Industria editorial y consorcios: la crisis no es igual para todos

Tommaso Giordano
Istituto Universitario Europeo, Firenze
 

Consorcios y otros: Encuentro Europeo ICOLC, Viena 14-17 octubre 20121.

Ópera de VienaLa ICOLC (International Coalition of Library Consortia) es una organización mundial (sin ánimo de lucro) a la que se adhieren 200 consorcios para la adquisición y gestión de recursos electrónicos. La ICOLC organiza dos encuentros anuales: en Norte América, en primavera, y en Europa, en otoño. Este año la reunión tuvo lugar en Viena, en la facultad de Derecho (Juridicum), con cerca de 90 participantes (la mayoría responsables de consorcios y de programas de cooperación).

El programa se ha articulado en numerosas sesiones (algunas en paralelo) sobre argumentos de estricta actualidad, ofreciendo un panorama de los programas de adquisición y gestión de los recursos electrónicos de varios países de Europa, Asia y América. ¿Cuáles son las tendencias del mercado de la información? ¿Cómo reaccionan los consorcios y las bibliotecas en la impetuosidad de la publicación académica comercial? ¿Qué estrategias hay que adoptar para hacer frente a las restricciones impuestas por la crisis? Son estas las principales cuestiones sobre las que se ha desenmarañado el debate, a menudo animado y a ratos apasionante, que aquí buscaré resumir evidenciando los puntos que me parecen de mayor interés.

El escenario de la publicación digital

Jordi Prats Prat
Servei de Biblioteques, Publicacions i Arxius
Iniciativa Digital Politècnica. Oficina de Publicacions Acadèmiques Digitals
Universitat Politècnica de Catalunya. BarcelonaTech
 

JISC (2011). Digital Monograph Technical Landscape: Exemplars and Recommendations. http://jiscpub.blogs.edina.ac.uk/final-report/ [Consulta: 28/11/2012]

Holbeach e-book marker [old photo]

En 2011 el Joint Information Systems Committee1 (JISC) del Reino Unido inició, dentro del marco del Repository Infraestructure Programme, la elaboración de un estudio que debía servir para explorar el potencial que el formato ePub2, de edición y publicación de libros digitales, podía ofrecer cuando la edición académica, si finalmente éste es adoptado de forma generalizada en las universidades. El informe que hoy nos ocupa es el trabajo final resultante de este estudio.

El estudio presenta, pues, un estado de la cuestión cuando en la edición de libros digitales desde diferentes puntos de vista, contemplando tanto el que ha sido el mercado de estos contenidos, como su uso académico. Como colofón ofrece también una serie de recomendaciones para mejorar la implementación en la educación superior. En muchos casos no se evita ofrecer una perspectiva histórica que facilita la comprensión de la situación actual.

Uso de e-books en bibliotecas universitarias de Estados Unidos: datos para salir del “Big Mess”


Cristóbal Urbano
Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona
 

2012 survey of ebook usage in U.S. academic libraries: third annual survey. LJ/SLJ Library Research Syndicate (LRS). [New York, N.Y.]: Library Journal, 2012. 93 p. Disponible en línea en: <http://www.thedigitalshift.com/research/ebook-usage-reports/academic/> [consulta: 14 nov. 2012].
 
Nota: Se trata monográficamente primero el caso de las bibliotecas universitarias y en reseñas posteriores se tratarán los informes referidos a las bibliotecas públicas y las escolares:
 
2012 survey of ebook usage in U.S. public libraries: third annual survey. LJ/SLJ Library Research Syndicate (LRS). [New York, N.Y.]: Library Journal, 2012. 108 p. Disponible en línea en: <http://www.thedigitalshift.com/research/ebook-usage-reports/public/> [consulta: 14 nov. 2012].
 
2012 survey of ebook usage in U.S. school (K-12) libraries: third annual survey. LJ/SLJ Library Research Syndicate (LRS). [New York, N.Y.]: School Library Journal, 2012. 102 p. Disponible en línea en: <http://www.thedigitalshift.com/research/ebook-usage-reports/k12/> [consulta: 14 nov. 2012].

Collective Strings 2

Hace unas semanas le comenté a un bibliotecario norteamericano mi interés en conocer su opinión sobre el proceso de incorporación de ebooks en las bibliotecas universitarias de su país. En concreto le pregunté si esa incorporación había llevado a una revisión a fondo de los textos en los que las bibliotecas fijan su política de desarrollo de colecciones. Él se llevó la mano a la cabeza, y antes de contestarme con rigor y profundidad, no pudo evitar exclamar con la amable familiaridad que rápidamente te manifiestan muchos colegas de aquél país: "What a big mess... a bloody mess!"

