Robert Pinsky: «La cultura que se base en la dignidad del individuo y en la igualdad alimentará la democracia»

El poeta norteamericano Robert Pinsky.
El poeta norteamericano Robert Pinsky.
Entrevistas
(27/03/2015)

«La labor de las universidades es mantener el arte y la cultura vivos. No es necesario promocionarlos»

El pasado 9 de marzo, el poeta norteamericano Robert Pinsky dio una charla en la Facultad de Filología, invitado por el Consulado General de los Estados Unidos en Barcelona y por el Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la UB. Robert Pinsky (Nueva Jersey, 1940) es uno de los poetas y críticos literarios actuales más queridos y reconocidos en Estados Unidos; prueba de su popularidad es su aparición en uno de los episodios de la 13.ª temporada de la serie The Simpsons, en el que puso voz a su propio personaje.

 

El poeta norteamericano Robert Pinsky.
El poeta norteamericano Robert Pinsky.
Entrevistas
27/03/2015

«La labor de las universidades es mantener el arte y la cultura vivos. No es necesario promocionarlos»

El pasado 9 de marzo, el poeta norteamericano Robert Pinsky dio una charla en la Facultad de Filología, invitado por el Consulado General de los Estados Unidos en Barcelona y por el Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la UB. Robert Pinsky (Nueva Jersey, 1940) es uno de los poetas y críticos literarios actuales más queridos y reconocidos en Estados Unidos; prueba de su popularidad es su aparición en uno de los episodios de la 13.ª temporada de la serie The Simpsons, en el que puso voz a su propio personaje.

 

Pinsky es autor de más de veinte libros de poesía y ensayo, editor de colecciones de poemas y traductor de obras como El infierno, de Dante. Su último libro, Ginza Samba (Vaso Roto Poesía, 2014), es una edición bilingüe en inglés y castellano de poemas escogidos. Galardonado con los premios literarios más destacados de su país —entre ellos el Lifetime Achievement Award del centro norteamericano del PEN Club y el Poet Laureate durante tres años consecutivos (1997-2000)—, es fundador del programa The Favorite Poem, dirigido a fomentar el papel de la poesía en la vida cotidiana de los estadounidenses.

Con Robert Pinsky y con su anfitriona, la profesora del Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la UB Cristina Alsina, pudimos hablar un rato de poesía, cultura, sociedad y democracia.

 

Robert Pinsky

 

Como fundador del proyecto The Favourite Poem, ¿dónde reside, en su opinión, la importancia de la poesía para la vida de las personas? ¿Es la poesía especialmente importante en tiempos de crisis?

Contamos con medios electrónicos maravillosos que nos permiten hacer cosas que de ningún modo podríamos hacer sin ellos. Me encanta poder grabar un vídeo, ver una película antigua o escuchar la música que me gusta donde quiera. Los ordenadores prácticamente nos permiten hacer reales nuestras ideas y sueños. Todo esto es maravilloso e importante desde un punto de vista cultural. Sin embargo, cabe observar —no como un desprecio o algo negativo— que todo esto sucede a escala masiva. En solo un instante, podemos enviar un millón de copias de esa canción, imagen o vídeo a cualquier parte del mundo.

Personalmente, considero que el medio del poema es la voz de una persona. Así lo demuestran los vídeos del proyecto The Favourite Poem. Si vas a favouritepoem.org, puedes ver a un obrero que habla sobre Walt Whitman. Pone su voz a Whitman. No es actor; no es Whitman. Lo mismo pasa en el vídeo del inmigrante jamaicano. Dice: «Soy inmigrante, no soy rico; Sylvia Plath no era inmigrante y procedía de una buena familia; tenemos religiones diferentes, pero ella me habla» y, a continuación, recita el poema de Plath con su voz. La naturaleza del poema hace que el medio sea inherente a la escala humana, la escala de una persona. Por lo tanto, si hablamos de una crisis personal, una crisis social y una crisis económica, la dignidad de la persona es un elemento clave en dicha crisis. Y es por eso que valoramos las cosas hechas a mano o el contacto con las personas. La dignidad del individuo, en mi opinión, es crucial, especialmente en relación con la democracia.  

 

Hablemos, entonces, de democracia. ¿Cómo puede alimentarla la cultura?

A lo largo de la historia, la cultura no siempre ha alimentado la democracia. Todas las dictaduras (Stalin, Franco, Mussolini, Hitler) han contado con un aparato cultural, a menudo muy poderoso y efectivo. Podríamos decir que la propia definición de fascismo incluye un determinado poder cultural, es su parte glamurosa. Por lo tanto, no creo que podamos afirmar que la cultura alimenta la democracia. La cultura que subraye la dignidad del individuo y se base en la igualdad, esa cultura sí alimentará la democracia.

