El estilo de vida determina más el riesgo de cáncer de colon y recto que la genética

El equipo liderado por el profesor Víctor Moreno.
El equipo liderado por el profesor Víctor Moreno.
Investigación
(07/03/2017)

Expertos del Grupo de Investigación en Cáncer Colorrectal del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han desarrollado el primer modelo de predicción de riesgo de cáncer de colon y recto basado en datos a nivel estatal que combina información genética con estilos de vida. Liderado por Víctor Moreno, el grupo está vinculado a la Universidad de Barcelona (UB), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBEResp).

El equipo liderado por el profesor Víctor Moreno.
El equipo liderado por el profesor Víctor Moreno.
Investigación
07/03/2017

Expertos del Grupo de Investigación en Cáncer Colorrectal del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han desarrollado el primer modelo de predicción de riesgo de cáncer de colon y recto basado en datos a nivel estatal que combina información genética con estilos de vida. Liderado por Víctor Moreno, el grupo está vinculado a la Universidad de Barcelona (UB), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBEResp).

El trabajo, publicado por la revista Scientific Reports, destaca la importancia de mejorar el estilo de vida para disminuir el riesgo de cáncer de colon y propone utilizar información genética combinada con la del estilo de vida para subdividir la población en diferentes grupos según el riesgo de cáncer de colon, y así afinar el método de detección precoz (cribado) actual.

«Un modelo de riesgo es un instrumento matemático que nos permite predecir quién tiene más posibilidades de padecer una determinada enfermedad, en este caso cáncer de colon», explica Víctor Moreno, jefe del Programa de prevención y control del cáncer del ICO y catedrático de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB. Para desarrollarlo, los investigadores han utilizado los datos provenientes del estudio multicéntrico español MCC-Spain, desarrollado de forma colectiva por investigadores del CIBEResp y con un total de 10.106 participantes. A todos los integrantes del estudio, se les hizo una entrevista para analizar los factores de riesgo conocidos (dieta, ejercicio físico, índice de masa corporal, alcohol, antecedentes familiares de cáncer, entre otros). En paralelo, en el caso de un subgrupo de 1.336 casos de cáncer colorrectal y de 2.744 controles, se hizo un análisis de sangre para detectar la predisposición genética a desarrollar un cáncer de colon y recto.

Con el conjunto de datos, el equipo de investigación ha concluido que el estilo de vida determina más el riesgo de cáncer que la genética. Los expertos han calculado que si se cambia un estilo de vida de riesgo —por ejemplo, alcanzar un peso saludable—, ello puede compensar el hecho de tener cuatro puntos (alelos de riesgo) de predisposición genética. «Esto es importante teniendo en cuenta que el estilo de vida, a diferencia de los rasgos genéticos, es algo modificable, mientras que la susceptibilidad genética la heredamos de nuestros padres», comenta la investigadora Gemma Ibáñez, digestóloga y primera autora del estudio.

«De hecho —prosigue Ibáñez— los ítems que hemos identificado como marcadores de riesgo se correlacionan con las recomendaciones establecidas por el Nuevo código europeo contra el cáncer, publicado hace un año, para reducir el riesgo de padecer cáncer».

Tal y como apunta el profesor Moreno, «hoy en día, en pacientes que no tienen antecedentes familiares, el cribado en cáncer de colon se basa únicamente en la edad. Si incluyéramos información referente a los estilos de vida y la genética, podríamos clasificar la población en grupos de mayor o menor riesgo, lo que nos permitiría hacer un seguimiento más personalizado».

Actualmente, el equipo que ha desarrollado esta investigación está conduciendo el estudio COLSCREEN (personalización del riesgo de cáncer colorrectal) con el objetivo de determinar, entre otros factores, cuál es la percepción social sobre el cribado genético: «No hay estudios que determinen lo que piensan los pacientes sobre las pruebas genéticas y si querrían ser informados de sus probabilidades de tener ciertas enfermedades, y creemos que es muy relevante», comenta Gemma Ibáñez al respecto. Paralelamente, con este nuevo estudio los investigadores quieren comprobar la utilidad del sistema de puntuación de riesgo de padecer cáncer de colon aplicándolo de forma prospectiva entre la población del Baix Llobregat.

 

Referencia del artículo:

G. Ibáñez-Sanz, A. Díez-Villanueva, M. H. Alonso, F. Rodríguez-Moranta, B. Pérez-Gómez, M. Bustamante, V. Martin, J. Llorca, P. Amiano, E. Ardanaz, A. Tardón, J. J. Jiménez-Moleón, R. Peiró, J. Alguacil, C. Navarro, E. Guinó, G. Binefa, P. F. Navarro, A. Espinosa, V. Dávila-Batista, A. J. Molina, C. Palazuelos, G. Castaño-Vinyals, N. Aragonés, M. Kogevinas, M. Pollán y V. Moreno. «Risk model for colorectal cancer in Spanish population using environmental and genetic factors: results from the MCC-Spain study». Scientific Reports, febrero de 2017.