito social, como es el caso de la Universidad de Barcelona».