Paolo Vasile, en el acto de graduación de la ESCAC: «Queridos chavales, se acabó el recreo»

Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, fue el escogido para apadrinar la decimonovena promoción de la ESCAC.
Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, fue el escogido para apadrinar la decimonovena promoción de la ESCAC.
Institucional
(23/01/2017)

El viernes pasado, 20 de enero, el Paraninfo del Edificio Histórico acogía la graduación de los 88 alumnos de la decimonovena promoción de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC). De esta exitosa escuela de cine, adscrita a la Universidad de Barcelona, han salido algunos de los profesionales más prestigiosos de los últimos tiempos. Entre ellos destaca el director Juan Antonio Bayona, seguramente el máximo representante del cine español en este momento. Precisamente el nombre de Bayona estuvo muy presente en este acto. No en vano, la persona escogida para apadrinar a esta promoción ha sido el italiano Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España y quien le dio la gran oportunidad profesional a Bayona produciendo sus tres películas: El orfanato, Lo imposible y Un monstruo viene a verme.

 

Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, fue el escogido para apadrinar la decimonovena promoción de la ESCAC.
Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, fue el escogido para apadrinar la decimonovena promoción de la ESCAC.
Institucional
23/01/2017

El viernes pasado, 20 de enero, el Paraninfo del Edificio Histórico acogía la graduación de los 88 alumnos de la decimonovena promoción de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC). De esta exitosa escuela de cine, adscrita a la Universidad de Barcelona, han salido algunos de los profesionales más prestigiosos de los últimos tiempos. Entre ellos destaca el director Juan Antonio Bayona, seguramente el máximo representante del cine español en este momento. Precisamente el nombre de Bayona estuvo muy presente en este acto. No en vano, la persona escogida para apadrinar a esta promoción ha sido el italiano Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España y quien le dio la gran oportunidad profesional a Bayona produciendo sus tres películas: El orfanato, Lo imposible y Un monstruo viene a verme.

 

«El cine es un acto de amor»

Vasile abandonaba por un día su imagen fría y distante de gran magnate de la televisión para pronunciar un discurso emocionado que descubría su enorme amor por el cine. La primera alusión de su intervención fue para Bayona: «Cuando le dije que me habían elegido como padrino, me sugirió que me disfrazara de Marlon Brando, me llevara un gato (en una clarísima referencia a la película El Padrino) y les diera un grandísimo abrazo a todos de su parte». Confesó que se trataba de «un honor, además inesperado», porque se habla más de su actividad en televisión que de la del cine, al frente de Telecinco Cinema, «a pesar de ser muy intensa y creo que de gran éxito». Sus siguientes palabras estuvieron dedicadas a los graduados: «Queridos chavales, se acabó el recreo», les espetó, para advertirles a continuación de que «el cine, no es suficiente estudiarlo; es un acto de amor». A lo que añadió: «No es suficiente querer amar, hay que saber amar y hay que encontrar a la persona que queremos amar. Y lo importante es que sea un amor correspondido porque, si no, genera una frustración enorme». 

Vasile descubrió lo que era desconocido para muchos: que es hijo del mundo del cine. «Yo no he entrado en el cine, yo he salido del cine», reveló. Su padre, el productor Turi Vasile, hizo más de 150 películas. Sus primeros recuerdos de infancia le transportan a la cafetería de los estudios romanos de Cinecittà, «donde gladiadores, vaqueros y astronautas tomaban el café juntos mientras, de repente, entraba un asistente de escena y gritaba: "¡Las vírgenes, a escenaaaa!". Era la visión de la humanidad». Vasile explicó que de su padre había aprendido varias reglas, en particular dos que había que respetar siempre: la primera, que una película debe tener un solo final. «Y, mi padre, fiel a esta idea, ¿qué hizo? Se murió veinte días después de mi madre, porque la película de los dos era una con un solo final», recordó emocionado. Y la otra regla, que la música no tiene que estar por encima de la escena: «Una película es un unicum», afirmó rotundo. «Sea el que sea el papel que vayáis a tener en una película, no olvidéis que el producto final es la película. No es el producto del trabajo de cada uno de vosotros: es perder la propia identidad dentro de una identidad mayor, que es la de la película». Y matizó: «Esto vale para películas pequeñas y grandes, comedias o dramas. Y no autoriza a ser superficiales porque la película no es profunda. Hay una sola manera de hacer las películas, y es hacerlas bien».

