Más de doscientos estudiantes participan en la primera edición del Foro de Talento en Ingeniería Biomédica

Momento del encuentro en el Paraninfo de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.
Momento del encuentro en el Paraninfo de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.
Investigación
(03/03/2017)

«Crecimiento exponencial»: así es como calificaron diversos ponentes la evolución del sector de las tecnologías médicas durante el I Foro de Talento en Ingeniería Biomédica que tuvo lugar ayer, jueves 2 de marzo, en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB. La jornada, en la que participaron más de doscientos estudiantes de Ingeniería Biomédica y cerca de veinte empresas e instituciones del sector, fueron organizadas por la Universidad de Barcelona, la Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad Pompeu Fabra, conjuntamente con las organizaciones empresariales Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) y Health Tech Cluster.

Momento del encuentro en el Paraninfo de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.
Momento del encuentro en el Paraninfo de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.
Investigación
03/03/2017

«Crecimiento exponencial»: así es como calificaron diversos ponentes la evolución del sector de las tecnologías médicas durante el I Foro de Talento en Ingeniería Biomédica que tuvo lugar ayer, jueves 2 de marzo, en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB. La jornada, en la que participaron más de doscientos estudiantes de Ingeniería Biomédica y cerca de veinte empresas e instituciones del sector, fueron organizadas por la Universidad de Barcelona, la Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad Pompeu Fabra, conjuntamente con las organizaciones empresariales Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) y Health Tech Cluster.

En la inauguración, Josep M.ª Nicolás, vicedecano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB, recordó que el «7,5 % del gasto sanitario es en tecnología médica», razón por la que Francesc Buscà, delegado del rector para las enseñanzas de grado y máster de la UB, consideró el encuentro como ejemplo de «buena práctica». Para Neus Rams, directora general de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria del Departamento de Salud, esta disciplina tiene un «gran impacto social y económico».

Posteriormente, los jefes de estudios de los grados de Ingeniería Biomédica de las universidades organizadoras, Daniel Navajas (UB), Beatriz Giraldo (UPC) y Oscar Camara (UPF), explicaron los perfiles de los diferentes grados. En su intervención, Navajas destacó que en España el sector de la tecnología médica genera 27.000 empleos directos e indirectos. También anunció un nuevo máster de Innovación y Emprendimiento en Ingeniería Biomédica en la UB que comenzará el curso 2017-2018 en el marco del EIT Health. En él participarán las facultades de Medicina y Ciencias de la Salud, Física, y Economía y Empresa. Esta interdisciplinariedad es un «valor destacado» de la Universidad de Barcelona que ya se ha demostrado en el buen funcionamiento del grado, concluyó Navajas.

En la última mesa, sobre la visión de la ingeniería biomédica desde la empresa y el mundo hospitalario, Joan Vila Masana, director de Infraestructuras del Hospital Clínic, destacó el papel pionero del Hospital en la incorporación de la ingeniería biomédica. Jordi Rigau, director de I+D+i de la empresa SIBEL, describió los diferentes perfiles que puede desarrollar el ingeniero biomédico dentro de la empresa, desde la gestión de proyectos hasta la fase de calidad o comercialización, pasando por el desarrollo del producto. Rigau destacó la importancia de la doble vertiente tecnológica y clínica del grado y describió algunas de las habilidades que aporta, como el aprendizaje rápido, el conocimiento de la terminología médica y la habilidad para detectar nuevas necesidades.

Finalmente, Júlia Crespí, ingeniera biomédica de la primera promoción (2014) del grado de la Universidad de Barcelona y actualmente ejecutiva de ventas de aparatos de resonancia magnética para Siemens Healthineers, explicó su experiencia en la búsqueda de empleo. A pesar de la primera impresión de «desconfianza» de las empresas para con este grado en los primeros años, Crespí subrayó que «da una formación básica muy amplia que permite acceder a muchos tipos de trabajos y hace que el graduado sea muy adaptable». También destacó que tiene una ventaja respecto a otras ingenierías al incorporar un conocimiento clínico.

 

Uno de los grados más jóvenes

Este grado que aplica los conceptos, principios y métodos de la ingeniería a la resolución de problemas en biomedicina se empezó a impartir en la Universidad de Barcelona durante el curso 2009-2010, y actualmente han salido de él cuatro promociones de graduados. Así pues, se trata de una de las ingenierías más jóvenes, con una nota de corte que se sitúa entre las más elevadas de las ingenierías que se imparten actualmente en Cataluña.

Alexia y Andrea, estudiantes de primer curso de Ingeniería Biomédica en la UB —la nota de corte de este curso fue de 12,05—, explican que escogieron Ingeniería Biomédica porque les interesa tanto la parte médica como la tecnología y la física. Javier Gómez, que está en cuarto curso, reconoce que escogió este grado un poco por «impulso», y que ha sido difícil, pero afirma: «He aprendido muchísimo y al final ha sido gratificante». Afirma que le gustaría trabajar en un hospital público. Por su parte, Marta Ferran, también en cuarto curso, explica que en este grado encontró un «equilibrio» entre las dos materias que le gustaban más: la vertiente más biológica y médica, pero también la física y los números. «No me esperaba que fuera tan multidisciplinar», dice Marta. En relación con la feria, opina que permite «conocer salidas que no sabía que existían», además de tener contacto con las empresas.

La ingeniería biomédica se ha convertido en una actividad socioeconómica estratégica con gran impacto en la medicina moderna. Según el Informe sectorial de biotecnologia i biomedicina, de 2013, elaborado por Barcelona Activa, se estima que el sector de la tecnología médica representa un volumen de negocio de 187.000 millones de euros, que en Europa supone el 33 %, con una tasa de crecimiento anual del 5 %. En Cataluña, representa el 40 % del mercado español, con un volumen de negocio de cerca de 1.200 millones de euros. La organización de la actividad también tuvo el apoyo del Servicio de Empleo de Cataluña.