El descubrimiento de una población de coral rojo no explotada en Córcega abre una ventana al pasado del Mediterráneo

El coral rojo (<i>Corallium rubrum</i>) es un organismo frágil y vulnerable y tiene un crecimiento muy lento.
El coral rojo (Corallium rubrum) es un organismo frágil y vulnerable y tiene un crecimiento muy lento.
Investigación
(15/02/2017)

¿Cómo eran las poblaciones de coral rojo en el Mediterráneo antes de la sobreexplotación pesquera? ¿Cuáles eran las dimensiones máximas de las colonias de coralígeno tan apreciadas hoy en día por la industria de la ornamentación? ¿Eran las colonias centenarias las que dominaban las poblaciones? Estas son algunas de las preguntas que los científicos intentan responder para fijar los objetivos de los planes de gestión y conservación de estos ecosistemas naturales y revertir los efectos de su explotación milenaria. Conocer su estado original, o prístino, es clave para recuperar ecológicamente el hábitat y las poblaciones de esta especie emblemática del Mediterráneo.

El coral rojo (<i>Corallium rubrum</i>) es un organismo frágil y vulnerable y tiene un crecimiento muy lento.
El coral rojo (Corallium rubrum) es un organismo frágil y vulnerable y tiene un crecimiento muy lento.
Investigación
15/02/2017

¿Cómo eran las poblaciones de coral rojo en el Mediterráneo antes de la sobreexplotación pesquera? ¿Cuáles eran las dimensiones máximas de las colonias de coralígeno tan apreciadas hoy en día por la industria de la ornamentación? ¿Eran las colonias centenarias las que dominaban las poblaciones? Estas son algunas de las preguntas que los científicos intentan responder para fijar los objetivos de los planes de gestión y conservación de estos ecosistemas naturales y revertir los efectos de su explotación milenaria. Conocer su estado original, o prístino, es clave para recuperar ecológicamente el hábitat y las poblaciones de esta especie emblemática del Mediterráneo.

Antes de que la pesca se intensificara, el Mediterráneo acogía poblaciones de coral rojo (Corallium rubrum) con densidades relativamente elevadas de colonias de gran tamaño, probablemente centenarias e incluso a poca profundidad, según revela un estudio publicado en la revista Scientific Reports en el que han participado los expertos Cristina Linares, Ignasi Montero Serra y Diego K. Kersting, de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.

El trabajo, dirigido por Joaquim Garrabou, del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), ha sido posible gracias al descubrimiento en 2010 de una población virgen de coral rojo en Córcega, en una cueva submarina de la Reserva Natural de Scandola. Esta población presenta un estado de conservación que no se había encontrado hasta ahora en profundidades relativamente someras, y se puede considerar una verdadera ventana al pasado. En el estudio también han participado expertos del CEAB-CSIC, la Universidad de Girona, el Instituto Mediterráneo de Oceanología, el Parque Natural Regional de Córcega (Francia), la Universidad de Porto (Portugal), y la Universidad de Zagreb (Croacia).

 

La población coralígena de Córcega, una ventana al pasado

En el marco de la investigación, los expertos han analizado el estado, la biomasa y la densidad de esta población y han comparado estas características con las de otras poblaciones, algunas de las cuales han sido protegidas a lo largo de las últimas décadas.

Esta población, una auténtica ventana al pasado, revela que antes de ser explotadas, las poblaciones de coral rojo presentaban abundancia de colonias de gran tamaño, mucho mayores de lo que se pensaba. En concreto, la biomasa de coral de la población hallada en Córcega es cien veces superior a la de las otras que se conocen en el Mediterráneo, incluidas las de zonas protegidas desde hace más de cuarenta años. Ello implica que «este estudio hará replantear cuál es el estado de referencia de las poblaciones de coral rojo, así como la sostenibilidad de la pesca del coral», señala Joaquim Garrabou.

En opinión de Cristina Linares, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB, «esta población de coral rojo presenta un estado de conservación tan excepcional a causa de su ubicación dentro de la Reserva Marina de Scandola, que es una de las mejor gestionadas de todo el Mediterráneo gracias a un gran esfuerzo de vigilancia». Además, «está ubicada en un lugar difícil de encontrar, por lo que no fue descubierta hasta el año 2010, aunque esta es una reserva que ha sido bien estudiada por investigadores franceses y catalanes durante muchos años».

Para los autores, el nuevo trabajo indica que es necesario replantear los objetivos en los planes de protección de las poblaciones de coral rojo.

 

Poblaciones de coral cerca del colapso

Hace más de un millar de años que el coral rojo se utiliza como ornamento y elemento de joyería, pero en el último siglo la creciente presión pesquera ha acelerado el declive de las poblaciones de esta especie y las ha llevado cerca del colapso.

El coral rojo es un organismo frágil y vulnerable, del grupo de los antozoos (animales en forma de planta). Tiene un crecimiento muy lento (1 mm y 0,25 mm por año en altura y diámetro, respectivamente) y sus poblaciones necesitan largos periodos de tiempo —probablemente siglos— para recuperarse de la explotación. Ecológicamente, las poblaciones de coral rojo tienen un papel importante en los ecosistemas marinos: estructuran los hábitats, permiten el desarrollo de otras especies de las ricas comunidades de coralígeno y son zonas de refugio para alevines de otros invertebrados y peces.

Cabe recordar que algunos de los firmantes del artículo publicado en Scientific Reports también son autores de un informe encargado por la Generalitat de Cataluña que muestra la situación crítica del coral rojo en las costas catalanas. A raíz del informe, en el que han participado expertos de la Universidad de Barcelona, el ICM-CSIC y el ICTA-UAB, la Generalitat acaba de anunciar una moratoria de diez años durante la cual estará prohibido extraer esta especie. La moratoria, que se hará operativa a partir de 2018, podría ser prorrogable en el tiempo. En este informe también han colaborado los expertos de la UB Cristina Linares y Mikel Zabala, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales, y Bernat Hereu, del mismo Departamento y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).



 

 

Fotografías: Grupo de Investigación Medrecover y Joaquim Garrabou (ICM-CSIC)