Los hábitos informativos del profesorado universitario norteamericano: un panorama estable

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Ángel Borrego
Facultat d'Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitats de Barcelona (UB)


Blankstein, Melissa (2022). Ithaka S+R US Faculty Survey 2021. New York: Ithaka S+R. Disponible en: <https://doi.org/10.18665/sr.316896>. [Consulta: 06/11/2022].


El proyecto «Ithaka S+R US Faculty Survey» analiza con frecuencia trienal las prácticas docentes y de investigación del profesorado universitario estadounidense desde los inicios de la transformación digital. En este Blok se han reseñado los informes de 2009, 2012, 2015 y 2018. La nueva edición, con datos de 2021, está marcada, como no podía ser de otra manera, por los efectos de la pandemia.

Como en ocasiones anteriores, el informe arranca con la descripción de las prácticas del profesorado para descubrir información con fines docentes y de investigación. Los encuestados continúan combinando la consulta de bases de datos tradicionales (más populares en humanidades) con Google Scholar (más usado en ciencias y ciencias sociales). A pesar de la pandemia, el profesorado continúa valorando muy positivamente los congresos para mantenerse al día de los avances en sus disciplinas y dos tercios de los encuestados los considera muy importantes.

La biblioteca de la institución es la principal fuente para acceder a los contenidos (el 80 % de los encuestados la considera muy importante), si bien el 75 % otorga esa misma valoración a los materiales gratuitos disponibles en Internet y en torno a la mitad asigna la misma importancia a sus colecciones personales. La búsqueda de una versión gratuita en línea es el principal recurso cuando un documento no está disponible en la institución (90 %), por delante del préstamo interbibliotecario (80 %) y del creciente porcentaje de profesores (60 %) que abandona la búsqueda para intentar obtener otro recurso similar. Respecto a ediciones anteriores de la encuesta, se observa un declive de la importancia asignada a las monografías, tanto impresas como electrónicas, con fines docentes o de investigación. Como era previsible, su popularidad continúa siendo mayor en humanidades.

En relación a la investigación, el profesorado otorga mayor importancia a la explotación de datos recogidos por ellos mismos que al análisis de datos preexistentes, si bien la valoración de ambos se reduce respecto a oleadas anteriores de la encuesta. Sí crece el porcentaje de investigadores que usan servicios de almacenamiento en la nube (Google Drive o Dropbox) para guardar sus datos, aunque continúan siendo mayoría quienes los archivan en sus ordenadores personales. Muy pocos encuestados recurren a la biblioteca para gestionar los datos. Al finalizar un proyecto, los investigadores prefieren preservar los datos ellos mismos, de manera que el porcentaje de los que utilizan un repositorio institucional o de otro tipo se mantiene estable en torno a un 30 %.

Los investigadores se muestran inseguros a la hora de determinar en qué medida la fabricación y falsificación de datos u otras prácticas fraudulentas son prevalentes. La declaración de las fuentes de financiación y la publicación de los planes de trabajo antes del desarrollo de la investigación se consideran prácticas deseables para mejorar la credibilidad de la ciencia.

En relación a la publicación de los resultados, no hay cambios respecto a ediciones anteriores del estudio: la mayoría de los encuestados publica artículos de revista (90 %), actas de congresos (66 %) y monografías (59 %). Aunque el uso de preprints ha crecido ligeramente, la importancia que se les asigna se ha estancado. Sólo tres de cada diez encuestados deposita sus artículos en su repositorio institucional.

A la hora de escoger la revista en la que publicar, se continúa valorando la especialización temática, la circulación, el factor de impacto y la reputación. Es decir, las características más apreciadas en procesos de evaluación. No obstante, se observa una reducción de la importancia asignada al factor de impacto: un 73 % lo considera muy importante frente a un 79 % en 2018 y un 81 % en 2015.

El profesorado está a favor del acceso abierto y un 63 % vería con buenos ojos que sustituyera al modelo de revistas de suscripción (un 70 % entre los encuestados de entre 22 y 44 años). Por primera vez, la encuesta incluía una pregunta sobre el modelo de financiación del acceso abierto y la mayoría indicó que la biblioteca debería estar implicada: el 50 % está de acuerdo con que la biblioteca invierta en infraestructuras de acceso abierto y el 40 % con que la biblioteca pague a editoriales privadas para publicar en acceso abierto.

Desde el punto de vista docente, la mayoría del profesorado considera una función importante formar al alumnado en la adquisición de competencias para localizar y evaluar información científica, un ámbito en el que creen que tienen escasa formación. La pandemia ha incrementado notablemente el volumen de profesorado que crea y usa recursos educativos abiertos: cuatro de cada diez utiliza manuales y vídeos en abierto.

En relación al papel de la biblioteca, la mayoría de los encuestados valora su papel en la adquisición de materiales y otorga una elevada importancia a su función de apoyo al alumnado, ofreciendo acceso a la tecnología y un espacio académico informal.

La mayoría de los encuestados no recibe apoyo de la biblioteca en el proceso de publicación. Un 38 % desearía que la biblioteca gestionara su página web personal y en torno a un 20 % agradecería obtener ayuda para negociar contratos de publicación y tomar decisiones sobre dónde publicar. Los encuestados sí que declaran recibir formación sobre integridad académica, adopción de nuevos métodos pedagógicos y propiedad intelectual.

Como era de esperar, esta nueva edición de la encuesta no muestra cambios bruscos respecto a oleadas anteriores, pero continúa resultando de gran interés para estar al día de la evolución en los hábitos informativos del profesorado y su impacto sobre las bibliotecas universitarias.

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