Investigadores de la Universidad de Barcelona y la Sociedad Catalana de Egiptología retoman las excavaciones en Oxirrinco
La misión arqueológica en la antigua ciudad de Oxirrinco, impulsada por la Universidad de Barcelona (UB), la Sociedad Catalana de Egiptología (SCE), la Universidad de Montpellier y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, marchó a Egipto el 2 de noviembre, en una nueva campaña que durará hasta el 11 de diciembre. Dirigida por Josep Padró, profesor emérito de la UB y presidente de la SCE, la misión se propone continuar estudiando la cripta con pinturas murales de los primeros cristianos coptos, así como la casa romana ubicada al norte del yacimiento y las momias —también de época romana— localizadas al sur. Igualmente, se seguirán investigando los excepcionales depósitos votivos de oxirrincos (el pez sagrado de la diosa Tueris y que da nombre a la ciudad).
La misión arqueológica en la antigua ciudad de Oxirrinco, impulsada por la Universidad de Barcelona (UB), la Sociedad Catalana de Egiptología (SCE), la Universidad de Montpellier y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, marchó a Egipto el 2 de noviembre, en una nueva campaña que durará hasta el 11 de diciembre. Dirigida por Josep Padró, profesor emérito de la UB y presidente de la SCE, la misión se propone continuar estudiando la cripta con pinturas murales de los primeros cristianos coptos, así como la casa romana ubicada al norte del yacimiento y las momias —también de época romana— localizadas al sur. Igualmente, se seguirán investigando los excepcionales depósitos votivos de oxirrincos (el pez sagrado de la diosa Tueris y que da nombre a la ciudad).
Las anteriores expediciones a Oxirrinco permitieron excavar una cripta situada en medio de una vía procesional que une el Nilo con el Osireion, el templo dedicado a Osiris. Para llegar hasta ella fue necesario levantar hasta 45 toneladas de piedra bajo la dirección de un arquitecto y un ingeniero. En las paredes de esta estructura subterránea se descubrieron cinco o seis capas de pinturas, la última de las cuales corresponde a la época de los primeros cristianos coptos. En esta nueva expedición intervendrán restauradores para tratar las pinturas.