También tuvo palabras de reconocimiento para el trabajo que se realiza desde la ESCAC, «una escuela que, fuera de lo ordinario, interpreta fielmente la reproducción de lo que en un tiempo era la escuela del cine, que era la calle, que era el taller del artesano que hacía el vaso con las manos». Vasile finalizó su intervención reivindicando su deseo de ejercer de padrino de los graduados: «Estoy a vuestra disposición para cualquier consejo que queráis pedirme. Siento esta responsabilidad. La vida nos ha hecho encontrarnos con esta cosa maravillosa, inconsistente, inexistente y efímera que es el cine. Tenemos la deuda de intentar perpetuar su leyenda», concluyó.

 

«Bayona no existiría sin Vasile»

El director de la ESCAC, Sergi Casamitjana, fue el encargado de glosar la figura de Paolo Vasile, centrándose en su vertiente como productor. En este sentido, alabó el trabajo realizado por este y Telecinco Cinema. «Los estudiantes estáis en un programa de excelencia donde se os exige al máximo. Todos estos años, Vasile y Telecinco Cinema han hecho un trabajo que hace creer a la ESCAC y sus estudiantes que todo lo que hacen tiene un sentido». En referencia a Bayona, afirmó rotundo que «Bayona no existiría sin Vasile, quien, ya desde muy al principio, con El Orfanato, supo ver que con Bayona se podía hacer una apuesta mucho mayor». Casamitjana explicó que, contrariamente a lo que es habitual en el panorama del cine español, en el que se producen películas pequeñas, de dos o tres millones de euros, las películas de Bayona Lo imposible y Un monstruo viene a verme costaron cuarenta millones de euros. «Evidentemente, Bayona ha hecho un trabajo excepcional, pero no habría sido posible sin una productora que arriesgara y tuviera la fe y el atrevimiento que han tenido Paolo Vasile y Telecinco Cinema». Una apuesta por llevar la excelencia llevada al máximo que indudablemente también comparte la ESCAC.

Casamitjana dirigió sus últimas palabras a los graduados: «No os desaniméis, no penséis que todo va a ser rápido y fácil», les dijo, recordándoles que el propio Bayona tardó cinco años en poder hacer una película. Y animó a los graduados a aprovechar el ofrecimiento realizado por Vasile: «Aquí, sin ir más lejos, tenéis un padrino al que espero que se pueda dirigir el que tenga buenos proyectos».

 

«Las universidades tienen que apostar por la formación en el ámbito cultural»

Cerró el acto la vicerrectora de Docencia, Amelia Díaz, quien reivindicó la necesidad de que, en unos momentos en que la cultura está siendo maltratada por una parte importante de los poderes públicos, se apueste con fuerza desde las universidades por la formación en el ámbito cultural. «Creemos que los valores culturales no son algo secundario, sino que constituyen factores esenciales para la educación y para la vida», aseguró. En este sentido, defendió el cine como «una forma muy importante de transmisión de la cultura universal en los tiempos actuales». Asimismo, aprovechó para destacar el trabajo que realiza la ESCAC para promocionar a aquellos talentos que forma: «Un esfuerzo adicional que repercute en el estudiante, en el prestigio de la escuela y, por supuesto, en el prestigio de la universidad a la que está adscrita». Amelia Díaz aseguró que la Universidad de Barcelona se siente muy orgullosa de contar con todos aquellos que forman parte de lo que denominó el universo ESCAC. Y como no podía ser de otra manera, clausuró el acto con una frase extraída de la película Amarcord, de Federico Fellini: «El cine, si se hace bien, regala pequeños fragmentos de vida que nunca olvidarás». Toda una declaración de amor por el cine.