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10+10= pasado, presente y futuro del acceso abierto

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Sebastiano Giorgi-Scalari
Crai – Oficina de Difusió del Coneixement- Col·laborador
Grup d'Innovació Docent Consolidat e-Galènica
Universitat de Barcelona
 

Budapest Open Access Initiative: Ten years on from the Budapest Open Access Initiative: setting the default to open (2012). Disponible a: http://www.opensocietyfoundations.org/openaccess/boai-10-recommendations [Consulta: 12/12/2012] 

10/10/10 10:10:10Esta nota es un comentario sobre el documento recientemente publicado en la web de la Budapest Open Access Initiative, diez años después de las primeras declaraciones de intenciones, y coincidiendo con su versión en catalán, a cargo de la Oficina de Difusión del conocimiento del CRAI de la Universidad de Barcelona. En la elaboración de dicho documento han participado personalidades del mundo académico tradicionalmente vinculados al movimiento Open Access y promotores del mismo, entre los que destacan nombres como Jean-Claude Guédon, Peter Suber o Alma Swan. En la lista de redactores, se observan también instituciones fuertemente involucradas en el proceso de apertura de la ciencia y del conocimiento en general. Algunos ejemplos son Creative Commons, Open Society Foundation, Joint Information Systems Committee, The Wellcome Trust, Public Library of Science (PLOS), SURF, eLife, Research Libraries UK (RLUK), así como universidades de excelencia. Prestancia, como Harvard o University College London.

El documento es fruto de la colaboración de 29 representantes de organizaciones, públicas y privadas, que durante siete meses (de febrero a septiembre de 2012), han intercambiado opiniones profesionales con la finalidad de elaborar una revisión de las estrategias implementadas por movimiento de acceso libre a la bibliografía científica (en el entendido de que haya sido sometida a un proceso de revisión científica!) en los últimos diez años, y con el objetivo de dictar nuevos y viejos principios-guía para los próximos diez años de trabajo. El título del documento es explícito: Diez años después de la Budapest Open Access Initiative: el acceso abierto por defecto. Y es en sus palabras finales donde me gustaría hacer hincapié en este texto.

Considerar el open (access) como algo natural y estándar es hoy una predicción realista, aunque hace diez años pudiera parecer tan sólo la quimera de algunos visionarios. En estos diez años la situación se ha transformado de tal manera que hoy el acceso abierto es una realidad que ha modificado el horizonte editorial a nivel mundial. Las relaciones de poder entre editores, distribuidores y autores están cambiando a gran velocidad, a favor de la apertura de los contenidos científicos (y no sólo ellos) erga omnes, gracias a las tecnologías en red, los consorcios, y la evidencia financiera. La creciente cantidad de personas que creen firmemente en la necesidad de recuperar los resultados de la investigación pública, está modificando un mecanismo de difusión de la investigación y del conocimiento que los convierte en rehenes de los colosos privados del sistema editorial científico mundial. Sin embargo, todavía hay reticencias gracias al inmenso poder económico de los mismos, si bien es cierto que ayuda la ceguera de muchos que a día de hoy todavía no se han actualizado y redirigido al estímulo socio-revolucionario que representa el Open Access. Son muchas las declaraciones que han sucedido aquella histórica de Budapest de 2002, en la que se daba por primera vez una definición precisa del acceso abierto a la literatura científica. Dos de las declaraciones más relevantes, a modo de ejemplo, son las de Bethesda y Berlín, ambas de 2003. La primera expone una teorización profunda de las publicaciones en acceso abierto, mientras que en la segunda se forma un primer grupo de instituciones que apoya abiertamente las afirmaciones e iniciativas del BOAI. Junto con la de Budapest, estas declaraciones se conocen como las tres B, que constituyen los momentos fundamentales para el movimiento. De hecho, durante el año 2003 aparecen numerosas iniciativas en apoyo del acceso abierto, como por ejemplo FEDORA, DOAJ o el cumplimiento de las directrices del OAI por parte de PubMed. Al mismo tiempo, se crean foros dedicados a las temáticas del acceso abierto, como el SPARC Open Access Forum, o las numerosas declaraciones de intenciones publicadas, como la declaración de principios del World Summit on the Information Society de las Naciones Unidas. En los años siguientes1, los eventos pro acceso abierto se suceden, enlazando declaraciones de principios con guías basadas en estudios profundos de la nueva fenomenología editorial-científica.

En Europa el fenómeno se observa en diferentes niveles: desde la Comisión Europea, hasta los pequeños ateneos. Se recuerdan, a modo de ejemplo, iniciativas como MedOANet o OpenAIRE, o bien el próximo programa Horizon 2020, en el que se está discutiendo la posibilidad de extender la experiencia del programa piloto sobre OA del Séptimo Programa Marco, implementándose en todos los proyectos financiados. La reciente publicación de un artículo-manifiesto de Communia, clarifica la dirección que está tomando y el objetivo que se quiere alcanzar en el contexto europeo.