Soy beneficiario de la educación pública de los Estados Unidos. Mis padres no fueron al instituto ni a la Universidad. He estudiado en colegios públicos y fui a una universidad estatal. Este sí es un asunto político y social de suma importancia. Hoy en día, los jóvenes estadounidenses no tienen las mismas oportunidades que tuve yo. Por una u otra razón, por razones políticas y sociales, la educación pública es mucho más cara de lo que era. Hoy en día, las personas de mi clase social, la clase trabajadora o clase media-baja, se gradúan con enormes deudas a la espalda, deudas que tardarán muchos años en pagar. Esto es desastroso y adverso a la democracia. Mi país está viviendo una crisis cultural en relación con la democracia. Necesitamos corregir este abandono de la educación pública. Quizás mi respuesta ha sido más práctica y específica de lo que esperabas, pero creo que es un asunto muy importante.

 

¿Qué papel cree que tiene la Universidad en la promoción de la poesía?

No me interesa la promoción de la poesía. Creo que es un error, como si la poesía fuera de una marca de jabón, de betún para los zapatos o de champú, y necesitáramos decir: «¡Poesía! ¡Atrévete! ¡Es rara pero es buena para ti!». No, no lo creo. La poesía es como cantar o bailar, es como la gastronomía frente a la nutrición, o hacer el amor frente al coito o la procreación. La poesía es placer. Es sentir algo maravilloso en tu aliento. Por ejemplo, cuando pronuncio estas palabras de William Carlos Williams...


Now they are resting
in the fleckless light
separately in unison
like the sacks
of sifted stone stacked
regularly by twos
about the flat roof
ready after lunch
to be opened and strewn.
 

¡... estoy disfrutando de las consonantes y las vocales!

Las universidades ofrecen educación; la labor de las universidades es mantener el arte y la cultura vivos. Se trata de tomar la sabiduría de los mayores y trasmitirla a los jóvenes. No hay que promocionar el arte. La promoción parece algo casi omnipresente y creo que ese es un aspecto que hace mucho daño. Son muchos los negocios que quedan dañados cuando el márquetin se antepone a la atención al cliente. En mi «industria», y en la «industria» de mi compañera Cristina, que es la educación, sería muy perjudicial preocuparnos más por la promoción que por la atención al cliente. Nuestros clientes incluyen a personas fallecidas. Tenemos una obligación con Quevedo, y Cervantes, y Shakespeare, y esa es la misma obligación que tenemos con mis nietos. Nos debemos a ellos y para ellos. Promoción… la poesía cuida de ella misma, y lo hace muy bien.

 

Cristina Alsina

 

¿Por qué hay que leer a Robert Pinsky? ¿Cómo se le puede definir?

Habría muchas razones para leer a Pinsky en las aulas universitarias. En mi opinión, tiene una combinación muy peculiar y muy valiosa: por un lado, una musicalidad que lo acerca al jazz y en las expresiones podríamos decir de cultura popular, y por otro, una demanda de justicia social que invita a la reflexión crítica, al pensamiento crítico. Esta combinación lo hace muy cercano y a la vez ayuda a pensar a nuestros estudiantes; es fantástica para transmitir como la literatura es, al mismo tiempo, belleza y disfrute, pero también protesta social.

 

¿Qué es lo más indispensable de Pinsky?

Para mí es el placer. El placer de la palabra, el placer de la lectura, el placer que muestra habiendo leído a los clásicos, habiendo leído a los maestros... Los homenajes que rinde a toda la tradición literaria de los Estados Unidos, al tiempo que la creación de una voz muy personal, muy fácilmente reconocible cuando la has empezado a leer. Todo lo que de personal tiene su obra no hace que pierda de vista la construcción —muy en la línea de Whitman, al que él también ha mencionado— de un imaginario nacional multicultural, democrático y libre.

 

¿Qué papel tiene la poesía en una universidad donde las humanidades están en crisis?        

Las humanidades no están en crisis, la sociedad sí. Creo es una necesidad social mantenernos firmes en la lectura y en la poesía en una sociedad como la nuestra, en la que no sabemos apreciar el valor de las cosas que no se pueden cuantificar, que no se pueden convertir fácilmente en un número, una cifra. Porque es en la poesía donde encontramos los valores intangibles de lo que nos hace humanos y que no podremos convertir nunca en un número que podamos cuantificar como parte del PIB. Es este el valor que las humanidades aportan a la sociedad: el privilegio de tener a alguien como Robert Pinsky en el aula permite que el alumnado pueda estar en contacto no solo con un creador, sino también con un crítico literario, un traductor, un promotor de la literatura —aunque no le guste demasiado la palabra promoción— que acerca la poesía al pueblo, a todos, que rompe la idea de que la poesía la hacemos solo entre las paredes de la universidad cuatro personas eruditas. Tener a alguien así en un aula universitaria ayuda a que nuestros alumnos salgan después al mundo sabiendo que la poesía es belleza y es lucha. Esta belleza y esta lucha serán las que harán que la sociedad cambie desde las bases.