Ampliando el círculo: la incorporación de medidas alternativas a la evaluación de la investigación

Marta de la Mano González
Profesora Titular de Universidad
Dpto Biblioteconomía y Documentación. Universidad de Salamanca

 

WOUTERS,P.; COSTAS, R. Users, narcissism and control: tracking the impact of scholarly publications in the 21st entury. Utrech: SURFfoundation, 2012

¿CUÁL ES EL IMPACTO DE MI INVESTIGACIÓN? Esta pregunta ha intrigado siempre a estudiosos y científicos de todas las disciplinas. Durante la mayor parte de la historia de la ciencia, fue una pregunta difícil de contestar. Sencillamente, era demasiado complicado saber quién estaba leyendo el trabajo de uno, al margen del círculo, relativamente pequeño, de colegas cercanos. Esto ha cambiado completamente en los últimos años con el impacto de las nuevas tecnologías de la información y la aparición de Internet. Hoy en día, la comunicación de los trabajos científicos utiliza, no sólo vehículos tradicionales como los libros y las publicaciones periódicas, sino también otras formas de comunicación textual menos formales, características del entorno digital, que se ven impulsadas cada vez más por la Web social. Investigaciones que solían tardar meses o incluso años en llegar a los lectores, pueden ser conocidas casi instantáneamente vía blogs y Twitter.

Pero el actual sistema de evaluación de la investigación, basado esencialmente en el análisis de citas, no refleja estas nuevas formas de trabajo y comunicación. Este tipo de actividad queda fuera del alcance de indicadores e instrumentos tradicionales como el factor impacto, los índices de citas y los rankings que, centrados en el análisis de los productos científicos difundidos a través de canales formales, permanecen al margen de estas otras redes de intercambio, menos visibles pero, a menudo, más importantes a la hora de valorar el impacto de un determinado trabajo, tejidas a través de conexiones personales y comunicaciones informales desarrolladas en la red.

Los retos de la gestión de datos de investigación

Ángel Borrego
Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona
 
 

van der Graaf M, Waaijers L (2011). A surfboard for riding the web: towards a four country action programme on research data. Disponible a:
http://www.knowledge-exchange.info/Admin/Public/DWSDownload.aspx?File=%2fFiles%2fFiler%2fdownloads%2fPrimary+Research+Data%2fSurfboard+for+Riding+the+Wave%2fKE_Surfboard_Riding_the_Wave_Screen.pdf
 
Kotarski R, Reilly S, Schrimpf S, Smit E, Walshe K (2012). Report on best practices for citability of data and on evolving roles in scholarly communication. Disponible a:
http://www.alliancepermanentaccess.org/wp-content/uploads/downloads/2012/08/ODE-ExecutiveSummary-
ReportBestPracticesCitabilityDataEvolvingRolesScholarlyCommunication.pdf
 
Dallmeier-Tiessen S, Darby R, Gitmans K, Lambert S, Suhonen J, Wilson M (2012). Compilation of results on drivers and barriers and new opportunities. Disponible a:
http://www.alliancepermanentaccess.org/wp-content/uploads/downloads/2012/08/ODE-CompilationResultsDriversBarriersNewOpportunities1.pdf
 

Jahnke L, Asher A, Keralis S. (2012). The problem of data. Disponible a: http://www.clir.org/pubs/reports/pub154/pub154.pdf
 

Rufino LasaosaLa gestión de datos primarios de investigación es uno de los temas de actualidad en nuestro ámbito profesional como se pone de manifiesto en la proliferación de informes que sobre esta cuestión se han publicado durante los últimos meses.

En noviembre de 2010 se reseñaban en este mismo Blok (1) las conclusiones de un estudio encargado por la Comisión Europea sobre los costes y beneficios de la puesta en marcha de una infraestructura de datos científicos a nivel europeo. En ese informe los autores proponían diversas acciones para hacer realidad esta infraestructura el año 2030. No ha habido que esperar tanto para ver los primeros resultados y, en noviembre de 2011, ya se publicó un primer trabajo (2) que presentaba la situación de la gestión de datos de investigación en Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Reino Unido con vistas a iniciar acciones conjuntas en este ámbito. El informe comenzaba analizando los incentivos que pueden motivar a los investigadores a compartir datos de investigación: la obtención de un reconocimiento similar al que reciben por sus publicaciones, la adopción de esta actitud como parte de la cultura científica, o la obediencia a los mandatos de las agencias de financiación y de las revistas científicas. Un segundo aspecto analizado eran las iniciativas de formación de los profesionales –tanto científicos como bibliotecarios– que deberán gestionar estos datos. Por último, el informe abordaba las características que deberá tener la futura infraestructura de almacenamiento de los datos científicos a partir del análisis de los repositorios nacionales ya disponibles en los cuatro países considerados y sus necesidades de financiación.

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