Quince años haciendo química en el laboratorio

A lo largo de quince años, cerca de 16.000 estudiantes han pasado por la actividad Hacemos Química en el Laboratorio.
A lo largo de quince años, cerca de 16.000 estudiantes han pasado por la actividad Hacemos Química en el Laboratorio.
Cultura
(27/01/2016)

A lo largo de quince años, cerca de 16.000 estudiantes han pasado por la actividad Hacemos Química en el Laboratorio que, organizada por la Facultad de Química de la Universidad de Barcelona, vuelve un año más durante los meses de enero y febrero.

A lo largo de quince años, cerca de 16.000 estudiantes han pasado por la actividad Hacemos Química en el Laboratorio.
A lo largo de quince años, cerca de 16.000 estudiantes han pasado por la actividad Hacemos Química en el Laboratorio.
Cultura
27/01/2016

A lo largo de quince años, cerca de 16.000 estudiantes han pasado por la actividad Hacemos Química en el Laboratorio que, organizada por la Facultad de Química de la Universidad de Barcelona, vuelve un año más durante los meses de enero y febrero.

Hacemos Química en el Laboratorio se propone aumentar en los estudiantes de bachillerato el interés por la ciencia en general y por la química en particular, para contribuir así a su formación científica. Según Jaume Granell, catedrático del Departamento de Química Inorgánica y coordinador de la actividad, «esta es una forma de acercar la química y de mostrar la cara amable de esta disciplina, que tiene una mala imagen social, a partir de experimentos aplicados a problemas reales». Actualmente, en el desarrollo de la actividad participan cuarenta profesores de todos los departamentos de la Facultad de Química y del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Biología.
 

Química aplicada a problemas reales

Cada año, la actividad ofrece cerca de 1.300 plazas, para las que se reciben alrededor de 4.000 solicitudes de toda Cataluña. En cada sesión se introduce a los estudiantes en las normas más elementales de seguridad y en el tratamiento de los residuos que generarán durante la jornada. A continuación, los alumnos tienen la oportunidad de realizar ellos mismos una serie de experimentos. Hasta la actualidad se han propuesto dieciséis tipos distintos de prácticas, de las cuales se desarrollan cuatro en cada sesión.

Son diversos los ejemplos de los experimentos que los estudiantes llevan a cabo durante las sesiones: desde reconocer un analgésico a partir de los principios activos o analizar la escena de un crimen identificando sustancias como la sangre, hasta descubrir las características de diferentes tipos de agua y entender cómo se pueden potabilizar, o adentrarse en el mundo de la electroquímica de las pilas mediante experimentos para producir energía.

 

Reconocimiento del Colegio Oficial de Químicos de Cataluña

En el transcurso de las 4.as Jornadas de la Enseñanza de la Química en Cataluña, que tuvieron lugar a finales de noviembre, la actividad fue reconocida por el Colegio Oficial de Químicos de Cataluña. Durante el acto, José Costa López, decano del Colegio, hizo entrega de una placa a Jaume Granell en reconocimiento del impacto del trabajo realizado a lo largo de estos quince años. En el acto también participaron Gaspar Rosselló, vicerrector de Política Académica, Estudiantes y Calidad de la Universidad de Barcelona; Pere Lluís Cabot, decano de la Facultad de Química; Joan Guàrdia, catedrático del Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento; Jordi Sabaté, subdirector general de Ordenación Curricular del Departamento de Enseñanza de la Generalitat, y Josep M. Fernández Novell, coordinador del encuentro.

 

Actividad pionera

La actividad nació en enero de 2001 a partir de una iniciativa de los profesores de la Facultad de Química Jaume Granell y Gemma Fonrodona. Con el apoyo del Decanato, se adaptaron cuatro prácticas de laboratorio de primer año de licenciatura para ofrecerlas a los centros de secundaria de Barcelona y el área metropolitana. El objetivo era dar a conocer la Facultad y posibilitar a los estudiantes que vivieran una jornada de ambiente universitario y tuvieran al alcance los recursos para llevar a cabo las prácticas de química.

En 2005, la iniciativa se constituyó como Grupo de Innovación Docente Consolidado (GIDC), que coordina Francesc Centellas, y que participó en el diseño y puesta en marcha de materias de grado durante la implementación del espacio europeo de educación superior (EEES).