Las recomendaciones a los parlamentarios son lapidarias y totalmente compartibles:

1. Un mandato OA para todos los outputs financiados con fondos públicos,
2. Eliminación de los derechos sui generis de las bases de datos,
3. Evitar acuerdos y cláusulas editoriales desleales

A otro nivel, pero no por ello menos importante, encontramos las declaraciones de ateneos y conglomerados institucionales, como la declaración de Messina de 2004, promovida por la conferencia de rectores de las universidades italianas (que de hecho se adhieren a la declaración de Berlin), o la del Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC) de 2009, que prevé la planificación de medidas adecuadas para la consecución de los objetivos de acceso abierto a finales de 2012 [p.12].

La última declaración del BOAI que se comenta, revisa las virtudes y los defectos del itinerario satisfecho, pero insiste sobre todo en los movimientos futuros para consolidar los resultados obtenidos en el acceso al conocimiento científico. Subdividida en un breve preámbulo y cuatro capítulos principales, contempla las políticas, licencias, infraestructuras y sostenibilidad, así como la promoción y la coordinación.

Algunos pasajes me han impresionado especialmente.

En el prólogo encontramos la reafirmación de los principios fundamentales de la iniciativa: el objetivo central del Open Access, la sostenibilidad económica del mismo, y la urgencia de su aplicación, en la actual configuración financiera de las instituciones públicas. Por lo tanto, se empuja hacia el pleno disfrute del derecho de los pueblos, al conocimiento producido mediante la investigación financiada con fondos públicos.

Las recomendaciones que hace el documento están divididas en cuatro áreas temáticas: la primera, que trata de las políticas que deberían adoptar las instituciones financiadoras (públicas o privadas), las universidades y los editores, prevé que se implementen completamente todos los mecanismos de publicación y difusión en abierto. De este capítulo quiero evidenciar algunos puntos para la reflexión: la publicación masiva de todos los productos de la investigación, como las presentaciones en congresos, los datos no interpretados o los capítulos de libros, incluyendo también todas las tesis doctorales (obligatorio en España desde Febrero de 2012) o de cursos de postgrado. Se discute también la necesidad de pasar progresivamente a estadísticas bibliométricas de impacto basadas en indicadores alternativos, distintos de los clásicos índice de impacto que han demostrado ser ineficientes e ineficaces en la valoración transversal de las diferentes disciplinas científicas y en los diferentes ámbitos lingüísticos. Se dan también indicaciones en las universidades que disponen de depósitos digitales, sugiriendo que éstos se conviertan la única fuente para la estructuración de las bases de datos para la verificación y valoración de la investigación desarrollada internamente. Y, finalmente, se hace una advertencia a los investigadores: que no trabajen como autores, revisores o editores para aquellos que son contrarios a sus propios intereses! Aunque puede sonar obvio, parece que todavía no ha entendido la esencia del mensaje.

La segunda parte considera las licencias y la reutilización, indicando la licencia de Reconocimiento de Creative Commons (CC-BY), o alguna licencia equivalente, como el modelo a utilizar, de forma que se garantice la publicación, distribución, uso y reutilización de los trabajos académicos.

El tercer capítulo discute sobre las infraestructuras y la sostenibilidad económica. Expone que cada institución de educación superior debe disponer de la capacidad de depósito en acceso abierto en almacenes digitales propios o de terceros, y que estos depósitos estén relacionados semánticamente entre sí (con la convergencia de los estándares de los metadatos descriptivos) de manera que se cree una red interconexa para la difusión de la ciencia. Los métodos de depósito (vías verde y dorada) se reafirman por su validez y estrategia. En esta sección hay que subrayar el punto 3.13, en el que se alienta a introducir la revisión (peer review) post-print, es decir, la valoración por pares posterior a la publicación oficial de un artículo, que representa una revolución respecto en la actual organización editorial. Este posicionamiento tiene como objetivo fundamental la reducción del tiempo que tarda la investigación científica a ser disponible, además de impactar notablemente en la economía del ciclo de publicación.

La última parte del documento, que trata de la promoción y la coordinación, está dirigido al futuro ya la definitiva toma de conciencia de la importancia del acceso abierto entre editoriales, editores, revisores e investigadores. Se recomienda adoptar las buenas prácticas de la OASPA2, y alienta la intensificación de las relaciones entre los diferentes individuos propensos al acceso abierto, a fin de homogeneizar las acciones y lograr así un mayor impacto.

Como cierre de este comentario, quisiera insistir en la importancia de la nueva declaración del BOAI, que incluye tanto las oportunidades como los riesgos para los próximos diez años de trabajo en el ámbito del acceso abierto. Tal como se desprende de mis breves reflexiones, no puedo evitar ser totalmente e incondicional a favor de una aplicación siempre más extendida de los principios del acceso abierto, propuestos y reiterados en esta declaración.

Larga vida al acceso abierto!


1. Para una cronología detallada de las numerosas afirmaciones de la voluntad de apertura científica al mundo, consultar el timeline disponible en Open Access Directory.
2. La Open Access Scholarly Publishers Association